Partida Rol por web

La última estancia había sido desbloqueada al fin, Fox, el único superviviente libre lo había logrado. Aquella estancia tan ostentosa y delicada como los informes indicaban, se abría ante el como un enorme abanico de posibilidades, pero por suerte o desgracia, lo único que se abría ante el eran las posibilidades, pues allí no se encontraba la Baronesa riéndose de toda aquella situación. De hecho ahí no había nadie.

Tras revisar un poco por la estancia, Fox nota que la ventana que daba hacia el puente se encontraba entreabierta; tras comprobar esto, se dio de cuenta de que las sábanas que se encontraban en el armario habían sido usadas de forma improvisada para hacer una cuerda con la que, sin lugar a dudas, alguien, había usado para huir, Dios sabe, hace cuanto tiempo.

Pese a todo, Fox no había llegado tan lejos como para irse con las manos vacías, y tras haber estado revisando todas las anteriores estancias del lugar y no haber hallado en ninguno de esos lugares lo que andaba buscando, la lógica reinante le indicaba que, en efecto, lo que estaba buscando se encontraba en esta nueva y última estancia del castillo.

No tardaría en encontrarlo, bajo la cama, tras un falso suelo, el hombre sacó unas cuantas cajas de lingotes de oro, con una señal un tanto distintiva, una señal que el propio Fox logró reconocer. Una amplia sonrisa se formó en el rostro de aquel falso investigador, mientras el oro le devolvía la sonrisa a este cazatesoros sin escrúpulos.

Logrando sacar el tesoro al exterior del castillo; transportándolo por aquel puente de piedra, el hombre logró cargar el vehículo que lo había traído con aquel preciado metal dorado, dando un último vistazo al castillo mientras la niebla lo iba cubriendo, lentamente, tal y como era su estado natural, envuelto en un manto de misterio.

Aunque, algo resultaba extraño, al volver la vista atrás, la majestuosa puerta de madera estaba rota, arrancada de las visagras, las paredes se encontraban comidas por unas llamas ya extintas, pero pese a ello, se encontraban negras, el techo estaba hundido en distintos puntos e incluso una de las torres había desaparecido, al menos una parte de ella.

Sin comprender demasiado bien el porqué, y teniendo en cuenta que tampoco era su problema, Fox se subió al vehículo y dio rumbo a su nueva vida como Millonario, sin dejar atrás a nadie, pues todos sus compañeros ya habían caído ante la casa o ante el mismo...

Por otro lado, las semanas pasaban y no había respuesta alguna de los 20 investigadores; algunas respuestas sí que llegaron, pero solo de los pocos que no llegaron a ir a investigar al propio Castillo. Los cuerpos de investigadores también fueron encontrados a los pies del precipicio donde el castillo se encontraba cual corona; algo que hizo a la policía local de entrar a investigar a las ruinas del edificio abandonado, encontrando algún que otro cadaver más.

Por el contrario, nombres de algunos investigadores siguen en la lista de desaparecidos; Amonet, Edgard, Justin, Norbert y los Niños; puesto que sus cuerpos no fueron encontrados por ningún lugar.

Huelga decir que esto puso punto y final a las aspiraciones de la Baronesa a la hora de poder/querer vender el castillo, pues los trabajadores locales siguieron sin aceptar poner un solo pie en el interior de aquellas ruinas que ya llevaban sus años abandonadas y en un estado deplorable; impidiendo así la tan ansiada remodelación para su venta que la Baronesa deseaba.

F I N

La humildad de Fox no tenia parangón y pese a ser asquerosamente rico y no tener que volver a mover un dedo, por cierto si hizo fabricar dos nuevos, para ganarse la vida. Este cumplió su palabra y creo el programa definitivo: Ancestros Ancestrales llamado. En el que tocaba todos y cada uno de los temas esotéricos, lumínicos o astrales. Usando el programa como escusa para viajar por el mundo a excesos y disfrutar de su "paga" bien ganada. Dedicándole un especial, a las ruinas del Castillo de la Baronesa y sus desaparecidos, obviando lo que sus compañeros y a veces el propio Fox, tuvieron que realizar, por el bien de las mentes débiles de los espectadores obviamente.

-Esta amigos, es una noche para recordar. Tenemos ante nosotros el mayor de los misterios: El Castillo de la Baronesa de Mandeville. ¿Que paso entre sus paredes? ¿Donde están aquellos que desaparecieron? ¿Con que clase de entidades nos cruzaremos? El misterio, lo imposible, esta servido.