Partida Rol por web

Me rasqué la cabeza al ver el resultado de la votación, algo entristecida por los niños. Si bien eran bastante raros, al menos habían intentado ayudar y seguían siendo niños. Lo siguiente que pasó me dejó totalmente confundida, ¿quien demonios podía envenenar delante de todos? El hecho de que el veneno se encontrara en la chaqueta del señor Carteaux resultaba extraño.

- Señor Carteaux, puesto que ha dado enseñado el veneno no sospecho de usted, al menos de momento, sería absurdo que lo hubiera mostrado siendo el culpable, pero ¿puede explicar qué hacía en su chaqueta?

El señor Richstone se encontraba en una esquina, entre un sillón y las cortinas que tapaban una ventana que solo ofrecía un paisaje de niebla iluminada por los faroles, lo que producía un efecto enervante. Aparentemente no interesado por lo que no consideraba más que bobadas, un espectáculo dirigido a impresionar a quien sabe quien, incluso a el mismo.

Pero no se iba a dejar impresionar. Con parsimonia, comenzó a revisar las fotos que había estado tirando durante todo el día. En concreto, revisó las fotos del señor Carteaux, buscando un bulto en el bolsillo de su chaqueta que indicase si el frasco con veneno había estado allí toda la tarde. Y si no era así, desde cuando.

Y cualquier otra cosa que pudiera ser relevante.

"Ehehehe... Jijiji... Ho ho ho..." el hombre pájaro intentaba aguantarse la risa todo lo que podía, llevándose una de sus manos enguantadas al pico de la máscara, pero como, aunque parezca sorprendente, su boca no estaba, de hecho, ahí, no le servía de mucho... "¡Ay ay...! ¡JA JA JA! ¿Quién...? ¿Quién necesita lo paranormal... cuando ya los vivos son así de divertidos?" Con su bastón de Asclepio paró al señor Gñée, interponiéndolo entre su cuello y el atractivo veneno que quería tomarse ese idiota. Con un tono mucho más siniestro, le advirtió: "Yo de usted no probaba eso, señor Shultz. Probablemente sea veneno. Pero si quiere unirse a la fiesta de muerte, usted mismo." y se encogió de hombros.

Luego se dirigió hacia los cristales y esputo que la mujer que había sobrevivido había dejado por ahí asquerosamente en el suelo. Con cuidado y jeringuilla extrajo un poco de esa sustancia, que a falta de microscopio la única manera de tratar de identificarla era ir haciendo pruebas comparándola y combinandola en busca de reacciones químicas, con las distintas medicinas, anestesias y, sí, también venenos (son útiles para tratar ciertos casos...) que él mismo portaba en su maletín.

Johan tomó su libreta y bocetó el pequeño frasco de veneno mientras fruncía el ceño al escuchar a Himmler - ¿Una joven de cabello castaño y una rubia? ¿De qué hablas? ¿Es eso una premonición o algo por el estilo? - Johan hizo un pequeño boceto de Klaus Himmler, le facilitaba verle a la cara gracias a sus extrañas gafas que evitaban miradas incómodas.

- Señor Shultz, por favor, no beba eso. - Negaba con la cabeza desaprobando la acción del hombre loco.

Repaso los votos de la mesa y trato de recordar a quién veía ir y venir de la cocina. Norbert había sacado de su bolsillo el veneno y aunque eso podía significar que alguien se lo había introducido, también podía ser una forma de engaño para que pensáramos precísamente eso. Lo único claro es que era uno de los que había visto ir a la cocina. El Dr Freud también había estado en la cocina, coincidencia?.

Norbert, cuando has ido a la cocina, alguien ha estado "demasiado cerca" de ti?. No creo que los cinco malos estén juntos. Pero el que ha empezado todo esto ha sido alguno de allí. Tanto Norbert como el Dr Freud han estado en la cocina. Algo ha tenido que pasar en esa habitación. Además los 5 votos de los niños creo que han sido pactados entre ellos. Es mejor que digamos a quién hemos votado para saber más. Sabremos si alguien miente si los cálculos no nos dan. Respiré profundamente y miré a Jean Paul Yo voté por él, no por nada personal, pero dijo que esto era una broma y que él votaría por si mismo. Aún no conozco lo suficiente para votar por algo concreto así que, ya que a él parecía que no le importaba, eso hice. 

Miro al resto esperando a que todos colaboraran con sinceridad.

- No que al menos yo lo notara, pero esta claro que alguien es lo bastante hábil para hacerlo, pues le aseguro señorita que eso no es mio. Norbert miraba a los ojos de Clarise mientras respondía. - Yo vote por los niños, fui consecuente con mis sospechas, además de que me daban grima. Hizo una pausa tratando de ordenar su mente.

- Realmente el único momento en el que creo haber estado cerca de alguno de ustedes ha sido en el momento de llenar sus copas, aquí en el comedor...

Cierro los ojos y me concentro, podía ver el momento en que Norbert servía las copas... Te serviste una copa y llenaste las de la rusa, la del Dr Freud y la de Edgard... Interesante... Me quedo pensativa y a la espera de que hablaran también los demás diciendo sus votos y lo que pensaban sobre aquello.

Asentí a la respuesta del señor Carteaux y no hice ninguna pregunta más.

- En la cocina creo que quien estuvo más cerca del señor Carteaux fui yo cuando ambos fuimos a examinar el cadáver, pero apenas nos acercamos el uno al otro - miré asombrada a la adivina ante sus palabras y reflexioné - ¿podría haber pasad o algo mientras investigábamos y estábamos concentrados? No puede ser algo que respiraráramos, porque todos estaríamos enfermos y creo que nadie comió nada, salvo tal vez los niños que seguramente se comieron la carne aquella con tan mala pinta. Si el veneno iba en la bebida que tomaron, ¿porqué Edgard no está envenenado? Yo voté por Icaro de Murcia, no me gustan los silenciosos, hablan poco y esconden mucho.

- Yo también voté por Yan Pol, pensaba que era lo que sugería por su comentario.- Comentó Nadine terminando una copa antes de extraer una tabla de ouija de su sobaco izquierdo. Tomó un baso pequeño cercano y ni corta ni perezosa lo puso en el espacio en blanco existente entre el arco de las letras y la hilera de números. - Un, dos, probando, probando, un dos.- Comentó la pelirroja moviendo tentativamente el vaso, tratando de templarlo antes de ofrecérselo a los espíritus para que le dijesen en qué más estancias había muebles bar susceptibles de conservar su virginidad frente a la marabunta de invitados.

- Señor Carteaux, puesto que ha dado enseñado el veneno no sospecho de usted, al menos de momento, sería absurdo que lo hubiera mostrado siendo el culpable.

- Sin duda, sin duda - comenta Justin Case, detective privado, mesándose su casi inexistente barba-. Salvo que quisiera lograr precisamente esa reacción en nosotros.

Luego asiente muchas veces, pensando que es una reflexión muy inteligente, cuando en realidad lo que pasa es que no tiene ningún sospechoso y el tal Carteaux pues... Pues tenía el veneno en el bolsillo.

Fox dejo de mirar los estantes y armarios para contestar a la curiosa mujer, curiosa porque llevaba gafas de SOL dentro de la casa. Seria acaso que deseaba ocultar sus ojos almendrados de Gris o de Reptil o peor incluso cuencas vacías un claro distintivo de seres adimensionales.

-Ningún botiquín señora. La entidad que habla a través de cuatro bocas "o niños" -Alzo los brazos y utilizo los dedos para las comillas -No tenían ni el trozo de carne cruda que se llevaron de la cocina.-Estaba dispuesto a decir algo mas incluso a interrogar a "la mujer" por si pensara que ellos fueran los culpables del envenenamiento de los "ancianos" pero la nuevas evidencias que mostró el Sr.Carteaux llamo poderosamente su atención.

-¿Como llego eso allí señor? Lo tuvo todo el tiempo ¿O pudo ser algún caso de teletransportacion? Interesante. -Acompaño su ultima palabra con un toque en su mentón, denotando claramente interés por el hallazgo.

-¿Alguien de los presentes puede sintetizar un antídoto con lo que ha encontrado el Sr.Carteaux? Les recuerdo que Dr.Freud sigue vivo, agonizante y silenciosamente vivo. Tal vez aun estemos a tiempo de que sobreviva y tal vez pueda decirnos quien o que lo enveneno. -Comento mirando ese "simbionte" que le subía por la traquea, tan hermoso como repulsivo.

-Para mi que esos tentáculos son sus venas... -Comento con intencion de tocarlo, pero al no tener un palo "quirúrgico" con el cual hacerlo se queda simplemente como espectador.

De repente parpadeo y me estiro sobresaltado, ¿me he quedado dormido de pie?

-ah, mm, perdón, el whisky nunca me afecto así*-

No tardo mucho en enterarme, mas o menos, de lo sucedido en mi lapso, preocupante

-mm, inquietante, dos envenenados pero... a mi me da la impresión por lo que me han dicho que se trata de venenos diferentes. Doctor Freud, ¿nos permite buscar si hay alguna aguja en su cuerpo?-

Examino sobre la mesa la botella de veneno que se ha sacado Carteaux

-bueno, si la ha sacado usted a la vista siendo que nadie iba a cachearnos supongo que es fácil que sea inocente y se le haya intentado implicar. Aunque también podría intentar que pensemos justamente eso, y ser en realidad un culpable haciendose pasar por incriminado- me rasco pensativo la barriga -muy rebuscado, voy a considerar esto poco probable pero tampoco se puede destacar completamente-

 Esperanto se muestra preocupada por la cantidad de envenenamientos que estaban ocurriendo en frente suyo. Se tapa la boca con espanto al ver caer tanto al Dr. Freud como a la aristócrata rusa en el suelo, con las caras moradas y los ojos exaltados. El espanto no era menor para la bruja naturalista.

- Esto es horrible... ¿cómo se puede utilizar algo como el veneno para matar a otra persona? ¿Acaso no tienen ninguna consideración con la pureza interior de los seres? El veneno trae energías oscuras a los cuerpos de los que lo ingieren. Será muy difícil que Madre Tierra acepte a estas dos personas en su paraíso divino cuando el tiempo de descomposición llegue. Debemos buscar con fervor al alma perdida que hizo esto... y hacerla reflexionar sobre sus actos...

 Sin perder tiempo, Esperanto empezó a buscar por debajo de los muebles con la esperanza de encontrar alguna pista sobre el veneno.

¿Una joven de cabello castaño y una rubia? ¿De qué hablas? ¿Es eso una premonición o algo por el estilo?

Klaus Himmler se sorprendió que Johan Berlín no hubiese escuchado anteriormente de su habilidad innata como pseudocientífico retrocognitivo. Todo entendido en el mundillo sabía que eran una capacidad cuanto menos fascinante, poder tocar objetos materiales y ser capaz de ver al detalle escenas ocurridas en ese mismo lugar o relacionadas con el objeto en cuestión. Si bien no era capaz de ver todo lo ocurrido al completo, al menos eran como pequeñas piezas de un puzzle que si era capaz de relacionar, sabría con exactitud inequívoca lo que ocurrió en el castillo en el pasado.

- No es ninguna premonición, caballero. No soy capaz de ver o predecir el futuro, ni si quiera veo el presente dada mi condición... - intentó explicarle al hombre que le había preguntado al respecto de su visión. Se trata de una visión de un acontecimiento real ocurrido en el pasado, en este mismo lugar, hace aproximadamente diez años,... y que pretendo ir conectando con otros sucesos del mismo periodo temporal para saber que ocurrió en este castillo exactamente. Por el momento ya sabemos la lista de todos los invitados en aquella ocasión, en la cual estaba incluída la baronesa Backwell, y varios de los acontecimientos acaecidos en algunos lugares. Haré memoria...

1. Hubo una votación en este mismo lugar, empleando esta misma urna. Salió elegido un árabe que llevaba consigo un chaleco de explosivos, y una pelirroja trató de esposarle como hemos hecho con los pequeños, pero éste se negó, forcejearon y... el árabe cayó al precipicio por esa ventana.

2. En el Gran Recibidor, la baronesa discutió con ese mismo árabe momentos antes, alegando que todas las pertenencias del castillo eran de su propiedad y que no podían guardárselas para sí. Fue el árabe el que encontró la esfera roja y la guardó dentro de una muñeca de porcelana, la cual perteneció a Elora Dannan. 

3. Elora Dannan murió aplastada por una de las armadura del Gran recibidor, después de que cayesen varias de éstas por culpa de un gordo que las empujó. En ese momento el árabe se hizo con la muñeca.

Como ves, son piezas que trato de encajar para reconstruir toda la historia. Sin embargo, al tocar ahora la copa de cristal y ver esta última visión, de momento no se conectar lo ocurrido con lo anterior. Lo que está claro es que habían dos venenos distintos y que una joven de cabello castaño le forzó a bebérselos a la rubia cuando estaba inconsciente. Al parecer la creía una asesina después de registrar su bolsa y ver su contenido.

Puede que de momento no le creyesen, pero tarde o temprano se darían cuenta que las escenas irían enlazándose como un puzzle y sabrían con exactitud lo ocurrido en este lúgubre lugar. ¿Les ayudaría eso a resolver todo el asunto? Confiaba en que sí.

Es evidente que estamos en medio de una gran conspiración judeomasónica auspiciada por la élite de los annunakis en clara cooperación con la cúpula de los últimos illuminati y los defensores del temple, que han recurrido a sus tecnicas interespaciales para meter en esta casa, posiblemente a través de algún agujero negro, a un ser de otra galaxia que irremediablemente está acabando lenta y dolorosamente con la vida del colega Freud. Alguien quere acabar con la vida de las mentes más afortunadas de nuestra generación y nos ha juntado aquí a todos para tener más fácil su trabajo.... Pero no contaban con mi astucia! El responsable de esta chapuza ha tenido que dejar algún rastro y pienso encontrarlo.

Como era costumbre ya, o por lo menos en aquella situación lo era, la cara de Asha emanaba total ignorancia, no acabab de entender que pasaba con aquellos "investigadores" ni por qué un grupo de sujetos tan idiotas había sido escogido para llegar a aquella mansión en una misión tan delicada. Asha tan sólo pudo contener la risa ante las estupideces de aquellos que se consideraban "expertos en algo" que a ella le había venido desde el nacimiento y aunque ella no quisiera, allí estaba. 

Abrió la boca y quiso decir algo agradable a los presentes, algo que tranquilizase los ánimos e intentar ser algo de ayuda, sin embargo, la cabeza y la boca de Asha no siempre funcionaban al unísono.

Comedme el coño pedazos de pazguatos inútiles y estúpidos... Oh, bueno, no había sido tan terrible, ahora se sentía mejor.

Nadine se planteó aceptar la invitación culinaria de Asha pero decidió que le faltaba alcohol en vena. Puede que más tarde u otro día...

Edgard torció el gesto ante la soberana ordinariez de la moza malhablada y continuó mirando las fotografías de su camara.

Yo aceptaré esa propuesta tan audaz señorita Asha, aunque si no la importa me gustaría que fuera en un entorno más privado.

No sabéis cómo, ni por qué, ni sobre todo, desde cuando, pero Amonet ahora lleva un sombrero de mariachi gigante en la cabeza, es tan grande que es obscenamente ridículo.

Ignorando a la chica con sindrome de Tourette sigo pensando en lo que nos cuenta Himmler. Su don sigue pareciendome una elaborada estafa, pero da algo con lo que empezar a resolver la situación en que nos encontramos.

-Bien, supongo que la próxima vez que nos encontremos con esa niña, Elora, tendremos que preguntarle por todo esto. De momento es el fantasma mas sólido con el que me he encontrado en mi carrera-