Mi trance dura un instante, si bien pareciera como si hubiera sido una eternidad. La sensación de quietud me es extraña. Me llegan las palabras de Garen, pero es como si formaran parte del lugar. Como un matiz que pasa desapercibido entre tanta bruma.
Tardo en reaccionar cuando el demaciano me habla. Un intermitente dolor de cabeza me hace volver de nuevo a la cruda realidad.
- Perdona... - digo, frotándome las sienes con vehemencia. - No sé qué me ha pasado estas últimas horas...
Un poco más calmada - o, al menos, más acostumbrada al dolor - me vuelvo hacia Garen.
- ¿Qué quieres decir con que "Morgana podría haber ejecutado al objetivo"? -. Mi rostro hace entender que, o bien había algo que había pasado por alto, o había información que no había llegado aún a mis oídos.
Aun así, asiento al escuchar a Garen referirse a Graves de esa manera. Su manera de referirse a mí durante el día hace que la simpatía hacia Graves fuese cada vez menor.
Ya he vuelto >______< Perdona por no haber posteado antes, estaba liada con otros menesteres xD.
- ¿Te encuentras bien? - Le pregunto con el ceño ligeramente fruncido. Me gustaría poder hacer más, pero ahora mismo tenemos demasiadas cosas, y el destino de todos está en juego.
- Así como yo recibí el poder de Alto Consejero y Lux el de Alquimista, Morgana recibió el de Ejecutora. - Explico después de forma calmada. - Puede acabar durante el día con cualquier asesino sin esperar a las votaciones. Sin embargo, si el ajusticiado no fuera uno de ellos, ella moriría después. - Termino, dejando un par de segundos para que entienda las implicaciones.
- Si Graves hubiera usado su poder antes, Morgana podría haber ejecutado a Jinx sin miedo a equivocarse. Y luego podríamos haber acabado con Nasus en las votaciones. Ahora ella no lo ha usado todavía, lo que la convierte en un objetivo, y hemos perdido la oportunidad de acabar con dos de ellos en un sólo día.
No te preocupes, yo he estado bastante liado también. :D
La explicación de Garen sobre el poder público de Morgana me hacen cerrar los ojos, mientras con una mano tapo mi cara en señal de abatimiento.
- Qué fallo... Disculpa de nuevo... - digo, frotándome los ojos.
- Entiendo entonces... De todas formas - suspiro- ya no hay nada que podamos hacer. Salvo que Rammus recargue el poder de Graves... - digo esto con aparente duda. - En caso de que pueda hacerse, claro - añado.
- A propósito, ¿qué piensas de lo último que ha dicho Ezreal? Me resulta bastante confuso y... me preocupa las consecuencias que puedan tener para él... Y para ti, claro.
- No tengo ni idea de qué es lo que pretende Ezreal. - Respondo con el semblante neutro, intentando no mostrar mi preocupación. - Pero sus palabras no me han dejado muy tranquilo. He intentado que se quede en la cuatrocientos tres con vosotras: espero que puedas averiguar algo.
Luego permanezco unos segundos callado, repasando todo lo que está por venir y observando la reacción de Lulu al otro lado. Finalmente vuelvo a buscar a Janna con la mirada, acercándome un par de pasos a ella y mi voz suena más como una reflexión en voz alta que como otra cosa.
- La verdad es que no sé si el poder de alquimista recarga el poder público o el privado. - Voy diciendo. - Si fuera lo segundo creo que la mejor opción sería alguien capaz de traer a Lux de vuelta a la vida.
Antes de que Janna pueda responderme vuelvo a hablar con voz grave.
- ¿Recuerdas que te dije que habías errado en algo que dijiste en la habitación? - Digo entonces. - Estoy contándole a la otra persona implicada lo que hemos descubierto, y también nuestras intenciones. Te sorprendería saber la cantidad de mentiras que le han hecho creer estos días.
- Y por cierto, la cuatrocientos ocho tiene decoración de Noxus. Era lo que faltaba.
Miro sorprendida a Garen, aunque mi expresión se calma al imaginarme la situación.
- Creo que era de esperar... - digo en un suspiro. - Entonces, ¿Ezreal tenía razón en sus sospechas?
Desanimada, empiezo a pasearme de nuevo por la bruma. Esbozo una sonrisa al escuchar el comentario de Garen sobre la decoración de la cuatrocientos ocho.
- Bueno, al menos estás en buena compañía... Podría ser peor - le guiño un ojo. - Por cierto, ¿has averiguado algo más?
Cruzo mis piernas en el aire, mientras me masajeo las sienes.
- Yo he intentado sonsacar algo de información... Y creo que no te va a gustar lo que vas a oír - le digo con un deje de duda en la voz. - Puedo decírtelo si quieres, pero... - miro a mi alrededor y me encojo de hombros - no sé si debería aquí. Aunque tampoco tengo otra forma de decírtelo en privado...
- Según parece, no puede decirnos nada, y lo único que pretendía era ponerla a salvo... Aunque no sé de qué. Afirma que mañana lo sabremos.
Hago una pausa en la que enfoco con la mirada a Garen; mi rostro denota la decepción que me produce decir lo siguiente que he de contarle.
- Y también dice que... hablas mucho y que ha dejado de confiar en tu palabra.
Espero intranquila su reacción.
Observáis como empiezan a aparecer un par de figuras más, pero entonces la niebla se desvanece y encontráis la libertad de este lugar, el cual esperáis no volver jamás.