Partida Rol por web

Se lo explicaré de una forma rapida y sencilla, Soldado Martin. Ascenso por necesidad. Posiblemente fuera el unico superviviente y antes de poner un novato como cabo, lo ascendieron. Me alegro que le pusiera las baterias, pero la proxima vez intente que no este un puto chivato de la policia militar presente para sacarlo de los barracones. ¿Me ha entendido?

Eso es todo. Buen trabajo. Le devuelve el saludo, por cortesia, pero el gesto de cercania llega cuando se encamina apor sus cosas, palmeandole un par de veces en el hombro con gesto aprobatorio.

Por su parte, Creed, no tarda en recoger sus cosas. Alguien habia tenido la amabilidad de dejar a Elisa sobre mi cama. Mi fiel fusil. No tardo en vestirme con la indumentaria de combate, colocandome la armadura personal, y dejando sobre la litera la mascara de gas, los cargadores, las granadas y mis armas.

Puto disfraz de pollo... no hay quien se mueva con esto... Se queja mentalmente, acostumbrado a armaduras mas ligeras. Comienza a repartir granadas y cargadoresp or distintas cartucheras y bolsillos, enfundando la pistola en la cartuchera del muslo, y llevando el fusil a la espalda. Por ultimo, agarra la mascara de gas, que no se la pone.

Se acerca a la Cabo Ki.  Cabo. Le llama ma la atencion, esperando a que se gire hacia el.  Segun el informe, es tecnico. ¿Lleva repuestos para esto? Alza la mascara de gas. No queria que se rompiera, y morir ahogado por que alguno de su unidad se le habia enganchado el tubo con una maldita rama.

Con el incidente aclarado, no hay nada mas que añadir al asunto. Por tanto, acepto satisfecho la aprobación de mi oficial al mando y tomo nota mental de ocuparme del asunto del violador potencial, a mi manera claro esta, si surge la ocasión.
Nuevamente mi mascara se agita al pensar en ese "surge". Y ya que estoy, mientras los mios se terminan de preparar para salir, comienzo a pensar en las distintas maneras y posibilidades de reventar tostadoras.
Pues una idea muy interesante se me ha ocurrido, cosas que pasan, al escuchar a mi teniente.
Si por necesidad ascienden a pipiolos, por tostadoras fundidas ya me veo de general.
Y un tipo como yo, al mando de una brigada entera de marines, puede dar como resultado algo extremadamente interesante.
Muy muy interesante

Espero un poco las preguntas de los demás, si las hay, en caso negativo lo mejor sea partir. ¿quien de ustedes es experto en comunicaciones?, ¿quien tiene entrenamiento médico?

Aprovechó la explicación para fotografiar el mapa que el sargento señalaba mientras se detallaba la misión cargada de útiles consejos. En cuanto todo quedó claro, verificó que llevaba cargadores suficientes con ambos tipos de munición, ordenándolos en distintos lados de su chaleco. Se vio interrumpida por su teniente y acudió rápido para cuadrarse ante su presencia y responder militarmente, monótona y ausente de expresividad. No señor, soy especialista en sistemas electrónicos, lo siento, señor. No dilató demasiado su espera y se retiró tras un tiempo prudente, regresando a los pocos preparativos que quedaban. Esta vez contestó mientras ajustaba la correa de su fusil al hombro, evitando el conflicto con el rifle de asalto que había fijado sobre su espalda. Señor, conocimientos básicos de comunicaciones. No hizo falta llamar demasiado la atención, era consciente de que pocas chicas formarían el escuadrón. Poseída ya por la tensión y la adrenalina surcando sus venas, se dispuso pronto junto a la puerta preparada, mientras se colocaba la máscara con fuerza sobre su rostro. Soldado Hyung Ki lista para la acción. Enunció con firmeza respirando con cierta dificultad, aún necesitaba adaptarse al sistema de respiración de este tóxico planeta.

Descanse, joder. Y si no hay un mando delante no es necesario que vuelva a hacerlo. Odiaba la disciplina exagerada, y suponia que para estos chicos, tener que estar cuadrandose cada vez que les hablaba era el mismo grano en el culo que cuando el tenia que estar en el CIC, con el palo de la escoba metido en el culo todo el rato, saludando a los mandos por su rango, y hablando cuando se me permitia.

Alguien ha metido la pata en el informe. Que sorpresa. Mira las hojas de servicio de sus soldados. Tecnico, aunque no especificaba en que era especialista. Camino hacia McCallister, tirando las hojas de sercivio con los informes de los soldados a la basura. estaba claro que no me iban a servir demasiado.

Bien, McCallister, intente agenciarse algunos recambios para estas mascaras. Con un par seran suficientes. El resto, espero que esteis preparados, por que nos vamos de excursion. Pega un silvido para llamar la atencion, y alza el brazo, señalando acto seguido hacia el frente, para que le sigan.

Habria que ir hasta el hangar para ver que vehiculo les habian asignado.

Me mantengo en posición de descanso, con la vista al frente, mientras el Gunny pregunta por expertos en comunicaciones o con conocimientos médicos, de los cuales carezco más allá de lo más básico y burdo.

Cuando el teniente silba para dar la orden de seguirlo, me cuadro entrechocando los talones y con un movimiento rápido, me pongo el petate en la espalda, para después colgar el fusil del hombro, con el cañón apuntando hacia el suelo y sin cargador, mientras estemos en la base. Después me aseguro de que todos los elementos del equipo están bien sujetos, e inmovilizados para evitar el ruido durante la marcha.

Para terminar, me pongo la máscara y compruebo su correcto funcionamiento, antes de seguir al teniente.

Al fin nos vamos poniendo en movimiento.
Inmediatamente detrás del teniente y el sargento, manteniendo un trote suave y elástico, nos dirigimos hacia la sección de la base habilitada como hangares.
Vuelvo a fruncir el ceño pues están en superficie. Pero ahora no merece la pena ni comentar el asunto. Pues al fin parecemos aquello para lo que tuve que aguantar tres meses de puñetero entrenamiento. Una escuadra de marines de choque disponiéndose hacer lo que mejor se le da.
Conforme nos aproximamos a las hileras de vehículos estacionados, voy echando un vistazo para divisar cual de ellos está activo. Sera posiblemente nuestro transporte.
Y recordando como quedaron mis posaderas tras mi ultimo paseo en jeep, espero que esta vez, sea un poco mas amplio el cacharro.

Evidentemente los cascos extras nos ayudaran en caso de emergencia, o si conseguimos sobrevivientes. Hago una señal afirmativa, estableciendo que daré con ellos. Sin embargo sigo esperando la respuesta de los veteranos.

¡¡ Claro como el agua Señor !! - Scott se preparó, revisó su equipo y su munición, apretó bien la bayoneta en su subfusil y revisó el traje y el equipo de respiración. Estos putos cacharros parecían las máscaras que usaban para fumigar...¡Joder! si su hermano le viera ahora le señalaría el campo de lechugas.

A los tres minutos estaba firme y en posición esperando nuevas órdenes. No esperaba que partirían el primer día de llegada, hubiera necesitado un puto día de respiro para estirar las piernas después del viajecito... estarían todos algo enlentecidos y entumecidos.... esto era Medra, y parece que no había tiempo para relajarse un momento

El paseo por el jeep no se dilató más de diez minutos, hasta llegar a uno de los hangares donde se guardaba el parque de vehículos. El oficial de guardia comprobó sus órdenes y consultó en el orden del día que es lo que estaba dispuesto. Al cabo de unos minutos, regresó para guiarles a la entrada de un garaje donde unos mecánicos estaban colocando unas latas de gasolina adicionales al vehículo.

Quien se esperaba un poderoso tanque se vio pronto defraudado. Se trataba de una tanqueta de asalto medio Vergis-25, un vehículo anfibio con ruedas, con la capacidad justa para sus 9 pasajeros, aunque algo apretujados. Estaba armada con un cañón de cadena de 25 mm, y dos ametralladoras CAL M240 de calibre 7,62 (una en el techo y otra coaxial). Lo bueno que tenía aquella lata eran dos cosas, tres, en realidad: protegía del fuego de armas cortas y explosivo convencional, poseía sellado ambiental y depurado de oxígeno que hacía innecesarias las máscaras con todas las portas cerradas, y tenía numerosas puertas y agujeros para salir de ella cagando leches si se encontraban con artillería pesada. Además, su cañón del 25 era muy buen aniquilando tostadoras, y eso era un handicap. La elección de un anfibio estaba clara, ya que en aquel planeta era lo que más abundaba. No tendrían problemas cruzando ríos y lodazales con aquel cacharro, y al menos eso era de agradecer.

El teniente firmó en la hoja de registro y sus hombres se montaron en el vehículo, incluyendo el cabo Koul (que le había dado las gracias por ahorrarle un poco de trena) y sus hombres, entre ellos el sanitario que había pedido. Sin mayor trámite, enfilaron hacia la salida de la base, comprobando que la radio y el DRADIS que había dentro del vehículo funcionaban correctamente.

El camino hacia la carretera 37, kilómetro 243, iba a ser jodidamente largo. Nada más salir de la base se toparon con la llanura, como era llamada, el gran espacio deforestado que permitía a Álamo 1 no ser sorprendido por el enemigo oculto en la maleza. Pero tras una hora de camino, comenzaron a internarse en la carretera vigilada por puestos de observación y tapizada por los postes de la línea eléctrica y telefónica, que apenas podían contener la exuberante vegetación. El exoesqueleto de una araña gigante, de más de dos metros, yacía en la cuneta junto a un puesto de guardia. La habían pintado de camuflaje y con algunos grafitis groseros. Los soldados se los quedaron mirando al pasar, curiosos.

Cuatro horas de viaje, y cerca del objetivo, habían ignorado el desvío que llevaba a la base de Valley Fort, iniciando la ascensión hacia las montañas que circundaban el valle maldito donde el raptor había sido abatido. Un cartel y un puesto de vigilancia con un MBT y un antiaéreo fueron lo único que les avisó de que estaban abandonando una zona azul. A partir de allí el camino se iba difuminando, y fue cada más complicado. Iniciaron el descenso por la ladera, y apenas 200 metros más allá se encontraron con el primer problema: una fuerte corriente de agua que bajaba por la empinada ladera por la que pretendían bajar. La corriente se cruzaba transversalmente, y podría arrastrar al blindado si este no era rápido. El suelo había pasado de ser tierra y fango a piedras mezcladas con lodo. Una auténtica pista de patinaje.

Vaya cacharro, esto no se parece en nada al tractor de la granja - Exclamó Scott cuando vió el vehículo militar.Todos se giraron hacia el barbudo marine... realmente parecía un paleto... ¿Granjero? ¿Era una broma? ¿Supuestamente este tipo era un marine veterano? - Esto no se parece a nada que yo haya conducido, sin embargo estas preciosidades... - Scott agarró las ametralladoras y las movió en su puesto - Vaya que si puedo sacarle el óxido a una de esas tostadoras si se asoma. - Procuró ser el primero en entrar. Era algo más ancho y encontró el hueco que le pareció más cómodo a la espera de conocer su posición por su superior... tuvo algunos problemas para ajustar el cinturón de seguridad que finalmente colocó algo mal puesto, aunque sin mucha corrección por la incómoda postura que parecía tener ahí dentro.

Cuando llegaron al río todos los marines se asomaron por las ventanillas o la torreta para ver el torrente - Joder, pedazo de meada - Refirió únicamente el marine Asimov respecto al río - Podríamos.... atarle una cuerda al tractor para que no se vaya río abajo si algo sale mal - Propone Asimov mirando en su mochila, sin ni siquiera saber que estos vehículos debían llevar cuerda de arrastre

Tras un corto paseo den jeep, nos bajamos de los vehículos para dirigirnos a unos almacenes. Mientras el teniente y el Gunny presentan las ordenes al oficial de turno, los demás permanecemos a la espera, hasta que nos indican que avancemos.

Vamos a paso ligero hasta que llegamos a nuestro transporte, un Vergis-25. Habría preferido un oruga por el terreno, pero bueno, al fin y al cabo yo soy sólo un mico, mi trabajo es andar y patear tostadoras, por lo que me da igual el vehículo que vayamos a usar. Me retraso, cediendo el paso al resto de compañeros, para poder sentarme al lado de la puerta de salida trasera del Vergis, ya que así me será mucho más fácil el salir si hay que explorar en avanzada del vehículo.

Una vez el vehículo se pone en marcha, me acomodo en mi asiento y utilizando el petate para apoyarme, me quedo medio dormido con el traqueteo del Vergis, hasta que finalmente al detenerse, el frenazo me saca de mi ensoñación.

En cuanto comprendo que nos hemos detenido para ver como pasar un río, introduzco un cargador en el fusil, compruebo que tanto la pistola como la escopeta estén cargadas, y me pongo la máscara sobre la cara, bajo el casco, listo para salir a la más mínima indicación del teniente o del Gunny de que haya que revisar el vado.

De un salto me bajo del jeep nada más llegar al parque de vehículos pesados.
Le hago un gesto a mi teniente al ver el trasto que nos toca y mientras el se dedica a firmar el registro, yo ya estoy trepando por el exterior del vehículo para dejarme caer por la trampilla abierta de su torreta.
Ante mi, aparecen los sistemas de guiado y carga del cañon de fuego rápido de 25 mm y de la ametralladora coaxial.
Y sin perder tiempo, mientras el resto de los míos se va acomodando por el interior de las entrañas del bicho, yo armo ambas armas y a continuación, con la cabeza apoyada en el visor de puntería, térmico y óptico, aprieto los pedales para comprobar la velocidad de respuesta.
Y esta es optima.
Con un zumbido la torreta gira tanto a derecha como a izquierda alzando su cañón a una gratificante velocidad.
Cierro portilla y mirando hacia abajo, digo.
Aquí todo listo. Podemos empezar con el paseo cuando queráis.
Y nada mas decir esto, gruñe el motor de nuestro transporte mientras avanza cobrando velocidad.

Y cuatro horas después, ante nosotros aparece el primer obstáculo. Y mientras permanecemos detenidos pensando en como sortear el lodazal y la corriente que tenemos delante, yo agudizo mi interés en el exterior.
Pues este es, sin duda, el lugar perfecto para llevarnos una sorpresa. Una sorpresa al estilo Cylon.
Y puestos a sorprender, mi índice derecho ya se aferra al disparador del cañon de 25 mm mientras hago barridos a derecha e izquierda por si detecto presencia hostil.

Puta burocracia colonial... me quejo, para mis adentros, mientras firmo papeles y papeles, leyendo de cada hoja un par de lineas de las cuales, me da la ligera idea de que es un formulario estandar de equipamiento. Y la unica conclusion que saque por la cantidad de papeles a firmar, era que a cuanto mayor peso de lo solicitado, mas papeles a firmar. Niego con la cabeza, acabando de firmar los ultimos documentos, y alzo la vista, cuando traen el susodicho transporte.

Todos a dentro, señoritas. Martin, tu arriba.  Señalo la torreta. Cabo Koul, le tocan las llaves.  Vamos, que le toca conducir. Mi idea de conducir estaba limitada a los coches tipicos de Caprica, y dudaba que aquello se pareciera demasiado. Me cuadro, saludando al oficial al cargo de los vehiculos, y me subo el ultimo al transporte, golpeandolo dos veces dentro para indicar que inicien la marcha.

En cuanto abandonemos la zona azul, os quiero con las mascaras puesta. Si a esas putas tostadoras les da por hacer punteria con esta lata no quiero veros buscando las putas mascaras. Asi que cuando salgamos de la zona Azul, el Sargento McCallister nos avisara y nos ponemos las putas mascaras de los huevos.

Dicho y hecho, cuando abandonamos la zona azul, me pongo la mascara indicando a los demas que hagan lo propio. No tardamos mucho mas en detenernos, y ya me presupongo lo peor, asi que cojo el SMI80, indicando a los demas que hagab lo propio con un gesto de la mano, y golpe l mismo puño, golpeo una sola vez la chapa desde dentro ¿Que pasa?

Cuando escucho por boca de Koul lo que pasa, lanzo un largo suspiro. PRevenido por lo que me habia dicho McCallister y los mandos, aquellos sitios eran los favoritos para las emboscadas. ¡Martin! ¡Vigile por si asoman las tostadoras! ¡Koul! ¡Pise fondo joder, que este cacharro es anfibio!

Se dejó llevar hasta llegar al vehículo asignado, por las referencias sabía que iba a ser un viaje largo, por lo que no le agradó el poco espacio que tendrían que soportar. Al menos no irían a pie salvo los últimos metros o hasta que durase el transporte, por lo que mejor sería aprovechar tal consideración.
Sonrío a su líder con cierta ironía tras invitar a las señoritas a adentrarse, algo de lo que estaba más que acostumbrada, y también cansada, típico... Sin intención alguna de ofender, suspiró en el interior y procuró sentarse lo más alejada posible del cabo Asimov, por una simple cuestión de espacio vital confortable. Aquellas cuatro horas le sirvieron para estudiar con mimo el terreno, aunque sólo tenía la imagen del mapa, le servía para hacerse una buena idea de los puntos críticos a tener en cuenta, tanto para ella como para los posibles supervivientes, en ambos casos la jungla lo complicaba todo. No obstante el asunto de que la baliza emitiera una señal en movimiento le resultaba arto sospechosa, seguramente llegarían demasiado tarde, pues no sólo los cylons están al acecho en esta mierda de planeta.
En cuanto el Vergis-25 cruzó la zona azul, siguió instrucciones para ajustarse de nuevo la máscara en su rostro, adaptándose a la respiración con temple. Se preguntaba si aquel cristal afectaría a su puntería a la hora de disparar, más les valía a todos que no fuera así.
Al detenerse el anfibio su alerta despertó, atenta a los sonidos exteriores como le habían aconsejado, de ser una trampa lo más importante era estar preparado ante la emboscada, motivo por el que aferraba ya su rifle y preparar por otro lado su mano libre en una de las compuertas de salida.

El exoesqueleto de una araña gigante, de más de dos metros, yacía en la cuneta junto a un puesto de guardia. La habían pintado de camuflaje y con algunos grafitis groseros. Los soldados se los quedaron mirando al pasar, curiosos.

Algunos la llaman la mascota. Digo bajo mientras en mi interior me sentía un poco inseguro con este grupo de reclutas, y más con los veteranos, mi paranoia se activa y me siento cada vez más quiquilloso, un vehiculo no va a impedir que nos jodan.

Abandonamos la zona azul, esta es zona de nadie.

No estaba muy seguro que le vehiculo pasara por el río, le daba poca confianza.

Pase lo que pase, mantenganse juntos, y no quiero escuchar chistes, el que se distrae pierde, y eso dependerá de cuanto valoran su vida.

Miro al recluta que va a cruzar el rio, y no me gusta.. definitivamente no me gusta.

Trató de compensar la corriente del río pisando a fondo el cacharro y que entrara en el riachuelo con cierta inercia. Sabía que el motor anfibio no desarrollaba una mierda de velocidad.

-Creo que...

En ese momento Martin vió al enemigo. Era una emboscada clásica, con dos cylon por cada lado. Comenzaron a vomitar fuego de ametralladora sobre la chapa de la tanqueta, la sensación era como la de recibir una coz por el proyectil explosivo que empleaban. Uno de ellos tenía un lanzacohetes y se disponía a disparar sobre ellos en el momento que Koul consiguió sacarlos de la corriente de agua.