Partida Rol por web

Había condimentos de todo tipo, no parecía que nada fuera extraño, a fin de cuentas la cocina estaba completamente equipada para su buen uso y para servir deliciosa comida sin mayores problemas que la pericia del cocinero que decidiera cocinar dichos alimentos. La cocina estaba tan bien dispuesta que incluso dentro de la rúcula había rúcula, sea lo que sea esa cosa.

LLegó a la cocina con intención de hacerme algo de comer, cuando veo a todos reunidos y un cadaver en mitad de la cocina.

¿Pero que esto? ¿A quien se le a ocurrido tal barbarie? No saben que este tipo de muerte por cuchillo es de mala suerte significa que el asesino va a ser rápidamente descubierto.

Me acerco al cadaver buscando alguna prueba que de un poco de luz, sobre este crimen. 

-Vaya, por la sangre desparramada por la cocina y ese filete sin tocar de la basura yo diría que podemos podemos descartar a los Vampiros y Chupacabras. -Se tocaba el mentón pensativo.

-Aquellos que se alimentan de energía negativa no pueden ser descartados, después de todo un cuchillo y estar a las puertas de la muerte, es claramente un detonante negativo... -Se giro para mirar alrededor de la estancia.

-Busquen marcas de quemaduras por los armarios o paredes, eso seria una clara evidencia de que vampiros energéticos han atacado a esta mujer y el cuchillo y los condimentos solo son atrezo para ocultar la verdadera naturaleza de este crimen. -Alzo sus manos para enfatizar mogollón.

-Los seres adimensionales que se alimentan de los pensamientos negativos.

El hallazgo del cadaver parecía que no aportaría nada nuevo y en la cocina ya había demasiados toqueteando y comprobando todo.

Muerto de hambre acudio al gran comedor donde su imaginación le hacía soñar con una mesa repleta y buen vino.

— Y ahora de repente un cadáver — se escucha decir al Dr Freud, — definitivamente esto es una jaula de grillos, que barbaridad, y ni siquiera nos han ofrecido nada para comer — sale de la cocina con paso lento y las manos detrás de la espalda.

Al cabo de unos minutos, el Dr Freud regresa a la cocina — Definitivamente esta gente esta trastornada, tanta cara larga, tanto drama por tan poca cosa, es evidente que esto es un montaje y tarde o temprano alguien aparecerá gritando sorpresa y con un oso de peluche gigante o algo por el estilo — farfulla a los allí presentes, visiblemente enfadado. Camina hacía las viejas neveras y busca en ellas haber si encuentra algo decente para comer. 

-Créame que eso mismo deseo yo. -Hablo detrás del hombro del hombre que vestía como del siglo pasado.

-Pero no podemos descartar ninguna hipótesis por rara que le parezca, sin ir mas lejos si descartásemos lo que no vemos entonces, de que nos sirven interpretar los sueños.-Al mirar por encima del hombre que también era casi-calvo observo que estaba interesado en lo mismo que él.

-Es todo un observador, tal vez debamos repasar lo que esta mordisqueado o falto de alguna parte, sacar un molde, comprobar su veracidad con el resto de los presentes y empezar así a descartar. -Aunque se detuvo cuando el olor a comida llego a sus fosas particulares.

-O podemos tomar un tentetieso. El cerebro y la glándula pineal, funcionan mejor habiendo desayunado algo sano.