Z'TAAR
Z'taar es uno de los Dioses de la Oscuridad más terribles, en parte porque parece que su único objetivo sea el de captar seguidores y acabar con sus enemigos.
Es un terrible luchador que maneja su espada Destructura con un salvaje ánimo vengador. Es el paladín no oficial de Charón aunque pocas veces entrará en batalla por otro Dios. Las sectas que adoran a Z'taar siempre están orientadas hacia la guerra y el dominio de civilizaciones menos militaristas. Una vez, durante las Guerras de Dominación, se enfrentó a Cay pero la lucha quedó inconclusa al ser interrumpida por una espantosa Tormenta de Flujo. Entre estos dos seres hay ahora un cierto respeto mutuo.
SCALU
Portador de la Noche (y de las Pesadillas), el aspecto de Scalu es especialmente terrible, aunque sólo sea por la extraña fusión de animales que lo integra. Puede tener la forma de un humano hermoso pero el aspecto normal de Scalu es el de un ser humano de tres metros de altura con la cabeza de una hiena negra.
Scalu suele estar enfrentado a Reann, el Señor de Orhan que también considera a la Noche como su reino.
MORALIS
El Dios del Amor y el Dolor tiene una de las mentes más retorcidas de todo el panteón de Dioses. Suele manifestarse como un hombre joven, rubio y muy hermoso, viril y con mucho carisma. Visita Kulthea con el objeto de seducir a hombres y mujeres jóvenes y, una vez los ha atrapado en sus redes, los lleva a su palacio en las cavernas de Charón, donde los utiliza como esclavos. Abusa de ellos en lo que es una perversión del amor, dejándolos magullados y sanguinolentos, y sin embargo están tan dominados por él que los infortunados se pelean entre sí por el privilegio de estar a su lado. Su harén es numerosos, pero sus miembros no suelen durar mucho en él.
Los seguidores de Moralis se diferencian de los de Inis en que suelen estar más obsesionados en su misión y presentar tendencias masoquistas. Muchos de ellos mueren durante sus orgías.
KLYSUS
El dios-lagarto es el Dios de la Muerte, enemigo de Eissa. Ella también es la Diosa de la Muerte pero en su caso el momento final es limpio, con el alma separándose del cuerpo. Con Klysus la muerte es un sacrificio de tortura en el que se bebe la sangre y devora el mismo espíritu del muerto. Es el Destructor de Almas.
Muy alto, musculoso y con una piel de un color metálico muy similar al del bronce, Klysus tiene grandes ojos almendrados con pupilas rasgadas reptilianas. Su larga lengua bífida y sus colmillos no suelen estar a la vista, aunque suele sisear un poco cuando habla.
El apetito de Klysus por nuevas víctimas es insaciable y es uno de los Dioses que visita Kulthea con mayor frecuencia. Uno de los grupos de seguidores favoritos es el Imperio de Lank, en Tai-Emer.
La otra forma que Klysus suele adoptar es la de una enorme serpiente alada con una gran gorguera. A pesar de no tener brazos ni piernas, tiene la facultad de levitar y volar a grandes velocidades.
Klysus y sus seguidores son rechazados por las encantadoras gemas conocidas como las Lágrimas de Eissa. El mismo Klysus puede resistir pequeñas cantidades de esta gema. Sin embargo, sus sacerdotes pueden llegar a morir si llegan a tocar alguna de las Lágrimas.