Partida Rol por web

El lustre del arma resplandecía con cierta aura funesta bajo su negra superfície, el metal reflejaba al sol ardiente dándole un aspecto enceguecedor al cañón mugriento. Me encantaba, como único placer en mi destino condenado, alabar el acabado de la empuñadura de mi arma tratando de hallarle belleza a lo que hacía, adornar un trabajo sucio cómo ño era kalarjalarel gatillo esperando que al final de la estela centelleante y humante hubiera encontrado un final feliz, pero tras el velo gaseoso sólo había un espejo sangrante y delirante que recordaba la poca dignidad de mis actos, aún con una pequeña esperanza de reivindicar la inocencia derramada en un sueño salido de un libro motivacional. Trato de volver la conciencia, sabría Dios qué me habría llevado a esta situación que lentamente se transformó de una presentación bizarra de circo a una maraña conspiranoica en la que quisiera o no debía participar. Mi propia voluntad se había trastocado profundamente desde que comenzó el exámen,  sólo había venido por órdenes mezcladas con sentimientos personales, pero después fui empujado a seguir por la memoria de ese desgraciado lunático que se jactaba de ser lo único de familia que me quedaba, ahora atrapado en esta espiral colérica y vengativa cuyos responsables aguardaban pacientes a mi siguiente tiro, y esta vez no les daría la oportunidad de correr por su gracia. 

Tal como me tenía, la desorganización del "grupo" nos haría caer en medio del caos optando por un individualismo ególatra en vez de coordinar una estrategia de ataque organizada, ¿y qué esperaba de una panda de hedonistas vacíos? Ni su falta de arraigado ni mis carencias de liderazgo ayudarían en algo ahora, por lo que entendí que enlistado con estos patanes arrogantes solo premiaría seguir la corriente y cruzar los dedos para que no hubiese fuego cruzado entre nosotros. Respiro profundamente antes de desenvainar el arma que aguardaba paciente su turno de actuar bajo la cubierta de cuero cocido, doy un paso atrás de la acción mientras que los delanteros harían de distracción táctica y condiciono la primera ronda de balas para la accion, a final de cuentas conscientes o no estarían siguiendo una formación tácitamente que garantizaría salvar nuestro pellejo al menos por la primera ronda. Estiro la mano con el arma sujeta firmemente, no sin antes preparar un seguro para que la conflagración no parara. Rasgo sin clemencia alguna parte de la manga izquierda de mi abrigo y uso la tela arrancada para amarrar mi mano a la empuñadura del arma, asegurándome de que no cayera de entre mis manos. Acto seguido, dejo fluir la vertiente de Nen hacia el arma, invadiendo el cartucho y empezando a manipular las balas. Una vez hecha la recarga, fue cuestión de apuntar al rostro conocido de Harrison con la esperanza de que ardiese en llamas para siempre .

Aurora observó la hazaña de ese sujeto con la boca totalmente abierta, fue un salto impecable, y de tener algo con que escribir y grande, dibujaría un enorme 10 en el y se lo mostraría al sujeto aquel! – con un salto así la cuerda floja sería pan comido… giok – trago saliva de forma rara.

Aurora sacudió su cabeza y negó, ¿Qué hacer?, sería buena idea interferir?, ya uno salió lastimado, y si están jugando no sería buena idea que sigan… además no parecía que estuvieran regañando a nadie… al contrario…. Parecía realmente una pelea y no se fijaban en la persona que se lastimo…. No podía quedarse sentada…. No no, debería parar la pelea….

Tomó aire con fuerza – Neko Ronroneo – soltó entre sus labios y desde su escondite lanzó aquel ronroneo hipnótico cargado con todo su nen para poder dormir a todos los de la pelea y evitar que se sigan lastimando, se dormiría, pero antes de que se despierten, separaría a todos de la pelea para que no puedan lastimarse mas…, el problema sería cuando no pueda hablar… pero es algo menor, no es como que tenga alguien con quien hablar, ¿No?

Tras el asalto inicial dónde habían sido tomados por sorpresa, Nival y Juan habían salido levemente heridos. El combate apenas estaba empezando y tocaba reaccionar rápido para deshacerse de las amenazas cuanto antes. Ginnei actuó rápido invocando a Hades, lo cual le daba un poder mayor y quizás así podría despachar rápidamente a los tres enemigos que podía percibir. Aún no sabía que un cuarto enemigo acechaba...

Levantó levemente su mano izquierda y con ella, encerró a los dos enemigos que habían atacado a Ruud y Nival. Habiendo sido tomados por sorpresa y en tan poco tiempo le impidió recitar su cántico con el tiempo suficiente para impedir el ataque, pero, logró atrapar entonces al molesto del Rapier y al Musculoso. Aunque el tipo del Rapier se movía con presteza, las cadenas comenzaron a aparecer por todas partes hasta finalmente dejarlo atrapado. El Musculoso, sin embargo era lento, y se quedó atrapado en sus cadenas sin siquiera darse cuenta que estas se estaban gestando. Aún así, con su enorme cuerpo y fuerza, comenzó a caminar como si las cadenas no existiesen, arrancando con su brusco movimiento el suelo y las rocas que estaban sujetas al suelo, aún enredado en las cadenas que entorpecían sus movimientos.

Juan, quien cargaba sus revólveres en la cintura, tomó de su espalda una espada corta, similar a la que llevó Ruud en su momento. Ahora que la adrenalina golpeaba con fuerza, todo se veía lento y detallado, y aquellos que aún no le habían logrado ver, finalmente se daban cuenta de su engaño. Juan no era otro más que Ruud, disfrazado de Afroamericano Rapero. Su espada corta fue suficiente para darle dos rápidas puñaladas al hombre del Rapier, quien soltó un grito ahogado por su propia sangre.

A la vez que la espada corta de Ruud atravesaba la carne de su enemigo, un rápido destello partió el cuerpo a la mitad dándole finalmente la muerte, cortando a su paso las cadenas líquidas que pronto volvieron a su estado original manteniendo el cuerpo seccionado sujeto y parado. Aquel destello era la rápida katana de Ark, quien con un movimiento fluído como el viento terminó con su enemigo mientras enfundaba su katana y ponía su mano a modo de plegaria para velar por su rival caído. No había tiempo de entierros y funerales budistas ahora mismo, una mínima señal de respeto debería bastar, pues, debía seguir peleando. Llevó su mano a la empuñadura de su katana y se dispuso a continuar con el combate

El enemigo que había caído del árbol, quien parecía tener un TEN bastante fuerte, sacó de su cintura una pistola y disparó contra Adelita entonces, esperando asestarle y causarle un daño suficiente para alejarla de sí.

Sobre el cuarto enemigo, aún no habían noticias, pero seguramente algo estaba preparando... O quizás se hubiera ido ya para buscar apoyo?? Sea cómo sea, sólo Nival sabía de la existencia de aquel individuo

Por otro lado el tipo Musculoso corrió tras Juan/Ruud, pero ahora con mayor intensidad que antes, dispuesto a destruirlo de un solo golpe esta vez. Mugen trató de interponerse sin lograrlo a tiempo. El golpe del grandote llegó con fuerza a la espalda de Ruud doblándolo y dejándolo acostado contra el suelo.

Mugen se puso delante del caído Juan entonces, buscando protegerlo y pelear contra la enorme mole, quien al parecer era de mecha corta y el comentario de Mugen le hizo reaccionar con violencia golpeando su pecho con su puño y soltando un 

-He He He... Interesting... YOU LITTLE BRAT!!- Mientras levantaba sus brazos para dejarlos caer luego, quedando en cierto modo vulnerable mientras las cadenas aguadas le rodeaban sin aferrarse a ningún lado.

Adelita por otro lado luego del disparo tomó de la pierna al enemigo y con fuerza lo estampó contra el mango de su espada, que estaba clavada en el árbol.

La concentración de Nival se vio rota por el golpe del hombre de Rapier. Una pequeña esfera roja se materializó en el lugar de la herida, y finalmente tras la muerte del mismo, desapareció. Al parecer, el Nen dejaba de afectar una vez morías... Sin embargo, con su concentración rota, su arma no logró materializarse por completo y su aura se gastó de todos modos en el intento.

Balder por otro lado se mantuvo a raya del combate, soltando un -E-Encárguense ustedes!! N-No soy bueno peleando en espacios abiertos!- Soltó a modo de excusa.

Tras escupir la bala a la cabeza del sujeto, este cayó muerto apenas reaccionando a lo sucedido. La bala se incrustó en su cráneo dándole muerte. Con un rápido movimiento, Jess se lanzó usando la fuerza de sus cuatro extremidades para posicionarse entre los dos enemigos, el hombre del rifle francotirador, y alguien pequeño, con una máscara.

Dándole poca importancia sacó el rifle de las manos del enemigo que más le molestaba en este momento, el hombre del rifle, pasando por alto al tercer enemigo, aquél que expelía un fétido olor a sangre y muerte. De dos mordiscos se devoró el rifle y todas sus municiones.

El francotirador quedó sorprendido ante lo sucedido, desarmado y sin poder atacar no tenía más opciones que dejar que el asesino enmascarado que venía con ellos solucionara el problema. Giró la cabeza para pedir su auxilio pero antes de poder hablarle, la boca del mismo atrapó la garganta del hombre, y con un fuerte mordisco le arrancó la nuez. La sangre salió a borbotones de su tráquea mientras caía al suelo tomándose de la herida, quizás pensando que así evitaría morir asfixiado y desangrado. 

Quitándose por completo su máscara podías ver ahora el rostro de aquel asesino, ese que emanaba un nauseabundo olor... No era un asesino, sino, una asesina... Una niña... Una niña exactamente igual a Jess.

Tragó la traquea del hombre entonces y soltó un -mmm, no me gusta...- Para entonces mirarte a los ojos con total apatía y soltar un -Sujeto experimental 5531. Comenzando protocolo de ejecución- mientras mostraba sus dientes.

Kuroko actuó antes que nadie, dejando atrás al resto. Sus movimientos eran rápidos, y en casi un abrir y cerrar de ojos ya estaba posicionado detrás de Jaime, y lanzando un fuerte golpe cargado de Nen. En ese momento su puño chocó contra algo intangible, y pronto, una caja transparente comenzó a vislumbrarse alrededor del vendado, como si estuviera atrapado

-Vaya... Parece que olvidas que tus habilidades no sirven conmigo Kuro-Chan- Soltó de forma educada y sin preocuparse por los ataques del vendado. Kuroko, lejos de mostrarse sorprendido, sonrió con confianza y soltó un -No me olvido mayordomo, recuerdo claramente que solo puedes mantener una única celda, por ello ataqué a tu espalda- 

Es que si hubiera atacado de frente, la celda y su cuerpo entorpecerían las acciones de sus camaradas, y por ello, atacar por detrás era la forma de dejarles el camino libre a los demás. Akemi seguía oculta, siguiendo las instrucciones de Kuroko de esperar pacientemente sin dejarse ver, porque si la llegasen a atrapar dentro de la celda de Jaime no tendría sentido que cambiase de lugar con Kuroko, ya que quedaría atrapado en una celda diferente de todos modos.

Phryne salió entonces, soltando una ráfaga de tres disparos hacia su enemigo, quien no pareció inmutarse. Quizás porque no podía esquivar mientras mantenía atrapado a Kuroko, o quizás porque les subestimaba, sea cual sea el caso, los tres disparos impactaron de lleno en el mayordomo, sin embargo las balas de Phryne no parecieron dañar su cuerpo, debido a la gruesa capa de TEN que le recubría, rebotando en su cuerpo y cayendo al suelo luego de impactar.

El siguiente en salir fue Garou, quien simplemente salió de su escondite y se puso a hacerle muecas a Jaime para que activase su técnica. Sin embargo mantenía toda su atención en Harrison, quien le parecía absurdamente más peligroso que Jaime.

Jaime no se inmutó en absoluto y soltando una señal con una mano a Harrison dijo -Siento tener que pedirte esto, pero tal comportamiento barbárico no es aceptable... Me veo en la obligación de enseñar a estas ratas cuál es su lugar... Además, servirá que los atrape completos, tu los matarías... Te pido encarecidamente, no interferir-

Harrison por su parte tomó un último sorbo de su taza y la dejó en su respectivo platito para entonces cruzar sus piernas como una señorita y decir -Ay, Jaime cariño ♥ No soy tan salvaje ♪- Mientras cubría su rostro con las manos, como si se sintiera avergonado por el comentario del mayordomo.

Yuki y Hiro salieron al mismo tiempo, sin embargo al salir Hiro se dividió en varios, como si se multiplicara. Yuki ya conocía la técnica y sabía lo molesta que era, por lo que entendiendo que su compañero no corría peligro, se quedó cerca de Garou para protegerlo si pasaba algo.

Hiro sin embargo se lanzó con furia contra su enemigo, aún sin entender del todo que su enemigo tenía sus capacidades reducidas debido a su técnica para protegerse de Kuroko, sin embargo, pese a que los fuertes golpes de Hiro retumbaban con fuerza como si de un Gong se tratase, Jaime nuevamente parecía mantenerse firme ante sus atacantes, recibiendo golpe tras golpe, disparo tras disparo, sin problema alguno.

Por su parte, Nakamura se preparaba para el cambiazo con Akemi por lo que no podía dejarse atrapar y se mantenía oculto, no por ello haciendo nada, ya que analizaba uno a uno a sus rivales y buscaba entender cuales eran sus habilidades y debilidades.

Jaime entonces, apenas inclinado por los golpes de Hiro a su abdomen, respiró aliviado y pasó su mano por su pelo para acomodarlo de forma rápida y precaria, ya tendría tiempo de arreglarse luego. Con su dedo índice apuntó a todos y cada uno de los que se habían mostrado, a medida que contaba -Uno, dos, tres...- Siguió hasta el ocho apuntando a Hiro, sus tres clones, Yuki, Garou, Phryne y por último giró apuntando a Kuroko.

Sin darles tiempo a reaccionar, alrededor suyo, unas paredes de un cristal oscuro y traslúcido aparecieron, encerrándolos en una especie de cárcel. Podían ver que aquellos señalados y el mayordomo, estaban encerrados. Las prisiones entonces comenzaron a moverse con todos dentro y se juntaron en un único punto, quedando todas muy cerca una de la otra.

Una diana apareció en medio de cada celda y se apoyó contra una de las cuatro paredes. Tenían espacio suficiente para moverse levemente, podían atacar a la diana con movimientos amplios y todo. Entonces el mayordomo comenzó a hablar

-Materialización, Prisión de la Desgracia...- Dijo mientras les hacía una leve reverencia, como saludándolos. Sacó una pistola entonces y disparó a la diana. Tras su disparo, un contador apareció sobre la diana de cada uno de ustedes. Marcaba un 3 y entonces empezó a hablar -Mi habilidad me permite materializar estas celdas, que me permiten encerrar un total de 8 personas...- El contador pasó a 2 -Las paredes no se pueden romper, no hay forma de salir de esta prisión... Por lo que ahora están a mi merced- El contador bajó a 1 -Y entonces, cuando yo disparo a la diana, tienen tres segundos para atacar ustedes también!- Y así, bajó a cero antes que pudieran atacar.

Sin embargo, en la celda de Kuroko no estaba el mismo, sino, Nakamura. Akemi había podido cambiar de lugar con ellos justo a tiempo, había valido la pena la espera. Era una suerte, ya que al bajar a cero el contador, todos recibieron una fuerte descarga eléctrica. Sin embargo solo Hiro, sus clones y Garou fueron afectados. Los clones de Hiro desaparecieron apenas fueron alcanzados por la corriente eléctrica, mientras que Hiro y Garou sintieron como si les hubieran apoyado un Taser o algo parecido. No era tanto por ahora.

Ravenant fue el último en reaccionar, disparando a Harrison, quien recibió el disparo con sus dientes, agarrando la bala mientras mostraba una sonrisa. Finalmente tomándola con una mano para luego lamerla como si fuera una especie de falo, lanzó a Ravenant una mirada perversa similar a las que lanzaba Kuroko antes de ponerse a matar. -Jejejeje, me voy a divertir contigo!! Ahora que Kuroko está atrapado nadie te podrá cuidar de mí ♥ Nos divertiremos mucho ~!- Dijo en un tono que podría ser fácilmente malinterpretado. 

Acto seguido se lanzó con un potente salto contra Ravenant mientras su puño brillaba con de un color verdoso. El impacto dió de lleno en Ravenant causando un estruendo y polvareda enorme, impidiendo la visión a todos los allí presentes. Natsume, Kaichi, Wade y Akemi, vieron entonces al disiparse el humo, que el puño impactó en Ravenant, sí, pero este seguía vivo gracias a las vendas de Kuroko, que le protegieron. El mismo Kuroko evitó que saliera volando al recibir el impacto, atrapándolo entre sus brazos. Las vendas soltaron a Ravenant y se envolvieron entonces en Kuroko.

-PERO QUÉ?!- Gritó histérico Harrison mientras contemplaba a Kuroko fuera de la jaula -N-NO PUEDE SER!! JAIME TE ATRAPÓ!!- 

Kuroko se limitó a sonreir y poner su dedo índice en sus labios, como pidiendo que haga silencio -Es un secreto- Dijo entonces. Abrió sus brazos entonces y apuntó con su índice hacia la entrada de la organización -Ahora es el momento de entrar!! Corran!! Yo lo retengo!!- Dijo lanzándose contra Harrison. Era la hora, debían correr, ahora o nunca!

Después de comerme el rifle de francotirador, mi cuerpo empezó a metabolizarlo para adaptarlo a mi cuerpo. El brazo derecho se empezó a endurecer, y empezó a tomar el color del metal del que estaba hecho el el arma. Una vez totalmente convertido en metal negro, en la palma de mi mano se fue formando lo que parecía un agujero que se iba adentrando a lo largo del interior del brazo... el cañón. Y de la parte superior del antebrazo, se fue formando como si se moldeara arcilla metalizada un tubo al que le aparecieron unos cristales delante y detrás... un visor. Dicho de otra forma: mi brazo derecho se convirtió en un rifle sin perder su forma de brazo, ni mis zarpas que ahora eran de metal negro.

Mientras esto pasaba, vi con... sorpresa lo que sucedía. El pequeño asesino que acompañana a los dos inútiles... mató al inútil que no maté yo. Un mordisco en la garganta... eso es propio mío. Pero lo que más me impactó, fue cuando ya no tenía la máscara -¿Que... como ser posible?- se me escapó mientras lo miraba con atención. Ni siquiera presté la atención que se merece a mi nuevo juguete que era mi brazo ahora... esto no era posible -¡¿Como ser posible tu ser niñata?!- pregunté gritando con mezcla de enfado y confusión. ¡Eso no era posible! ¡Aunque me joda admitirlo yo soy Jess! ¡Es imposible que este delante mia! Y menos que haya matado con tanta eficacia y apeste a muerte pura cuando Jess es la cosa más inofensiva del mundo hasta que la joden. Y había cosas raras... lo primero y las importante, ¡es que hablaba bien! No creo que sea Jess... ¡¿pero como no lo puede ser?!.

De todas formas, no parecía que me fuese a responder. Me enseñó los dientes, clara señal de ataque. Me da igual no entender nada... ¡si me intenta matar, LA MATÓ YO PRIMERO! -Tu... no ejecutar nada. ¡Tu ser presa!- termine gritando enseñando los dientes como ella y me preparaba para pelear, sólo que con rabia en lugar de con apatía como... eso. Sin pensarlo, entonces corrí hacia esa falsa Jess, con mi brazo nuevo por delante y las zarpas desenfundadas para darle lo mejor que pudiera.

El gorilón frente suyo parecía un decente contrincante para el malandra, a diferencia de sus compañeros con los que se había topado, llorones que confiaban en sus pistolas eran todos los anteriores. El morocho se veía como alguien al nivel de ellos en nen. Los gritos ahogados de un desconocido afirmaban que uno de ellos había caído, como eran cercanos seguramente el que llevaba la rapier era el muerto reciente. No era de extrañar, el rapero, el tuerto, el monje y el loquito de las cadenas se habían lanzado contra él.

Mugen mantuvo su posición hasta el momento oportuno, había dejado moverse a los demás para que su oportunidad llegue. Recordó como en los tiempos de las cavernas cazaban a los mamut, en un uno contra uno la bestia estaba por encima del cavernícola, pero rodeándolo por todos sus flancos era presa fácil. Era un plan que podía recrear él, ya que claro, su iq era el de un neanderthal. Luego de que el morocho riera y le lanzara algunas palabras, el malandra se arrojó por entre de sus piernas, aprovechando el espacio amplio que generaba su estatura. Ahora estaba su espalda lista para atacar, el mafioso debía elegir: o seguir dándole la espalda al espadachín y enfrentarse al rapero y el monje que iban por él, o darse vuelta para enfrentar a Mugen y que los otros dos tengan a tiro su espalda.

El mamut estaba rodeado, sólo debía elegir como morir.

Río, río siniestramente viendo cómo cargado de cadenas el tipo del rapier resulta acuchillado numerosas veces por el resto de los compañeros del crío, perros sádicos... me gusta.

El otro grandullón se movía para intentar librarse de las cadenas, que no aguantarían mucho, pero mientras miraba una para sacudírsela y avanzar hacia Mugen le lanzó un devastador puñetazo al torso, provocando un impacto imponente a pesar de que por su gran masa muscular claramente se seguiría moviendo.

- No mirar a la muerte no la hace desaparecer. -digo divertido, sin dejar de sonreír con ese rostro cadavérico y sin vida.

Después, implacable, avanza hacia Mugen molesto por él, lo que me molesta un poco. Tendré que arrancarle la columna vertebral con mis manos para que me haga caso... Tenía buen gusto el vendado ese. Lástima que se volvió una maricona.

Adelita vio como el enemigo sacaba una pistola, y hasta vio venir el disparo. Ya había decidido que estamparía a la rama contra Privilegio, así que se movió lo justo para que no le diera en algún punto importante, como la clavícula. Claro que dolió que una bala le arrugara la piel y los músculos, e hiciera saltar la sangre como fuegos artificiales fabricados con materiales 100% Adelita, pero ¿¡Qué es la vida sin dolor!? ¡ASÍ ES MÁS INTERESANTE! ¡hihihihihi! 

Tenía el dolor de un balazo palpitando, la resbaladiza sangre enrojeciendo aún más su ropa, y un enemigo agarrado por la pata. ¿Qué más podía pedir Adelita? ¡Esto es VIDA! Con "la rama" todavía agarrada por la pata, salió corriendo hacia el grandullón, contenta como perro sacando la cabeza por la ventana de un automóvil a 120 km/h por la autopista.

Levantó un poco al hombre rama, y se tiró en plancha por el aire libre, en dirección al grandote. Durante ese microsegundo en el que toda su energía cinética llegó al punto más alto, existió un momento de paz. En el siguiente milisegundo, ¡HA!, Adelita estaba estampando la espalda de la rama a la pierna del grandullón. En los siguientes decisegunditos bonitos, Adelita estaba cayendo, ensuciándose entera con la tierra húmeda del bosque. Usó un segundo entero para pasar una mano por entre las piernas del niggah grandote, y fue a encontrar la mano de la rama. La agarró, dejando caer a Opresión de su mano, y se levantó de golpe mientras Opresión tocaba el suelo, intentando que el grandullón se desequilibrara y cayera, como si su compañero rama fuese una cuerda enrollada a su pierna. ¡VIDA!

Vi al tipo de la rapier avanzar, pero no pude reaccionar rápido, estaba subestimando a los enemigos con Nen. La proxima vez debía ser más cauteloso, aun más. Llegó y me golpeo cerca del pecho. Eso del nen era lo mejor, apenas sentí el golpe, pero una esfera roja apareció. ¿Qué diablos? No duró mucho, sombritas lo mató al toque mientras mí capa se desvanecía dejando una estela de humo negro, al igual que el arma que trataba de traer. Maldita sea. 

El ruido del combate cercano me hizo girar, el sacerdote estaba en problemas. Pero eramos suficientes para cubrirlos sin mí ayuda. Salté para atrás. ¿que faltaba? ¿No eran cuatro? ¿Habrá sido mí imaginación? Me concentré y me puse a buscarlo con el maldito.  Pero entre los arboles no había nada. 

-¡Hay un cuarto oculto, terminen rápido! 

Esperaba que dejaran al menos un prisionero consciente. Necesitabamos interrogar a alguien, necesitabamos información. ¿El tipo de la rama estaría vivo? ¿Y el de la ropera? 

-Necesitamos información, dejen uno lo suficientemente muerto 

El combate ya habia empezado como deberia, nuestros compañeros se mueve en pos de acabar a nuestros enemigo. No me sentia tampoco comodo que tan pronto aparecieros ellos,saliera la figura cadaverica de Hades por accion del cobarde Gin. Aunque su cadenas me ayudaron en algo en  evitar que mi objetivo pudiera esquivar mi ataque,  y dado que uso nen con mi espada podia  sentir como  mi espada le atraviesa los musculos y huesos son suma facilidad. Como si en deber de estar penentrando  carne humana,estuviera cortando un simple pedazo de papel por la sencilla razon de matar el tiempo.

Solo quedaba ahora el gigante niggah que yo no deseaba enfrentarme. Tenia una gran intenciones asesinas hacia mi persona y dado que su nen se enfoque en mejorar su cuerpo fisico, hace que me sea demaciado dificil que yo pudiera esquivarlo. Ni aun con el uso de TEN logro absorver todo el daño producido por su puño,estos pontenciadores son realmente terrorifico en combate.

Ni el dolor se va,cuando respiro para acelerar mi recuperacion natural gracias al oxigeno, que esta liberando en estos momentos por las propiedas de mi nen. Era una tecnica util, al menos podia curarme en medio del combate,pero aun le faltaba mucho como para recuperar todas mis heridas exteriores por el asalto anterior del niggah. Estaba yo en peligro y no me convenia seguir llamando la atencion en batalla, ya por las palabras dicha por Luis habia un cuarto miembros que se encuentra deambulando por la zona,buscando seguramente atacar algunos de nosotros en el momento que bajemos la guardia.

Libero mi aura por si sucede algun otro ataque fultivo en la cual no me encuentre preparado, lo mejor que puedo hacer en estos momento es levantarme y no participar en este turno en el combate contra el niggah, apartandome algo para no ser un obstaculo para mis demas compañeros. Menos para Balder,que esta hay sin hacer nada importante, ojala el tipo zetsu no le de por penetrarlo por su inutilidad.

Aquella corriente eléctrica dolió un poco pero nada importante. Sonrío al pensar en lo resistente que es el mayordomo pues mis golpes solo le hicieron un poco de daño. Me recuerda a como fue luchar contra Yuki, quien también es capaz de aguantar esa clase de castigos.

"Sería tan divertido si no fuese un marica y su técnica no fuese así."

Pero no es momento para perder el tiempo.

Me concentro y hago aparecer tres proyecciones más de mí, más fuertes que las de costumbre, para dejarlos en las celdas donde estaban antes y me concentro, listo para cuando llegue el momento, para golpear la diana. Sé que Kuroko quiere que retrase el momento pero no estoy del todo seguro de que dejarlo solo con Harrison sea la mejor idea. El número siempre será la ventaja y si el tal Jaime recibe el daño, será más interesante que simplemente retrasar el momento.

Tiempo, situación, instancia, momento, posición, movimientos, elementos, jugadores, puntuaciones, turnos, circunstancias, estados individuales, factores predefinidos, trampas, preparaciones, improvisaciones, desvíos, rutas, trucos, métodos, aptitudes, potenciales, sorpresas, errores, aciertos súbitos, suertes de principiantes, azares, expectativas, pensamientos excesivos, acciones simplificadas, decisiones, pasos en falso, dudas, certezas, confianzas, temores, derrota, victoria.

Todo eso se manifestó entonces, en aquel tablero final, posiblemente, la que seguramente sería su última gran pelea, de salir todo mal y de salir todo muy bien incluso. Al ir pensando y parpadeando fue viendo paso por paso cada momento, los pasos con ellos dos, luego el combate, aquel en que vio a todos participar como un grupo, queriendo verlo de nuevo, deseando encuadrar ese trabajo en equipo una única otra vez antes del final definitivo. Fue viendo entonces los momentos posteriores, sus derrotas, sus actos y percepciones, sus enojos y sus pérdidas, sus posteriores dudas, inquietudes, logros y deslices, conflictos, choques, pérdidas de tiempo, tropiezos positivos y negativos, arrebatos y reflexiones, acercamientos, alejamientos, conflictos, necesidades y desprecios, todo aquello fue visto a modo de decenas de rostros y más, varios ajenos incluso a la prueba, perdidos en los éteres, de la breve historia de aquel cuyo nombre estaría por volver en un flujo de luz infinito, provisto quizá por aquel Sol Blanco que iluminaba incluso en la noche para él. Tomó aire entonces y sonrió confiado, hubiéndose manifestado en la jaula entonces y, gracias al TEN que activó preventivamente, no recibiendo daño, recordando igual esa otra vez donde actuó con valentía calculada, si es que tal idea tenía sentido, usando justamente aquella habilidad que potenció más, por miedo a morir, por deseo a usarse como un escudo humano. ¿Humano? Humano.

Todo lo que dijo al comienzo no eran solo los rasgos de un juego, sino de los seres humanos.

Hiro y su impulsividad de combate, Jaime y su cochina trampa la cual, francamente, admiraba porque habría hecho él mismo, Harrison y su excesiva extravagancia afeminada, Ravenant y su tendencia a disparar primero y recibir golpes siempre a pesar de eso, antes a manos de Kuroko, ahora protegido por el mismo y Kuroko con su Hatsu, su Nen que quizá simbolizaba todo sin tener más que decir. Cerró los ojos y le vió entonces, a ellos igual, a sus viejos, y a los otros de los otros grupos, a otros seres del pasado, a personas que conoció en sus viajes. ¿Para qué seguir jodiendo si otra muerte iba a venir? Pues porque...

Porque vivir lo valía. ¿No? Nadie no quería vivir, eso era humano.

Tampoco nadie quería vivir para seguir muriendo.

Tenía claro lo que necesitaba ahora, por fin.

Poco a poco fue apretando el botón hasta hacer que el Rewind se acabara y eventualmente la cinta volviese al momento actual, tomando aire entonces y contemplando el actuar de Hiro. ¿Tenía que decirle lo que ocurría? Pues tenía que hacer cosas. Una cosa era confiar y otra desconfiar. Ser considerado de nuestros prójimos es algo tan humano como ser manipulativo con quienes necesitamos que no sean como son. Guste o no. No todo es "querer", sino "deber", sino "poder" o no y también, claro, "tener que", era más complejo que una gama de colores simple. No era un juego. Porque era un juego demasiado grande. Habló.

- Jaime, ¿cierto? Nada mal, debo decir, me encanta destripar tramposos. -Dijo con un gesto casi, no, psicótico enteramente, pero siguió, pausado, como el dealer de una tabla de casino.- Pues verás, no eres el único tramposo. Te cuento... Te la hemos jugado el sujeto más relevante y poderoso de toda la Prueba del Cazador junto con el sujeto más insignificante y débil, ambos orquestamos este regalito para tí. -Se enfocó de nuevo y lo soltó, sin más, apuntando hacia Kuroko pero con un gesto de la mano como quién presentaba de manera formal, palma hacia abajo y adelante, dedos extendidos apuntándole pero curvados diagonalmente en descenso.- Kuroko-san... ¡Y moi! -Pronunció el "muá" con el peor francés posibles, contrastando el gesto de presentación formal de palma usando la misma mano para doblarla y así apegar todos los dedos a dicha menos el índice, el cual se apuntó a sí mismo, mirando al mayordomo con su mejor gesto de idiota ridículo y burlesco.- ¿Qué te parece? ¡No vamos a salir de esta mierda por un buen rato!

Y entonces rápidamente hizo sus movimientos varios, aunque con calma, calma rápida, pausa acelerada, digamos. Mochila a un lado, abriéndose, él mismo sentado de piernas cruzadas en el suelo, uno de sus muchos lápices removido, dejando solo el cilindro contenedor del mismo y a su vez arrancando una hoja de papel completa, de la cual apenas arrugó un segmento bastante pequeño, calculando que no se pudiese atascar dentro. ¿Qué hacía? Apuntó entonces con esta cervatana manual hacia la diana, canalizando su Nen para usar un único miserable poco de SHU y así convertir esa bolilla con saliva de papel disparada en un proyectil legítimo para impactar daño, apenas. Tras eso, hizo girar el cilindro de lápiz sobre sí mismo varias veces y miró a Hiro a distancia... Y simplemente sonrió, dándole un "Ok" con su pulgar arriba de la misma mano que sujetaba el objeto que utilizaba como "arma". Ah, sí, lo último.

- Ah, sí, Jaime-sama... Se me olvidó, el nombre de ese sujeto insignificante y débil y tu otro engañador...

Pausó y por fin se decidió. Tal como siempre le habían dicho, ¿no? Tal cual, sí:

- Nakamura.

Sonrió, recordando, terminando de recordar.

- Si quieres gástalo, puede que nos quedemos largo rato a conversar.

Se encogió de hombros y no hizo nada más.

Por ahora. Aparentemente.

Lo que iba a ser un corte, acabo seccionando el torso del rival… ¿hasta este punto había llegado nuestro poder? Y todo eso a costa de que? Algunos ya habían dado sus vidas intentando despertarlo… y el resto? Esta potencia de combate, esta capacidad para matar era lo que buscaban haciendo esta prueba… creas monstruos como nosotros?

Pero no era momento de divagar demasiado, cuando me di cuenta, el sacerdote había recibido un golpe devastador por parte de esa mole de enemigo. Un par de nosotros ya iniciaban su ofensiva hacia él y no podía quedarme atrás… aunque esta vez no desenfundé la katana… no ahora que sabía de lo que era capaz.

- Oye tu! - grité a Balder - protege a estos dos! - refiriéndome a Nival i Ruud, ya que a uno le habían interrumpido mientras preparaba su ¿ataque? Y el otro había sido severamente dañado.

Con un movimiento rápido actué tras la sucesión de golpes de Mugen y Ginnei…¿ o debería decir Hades? Ahora que estaba transformado sentía que era hasta peligroso estar cerca suyo… pero de momento seguía siendo un aliado, y el musculoso nuestra siguiente prioridad.

Fue en ese momento que recordé una de las enseñanzas del monasterio, el fluir del aura como si fuese una corriente de agua a nuestro alrededor. Quizás si logro desestabilizar su aura, eso lo debilite… así que lancé un par de golpes cargando de aura la punta de los dedos para afectar directamente a los puntos débiles en los brazos del rival como los antebrazos y los tríceps.

Lo había intentado, realmente lo había intentado hacer, pero su plan había fallado lo que le molestó demasiado, pero era eso o darle su habilidades a un chiquillo que le producía escalofríos al parecerse tanto a aquel criminal que era tan buscado. Suspiró y ya debía largarse.

— ey, enano, no mueras, — le dice a Hiro y le sonríe a Nakamura que estaba molestando a Jaime, ahora que se quedaría con menos víctimas pues Phryne activó su portal y comenzó a desaparecer dentro de la jaula sin problemas, justo a donde había activado antes el portal, cuando había disparado a Jaime.

En el mundo real, el portal se abrió desde el suelo y Phryne emergió de ese lugar, con su revolver en alto y disparándole inmediatamente a Harrison, tres nuevas balas, pero esta vez de color blanco, salieron en busca del pecho del enemigo. 

Quedé atónito cuando el afeminado bastardo detuvo la poderosa bala con una tenaz mordida. Una simple bala sin manipulación de Nen tenía una potencia a temer, pero aquel desgraciado la había atrapado cual biscocho en el aire a pesar de estar imbuida en sus sinceros deseos de odio y remordimiento. Al sentir que se aproximaba para devolver el golpe, dudé hasta de mi propia existencia y fragilidad, pero el antaño odiado vendado logró atrapar al intrépido Harrison a escasos metros de su acometida. Digo, habría sobrevivido al golpe de todas maneras, en el exámen fui presa de peores palizas, y una de ellas irónicamente fue a causa de mi salvador, en un extraño acto de redención o simple apoyo a la causa. 

-Te lo debo-Dije a Kuroko sin mayor camaradería, no sacrificaría valioso tiempo de huída en demostrar un retorcido ideal de amistad, por lo que en medo de las palabras tomé delantera sin pensarlo y arremetí en carrera hacia la entrada. 

Seguía preocupándome el hecho de que, quizá, una bestia salvaje como Harrison aguardaba dentro de la entrada, o que en medio de mi carrera el bastardo afeminado hallaría la manera de atraparme, pero aún así había gente que seguiría a las fauces del lobo.