Partida Rol por web

La llave del Destino

Introducción: Las páginas del saber (Lobo Blanco)

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21/09/2017, 10:39
Lobo Blanco

No me gustaban las tabernas. Ni las posadas. En general, no me gustaban los lugares donde los hombres se aglutinaban como las hormigas en sus hormigueros. Sin embargo, aquella sala común desprendía un calor agradable y estaba impregnado de un aroma con cierto dulzor, que lo convertía en un lugar más deseable que el exterior de aquella ciudad atestada. Que el lugar estuviera casi vacío, lo hacía aún mejor. Y es que, aparte del posadero, tan sólo pude vislumbrar a dos personas más.

Buenos días. -Saludé sin expresión alguna al acercarme a la barra. Ni lo hice con alegría, ni con arrogancia. Sencillamente, mi voz carecía de tono alguno. ¿Estaba interrumpiendo la conversación del posadero con aquel comensal? Era una posibilidad, no había tenido tiempo de prestar atención a su conversación, y por tanto desconocía si era de vital importancia o tan sólo comentaban el menú del día o el tiempo que hacía- Quisiera tratar un asunto con el propietario, si es posible... -Le comenté, y me percaté de que estaba en el interior de un negocio, y los hombres eran más dados a hablar cuando su negocio era respetado como tal- ...y comer algo, por supuesto.

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21/09/2017, 23:26
Alak - Camarero

Lobo Blanco vio que el camarero apenas le había prestado atención. Es que el comensal que hace un rato había estado charlando con el camarero se dirigió con velocidad a las escaleras, pero fue interrumpido por éste.

- Lo siento señor. No puede subir...- le dijo mirándolo fijo.  No había maldad en su mirada, pero si había dureza y determinación. -  Nadie ha subido por ahí en varias horas...-

Luego se dirigió a Lobo Blanco.

- Disculpe joven, ¿Qué me decía?

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22/09/2017, 06:50
Lobo Blanco

Creía que aquel posadero me estaba atendiendo, pero al parecer no era así. Y no lo era porque, al parecer, aquel otro comensal con el que había estado conversando hasta mi llegada atrajo su atención al dirigirse a las escaleras que ascendían al piso superior. Aquel movimiento, de hecho, me pareció de lo más normal. ¿No era acaso una posada? Arriba estarían las habitaciones donde hospedarse, ¿no?

Sin embargo, el posadero le informó con firmeza de su imposibilidad para tomar aquel camino. Aquello me desconcertó, avivó mi curiosidad como la llama de una hoguera al recibir el soplido de la brisa. Tanto, que cuando el posadero se dirigió a mí tardé un instante en reaccionar.

¿Eh? Oh, sí... -Dije volviendo mi atención hacia él, o al menos mi mirada, ya que aquella escalera había atrapado mi curiosidad- Le decía que quisiera comer algo, y tratar un asunto con el propietario, si fuera posible. Y... -No pude evitar girarme de nuevo- Lo siento, no puedo no preguntar, ¿qué sucede con esa escalera? -Pregunté, señalando el lugar, completamente intrigado.

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24/09/2017, 14:05
Dungeon master

El hombre se detuvo unos instantes y miró desconfiadamente a Lobo Blanco. Luego relajó las facciones de su rostro y le respondió

 - Estoy buscando a alguien, un hombre con una capucha... - el hombre se rascaba la barbilla mientras recordaba. - Estaba ataviado con una capa oscura, de altura media y complexión delgada...- 

La conversación fue bruscamente interrumpida por el camarero

 

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24/09/2017, 14:09
Alak - Camarero

- No encontrará esa persona allí arriba.- dijo en tono neutral. - Están las habitaciones y otro salón más privado. Todo está vacío... créeme, nuestras arcas y yo lo sabríamos...-

Luego se dirigió a Lobo Blanco

- Le puedo ofrecer una sopa de puchero... en cuanto a la dueña y encargada del lugar, temo que debo preguntar primero cuáles son los asuntos que le llevan a preguntar por ella.-

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24/09/2017, 15:10
Lobo Blanco

Finalmente y páramo sorpresa, fue el desconocido quien, al haberme oído preguntar, expuso sus motivos para acercarse a aquella escalera. No entendí la reacción del posadero hasta un instante más tarde, cuando reaccionó a sus palabras. Al parecer, el desconocido buscaba a alguien, y debía tener intención de seguir buscando arriba, donde según el camarero no había nadie. Parecía lógico que no quisiera a nadie merodeando por las habitaciones, y realmente aquello no era asunto mío.

¿Eh? Oh, claro, mis motivos... -Alcé mis manos un instante, mostrando las palmas- Desde luego, no busco problemas de ningún tipo. -Expresé con gesto serio, y deposité en el suelo mi mochila, sacando tras liberar unos cordeles aquellos pergaminos y mostrándolos sobre la barra, donde pude comprobar que estaba seco y limpio como para no dañarlos- He encontrado y adquirido estos antiguos documentos en el bazar. El mercader que me los vendió afirma que salieron de una transacción con esta posada, y quisiera saber si la propietaria tiene algún recuerdo de ellos y su origen. -La dije, antes de volver a guardarlos- Entiendo que será una mujer ocupada, y soy un hombre paciente. Puedo esperar en aquella mesa de allí... -Señalé el lugar, la mesa más apartada y discreta, mientras volvía a colgarme la mochila al hombro- ...mientras degusto esa sopa. ¿Con un vaso de agua y una hogaza de pan, podría ser? -Sugerí al camarero, aguardando su respuesta antes de encaminarme al lugar.