Partida Rol por web

Siguiendo las indicaciones de Ezmerelda, los compañeros se dirigieron por el único camino entre los bosques hacia la Vieja Carretera Svalich hacia el pueblo de Krezk.

Allí, contrariamente a otros pueblos de la extraña región de Barovia, no fueron en absoluto bien recibidos. Unos titubeantes guardias apostados en las murallas del pueblo pidieron a los compañeros que dieran media vuelta aunque su insistencia les permitió parlamentar con el mismísimo Burgomaestre Dmitri Krezkov.

El lord, con cierto aire altivo, confirmó la prohibición de dejar pasar aventureros y más si eran "extranjeros" a Krezk, pero la educación y la valentía mostrada por los compañeros le hizo recapacitar para llegar a un acuerdo. Si eran capaces de recuperar un cargamento de vino de unas bodegas cercanas, les permitiría el paso a la Abadía de Santa Markovia.

Antes de marchar, Fionn se percató de que no sólo la escasez de vino estaba mermando la moral del burgomaestre, algo más importante y quizá más personal estaba afectando al lord.

Sin más preámbulos marcharon hacia la bodega "El Mago de los vinos", no muy lejos de allí. 

Cuando arribaron, vieron una figura entre los brumosos viñedos, parecía un anciano. Al acercarse para saludarlo, no sólo se encontraba él en los viñedos, toda una familia encapuchada con capas negras y ataviada con pieles curtidas les dieron una extraña bienvenida. Estaba claro que algo les había hecho abandonar la bodega aunque no fueron demasiado claros a la hora de explicar el por qué se encontraban alejados de ella.

Dirigiéndose al muelle de carga donde Adrian, el encargado de la bodega, les había indicado se encontraba un carro con tres barriles de vino, fueron asaltados por unas extrañas criaturas. Su cuerpo enraizado era capaz de lanzar multitud de espinos a larga distancia y sus golpetazos provocaban serias heridas. A cada segundo, más y más de estas criaturas emergían desde los viñedos e incluso otro grupo de las mismas apareció por la puerta del muelle de carga, comandada por un druida que al parecer había sucumbido a los horrores de las tierras de Barovia, que había corrompido su alma. Un banco de cuervos entonces acudió a ayudar a los compañeros, haciendo que su tarea fuera más llevadera. 

Finalmente acabaron con la amenaza pero, inconscientes de lo que podría aguardarles en el interior de la bodega, decidieron descansar por unos instantes y recuperarse de las heridas sufridas por estos extraños seres.

-Nuestro objetivo es llevar el cargamento a Krezk, pero habrá que echar antes un vistazo al complejo para limpiarlo de esos bastardos. ¿No? Está claro que no podemos dejar a esta gente sin esperanza--comenta Dagult, bastante animado después del primer encuentro con los druidas.

Trifius intentó meditar alguna solución, pero se encontraba entre la espada y la pared.

-Tienes razón Dagult. Deberíamos hacer algo por estas buenas gentes, pero no creo que pueda servirles de mucha ayuda en estos momentos. Mi capacidad mágica está casi agotada, y creo que la de Ta-Gar también, después de curarnos. Necesitaría un gran descanso para reponer fuerzas y memorizar nuevos conjuros con los que poder hacer frente a esta amenaza. Y ni aún así las tenemos todas con nosotros. Nos hemos enfrentado a un solo druida, y ahí dentro hay media docena, según los lugareños.

El gnomo suspiró resignado.

-En fin. Si os parece bien, propongo utilizar mi último recurso mágico lanzando un hechizo de invisibilidad sobre Garrett y que este explore la casa. Al menos así sabremos a ciencia cierta a lo que nos enfrentamos, y podríamos planear mejor una estrategia.

—¡Malditos druidas!..Dagult, estoy de acuerdo contigo no deberíamos dejar los viñedos en sus manos, seguramente son los causantes de la escasez de vino en la zona..— digo mirando al luchador

—Pero ¿sabemos por qué hacen esto?. Primero deberíamos saber contra quién nos enfrentamos,.. o mejor dicho,.. contra cuántos, y cuál es exactamente su propósito. La idea de Trifius me parece perfecta. Ya que si hay tantos druidas como insinúa la gente y tenemos que entrar en combate directo, nos costará muchísimo,.. por lo menos a mí personalmente..—

Tras un breve descanso, Garrett se animó a adentrarse en el edificio en forma invisible gracias a un conjuro de Trifius. El saqueador encontró en su interior varias cosas sorprendentes: En la zona donde estaban almacenando el vino en grandes barricas, un malévolo druida y su treintena de espinos animados destrozaban toda la producción bajo la atenta mirada de una venitena de cuervos posados en una baranda superior.

El conjuro permitiría a Garrett explorar un poco más, por lo que decidió subir al piso superior donde encontró un segundo druida acompañado de tan sólo dos espinos, aunque estos parecían más robustos.

El saqueador salió de nuevo a informar a sus compañeros y estos trataron de acceder al piso superior y, tras enfrentarse con el druida de la habitación intentaron interrogarlo. De poco o nada sirvió ese interrogatorio, lo que estaba claro es que tratarían de acabar a toda costa con la producción de vino. Acabaron con la vida de éste y salieron para hablar de nuevo con los hombres cuervo, dueños de la bodega y exiliados.

Éstos prometieron ayudar a acabar con los espinos si los compañeros lideraban la revuelta y así fue, ayudados por los cuervos del interior de la sala de las barricas, acabaron con el segundo druida, pero parecía que ese no era su final. Una escalera accedía al sótano que Garrett había pasado por alto en un primer momento.

Una vez bajo tierra, se encontraron con un tercer druida que se negó de nuevo a parlamentar. La lucha fue cruda pero finalmente los compañeros, con una mejor estrategia y algo de suerte, lograron deshacerse del impío druida.

La bodega estaba salvada pero, algo más perturbaba a los hombres cuervo. Unas piedras mágicas proveían de salud a sus viñas y estas habían sido robadas. Una hacía muchos años por una bruja conocida como Baba Lysaga y otra por los druidas hacía unos 10 días. No estaba claro si la tercera piedra había sido sustraída pero todo parecía indicar que sí debido a la putrefacta cosecha que los hombres cuervo mostraron a los compañeros.

-Bien, antes de llevar el cargamento de vinos a Krezk, igual es mejor que echemos un vistazo a la zona en la que se supone que se esconde la bruja--apunta el caballero arcano--Al fin y al cabo, ella dio comienzo a la maldición de la bodega. Apuesto una oreja de Garret a que está compinchada con los druidas.