Partida Rol por web

Harvaka 1, Tierra de Piratas.

Capítulo 110. Una Despedida Inesperada.

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05/03/2018, 19:38
Director

Bill avanzó entre los contendientes tratando de pasar desapercibido. El Cojo no destacaba por su valor y mucho menos por su gran capacidad combativa. No obstante, de lo que si podía presumir era de su puntería. Aquel pirata que acababa de estrenar el cargo de condestable del Yacaré, de nuevo en posición de Parick Huesomuerto, apuntó con su trabuco en dirección a la pelirroja capitana.

Sabía que si hacía blanco en ella sería recompensado, o al menos eso quería creer. Por otra parte, le interesaba la muerte de la capitana. No es que tuviera nada personal contra ella, pero lo cierto era que durante el motín se decantó del bando de Huesomuerto y había sido él el encargado de llevar a Nadja a morir a la isla desierta. La pelirroja había jurado venganza también contra él y sabía muy bien cómo se las gastaba aquella mujer endemoniada.

Cerró el ojo hizo puntería y cuando la cabeza de Nadja se alineó con el punto de mira y el alza de su trabuco, accionó el disparador. La bala salió recta y decidida hacia su objetivo y se incrustó en la cabeza de la pelirroja entrando por la sien derecha y saliendo del otro lado abriendo un túnel a través de su materia gris, el fin de la pirata, el fin de la capitana. O eso sería lo que hubiera pasado de no haberse interpuesto entre la bala y su objetivo el gigante cuerpo del gran trasgo que luchaba al lado de Nadja.

El disparo se clavó en el omóplato derecho de Gorbagog. El dolor que sintió aquella bestia fue muy intenso y le hizo perder la sujeción de su arma. Desarmado y dolorido se vio rodeado por hasta tres piratas. Tuvo que desenfundar una daga para tratar de hacerles frente, pero lo cierto era que ahora las cosas se ponían bastante feas para el gran trasgo.

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05/03/2018, 19:39
Patrick "Huesomuerto"

De nada de aquello se percató Nadja, como tampoco lo hizo Isidore. Ambos combatían espalda contra espalda contra los rufianes que se interponían en su camino. Las carencias en la esgrima de Is, la suplía con experiencia Nadja y la mermada agilidad de la pelirroja para detener algunos golpes era contrarrestada con la velocidad del chiquillo y su portentoso instinto de protección hacia la que consideraba su madre. Fue así como Nadja se plantó frente a Patrick Lefebre, alias Huesomuerto, su antiguo contramaestre y peor enemigo.

- Buenas tardes, mí querida capitana. – Dijo el pirata casi escupiendo aquellas palabras y mientras lanzaba una estocada que fue detenida con habilidad por el sable de la pelirroja. - ¡Lo serán una vez mueras, arpía!

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05/03/2018, 19:52
Director

Mientras sucedía todo aquello ajeno a ojos de Daito, llegó el momento en que el capitán del norte debía rendir cuentas al último de los piratas que asoló su aldea. El hermano del capitán pirata de sangre trasga que asaltó Kornvaskr matando a la mayor parte de la población y haciendo esclavos al resto se encontraba a pocos metros de distancia de él. Se trataba del mismo ser rastrero que había tratado de violar a Nadja en puerto Duartala y que hizo arder su sumaca con Nadja abordo.

Ediberto rasgó el cuello de un trasgo y pateó el trasero de otro para acotar aún más las distancias entre ellos dos y Garzajgar. Aquel engendro de piel grisácea, nariz puntiaguda y amarillos ojos, se encontraba rodeado de su séquito, tres de los mejores y más diestros trasgos de su tripulación le guardaban bien las espaldas. Su apariencia no era la de un grupo de trasgos cualquiera. Se notaba que eran mejores con la espada que la mayoría de los de su raza. Era algo que se evidenciaba hasta por la forma en que miraban con desprecio a los rivales que tenían frente a ellos.

 

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05/03/2018, 19:53
Garzajgar

- ¡Nanjraw, el rubio tuerto ez mío! – Ordenó Garzajgar. - ¡Haré que zangre hazta la muerte!

- ¡Le zacaré loz inteztinoz al viejo! – Habló aquel trasgo gordo como un tonel y carente de nariz.

Garzajgar se lanzó hacia Daito empuñando con la zurda su espada. Junto a él otro trasgo que blandía con destreza una hachuela, también con la izquierda, como casi todos los de su raza. Nanjraw y un trasgo de color amarillento y disperso pelaje marrón se emparejaron con Ediberto Dolfini, quien no rechazó la invitación a ese baile.

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06/03/2018, 22:06
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo
Sólo para el director

En aquel momento Daito ya se encontraba apretando los dientes con fuerza como tratándo de contener dentro de sí aquel cúmulo de emociones que se arremolinaban en su interior.

Sin demasiados problemas desvió la arremetida del trasgo de la hachuela, pero aquello no le dejó tiempo para evadirse del primer tajo que le propinó Garzajgar aunque, por suerte para él, se trató de un corte superficial en el brtazo izquierdo, lo que no evitó que el trasgo excretase una abominable carcajada por su boca.

Un certero codazo del norteño se estampó contra la nariz del subordionado, obligándolo a retroceder varios metro a trompicones mientras trataba de comprender que era aquello que le había golpeado como si de una bola de cañón se tratase.

Por su parte, Ediberto Dolfini estaba aguantando bastante bien su parte de la contienda. El trasgo horondo poseía en su brazo una fuerza fuera de lo común, pero su tamaño iba en detrimento de su velocidad, por lo que el aristócrata lograba apartarse a tiempo de cada uno de sus tajos, llegado a encontrar tiempo para ejercer algunas heridas al trasgo amarillento, que trataba en vano de devolver la ofensa una y otra vez con los ojos cada vez ma´s inyectados en sangre.

Garzagar lamió el filo de su espada, manchado de sangre norteña y volvió a carcajearse.
¡Creí haber olvidado este dulce sabor! se regodeó mostrando la lengua.¡Sabe igual que aquella vez! ¡Igualita que la de vuestros niños!
Soltando un grito cargado de rabia Daito se lanzó en una estocada ampliamente prevista por el trasgo, que la esquivó con facilidad, volviéndo a marcar al antiguo ballenero con su filo pero esta vez en la espalda.

Sin tiempo para sobreponerse Daito tuvo que desviar con su filo una nueva acometida del trasgo de la hachuela, que había vuelto al combate emitiendo un desagradable alarido de batalla.

En aquel momento el capitán trasgo dió un paso atrás y se limitó a observar con una mueca semejante a una sonrisa en el rostro.¡Vamos, Ratagjak! ¡Desmiémbralo!

Lo cierto era que aquello fué un respiro para el norteño. Empezaba a verse superado por el combate cuando la estupidez inerente de la raza trasga le ofreció aquel regalo.

Notas de juego

PEndiente de seguir

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08/03/2018, 14:04
Nadja la Roja

Estando ya frente a frente con su enemigo, no pudo más que poner cara de repugnancia cuando lo escucho hablar -vaya ¡esperaba que en este tiempo te hubieses quedado mudo o hubieses perdido la lengua tanto me da!- mientras detenía una estocada de este -tengo un amiguito que tiene muchas ganas de verte, al parecer tiene alguna cuenta contigo pendiente, se te acumulan las cuentas igual deberías empezar a pagar- dijo hablando de Isi, sabía que el chico tenia que pelear con Huesomuerto al menos durante un rato para calmar su sed de venganza, sin duda ella estaría a su lado nada le pasaría al pequeño, mientras ella estuviese allí.

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11/03/2018, 10:31
Gorbagog, alias "Scipio Luciusis"

Isi fue presa de un ataque de furor al entrar en combate cuerpo a cuerpo contra el maldito capitán Huesomuerto por todo lo sucedido contra Aswand y Nadja. El capitán empezó parando bien los golpes y hasta disfrutando de lo que creía una batalla ganada hasta que Isi empezó a acertar algún golpe y su intensidad de lucha no disminuía la cara del capitán pirata empezó a transformarse, de cínica a algo sobrecogida y finalmente espantada.

Gorbagog tenía mucho trabajo porqué un montón de piratas hacían cola para proteger a Huesomuerto e intentar acabar con Nadja. Se tuvo que poner serio y atacar mortalmente con su diestro sable a más de uno. El corazón era la parte más vital y más fulminante y los trasgos y piratas no iban muy bien protegidos. Se podría decir que eran una panda de temerarios.

Gorbagog tampoco iba muy bien protegido pero era muy grande e imponente y llevaba años entrendando cómo soldado. Así que a pesar del dolor del trabuco incrustado en el omóplato siguió luchando. Aquel día se saldarían las cuentas, de un lado o del otro.

- ¡Isi! ¡Muy bien, sigue así! - espoleó Gorbagog a Isi.