Hijo del jefe de su tribu, Adogold buscaba ansioso retos mas y mas de su altura; un día, al anochecer fue a asaltar a una cueva llena de hobgoblins: nadie poda pararlo, llevaba la espada que le regalo su madre y un colgante con la arena roja sagrada de su aldea, que era un artilugio mágico pasado de generación en generación que protegía a su portador.
Cuando encontró la cueva arremetió contra ellos, mato a uno, dos, cuatro,... Era genial, estaba bañado de sangre y esas inmundas criaturas caían una detrás de otra... Hasta que lo rodearon... Y el colgante no funcionó. Se rompió. Y él vió su futuro: una muerte cierta.
Pero ni el futuro es cierto, ni la muerte, él fué tragado por la arena y apareció en otro lugar y otro tiempo. Donde él no era nadie. Desde entonces, ha estado vagando en busca de cómo volver a su hogar... Con heridas que jamás cerrarán, pues están gravadas para la eternidad.
"Yo antes era como tú: jóven, fuerte e impetuoso. Ahora las heridas son jóvenes, mi fuerza no sirve y mi ímpetu me ha perdido. Aprende la lección."
Rematar: Una vez por partida, a un personaje que acabe de volver a la vida puedes volver a asestarle un golpe que lo mande de regreso al lugar de donde vino. Tiene que ser en las veinticuatro horas siguientes desde su post de resurrección.