Ni idea, pero no es la primera vez que ocurre. Voy a subir una incidencia porque no se porque ocurre.
Servillia sonríe con dulzura al recibir el beso de buenas noches de su hijo Bruto.
-Buenas noches hijo mío, que Morfeo te acompañe en tu sueño- le dice ésta -Ten cuidado, por favor...- le susurra ésta. No se fía de nadie y menos cuando todos se van a ir a dormir y aquello se va a quedar al libre movimiento del asesino que anda suelto. Tras despedirme de éste, se dirije hacia el grupo de mujeres, para pasar la noche acompañada de éstas. Una noble como ella no puede pasar la noche entre un grupo de hombres sin una tienda y guardias de por medio... Así que lo más adecuado a la reputación es ir con el grupo de mujeres.
Esclavo como ella, además de tonto. Esos eran los esclavos que conseguían mantenerse con vida. Además de tener pocas luces, Levy creía en sus propias palabras. Un gran problema si su figura surgía como cabeza de los esclavos y marchaban para intentar coger lo que no es suyo. Eirene tenía claro que nunca le seguiría. Solo un tonto aprendería de un esclavo hinchado de orgullo como era Espartaco, solo un tonto no rezaría a sus dioses por haberse librado de una muerte anunciada. Es posible que no fuese la mano que ejecutó a Espartaco, pero Levy se había convertido en un veneno innecesario.
Dagr se marchaba y Nótt ocupaba su puesto y mientras Lucio Voreno no había aparecido. Eirene seguía rezando a sus antiguos dioses, ritos paganos y blasfemos para los romanos, sin saber si desde el lejano Norte podían verla en aquel templo de Baco. La joven miró a Niobe con una mirada de esperanza. Se hubiera quedado con ella a pasar la noche, junto a Gaia, esperando a que Lucio apareciera. Se aparto de ellas, preocupada, pues ambas se encontraban solas.
Se acurrucó en el mismo lugar que había dormido la noche anterior, aterida de frío. Esperando que Tito Pullo finalmente acabase de discutir para yacer junto a ella.
Oh mis huesos, ohh.
Murmuro mientras me acuesto dadole la espalda a la pared, un esclavo tonto se ha salado de la muerte, y ahora, quien sabe que pasarà cuando el dìa muera, y la noche sea evento del dolor y de la sàdica acciòn de los cristianos. Malechores y seres, sin rumbo...
Merulla no tenìa miedo a morir, ya habìa vivido mucho, pero sin embargo, al ver la situaciòn desesperada, donde nobles, libertos y esclavos comparten un espacio sagrado, piensa sì talvez esta sea una maldiciòn vivida...
No confìaba en nadie, eso era seguro.
Lucio volvió a la consciencia después de dormir un dÃa entero sin sueños, aun desorientado se levanto de su catre llevandose la mano a la cabeza, al parecer alguien le habÃa vendado, pero por el aspecto de las paredes, aun seguÃa encerrado en aquel templo, sin estar seguro de quien estaba con el. Aunque si recuerda un par de voces conocidas, sobre todo una la de su amante esposa. ¿Lo habÃa soñado o era real? Ninguna luz ilumina la estancia excepto la de las antorchas y comprendió que era ya de noche, pero aun asà debÃa saberlo, ¿Niobe estaba allÃ?.
Se incorporo y las peores de las resacas le invadió, ese dolor no era simplemente por la batalla del dia anterior, el vino tambien habia luchado y ganado a su cuerpo y sentidos. Al fin de pie y caminando en silencio busco caras conocidas entre los durmientes.
Me reincorporo :D
En compañía de Octavia mi hija y marco Antonio me dirijo a los aposentos, al llegar – Octavia sigue tú y descansa aún tengo algo por discutir. Tomo la puerta por el borde entre cerrándola un poco.
-Marco Antonio espero vesta te guarde, me sería muy afligida tu ausencia en roma.
sonriendole dulcemente colocando su rostro sobre el borde de la puerta – cuida de mi familia. Abriendo de nuevo la puerta para disponerme a descansar.
- Tranquilo Octavio. No te rescaté de garras de los bárbaros en la Galia para dejar que volvieras a caer en ellas en Roma o que unos paganos realicen sus impíos ritos contigo. Voy a buscar a... ¿Voreno? - pregunta extrañado al ver a su compañero - ¡Sigues vivo! Y bastante mejor que cuando te recogimos, segun veo - exclama mientras va hacia él y le da unas "palmaditas" en la espalda que hacen que se tambalee. - Mañana te contaré las novedades. Ahora ve con tu mujer y descansa... que yo tengo que hacer lo proopio con la mia - dice mirando a Eirene
Sus oidos podian engañarle pero sus ojos no mentian, era Pullo, entonces no habia sido un sueño y por las palabras de su amigo ella tambien estaba alli en ese templo.
Sonriente apollo su mano en el hombro de Tito y despego los labios resecos para poder hablar.
-Mas tranquilo compañero si sigues golpeando de esa manera volvere a desmayarme.-Bromeo mientras alzaba la mirada por encima de su hombro.
-No hay cosa que mas me gustaria que verla, pero no se donde descansa, hazme un favor y se mi lazarillo por esta noche.-No despego el mano del hombro de su amigo, mientras ayudado por la tenue luz de las antorchas buscaba la cama donde descansaba Niobe.
Pullo rie - ¡La proxima vez que pretendas acabar con todos los barbaros y el vino de Roma avisame para que te eche una mano, necesitarás un experto que de buena cuenta de ambos! Aunque tambien podemos repartirnos, tu los bárbaros y yo el vino. Ahora vamos a buscar a Niobe, es tarde ya y quiero volver con Eirene antes de que oscurezca del todo (y el cristiano actue de nuevo)
Voreno evito dar razones por su sed a Tito, simplemente mantuvo su sonrisa mientras el hablaba.
-Jajaja, si compañero creo que lo que ha Baco se refiere el te tiene mas en estima que a mi.-Se rasco la venda mientras asentia a sus ultimas palabras.
-Es lo unico que deseo ahora
Se disponía a acostarse una noche más, sola, sin su marido, ¿dónde estaría?, dudaba que pudiese dormir sin él, una noche más, y más con todo lo ocurrido.
Despidió a Eirene pues era obvio que ella durmiese con su marido, al despedirla.... no, no era verdad, ahí estaba Voreno!! por fin aparecía y vivo!! gracias a los dioses. Corrió hacia él con todas sus fuerzas que poco a poco la iban abandonando a cada paso, por el cansancio y la alegría, y se abrazo a él -Gracias a los dioses que estas bien, no vuelvas a desparecer así, me tenias muerta de miedo! me oyes?- y lo beso casi llorando.
Parecía que finalmente podría dormir con su marido, y ciertamente se sentía más segura entre sus brazos.
Abrazo a su amante esposa con sinceridad, tras el reencuentro, y pronto la aparto ligeramente para admirar su belleza.
-No llores mas, tu esposo ya esta aquà y no piensa volver a perderse.-Se refirió a si mismo.
Voreno estaba feliz y por un instante olvido donde y porque estaba allÃ, pero la luz de una antorcha cercana que ilumino el rostro de su bella mujer le recordó donde se habÃan reunido.
-Vamos es tarde, busquemos donde dormir y mañana renaceré de mis cenizas para ser el hombre con quien te casaste, el calor de tu cuerpo hará eso posible.-Contesto a su esposa.
-Gracias una vez mas Pullo, ahora vuelve con Eirene sin duda te estará esperando pues ya os he robado suficiente tiempo.-Se despidió.
Quiso recoger en brazos a Niobe y caminar hasta que ella decidiera donde dormir, pero como ya habÃa dicho, aun estaba sin fuerzas.
-Enseñarme donde dormir querida.
Viendo a su marido aun débil, lo cogió por la cintura y lo llevo hacia un lugar no muy apartado de los demás, pero con suficiente intimidad, cerca a un muro, para dejarlo de espaldas, cuantos menos sitios tuviesen los asesinos al descubierto mejor, aunque dudaba que nada pudiese frenarlos.
-No hay mucho donde elegir, mi vida, los nobles han ocupado los mejores sitios, como siempre- dice algo apesadumbrada -pero no te preocupes aquí también se puede dormir, y tu necesitas sobre todo descansar- se acurruco entre los brazos de su marido y dándole un beso en la mejilla cerro los ojos.
Gaia se habia echado en un sitio no muy cercano pero tampoco lejos de los demas. Rezo a Hades para no visitar su morada esa noche, y el sueño vino al contemplar que Niobe y Eirene estaban con sus esposos.
-Hasta mañana madre, que tengas un buen descanso - la muchaca saludó a su madre e hizo una inclinación de cabeza ante Marco Antonio antes de disponerse a pasar otra noche inranquila.
Levi se queda quieto esperando que Marco Antonio le pegase, pero sin miedo a que lo hiciera. Parecía que las palabras que había compartido con Espartaco habían hecho mella en el esclavo.
Cita:
Podré ser tonto, pero no sordo, como tú. No me pienso callar, ni ante nada ni ante nadie. ¡¡No!! Y menos en las circunstancias que estamos viviendo. Podrías ser tú el cristiano asesino ¿hay pruebas que lo desmientan? Lo único que sabemos es que yo no he podido ser, pues no tengo la capacida para ello.
Y tú, Bruto, ¿aun no te has dado cuenta de qué son fruto mis palabras? Parece mentira que yo sea el tonto.
Luego escucha el ofrecimiento de Octavio y le mira con franqueza.
No Octavio. A pesar de ver en tus palabras un signo de cambio respecto a mi persona, aun no puedo fiarme de nadie y menos con lo que antes me has dicho. Pero, es un principio.
Agachándo la cabeza a modo de saludo y agradecimiento, Levi se marchó a una esquina para dormir solo. El hecho de que le acusaran por ser esclavo y levantar un poco más la voz le dolía en el alma. Al fin y al cabo, había sufrido la misma suerte que Espartaco.
Cristianos: Lucio Voreno.
Protector: Cayo Julio Cesar.
Vigilante: Servilia.
Vidente: ¿?
La noche llega a su fin y un nuevo día amanece fuera. Los gallos cantan mientras la luz del sol se abre paso contra la oscuridad.
La muerte te alcanza mientras duermes sin darte tiempo a reaccionar ni sufrir.
Estas muerta.
Y por supuesto no puedes seguir usando la escena de tu grupo.
La muerte te alcanza de una forma brutal y salvaje. Pronto recibirás nuevas noticias pero mientras tanto considerate muerto.
Y por supuesto no puedes seguir usando la escena de tu grupo.