El asedio continua aunque con la caída de la noche las tropas bárbaras se han retirado concediéndoos un tiempo valioso para refrescaros y descansar. No habéis sufrido bajas ya que el templo esta bien protegido además de vuestro buen labor para bloquear los accesos así que mientras vigiláis no sea que vuelvan a atacaros de nuevo aprovecháis el momento para relajaros, descansar y comer algo temerosos de que tal vez mañana el ataque sea definitivo y puedan traspasar las defensas de vuestro escondrijo.
Evento nocturno: ¡Sigue el asedio! Durante esta noche no se podrán eliminar jugadores, tanto los lobos como el vigilante o cualquier otro rol que permita eliminar a un personaje no será útil durante este turno.
Tenemos las entradas bloqueadas, de todas maneras ire al tejado, podré mantener a raya a quien intente entrar al templo con Arco en Mano, ¿alguien que me apoye tambien , que sea buen arquero?, de esta manera, por lo menos, haremos que no se acerquen mucho a las entradas, mientras el resto de la gente refuerza los accesos en el interior y descansan, será una larga noche. - dice Porcio Caton mientras coge arco y flechas, para ir al tejado, para de esta manera, mantener a raya a varios de los barbaros que se atrevieran a intentar profanar el templo -
Erastes se decidió a romper el silencio.
- Aprovechemos esta pausa que nos otorgan los dioses, para fortalecernos y descansar, pues no sabemos cuando volverán esos bárbaros. - dijo intentando dar algo de ánimos a los demás. - Ahora que parece que el ya se ha detenido al asesino que había entre nosotros, al menos podemos concentrarnos en la labor que nos queda y defender este templo de la profanación barbara.
El hombre aprovechó para recostarse en una de las columnas y beber un poco de agua de un pellejo que tenía colgado en el cinto.
Tito Pullo llega de la lucha quitándose la sangre y el sudor para abrazar a su mujer (que afortunadamente sigue viva, lo mismo que él) y descansar. El día ha sido duro y la noche se prevee larga. Aunque por el lado bueno está que los asesinos no podrán actuar si todo el mundo permanece alerta.
Absolutamente agotado y con media docena de heridas pequeñas pero molestas me recuesto con la pared
-¿no acabara nunca esto?- observo al resto de la gente iluminada por antorchas, con el furor de la batalla nadie se va a atrever a hacer nada raro, claro que si nosotros tampoco dormimos eso no será una gran ventaja, solo unas horas mas de respirar y sufrir
Un dia mas Marco Antonio sabe hoy la intervencion de Pullo posiblmente le salvara la vida aunque el legionario no lo supiera. Novedades de alguna de las defensas Pullo?
Gran parte de la noche el comandante estuvo viendo las defensas, organizando guardias, y pensando en los dichosos cristianos.
Pensando en mis adentros que por fin nos dieron un respiro esos malditos bárbaros y por breve que fuera había que aprovecharlo.
Seguía meditando sobre el hecho de que el joven Octavio pensará sobre mi culpabilidad en todo este asunto de las muertes acontecidas, pero al parecer las palabras de su tío hicieron que sus ojos se pusieran en mi... Ahora me queda claro que nisiquiera podía confiar en la familia a le que les serví de protección en mas de una ocasión... Claro ahora tenían a Marco Antonio para que les protegiera (rostro de irritación).
Otra muerte, aunque he de saber que no habia escuchado nunca al difunto, la situación cada noche esta más precaria, cada vez, somos menos. Digo mientras pienso en mis cosas...
A pesar de que la noche había caído, Octavia no se sentía segura yéndose a dormir. Viendo que los hombres aún se mantenían en guardia decidió ella misma también permanecer en pie para prevenirse de cualquier atentado que pudieran intentar los cristianos. Tal vez, en esa oportunidad, los Dioses velaran junto a ellos y les dieran una pista acerca de quienes eran los infiltrados.
Así eran los romanos. Matándose entre ellos por una simple desconfianza. Sin demostrar nada, simplemente permitiendo que sus instintos básicos aflorasen e hicieran lo que fuera posible para salvarse ellos mismos. Una sociedad de bárbaros que se embrutecía cada vez más según iban pasando los días. Los mismos que la habían esclavizado, la habían arrastrado pasando penurias, siendo violada, golpeada y reducida a la condición de no-humana, sin derechos, voz ni voto, hasta una ciudad, el centro de la barbarie, donde tuvo la suerte de encontrarse con Tito Pullo. Y por eso no estaba dispuesta a participar en las votaciones.
Podía hablar, tras tanto tiempo había conseguido dominar el idioma, pero prefería quedarse callada, reservando su voz para su marido. Le abrazó. Su sudor era fuerte, un aroma que excitaba a Eirene.
Los ruidos de la guerra asustaban a la vieja Merula, quien estaba muy afectada por los golpes, los gritos y el ruido propio de la invaciòn, estaba realmente nerviosa, siempre que pasaba la noche, alguien morìa, y ella, a su edad se estaba poniendo màs sensible de lo que cree que es, corrio a la puerta para ver por el reojo si el enemigo estaba tan cerca como parecia, entonces, cuando confirmo sus sospechas miro a los nobles y luego sus manos, se quedo por horas mirandolas, dado que no sabìa que iba a pasar. Sus manos eran signo de su trabajo, las manos de los nobles estaban limpias, sin raspaduras, ella toda la vida tuvo que servir y soportar los castigos de sus amos...
Interiormente pidio que esta pesadilla, terminara pronto.
Pullo, que estaba demasiado cansado para popnerse en pie y cuadrarse ante Marco Antonio, responde desde su lugar de reposo. - Sin novedad en el alcazar. - y se dispuso a pasar la noche con un ojo abierto junto a su mujer
A Bruto no le gustaba nada la situación que se estaba formando. La gente moría allí con mucha facilidad, se acusaba y se ejecutaba sin apenas razonamientos válidos.
- Sólo espero que Mecenas fuese un cristiano y no haya muerto otro inocente. Buenas noches. - Y se apartó a una esquina donde pudiera mantenerse a salvo de los bárbaros y los asesinos cristianos.
No he hecho gran cosa en todo el día, sólo asistir al que lo necesitase, pero aún así la tensión me dejado agotado. Vuelvo al que ya se ha convertido en mi lugar en el templo y me recuesto. Por mucho que lo intente no voy a aguantar mucho tiempo despierto, espero que los asesinos estén satisfechos con la batalla de hoy y no haya ninguna muerte esta noche.
-Pobre muchacho, no merecía morir.