Los dormitorios de la infantería móvil están separados por pelotones y escuadrones, cada pelotón tiene su baño particular y su área de relajamiento. Esta ultima esta conformada por área de video con cómodos sillones y botellones de agua para su consumo, a la par cuenta con algunas mesas para su uso diverso.
Me acerco a paso rápido al dormitorio de la Fox y me dejo caer en mi cama con un poco de suavidad por respeto a mis heridas. Eso de despedir a otros soldados no me afecta tanto, pero saber que podría haber estado ahí es mucho peor. Y la idea de beber con el estómago vacío tampoco es de mis favoritas, así que hago tiempo sacando con tranquilidad el cinturón de combate y todo el equipo que he ido pidiendo prestado para el trabajo que tengo en mente. Y es que llevar muchos cacharros es interesante, pero lo de poder llevar la otra pistola que he conseguido al mando tiene mucho mejor aspecto. Pero tampoco voy a hacer el feo de quedarme aquí y no cumplir las órdenes del sargento, que seguro que es capaz de enterarse y crujirme desde donde esté ahora mismo en la nave. Y con el tiempo libre que heda hasta la hora del banquete en mente, me guardo las cosas pequeñas en el bosillo y me encamino a la cantina de la infantería, sopesando el cinturón en la mano y pensando en cómo voy a llevar a cabo el apaño.
Sonny se pone a trabajar, al menos por ahora la planificación, de transformar el cinturón en uno capaz de llevar dos pistolas. Todas las herramientas que menciona las ha pedido prestadas para la tarea, y como no piensa llevárselas ni nada no considero necesario describirlas.
Saliendo de: Dormitorios --> Destino: Cantina
Mientras Sonny salia de los dormitorios se topo de frente con la cabo Sandoval, quien guiñándole un ojo, bostezaba severamente dirigiéndose probablemente a su dormitorio.
Le había querido decir algo con eso pensaba Sonny mientras caminaba rumbo a la cantina.