Partida Rol por web

Miro el páramo helado que tengo en frente mientras el frío viento se impacta contra el visor de mi casco. Muero por fumarme un abano, pero no sería prudente en este momento de alerta y espera. Junto con Sonny y Mackeyn habíamos construido una pequeña defensa para la puerta, lo que nos asegura dos factores principales: Protección de la parte más débil del muro y división estratégica de los atacantes.

El combustible se utilizó en preparar aquel muro de fuego, pero la otra mitad aun está en un bidón sobre el muro, esperando el mejor momento para ser utilizado, algo que ya tengo en mente. Hablo fuerte por el canal 3 a mis soldados las instrucciones finales:

 - "Escuchen bien lo que voy a decirles. Este nuevo muro de fuego altera nuestra forma de llevar la misión. He escuchado unas recomendaciones de Gawain y he decidido nuevas posiciones e instrucciones para los miembros del escuadrón. Desde el este a oeste las posiciones serán tomadas por Mkoll, Raynor, yo, Bockman, Wallace, Gawain, Mackeyn, Evans, Sonia y Sonny. Wallace y Gawain serán los únicos dentro del cerco, por lo que les confiero libertad para hacer fuego a discreción, excepto si algún bicho atraviesa el fuego, pues su misión será acabarlo. Bockman como siempre, usarás el Morita hasta que te indique lo contrario, disparando desde el lado del arma montada para usarla en caso de necesidad de forma rápida. Mkoll, tu trabajo es acabar con algún volador que veas y Raynor te ayudará en caso de que lo solicites, por lo que será tu responsabilidad evitar que pasen a otros muros. Sonny, a tu lado estará el combustible que nos queda. Cuando yo de la señal, todos se moverán un paso hacia atrás y Sonny llenará el borde del muro con combustible para prenderlo al retirarnos. Le cubriremos hasta que recorra todo el muro y aun entonces deberán esperar mi orden expresa para irnos, pues en el Fox no dejamos a ninguno de los nuestros, los veteranos ya lo saben. Desde Sonny hasta Mackeyn solo dispararán al oeste del muro de fuego y serán dirigidos por el Cabo Evans. Desde Bockman hasta Mkoll solo dispararemos al este del muro. Esto es para no disparar todos contra el mismo bicho y mantener todos los flancos cubiertos. Solo Gawain y Wallace pueden disparar donde quieran, pero recuerden no distraerse de su misión. Todos tienen sus órdenes, sé que las harán bien."

Toda la planificación está hecha y solo resta esperar, aunque muy poco falta para que los arácnidos se agolpen en nuestras puertas, reclamando nuestra carne con la incontenible fuerza que esta especie ha demostrado en estos años de guerra. Ciertamente la humanidad es valerosa y sumamente fuerte para enfrentarnos a ellos como lo hacemos.

Apoyo mi mano izquierda en el muro mientras con la derecha sujeto el mango de mi Morita, quien tan fielmente me ha mantenido con vida sin fallarme nunca. Miro a mis hombres y veo en ellos muchas emociones: Confianza y valor en algunos, desconfianza y miedo en otros. Los veteranos saber que no los defraudaré mientras la sangre fluya en mi cuerpo, pero los nuevos no ponen las manos al fuego por su oficial, lo que está muy bien. Yo mismo he visto amigos caer por una mala dirección, es por eso que siempre me he esforzado en tomar las mejores decisiones y creo que por el momento lo he logrado. Les hablo para influenciarlos un poco con lo que yo siento y con mis pensamientos:

 - "Soldados del Escuadrón Fox. La hora de la batalla final por este Fuerte se acerca y es nuestro deber mantener la integridad de la defensa del muro sur. Muchos hombres han luchado y han dado sus vidas durante el tiempo que llevamos en guerra contra los arácnidos. Muchas vidas se han perdido, muchas de ellas inocentes, pero nosotros estamos aquí porque es lo que deseamos. Nosotros acudimos al llamado de la Federación, acudimos al llamado de socorro de nuestra especie y nos plantamos frente a la amenaza alienígena pronunciando un fuerte NO al asedio de nuestros enemigos y deteniendo su avance y conquista dirigida a la Tierra. Si hoy morimos, no habremos sido victimas de nadie sino que habremos sido héroes luchando por que creemos y pensamos. Luchando por la subsistencia de la humanidad, luchando por tener un mañana que ofrecerles a nuestros hijos. Nadie de aquí bajó obligado, pues todos los que me acompañan el día de hoy están aquí porque desean gritarle muy alto a los bichos que no nos rendiremos, que no podrán exterminar al ser humano y que no llegarán jamás a la Tierra, y para eso lo primero que les gritamos es que hoy pueden intentar lo que sea, pueden mandar a cuantos puedan parir, pueden hacer la puta cosa que les plazca, pero ¡NO TOMARÁN ESTE FUERTE, PORQUE EL FOX NO LES DEJARÁ! ¡¿QUIEN ESTÁ CONMIGO?!"

Mis palabras terminan con altos gritos de batalla, mientras mi corazón se inflama de valor y orgullo, teñida con emoción y forjada con la decisión férrea de cumplir con mi deber, no dar un paso atrás y no morir hasta que la última de mis balas salga por el cañón de mi rifle, pues solo entonces, cuando sepa que mi objetivo ha sido llevado a cabo, podré morir en paz, sabiendo que soy digno de reunirme en el otro mundo con los valerosos héroes de la Humanidad que he despedido a lo largo de mi servicio.

Mkoll seguía vigilando mientras escuchaba la arenga del sargento.

"Bonito discurso amigo, pero yo ya sé cual es mi labor... no me estuve unos cuantos meses cazando y escondiéndome de los bichos de mi colonia para ahora dejarles hacer lo que les de la gana"

Pero creía que debía responder algo al sargento por el canal, aunque sea por no quedar mal, así que dijo:

-No se preocupe, estoy aquí para recordar a los bichos que ya están muertos. 

Después de entregar el combustible al Sargento Focker habían hecho una barricada con los bichos muertos para proteger la puerta y los habían rociado de combustible. El resto lo dejarían de reserva de momento. La alambrada ya estaba también dispuesta así que solamente faltaba que llegaran los invitados de honor: los bichos.
Aprovecho estos momentos de calma para observar mi arma y comprobar que no está dañada, no quiero quedarme sin poder disparar en mitad de un asalto. Todo esta bien y las recargas en su sitio.
El Sargento Focker da las últimas instrucciones. Me ordena colocarme entre Mkoll y él en el extremo este del muro. Ocupo mi posición sin decir una sola palabra y observo la zona sobre la cual tendré que disparar cuando empiecen a aparecer los bichos, hay que familiarizarse con el terreno lo antes posible. Asiento al recibir la orden de ayudar a Mkoll con cualquier bicho volador que él me diga. Miro a mi izquierda hacia mi compañero y le alzo el pulgar en señal de estar preparado para prestarle ayuda en cualquier momento. Cuando el Sargento acaba alzo mi rifle mientras grito:

-Por la Fox Sargento!!

Después espero en silencio intentando concentrarme sobre el horizonte despejado.

Quedarme en el centro, quedarme en el centro. ¡Si señor! Grito con energía mientras busco mi posición. 

¡Kurt! Va a resultar que eres un pequeño maestro de la planificación, ¿eh? Sonrío abiertamente. 

- "Soy un simple novato, Soldado Wallace. El único salto de combate que he realizado jamás, no tuvo nada que ver con esto. Allí estábamos en superioridad total, y los bichos fueron aplastados por completo.

Parece que nosotros somos los tiradores libres, debemos procurar que nada sobrepase el cerco. Aunque por nuestras posiciones diría que usted apoyará más a los hombres del Sargento y yo a los del Cabo.

Es importante que estemos muy alerta." -

PERCEPCION: Un 20 natural, para un total de 31.

Lo peor era la espera, sin duda. Tantas horas ahí, esperando, sin que apareciera ni un sólo bicho, era hasta desesperante. Esa era la puta manía de los arácnidos, tenerte esperando y aparecer luego en tromba en el peor momento. Eso no hizo, sin embargo, que Sonia estuviera menos atenta y vigilante, ni mucho menos. No, ella se mantuvo en el pueso en todo momento, esperando con paciencia a ver qué podía suceder.

En uno de los momentos durante las horas que allí pasaron, bajo el frío natural de aquél maldito planeta, sintió una leve tirantez en la cicatriz del vientre al moverse, por lo que se pasó la mano por ahí, recordando lo estúpido de aquella herida. Pero bueno, lo había aceptado como uno de los avatares de la guerra. Podías morir de infección, de un mal paso... Todo era posible siendo un soldado.

Finalmente, con prácticamente todas las medidas defensivas del fuerte ya terminadas hacia rato y con la inminente, en teoría, llegada de la flota, sólo quedaba seguir esperando. Y Focker, previsor y veterano como era, oliéndose que seguramente los bichos no querrían esperar más (y que era ya la hora de comer), empezó a dar nuevas instrucciones, que la latina se apresuró a cumplir, colocándose en su nueva posición. Tras eso, el sargento intentó levantar los ánimos de la manera que él sabia, y la chica esbozó una sonrisa. Sí, sabía cuán jodidamente cierto eran cada una de sus palabras, nunca se podría dudar de él tras haberle visto luchar o cargar con el cuerpo de uno de sus hombres. Gary Focker era un hombre al que se le podía seguir hasta la puerta del infierno y más allá. Así que, cuando hizo la pregunta, ella respondió:

- Siempre he estado con usted, Sargento, y lo estaré hasta el final.

Se acercaba la hora del verdadero combate, y Mackeyn se encontraba predispuesto para el combate. Ahora simplemente había que esperar a que los bichos apareciesen en el horizonte y luego a combatir. Luchar o morir: esa era la máxima de todo infante. 

Escuchas las órdenes del sargento, y se coloca en su nueva posición asignada. Desde luego, su plan tenía lógica del todo... solo esperaba no disparar al mismo bicho que sus compañeros. No era momento de desperdiciar balas. 

Como siempre, el discurso final del sargento hace sonreír a Mackeyn:

SI SEÑOR- grita al oír sus últimas palabras- y debería dedicarse a la política, sargento, lo hace muy bien

-Atentos al sur-dijo por el comunicador-me ha parecido ver algo... podría no ser nada, pero más vale asegurarse. 

Efectuada tirada adicional, ha salido un 4.

PERCEPCION: Un 20 natural, para un total de 35.