Partida Rol por web

¡Alerta!. ¡Cylons flanqueándonos!. ¡Dos a las tres y dos a las nueve!
Ya resuenan los impactos sobre la piel blindada de nuestro vehículo.
Y con los dientes apretados, Giro la torreta para apuntar al que me parece prioritario.
¿Uno cómo yo?. Mal asunto.
¡Lanzamisiles, voy a por el!
Tabletea resonando como una tos seca mi cañon de 25 mm mientras suelto una ráfaga completa de proyectiles sobre el puñetero Cylon.
Y ahora, una carcajada retumba por las entrañas de nuestro Vergis mientras contemplo el resultado de mi andanada.
Primero sale volando la cabeza del Cylon. Después, trozos de su torso y también, su brazo derecho lanza cohetes incluido.
Pero yo ya estoy apuntando al siguiente para dejar totalmente limpio de hostiles uno de nuestros flancos.
¡Atentos todos a una posible segunda oleada!. ¡No podemos permitir que nos inmovilicen!

El Vergis acelera y me agarro a la puerta de salida, para evitar movimientos bruscos cuando entremos en el agua.

De pronto la voz del artillero anuncia emboscada, y las balas comienzan a repiquetear contra el blindaje del Vergis. Con un gesto rápido, ajusto la máscara y la conecto para no depender del suministro de oxigeno del vehículo, me ajusto con fuerza el casco sobre la máscara y, cogiendo el fusil con la mano derecha, apoyo la izquierda en la manilla de la puerta:

- ¿Señor? - Pregunto mirando al teniente, listo para salir y cubrir el vehículo desde el exterior, como buen explorador.

Scott se desajustó el cinturón cuando el blindaje empezó a resonar como cuando te golpean con un martillo el casco de la armadura, impulsándose con los brazos fué hasta una de las paredes del blindaje en el que estaba la ametralladora interior y buscó en la línea de tiro a uno de los dos cylons, cuando pudo ver el brillo apagado del cylon camuflado la lengua de fuego surgió del cañón del arma que empezó a escupir su salva mortal sobre la tostadora. Las balas que fallaban hacían saltar la vegetación, la tierra y el agua como su pequeñas minas explotaran y el Cylon pronto se vería cubierto de una nube de polvo y escombro que las ametralladoras dejarían a su alrededor.

¿Vais a salir? - PReguntó incrédulo y alertado esperando la voz de Creed cuando Michael se puso junto a la puerta del vehículo

Que previsibles, joder... Aquello estaba sirviendome de lecciones de Medra rapida. Al menos, habia corroborado lo que McCallister y los mandos me habian dicho. Los rios y pasos son sus sitios favoritos para emboscadas. Suerte que le habia pedido a Koul que pasara del tiron, y que Martin vigilara.

Un impacto en el blindaje consigue deformar parte del interior del carro, al lado de donde estoy sentado. Consigue hacer que me encoja de hombros, por el ruido, y pongo cierta cara de asco. Cuando Martin grita que uno porta un lanzamisiles, llevo la mano hacia el boton que abre todas las compuertas para salir cagando ostias de alli, pero en el ultimo momento, veo como lo destroza. Aguardad.  Digo, con inusual paciencia. Los chicos querian pegar tiros, pero habia que ahorrar municion, y mientras pudieramo susar la de la tanqueta, mejor. Ademas, menos nos exponiamos.

Asimov, la ametralladora. Veamos si es verdad lo que dice.  Señalo la ametralladora interior, y no tarda en cogerla, y comenzar a vomitar plomo sobre el enemigo.

Koul, preparese para sacarnos de aqui a toda ostia si le doy la orden. Barrowman anoté donde encontramos esta patrulla tostadora. ¡Martin! ¡Acabe con el enemigo! ¡Si vienen refuerzos haga una señal!

Me vuelvo hacia los que estaban en el interior. Si vienen mas, saldremos a eliminarlos. Iremos por parejas. McCallister con Hyun, Behin conmigo. Asimov y Martin se quedaran en el vehiculo con las armas pesadas. Koul lo quiero a los mandos del vehiculo, Barrowman comunique a la base si sabe algo de esta patrulla y usted.  Señala a Gaines Si necesito que alguien me saque plomo del culo quiero que tenga ambos brazos. Quedese a cubierto.

En medio del caos provocado por el constante repiqueteo de los impactos sobre la piel de nuestro blindado, voy escuchando, más o menos, las órdenes.
Realmente, me entero sobre todo de que hay que seguir repartiendo tiros.
Una estrategia que me gusta sin duda.
¡Entendido Teniente!. ¡Sigo con lo mio!
Me he percatado de que Asimov, se va a ocupar de la ametralladora frontal. Asi que grito.
¡Ey Asimov, fuego de apoyo ya mismo por si se me escapa alguno!.
Y dicho esto, descargo otra ráfaga sobre el siguiente cubo de basura con patas.
Los Cylons, no son tontos aunque lo parezcan, y tratan de acortar distancias avanzando en zig zag dificultando mi puntería.
Y mientras reniego entre dientes, aprovecho para echar un vistazo con los visores al límite de la espesura.

Ante las órdenes del teniente, asiento con la cabeza, ya que es más sencillo que responder a gritos en medio de la lluvia de disparos y los petardazos del cañón del Vergis. Mantengo la mano izquierda en la puerta, mientras sujeto con fuerza el SMI con la derecha, manteniendo puesto el seguro del arma y el dedo en la guarda del gatillo. Atento a cualquier indicación para abrir la puerta y salir a dar cobertura.

Su cuerpo se contrajo cuando las balas comenzaron a impactar en el vehículo con potencia, cerrando los ojos al tiempo que resistía las sacudidas. Consciente de ser un blanco fácil, aguardaba el momento, como la orden, para salir del Vergis-25 cuanto antes. No obstante la artillería parecía hacer lo suyo y asintió a la espera que su superior había comandado, preparada para el momento de entrar en acción.

Estos hijos de puta. Murmura el sargento al salir algun lugar dispuesto a matar a una que otra tostadora, sabía que ese sector se daba para ese tipo de situaciones. Así que no dudo en ponerse en algún  lugar visible y disparar como pudiera.

La primera ráfaga del cañón de cadena de 25mm es decisiva. Las balas con munición explosiva penetran en el blindaje del centurión cylon modelo 0005 cuando este se aprestaba para disparar su lanzacohetes. Los proyectiles lo tiran al suelo, pero no sin antes provocar un curioso efecto secundario. Al haber alcanzado su dispositivo coordinador motriz, el brazo del cylon mueve el lanzacohetes hacia el suelo antes de que se apriete el gatillo, y la explosión coge de lleno al centurión que acompañaba al del lanzagranadas, matando a dos al precio de uno.

Las ráfagas posteriores no surten demasiado efecto en un principio, especialmente las de los fusiles del sargento y una nueva ráfaga del cañón de cadena. Sin embargo Asimov consigue impactar en un tercer cylon, y aunque no acaba con él, provoca que las dos tostadoras den media vuelta y se retiren, conscientes de que poco pueden hacer manejando armas cortas. La actividad dentro del vehículo se vuelve frenética mientras Koul consigue vadear el río y proseguir por un estrecho camino al otro lado. La radio del batallón indica que "ojo de halcón" (una aeronave de reconocimiento que sobrevuela la zona) ha detectado a los dos cylon y van a mandar a unos de sus helicópteros de apoyo con solución de ataque para quitárselos de encima.

La cosa se calma durante dos minutos, aproximadamente, hasta que escuchan al helicóptero sobrevolando la zona y disparando unos misiles. Sin embargo, la aeronave tiene que poner pies en polvorosa en cuanto se detecta la presencia de una batería antiaérea a un click de distancia. El helicóptero apenas tiene tiempo para esquivar el misil, y se salva de milagro volviendo a la zona azul con el rabo entre las piernas. Por su parte, descubren pronto que el paseo en vehículo ha terminado. El camino desemboca en un pequeño claro en la selva, que linda con un pequeño riachuelo, de apenas medio metro de ancho. Pero al lado la vegetación es ya tan densa y exhuberante que se hace imposible avanzar con el Vergis.

El técnico de comunicaciones se quita los auriculares un momento y cierra la tapa de su consola de diagnóstico. Luego se pasa la mano por la frente sudada y respira hondo, mirando al teniente.

-Ojo de halcón acaba de localizar el emplazamiento antiaéreo del enemigo. Está a medio click de aquí, hacia el nordeste. Solo a tres clicks del lugar del accidente del raptor.

Todos callaron mirando al teniente, a quien competía decidir si asaltaban la batería antiaérea y aseguraban una vía de escape alternativa por aire, o bien evitaban el enfrentamiento contra una fuerza posiblemente atrincherada para ir directamente hasta lo que se consideraba su objetivo.

¡A toda maquina!.
Avanzamos dejando atrás restos acribillados de puñeteros Cylons aprovechando la cobertura aérea que nos brinda uno de nuestros cocodrilos a hélice.
Y sin embargo, en mi puesto en la torreta, escucho los informes sobre la actividad enemiga y mascullo una maldición entredientes. No vamos a poder contar con mas cobertura aérea. Recargo por lo que pueda pasar e inclinándome un momento, asomo desde mi puesto para decir.
¡Buen fuego de apoyo el tuyo Asimov!. Que los cubos de basura articulados se vayan percatando de que los nuevos del barrio, han llegado con ganas de juerga.
Pero callo volviendo a apoyar la cabeza en el visor de puntería cuando cuando nuestro teleco particular, informa sobre la situación del objetivo. Y de propina, desde mi puesto, puedo observar el muro que surge ante nosotros.
No nos va a quedar mas remedio que empezar a patear. Y volviéndome a inclinar, levemente, sin soltar el disparador de mi arma, añado.
Mi teniente. Me permito indicar que la destrucción de ese antiaéreo, podría dar el giro adecuado a esta situación. Lograr el control aéreo de la zona, otorgara a los nuestros mayor capacidad de maniobra y despliegue. Seria una autentica patada en el culo metalico de los jodidos tostadores andantes.
Y dicho esto me callo de nuevo y vuelvo a echar un vistazo a nuestro entorno dando un giro completo a mi torreta. Pues lo que no me gusta nada, es estar parados en medio de un claro convertidos en un objetivo fácil.

Scott golpea con el puño en el brazo a Martin - ¡Ya te digo! Si esta chiquitina -Dice meneando la ametralladora - llega a tener más mala baba esas baterías no hubieran corrido tanto - Cruzan el río, y hay unos momentos de paz, Scott se mantiene en la ametralladora sin el cinturón, por alguna razón cree que de un momento a otro van a volver a saltar sobre ellos con ánimos renovados y algun refuerzo surgido de vete a saber qué hoyo en medio de la jungla, pero nada de eso sucede, solo el sonido de la guerra. Un helicóptero que nos ayuda y una llamada de auxilio y retirada.

La idea de ir a destruir ese puesto era muy arriesgada, pero sin duda totalmente necesaria ¡Para esto estaban en Medra!. Scott miró a Martin que ya se adelantaba a su teniente, supo que alguien no volvería, no es tan fácil destruir un puesto cylon... pero Scott miraba a su teniente, él también consideraba esto muy necesario, pero acataría las órdenes fueran las que fueran, porque sea lo que se decidiera, sería por el bien del grupo, la misión, y la guerra.

Permanecí en silencio, mientras las balas de los Cylon golpeaban el fuselaje del vehiculo, y Martin y Asimov se dedicaban a escupir plomo contra las tostadoras. Me quite la mascara, sacando del bolsillo unas gafas de sol, y poniendomelas, para acto seguido, ponerme la mascara nuevamente, con total tranquilidad. Nisiquiera la explosion en el exterior parecio alterarme.

Cuando todo termina, cuando los cañones comienzan a enfriarse y la chapa deja de resonar, humedezco los labios, carraspeando, y alzo la vista cuando escucho el helicoptero. El sonido de las aspas me devuelve por la via rapida a un sitio mas tranquilo, la ciudad, antes de la guerra, cuando todo era mas sencillo, mas tranquilo. Y las explosiones provocadas por los misiles me hacen cerrar los ojos, lanzando un suspiro. Los enemigos habian sido eliminados totalmente.

Un mapa.  Es lo unico que pido cuando Barrowman me da noticias desde la base. El mapa que aparece en pantalla y señala nuestra posicion, el emplazamiento enemigo, y la posicion del raptor me da a entender que fue el mismo puesto que debio derribar al raptor. Alzo la mano indicandole a Martin que la decision ya esta tomada, que no necesito mas informacion o objecciones. Estoy totalmente de acuerdo con el, y asiento con la cabeza, para darselo a entender.

¿Por que no lanzaran un maldito misil desde orbita y se acabo el cuento? ¿A que juegan los mandos? Le pido la radio a Barrowman, y tras mirar el cacharro y tantearlo, apreto el boton para abrir la comunicacion.  ¿Ojo de Halcon? Aqui Abrelatas, nos dirigimos a cumplir primero el objetivo secundario para que los pajaros puedan volar. Corto. Le devuelvo la radio a Barrowman. Odiaba tener que hablar en clave por si el enemigo interceptaba nuestras comunicaciones. Pero es lo que habia.

Acabaremos con ese puesto de artilleria antiaerea. Es posible que el enemigo se percatara de nuestra presencia  Mas bien, con total seguridad. Y enviaran mas patrullas. Asi que daremos un pequeño rodeo por aqui.  Señalo el mapa. Un pequeño rodeo que nos llevaria unos quince minutos mas de caminata. Koul, coja el vergis y vuelva a la base. Asi evitaba enfrentamientos entre Koul y Martin, ademas de poner a salvo el vehiculo. Intendencia pediria mi cabeza si perdia en mi primer dia un transporte.

Yo ire delante. Biehn, flanco derecho, Asimov, flanco izquierdo. McCallister, Hyun, Barrowman, Gaines y Martin, en el Centro, por ese orden. Separacion de los flancos con el grupo principal de tres metros. Formacion en hilera, os quiero separados un minimo de metro y medio entre uno y el siguiente.

Si alguno ve algo raro, que de la voz de alarma. Hyun, quiero que rastree el lugar, si detecta algo, quiero saberlo cuanto antes. Barrowman, busque comunicaciones tostadoras. Quiero saber como de nerviosos estan.

Recordad, aqui todo puede matarte. Comprobad las mascaras.

Golpeo con el puño el boton rojo junto la puerta, que la abre. Compruebo la mascara, y soy el primero en bajarme. Alzo el arma, apuntando a un lado y otro, buscando enemigos. Le quito el seguro al arma, y cuando compruebo que todo es correcto, hago gestos de que me sigan. Despejado.

Levanto una ceja cuando el teniente indica el orden de marcha, pero no hago ningún comentario, mientras amartillo la "Five seveN", le pongo el seguro y la devuelvo a su funda. Compruebo que el cuchillo entre y salga bien de la funda del pecho y finalmente compruebo la máscara. Levanto el pulgar para indicar que todo está correcto y sujeto el SMI mientras el teniente pulsa el botón de apertura.

Me bajo del vehículo, cubriendo el flanco opuesto al que cubre el teniente, avanzo unos metros hasta apoyarme en un árbol, para obtener algo de cobertura mientras busco la presencia tanto de Cylons como de la fauna local.

Soy el tercero en salir del Vergil pues nada más abandonar mi puesto en la torreta del vehículo, compruebo mi fusil y también, mi lanzacohetes.
Ajusto la mascara respiratoria lamentando el coñazo que supone, pues que cosas pasan, me apetece fumarme un pitillo.
Y ya preparado, abandono al fin las tripas del vehículo empuñando mi arma reglamentaria.
Puesto que he sido asignado a la retaguardia del grupo, me limito a esperar que los demás salgan.
Pero eso no quiere decir que baje la guardia.
Permanezco totalmente alerta por si el teniente o Michael necesitaran fuego de apoyo. Susurrando levemente, sin turbar la momentánea calma, me limito a decir.
Preparado para avanzar o para repartir un poco más de tralla. Cualquiera de ambas opciones, me parece bien.

¡Recibido! Comentó revisando la ruta que habían decidido y asegurando la máscara una vez más antes de salir. Vanguardia, tienes que estar de coña… musitaba para sí misma mientras ajustaba el fusil a la espalda y recogía el fusil de asalto preparándolo para el combate.
Su cuerpo se recogió, agachado hasta alcanzar el suelo con facilidad. Su mano acarició la tierra, recuperando la adherencia que el sudor le había arrebatado. Espero que merezca la pena el contratiempo, la noche nos alcanzará pronto. Su opinión se deslizó con suavidad sin esperar una respuesta, pues de inmediato realizó un par de pasos con ritmo, como ensayo de lo que le esperaban por un buen rato y entonces se giró mirando con dureza al soldado que le seguiría. Más te vale estar más atento en salvarme el culo que en sobármelo… suspiró para tomar aire y asegurarse que sus siguientes palabras tuviesen la profundidad adecuada, o te arrancaré los ojos. Con su aviso emprendió la marcha alerta, midiendo cada paso hasta conseguir salvar producir más ruido del inevitable, tarea ardua contando que el tiempo no jugaba en su favor.

Yo ire delante. Biehn, flanco derecho, Asimov, flanco izquierdo. McCallister, Hyun, Barrowman, Gaines y Martin, en el Centro, por ese orden. Separacion de los flancos con el grupo principal de tres metros. Formacion en hilera, os quiero separados un minimo de metro y medio entre uno y el siguiente.

Entendido señor.  Digo en son de mando. Ya escucharon señores, ahora saldremos de la seguridad de esta cosa, cuiden su tracero. Me pongo la máscara y alisto las armas.

Comenzó esta mierda, y voy a luchar con toda...

Salgo  del lugar ocupando mi puesto, pero fijandome bien en quienes tengo detrás y quienes adelante.

Me fijo en el terreno y espero que mis compañeros de misión tengan bien abiertos los ojos.

Los soldados avanzaron cautelosamente peinando el terreno con aquella formación envolvente y en profundidad. La vegetación era espesa en la ribera de aquel riachuelo, pero poco a poco se fue aclarando. Biehn comenzó a notar algo extraño, conforme se acercaba a un pequeño repecho resbaladizo. Notó un sonido, o una presencia, y extremó las precauciones cuando subió. Algo parecido sucedió a Hyun, que notó perfectamente el temblor de los pasos metálicos contra el suelo. Se detuvieron y esperaron, emboscados, pero nada sucedió.

Asimov terminó reptando por su flanco hasta llegar al borde del repecho. Al otro lado del pequeño barranco vió perfectamente definido un claro en la selva, donde había tres cylon centurión modelo 005. Dos de ellos estaban de espaldas, operando o revisando una tanqueta antiaérea con misiles. De hecho estaban recargándola con dos nuevos misiles después de que hubiera disparado al helicóptero. El otro cylon estaba de guardia vigilando el perímetro, y llevaba entre sus manos una ametralladora 7,62 mm la cual empuñaba como si fuera un fusil de asalto. Por fortuna, no vió al soldado, y este pudo informar a sus compañeros mediante señas.

Parecía que las tornas se habían vuelto y ahora podrían cazar al cazador.