¡¡¡NOOOOOOO!!! - Kon se precipitó hacia el interior de la sala tratando de agarrar de alguna forma al desaparecido ren que acababa de esfumarse ante sus ojos.
Asió el aire dos o tres veces, ensimismado, en shock por una pérdida tan repentina de quien había sido su compañero de viaje. Solo las palabras de Dastan lo devolvieron a la cruel realidad.
Pero...pero - el chico apenas lograba retener las lágrimas en sus ojos, que se mostraban vidriosos como un embalse a punto de desbordarse.
¿Donde...? ¿Como...? - realizaba preguntas al aire, sin esperar una respuesta, con una mirada vacía acompañando su decaida expresión facial.
Los Viajeros no sabían qué había pasado, ni qué hacer ahora. Estaban claramente perdidos, pues los fantasmas le habían quitado a uno de sus compañeros, y a Kon a un amigo. Fue cuando todos miraban al techo, en ese punto donde Mö había desaparecido con los fantasmas, que entró volando un ave de colores vivos.
-No debéis temer Viajeros-
La voz del pájaro era preciosa, melódica y etérea. Acariciaba los oídos de los Viajeros como si de una brisa suave se tratara.
-El ren hizo una promesa a los fantasmas. Su música por una recompensa-
-Ahora ha pasado a ser músico de la corte del Emperador del clan Taiga-
-El Emperador poseía estas tierras, pero le fue imposible contener las Bestias que habitaban en los bosques-
-Ni siquiera el primero de los Redhood había nacido por aquel entonces-
-Estos fantasmas vagan cada noche por esta zona, llegando a espantar a los monjes del templo-
-Los monjes ahora podrán volver, pues el ren calmará ahora los espíritus de los que no tienen reposo-
El ave sobrevoló nuevamente a los Viajeros y los bendijo, vertiendo sobre ellos la bendición el relato de la amabilidad*.
-Ahora volved al templo, Viajeros-
*Bendición de Naga: Los PJs que ayuden a otros sin esperar nada a cambio aumentan su ESP en un grado hasta el final de la sesión. -> será efectivo para la siguiente jornada puesto que esta está por acabar.
Nunca había visto algo tan hermoso. Había visto las tallas más finas, esculturas que parecían vivas, pinturas que parecían salirse de sus lienzos, maquinarias que funcionaban durante años sin mantenimiento... pero nunca había visto una criatura tan perfecta y que embargara su corazón de esa manera. El brillo de sus plumas, el tono de su voz en lo más profundo de su alma, hicieron que Hamo no se atreviera a parpadear por miedo a que desapareciera al hacerlo.
Pero no fue sólo quién y cómo lo dijo, sino el contenido de sus palabras embargó el corazón del artesano, arrancándole lágrimas de emoción. Mö se había sacrificado por ellos, por los monjes, por los Reinos. Había dado su vida para cautivar a esos espíritus errantes y ahora ocuparía un lugar en la Historia.
Cuando el ave voló y desapareció, y Hamo sintió sobre él aquella bendición maravillosa, se limpió las lágrimas con una sonrisa, y miró a Kon.
- No se ha perdido - dijo, convencido de ello - No se lo han llevado. Ha elegido su Camino. Ha encontrado el destino final de su Viaje.
La aparición de aquel ave borra de mi corazón todo refunfuñar, que era algo que hacíamos muy bien los de mi especie. Refunfuñar, comer y dormir siestas. Los malos sentimientos que había comenzado a sentir hacia el ren se desintegran con cada movimiento de aquel ser maravilloso. Como con si su batir de alas, mi alma fuera limpiada, dejando simplemente la pureza con la que nacemos y vamos empañando por el camino. El viaje nunca es fácil.
Mis pupilas se dilatan, pasando a formar un circulo grande y prefecto, pera mirar cada detalle de la criatura. El ronroneo que brota de mi garganta es potente y sonoro, cual motor de aquellas tecnologías presentes en otras tierras, a las que mi gente había pertenecido alguna vez.
- ¡No te vayas! ¡No te vayas! - no podía evitar decir. Esa criatura no podía irse, no la había admirando del todo.
El destino del Ren se había manifestado, su viaje había tocado a su fin y había dado su vida o su tiempo (Dastan no lo tenía claro) para aplacar a los fantasmas, para los monjes, para... para todos en general.
Nos lo había dicho un mensajero de los Dioses. Aquello no tenía otra posibilidad, se había llevado toda la angustia.
—Si, Hamo, y quién sabe si los calmará del todo y podrá proseguir dentro de un tiempo el mismo viaje... —en cierto sentido era afortunado y en otro menos, pues ya no viajaría más.
Sasha se quedó mirando al pájaro y Dastan sonrió —Tienes el rostro hermoso, chica Neko... al menos cuando miras así de ilusionada... ¡espero que no lo admires así con ganas de meterlo al puchero! —se atrevió a bromear de lo feliz que estaba.
Quedaba una decisión más. —Lo siento y me alegro por tu compañero, Kon... pero eso quiere decir que tú te tienes que venir con nosotros. Eres una persona agradable y no te quiero perdido y solo por los bosques del Reino del Peligro.
—¿Estáis conmigo, compañeros? —dijo a todos, especialmente a Kivo, que todavía no había hablado.
– Sí... volvamos... –dijo Kivo, absorto. Se había quedado con la boca abierta desde que apareció aquella magnífica criatura, un espíritu celestial de belleza tan perfecta que el pequeño oovi sintió emocionarse. Tanto que cuando desapareció sintió angustia. Como la pérdida del amor.
El ren había elegido su camino. Seguramente tenía una semilla en su interior, supuso Kivo, que le había encaminado hasta ese misterioso templo. Y se sintió agradecido de que su propia semilla le hubiera llevado a conocer a ese mono antipático, porque eso le había llevado ante aquella presencia maravillosa. ¡No podía ser casualidad!
Tan rápidamente como vino, la agonía desapareció. La aparición de aquel ave tranquilizó el alma de Kon de manera ilogica y anormal, pero logro calmarlo. Tras su marcha la tristeza por la pérdida amenazaba el corazón del joven, pero las sabias palabras de Hamo le hicieron encontrar un sentido a la marcha de su compañero, de su amigo.
Por último, la propuesta de Dastan llenó el vacío que su corazón albergaba por la pérdida de su grupo de viaje, otorgándole de nuevo la llama de la ilusión por el descubrimiento, por la aventura, por aquello que creía ya perdido.
Yo... ¡¡me alegro mucho de que pienses eso!! - respondió con una cálida sonrisa a pesar de que sus ojos contiinuaban ligeramente enrojecidos - creo que sois todos buenas personas y me gustaría poder viajar con vosotros, pero sólo si todos estáis de acuerdo, no quisiera molestar a nadie... - terminó diciendo con un hilillo de voz.
Kun deseaba quedarse. Lo mínimo que podían hacer con semejante viajero, tan agradable y encantador era permitírselo. Dastan miró al resto esperando confirmación.
—¿Que os parece? Bien o mal, debemos volver al templo y descansar, ya no hay nada que hacer. Por dolorosa que sea la separación de Mö, al menos sabremos que por la noche no nos acosarán los fantasmas.
Dastan estaba impaciente por conocer que pensarían de lo que había propuesto Kivo, Sasha y Hamo.
- Por supuesto, ¡cuantos más, mejor! - dijo, poniendo la mano sobre el hombro de Kon. No sólo consideraba que el muchacho tenía buen corazón y combatía de maravilla, sino que se sentiría fatal si se viera obligado a viajar en solitario ahora que su compañero se había unido a... ¿al más allá?
Los Viajeros, sin saberlo, recibieron mi bendición y llamaron mi atención. Aquellos muchachos valerosos, que habían tomado el camino para vivir aventuras, eran merecedores de que cuidara de ellos y les echara un ojo.
Todos volvieron para el templo, donde no tardarían en volver los monjes en cuanto supieran las buenas nuevas. Un templo consagrado a los dragones, en especial a uno que no vivía demasiado lejos de allí. A Naga. A mí. Me maravilló ver que tomaban a bien la pérdida de su amigo, pues no se había marchado, solo había tomado otro camino en su futura aventura.
Los viajeros comieron y se resguardaron de la lluvia y las bestias. Descansaron y decidieron que al día siguiente tomarían su camino. Irían hasta el mismo centro del Reino del Peligro, porque hasta allí les llevaba su curiosidad y su preocupación. Tenían que averiguar si era verdad eso que decían del primogénito Redhodd, porque se ser así el problema era más grande que una cosecha que no maduraba.
Experiencia a sumaros: +8 por el nivel de topografía, +50 por la bendición del hombre dragón, +30 puntos por nivel 3 esqueleto derrotado.
Creo que con esto todos llegáis al nivel 2. Felicidades :D
Subiendo de nivel
Los personajes se vuelven más capaces cuando suben de nivel:
- Los PG (puntos de golpe) y PM (puntos de magia) aumentan en 3 puntos cada nivel, a repartir como quieras.
- La capacidad de carga aumenta en 1.
- Se ganan nuevas ventajas dependiendo del nivel:
Aumento de Característica
En cada nivel par aumenta una de las Características del personaje. Elige una Característica entre FUE, DES, INT y ESP y aumenta en uno el tamaño de su dado. El tipo de dado de una característica aumenta en este orden: d4 > d6 > d8 > d10 > d12 (máximo). Aumentar FUE aumentará también la capacidad de Carga (aunque no los PG o PM) añadiendo 2 a la capacidad de Carga.