Partida Rol por web

La mitad del cuerpo de Scott asomaba por la litera sobre la que se apoyaba mientras con un brazo se sujetaba con el otro aporreaba el aire - ¡¡ Vamos dale dos tortas y que se vuelva a fumar al rincón jodeR !! - Scott disfrutaba muchísimo con esto. Nunca había participado en corrillos de lucha oficiales, sus hermanos le hubieran cosido la cara a tortazos por hacer algo tan estúpido, pero le gustaba meterse en broncas y animarlas como al que más.

¡¡ Venga marine que parece que te hayan entrenado en una guardería jodeR !! ¡¡Ja-ja-ja!! - Ni de casualidad Scott se percató del flash o de que sus compañeros se estuvieran acomodando, para él ahora mismo solo había una pelea de gallos - Eh tú marine - Comentando con un tipo que se apoyaba en su litera para tratar de ver mejor - doscientos por el recién llegado Joder

- Si tuviera doscientos cubits, no los tiraría apostando por ese incompetente. - Respondo sin mirar al que ha propuesto apostar. Tras decir esto,  por si hay más fotos, me coloco de tal forma que entre la cámara y yo no haya una línea de visión optima para las fotos.

Una vez que el puño de Martin encontró carne, comenzó a cebarse en su oponente. La primera fue a la cara, aturdiéndole. Y sin darle mayor respiro, al golpe le siguieron otros, hasta que el cabo Koul cayó al suelo en un traspiés. El ruido de la pelea atrajo a dos miembros de la policía militar, que se personaron allí dispuestos a disolver la pelea porra en alto. El corro se disipó automáticamente, y pudieron escuchar una voz tras los guardias.

-¡Me cago en todo!, ¡firmes marines!

Se trataba de un oficial de guardia, que había acudido avisado por la pelea. Era un capitán al que no conocían de nada, y que parecía tener mucha mala leche. Los veteranos si parecían reconocerle, aunque no les dijeron nada.

-Ya sabéis que pelearse va contra las normas. Y por Atenea que eso que huelo es un porro. Os acabáis de buscar un buen lío, mamones.

Hizo una seña a los policías.

-Soldados, escolten a estos despojos de soldados hasta el cuerpo de guardia. Tienen que darme unas cuantas explicaciones.

Y los gorilas fueron a echarles el guante.

Que poco me ha durado el listillo. Mucho espíritu de combate no parecía tener no.
Tras derribarlo, doy un paso atrás permitiendo que se incorpore. Pero no es un paso muy largo no. Ahora, lo tengo ante mi tambaleante y boqueando como un pescao por la falta de aire.
Y justo cuando mi diestra empieza a tomar impulso en un gancho de abajo a arriba, centrado en su mandíbula, escucho algo que mas parece un ladrido que un grito.
Pivoto sobre mi mismo mirando directamente al oficial que acaba de llegar.
Me cuadro al mas puro estilo de los cuellos de cuero y permanezco en posición de firmes tras taconear en silencio absoluto.
El par de panolis que llevan el brazalete de Pm se me aproximan, y yo los juzgo con ojo crítico mientras lo hacen
Si. He de admitir que quizá me darían un poco más de trabajo que el gilipollas boqueante.
Y cuando el oficial habla del lio en el que me he metido, casi casi sonrio. Desde luego, se perfectamente donde estoy y se lo que nos espera fuera. No permito que mi sonrisa resulte evidente pero no puedo evitar contestar.
¡Señor, será un placer dar todas las explicaciones adecuadas sobre nuestro interesante intercambio de opiniones!, ¡¡Señor!!

Guardó su dispositivo con velocidad cuadrándose lo antes posible ante la presencia del desconocido superior. Su mirada estaba cargada de hastío, pero su actitud era disciplinada, se apiadaba del pobre recién llegado y cierta nostalgia le invadió. Recordaba cómo sus hermanos acaban siempre echando horas castigados por sus estupideces, quizás no fuera tan malo un ápice de infancia en la carnicería de Medra. Se arrepintió en el mismo momento en qué abrió su boca, pero sería muy injusto dejar que una estupidez llegara tan lejos. ¡Señor! Apenas han llegado a conocerse, sólo estaban divirtiéndose un poco en su presentación... acabamos de llegar. La voz se fue suavizando acabando en un suspiro, sus ojos fueron mirando a los nuevos reclutas y los veteranos con intensidad. Quizás quitarle hierro al asunto le hiciera considerar la importancia de disponer de soldados con la moral alta.

Apenas se abrió la puerta y las botas de Scott tocaban suelo, cuando el oficial entró vociferando el soldado Asimov se echó a un lado entre literas y se cuadró firme, junto a una compañera de muy buen ver...

Contigo iba a acabar yo de llegar - Murmuraba Scott aprovechando que el oficial pasaba de largo para ver la retaguardia de Lee. Ella se giró un momento y Scott, rapidísimo volvió a ponerse firme, tal vez no le hubiera oído, pero el oficial volvía sobre sus pasos así que guardó la compostura

Cuando la pelea está a punto de acabar, el "veterano" no parece estar a la altura, tal vez sea por las drogas, aparece la PM y se acaba la poca diversión que había hasta ahora, por lo que me separo de la litera y me doy un paso atrás.

Justo detrás de ellos aparece el oficial de guardia, si la situación ya era mala, ahora se va a poner aún peor. Yo simplemente me cuadro, manteniendo la mirada fija en la pared de enfrente y la boca cerrada, para evitar empeorar la situación.

El capitán intervino para matizar sus dudas y otras cuestiones.

-La base más cercana de la que tengamos conocimiento está a más de setenta clicks de allí. Lo que en un terreno como este supone casi dos días de marcha. Puede que exista algún puesto avanzado en las cercanías, es lo que creemos. Se tratará de alguna especie de base o búnker de pequeñas dimensiones destinada a entorpecer nuestra actividad de reconocimiento aéreo. De ser así tendrá que ser de reciente construcción, porque no habíamos tenido problemas con fuego antiaéreo en ese sector hasta la caída del raptor.

Tenía preparada una carpeta para Creed con los informes relativos a los miembros de la tripulación del raptor y su refuerzo.

-El sargento al mando de este pelotón murió en combate durante el asalto de una estación DRADIS del enemigo, que sus hombres terminaron tomando. No son cobardes ni apuñaladores por la espalda, si eso le preocupa. El sargento murió alcanzado por fuego de ametralladora del enemigo.

Miró el reloj para contestar a lo de las fotos.

-De ayer por la tarde, exactamente. Fue el último barrido fotográfico de nuestros satélites a las zonas limítrofes a las que controlamos -carraspeó- Depende de que tipo de animales sean. Los artrópodos, que son los que abundan, tienen el cuerpo bajo el caparazón a una temperatura no tan destacable como un mamífero. El exoesqueleto de quitina se encuentra casi a la misma temperatura que el medio, así que a veces es difícil detectarlos por señal de calor. Pero no se preocupe, les escuchará antes de verlos. Esas malditas patas de los bichos crujen de forma muy molesta. Cuanto más grandes, más audible es el crujido. Así que cuando escuché un intenso silencio en la zona... sabrá que hay tostadoras cerca.

El oficial iba a abandonar el barracón cuando la cabo hizo aquella apreciación. Entonces, dejando a los detenidos con la policía militar, se acercó a la técnico con gesto intimidante.

-Será mejor que tenga cuidado, técnico. A los marines les gusta pasarse por la piedra a las mollies* recién llegadas. Y usted apesta a novata. Ocúpese de proteger su propio culo, y el resto de sus orificios.

Parecía que detrás de sus palabras había más que un consejo. En sus ojos leyó la amenaza de la palabra violador.

Hombres buenos y valientes, espero que así sea, si no... pienso

En silencio miro el mapa y pregunto al capitán

¿se conoce algún tipo de interferencia en las comunicaciones en el sitio?

La pregunta no era tonta, pues ciertamente existian áreas donde las comunicaciones eran nulas.

-Las propias de la orografía. Ya sabe, los valles y la comunicación de radio no se llevan muy bien. Pero mientras tengan cerca a la cobertura aérea no habrá problema. Pondré a su disposición un técnico de radio con un equipo pesado de retransmisión, y a un sanitario. No tendrían que tener más complicaciones.

Si en algún momento le debía respeto a este tipo por su rango, podríamos decir que se perdió en el mismo segundo en que suelta su amenaza.
Miro fijamente a los mios aprovechando que el oficialito se ha adelantado de nuevo y solo hago dos gestos.
Una leve negación con la cabeza y también, un movimiento de cejas.
Espero que baste con este par de gestos pues el capullo, está ahora mismo en su hábitat. Otra cosa distinta seria encontrármelo en el burdel mas cercano. Alli, le hubiera explicado un par de cosas a la manera de Canceron.
Por tanto, manteniéndome perfectamente cuadrado, sin variar un apice la posición, añado.
¡Señor!, estamos listos para movernos cuando lo indique, señor!

El comentario del oficial de guardia hace que desvíe levemente la mirada de la pared de enfrente, para fijarla en los dos PM que han entrado antes que él y observar su reacción a los comentarios del oficial. Después, durante apenas un segundo, fijo mi mirada en él y en su cara, para poder recordarla, y busco su nombre en el parche de la guerrera, para así estar seguro de su identidad. Ya que cómo decíamos en casa, nunca sabes a quien te puedes encontrar borracho en una esquina a oscuras.

Finalmente vuelvo a fijar mi mirada en la pared de enfrente, y me concentro en otra cosa para mantener la postura de firmes.

Manteniendo firme su postura, no se dejó llevar por las palabras del desconocido oficial que intentaba provocarle. Sus ojos repasaron rápidamente la figura del degenerado que le estaba amenazando y respondió con contundencia, desplegando en su voz una potencia que sólo alguien de su calaña se merecía, sin importarle lo cerca que estuviera. ¡Hecho señor! Pan comido. En ese momento fijó su mirada en los ojos del oficial, si había sido tan estúpido como sugerir algo así delante de los marines y la policía, con suerte conseguiría cagarla del todo y confesarlo antes de tiempo.

Si hay ruido, malo. Si no lo hay, peor. Este sitio comienza a gustarme. Pienso, mientras recojo la carpeta, ojeando los documentos por encima. Simple curiosidad, y cierro la capreta, vlviendo al vista a los mapas. Si eran tan actuales, podrian tener ventaja, al menos, en este sentido.

Tendrian que ir con pies de plomo. La verdad, la noticia de que los hombres asignados merecian la pena, alivio cierta tension, cierto temor. Al menos no tendria que vigilar a la fauna local, a las tostadoras y sus propios soldados.

Dejo hablar, y escucho lo que tiene que decir McCallister. No iba falto de razon, todo sea dicho. Era un hombre inteligente, mis intuiciones iniciales eran correctas.  Gracias, Señor.  Contesto al capitan.  Si no hay mas que añadir, me reuniré con mis chicos y partiremos de inmediato. El tiempo juega en nuestra contra.

En silencio, espero la conclusión de la reunión y comenzar a planear y ejecutar esa misión. Todavía tengo reservas, pero en el terreno se responderán. Hago una señal de asentimiento.

En el preciso instante en el que Martin salía por la puerta junto a Koul y los miembros de la policía militar, el teniente Creed y el sargento McAllister llegaron a bordo del jeep, el cual detuvieron junto a la entrada del barracón. Al bajarse se quedaron mirando un momento la escena. Los hombres que estaban en el barracón habían salido con sus máscaras a asomarse afuera, viendo como un alférez de guardia y dos policías militares se llevaban a sus dos compañeros. Uno de ellos era uno de esos soldados "de refuerzo" del antiguo pelotón del sargento muerto, y presentaba un significativo moratón en la mejilla derecha.

¿Qué demonios sucedio aquí?, pregunto alarmado, justo no hemos comenzado la misión y ya se estan matando entre ellos.

¡Ah!. Nada como este tufillo al hogar. Alla voy de nuevo.
Pensando en estas cosas y en otras ya que estoy, salgo del barracón escoltado por los PM y con el oficialito pegado a mi culo. Lo cual, teniendo en cuenta su anterior demostración de carácter, no es que me tranquilice precisamente.
Por tanto, cuando escucho la voz de mi Sargento, vuelvo a cuadrarme, pasando del oficialito, saludo y con voz totalmente neutra o al menos, eso espero, paso a informar del estado de la situación.
¡Señor!. Me encamino a recibir la amonestación pertinente tras haber intercambiado opiniones con el representante del comité de bien venida,señor!
Señor, si se me permite la aclaración, dirimiamios nuestras desavenencias sobre el protocolo de llegada con el grado adecuado y conveniente de educación y modales. ¡¡Señor!!
Y menos mal, que llevo la mascara respiratoria puesta. Afortunadamente, lo bastante bien puesta como para que no se note cierta "agitación" que me da tras soltar la ultima frase.

Me cago en esta puta mascara de los cojones...  Me quejo, acomodandome la mascara como puedo, mirando la base, intentando memorizar como es. El viaje es tranquilo, en silencio, y hasta que no se para el Jeep, no giro la cabeza hasta ver la policia militar escoltando a un soldado.

Un segundo vistazo, que me obliga a entrecerrar los ojos, pensando, hace que acabe por reconocer a Martin. En la puta foto de la ficha salia mucho mas favorecido...

Salto del Jeep, dejando que el Sargento corra por delante mio. Yo, mas calmado, me limito a observar la situacion en segundo plano, escuchando a McCallister hacer la pregunta que yo mismo tenia en mente.

Alto. Alzo la voz, grave y ligeramente modulada pro la mascara. Saco pecho, llevando las manos a la espalda, mirando a los policias militares, y al oficial al cargo.

Apartir de aqui, yo me encargaré del soldado Martin. Pueden retirarse. No me interesaba su version. Aborrecia que comenzaran a discutir, hablar o simplemente, tener que escucharlos. No estaba alli para hacer de juez, estaba alli para ponerlos rectos, para cumplir objetivos y para cuidar de aquellos. Sobretodo para cuidar de aquellos chavales.