Lobo Blanco y Kairi contemplaban la desolada ciudad de Kendermore desde una de las laderas del pico del pico Malystryx. El túnel que se encontraba a sus espaldas estaba completamente cegado por los cascotes y un rio de lava descendía peligrosamente hacia su posición. Kairi aun sujetaba en su mano la legendaria lanza. No había rastro de Anubis ni de Anna, el grupo se había dividido durante la huida. Sin más posibilidad de esperar debido a la proximidad del rio de lava, Lobo Blanco y Kairi y se encaminaron hacia las ruinas de Kendermore donde podrían reunirse con Kerra y Parrick Andachiflando.
En otro punto de la montaña Anubis y Anna habían surgido por otro túnel, ante sus ojos se extendía una gran bahía que penetraba hasta casi las faldas del pico Malystryx. Según Anna era la bahía sangrienta, situada en una ladera diferente a Kendermore. El túnel por el que habían escapado comenzó a temblar violentamente y las rocas que caían de la montaña amenazaban con aplastarlos. Sin mas posibilidad de esperar al resto del grupo, Anubis y Anna se encaminaron hacia la costa alejándose del peligroso volcán.
Los aventureros habían impedido el resurgir de la Merodeadora roja, la gran dragona, y habían recuperado un objeto legendario, pero aún no habían descubierto que abría la llave Quinari y las extrañas visiones que habían recibido. Estas eran cuestiones que se resolverían más adelante.
-Fin de la primera parte de la campaña La era de los mortales-