Partida Rol por web

Ante las palabras del lider mercenario, me volteo y le contesto Hombre estúpido, si mueren ellos que quedara de ti y nosotros?

Dustier al menos una docena de criaturas están atacando a los demás! debemos ayudarlos ahora! podemos sorprender a los Gnolls!

Koltron, asustado por la situación en la que su vida corría gran peligro, hizo caso al paladín y emprendió marcha para huir del lugar, a pesar de tener su pierna herida, corrió como alma que lleva un Baatezu.

El Cuerpo de Xune yacía sobre el pasto y la nieve, un charco de sangre empezaba a formarse a su alrededor, pero antes de partir, su cuerpo emitió una descarga eléctrica a su enemigo, como un último suspiro exhalado por su Dios a través de ella.

Con Xune fuera de combate, los bandidos se precipitaron a centrar sus ataques en solo dos enemigos. Por orden de su líder, tres de ellos lanzaron flechas al ladrón mientras huía, una de ellas impactó sobre la espalda de Koltron haciéndolo tambalear y casi perder el equilibrio.
Los otros dos lanzaron flechas a Arast y ambas impactaron a gran velocidad sobre su torso y en un costado, penetrando metal y carne. 

De inmediato el paladín cayó al piso, haciendo compañía a su hermana y amiga de armas.

El semiorco, con un gesto ordenó a sus tropas perseguir al ladrón y luego atacar la caravana, él se quedaría junto a ambos cuerpos caídos...

El mercenario retrocedió ante las intempestivas palabras del explorador, casi pierde el equilibrio lo que hubiera valido para bromas de sus seguidores. Frunció el cejo y permaneció estático en su lugar con brazos cruzados.

 -Por supuesto que ayudaremos, por supuesto!

 Exclamó Dustier a toda prisa mientras ladraba órdenes a sus 6 guardias para que alistaran armas y salieran a toda prisa.

Encendieron las antorchas y corrieron a toda prisa. Al ver a los mercenarios clavados como estacas,les ordenó seguirlo. Pero los mercenarios se negaron, el trato había sido por cuidar la caravana y así pensaban hacerlo. Aguardarían la llegada de ellos en su posición.

Ni Dustier ni Agaroth tenían tiempo de tratar de convencer a esos necios, así que los 8 (6 guardias, Agaroth y Dustier) emprendieron marcha a toda carrera.

Agaroth guió al lugar de los hechos. Tardaron unos minutos, pero al llegar se encontraron con una escena escabrosa: Los cadáveres de Xune y Arast yacían tendidos sin sus armas, con heridas de flechas y espadas en su cuerpo y con serios indicios de ser degollados cuando aún luchaban por su vida.

Y los enemigos?... No estaban en ese lugar.

Todo había salido fatal. el paladín y la clériga habían caído, y yo no estaba en mejor situación. Tenía una flecha clavada en la espalda y una fea herida en la pierna que si no se trataba se gangrenaría y me mataría. Lo único que me quedaba era huir y aprovechar la oscuridad prar fundirme en alguna sombra bajo algún matorral para salir de la vista de los enemigos.

No osaba mirar hacia atrás y no tenía claro en qué dirección corría, pero debía buscar un escondite rápido.

El paladín cayó al suelo pesadamente tras multitud de ataques enemigos. La espada abandonó su mano, dejando al luchador sin su más preciada herramienta. 

Al avanzar un olor a sangre inunda el ambiente, antes de que las antorchas lleguen veo el cuerpo de Xune y de Arast degollados en el suelo, la sangre esta fresca. El cuerpo de Koltron no esta.

Dustier: -Y los enemigos?... 

-Ya no. En guardia todos! Comienzo a observar el ambiente en busca de pistas de que pudo pasar con los bandidos. 

-Seguirán aquí? habrán huido? si tan solo hubiera sido mas rápido, no tuve que haberme ido. El sentimiento de arrepentimiento comienza a inundar mi pensamiento. Los compañeros de aventura murieron antes de lo que debian, y los malos viven.

Todos quedaron fríos ante tal escena. Los guardias mantuvieron sus armas desenfundadas a la espera de una inminente emboscada, en posición defensiva a Dustier. Pero nada apareció de la oscura noche.

La evidencia lo decía todo: Hubo un combate encarnizado, muchos combatientes involucrados y solamente dos cadáveres.

Las armas y objetos más valiosos habían sido profanados de los cadáveres de manera apresurada. Varias flechas se clavaban cerca de la posición y a lo largo de todo el campo de batalla.

Al final lograste contar una docena de huellas diferentes que tomaron una dirección en particular, la dirección por donde venían! Al seguirlas, al cabo de unos metros, notaste como dos criaturas se desviaban del camino principal de huellas y perseguían otras huellas de botas.

El resto de huellas seguía en dirección a la caravana.

Al observar el patrón de las huellas entiendo el error que casi cometo, iba a dejar el campamento indefenso, si no fuera por la decisión del jefe de los mercenarios. ----Las Huellas de 10 criaturas se dirigen al campamento muchachos! Tenemos que regresar ya!--- hay un par de huellas que se desvían debe ser buscando a Koltron.--- No hay tiempo de buscarlo ahora. Tal vez ya sea muy tarde. 

---Vamos al campaento!--- Nos devolvemos a toda velocidad detrás de las huellas que se dirigen al campamento.!

¿Cómo no haberlos cruzado a la venida? Si ellos iban hasta el campamento y ustedes iban desde el campamento.

Lo importante era llegar rápido a la caravana. El rostro de Dustier había palidecido ante las palabras tuyas. Sin aguardar un segundo más y sin perder tiempo sepultando cadáveres o buscando a posibles sobrevivientes salieron disparados.

Estaban cerca, el fuego principal del campamento se veía, pero algo no andaba bien....

Ordenaste a todos esperar en una posición mientras te acercaste tan solo un poco para observar mejor, la imagen te dejó atónito: Los mercenarios reían con unos extraños humanoides, orcos hobgoblins y Gnolls. Al resto de personas de la caravana los habían amedrentado y amarrado, dejándolos cerca al fuego principal donde todos podían verlo.

Un destino nefasto les esperaba a manos de tan crueles criaturas...

Mis ojos muestran una horrible realidad, los mercenarios estaban organizados con las bestias! Un destino nefasto les esperaba a manos de tan crueles criaturas.

Me regreso lo mas silenciosamente posible a donde esta Dustier. Todos, Abajo! los mercenarios nos traicionaros, estaban trabajando con los bestias! Estamos hablando de 17 enemigos y dos que no sabemos donde están! Dustier y hay 18 personas secuestradas! Es obvio lo que debemos hacer! debemos salvarlos, no sera fácil pero es la única opción que tenemos! no podemos ni dejarlos a su suerte, ni huir! Veo rápidamente alrededor de nosotros y afino mis sentidos!

Veo conveniente que ustedes apunto a los soldados Tomen una formación defensiva que les permita hacerle frente a los enemigos, Dustier también debes ir con ellos y pelear por ti, por tu hija y la gente a tus ordenes! Quédense en la sombra y esperen por mi señal, mi silbato y mis flechas, ellos les darán la espalda a ustedes, yo los atacare desde los arboles y la sombra, si alguno tiene una mejor idea o cree tener un habilidad útil en este momento dígalo ahora.

Dustier tragó saliva, pero no quería ser él quien se rehusara a rescatar a los prisioneros a pesar de ir en contra de todas las probabilidades de éxito.

A los guardias se les vio sudorosos y temblorosos, sabían que muchos (o todos) morirían, pero eran leales a Dustier, y harían lo que él les ordenara.

Hiciste un rodeo por la zona segura, fuera de la visión de los enemigos. Mientras tanto, ellos empezaban a enfundar sus armas y organizar guardias. Sabían que te habías marchado junto a Dustier y los demás guardias y que volverían. Encontraste un árbol alto que lograste escalar con gran facilidad, te acomodaste en una rama y sacaste el arco y las flechas. Tenías una amplia visión del campo de batalla y podías impactar a casi cualquier sujeto enemigo.

Entre los prisioneros atados cerca al fuego y visibles para todos, notaste una particularidad: No estaba Viet, la vieja enana cascarrabias compañera de Diesa y Orsik.

En cuanto a los enemigos, identificaste al líder: Un enorme semiorco casi desfigurado con unos brazos como troncos, más grande que los 4 orcos a los que comandaba. 3 Gnolls y 5 bandidos humanos completaban la banda de asaltantes. 6 mercenarios y su líder se les había unido.

Desde tu posición no lograbas divisar al resto de tus compañeros, ellos habían quedado completamente a merced de la oscuridad y así como tú no los veías, los enemigos tampoco. Imaginabas que allá estarían, organizados y esperando tu señal para lanzarse al ataque.

Observando el campamento pienso en lo caprichosa que puede ser la vida, en un momento eres el salvador de una niña y en otro la única esperanza de unos inocentes! "Viet! donde estará? espero que este bien!.

Tomo mi arco Largo y una flecha tenso la cuerda lo mas atrás que puedo hasta que mis brazos no dan mas! apunto al Líder semi orco. Muere, Muere! Muere!. Dejo volar la flecha y un suspiro sale de mis labios mientras la flecha viaja.

Trato de quedarme en la oscuridad, tal vez no me vean y se dispersen a buscar al atacante!

Sin más, el combate había iniciado. 

Permaneciste oculto, escondido, sobre un árbol acobijado por el manto de la oscuridad de la noche mientras acechabas a los enemigos. 

Divisaste la oportunidad y disparaste una flecha en contra del líder, el enorme semiorco, pero la flecha apenas pasó cerca. Lo suficiente para alertar a todo el mundo del ataque.

-AGLEIZH DAGNAR ESCOR MOZHLOG

Gritó el semiorco, mientras sus súbditos tomaron antorchas y empezaron a registrar el área circundante. Buscaron basados en la dirección en que venía la flecha.

Mi flecha falla y el enemigo se da cuenta de dónde viene, vienen en su mayoría para acá. Ahora es el momento, tomo mi flauta y hago sonar un silbido muy agudo que puede ser escuchado a la distancia. Mi velo ha sido descubierto, ahora es vivir o morir. Vuelvo a cargar mi arco y disparó al líder de los mercenarios. muerte!

Inicio Asalto 1

Los orcos y el líder fueron los primeros en reaccionar, la ralea orca acompañó a su líder a explorar y buscar a quien disparaba contra él.

Los guardias,junto a Dustier permanecían escondidos a la espera de la señal de Agaroth, observaban como los enemigos se dispersaban, pero tenían instrucciones claras del explorador de no actuar hasta que el silbato sonara.

Y justo en ese instante, el silbato sonó y delataste de inmediato tu presencia en el árbol, una flecha salió disparada del árbol en el que te encontrabas y rozó la mejilla del líder de los mercenarios, un par de gotas de sangre empezaron a resbalar por sus mejilals. Los orcos andaban cerca con el líder, pero no tuvieron tiempo de reaccionar. Los mercenarios por su parte, con sus ballestas cargadas dispararon al Enano de inmediato. La mayoría de saetas se clavaron en las ramas y tronco del árbol que brindaban cobertura al explorador, aún así, tuvo que realizar un gran esfuerzo para esquivar un par que por poco atraviesan su cabeza.

Los Gnolls empezaron a gritar y chillar, pero no tenían como atacar al Enano, solo se limitaron a acercarse al árbol, como un perro salvaje esperando que su presa baje.

Los bandidos iban a atacar también con sus arcos cortos, pero el semiorco gruñó unas órdenes y ellos obedecieron y se mantuvieron la línea, muy cerca de los prisioneros.

El líder de los mercenarios se puso junto a los suyos y gritó -El explorador, es el maldito explorador Enano.

Cargó su ballesta y disparó. Esta vez, la saeta se clavó profundamente en tu hombro y te hizo chillar de dolor.

La cosa no pintaba nada bien, y si no ocurría un milagro, habrías condenado a todos, incluyendo a Dustier, a la muerte... O pero aún, a la esclavitud...

Fin de asalto 1

El Virote se entierra profundamente en mi hombro! Ahhh! respiró hondo recargo mi arco y disparó contra el jefe de los mercenarios nuevamente y esta vez acierto, no tengo tiempo que perder debo moverme entre la arboleda y tratar de perderlos en la espesura, aprovechando la acción de Dustier!.

Los orcos, con sus hachas de mano desenfundadas, las lanzaron sin clemencia hacia ti. Dos de ellas fallaron, las otras dos simplemente no tenían como ser detenidas por las débiles ramas del árbol. Ambas te golpearon fuertemente, dejándote muy malherido y goteando sangre a chorros.

Las sombras empezaban a cernirse sobre ti.

El líder, sacó su jabalina y dibujó una sonrisa maléfica, confiado en que te daría el golpe de gracia. Mientras ágilmente descendías del árbol para huir y esconderte en la espesura, el enorme semiorco lanzó la jabalina y esta se clavó en tu pecho brutalmente, atravesando tu torso y clavándose fuertemente en el árbol. 

Nada había por hacer. 

Aún con los últimos suspiros de vida, lograste ver como de forma ordenada y siendo fieles a ti, los guardias de Dustier se lanzaron a la carga. A pesar de que sus chances de sobrevivir eran nulas, lograste irte con un sentimiento encontrado. Por un lado feliz porque a pesar de las circunstancias eras importante para algunos que decidieron ir en tu ayuda a pesar de enfrentar a la muerte, pero por otro lado, esa misma ayuda y esa misma preocupación se traduciría en la muerte de la mayoría y en la venta como esclavos de algunos otros...

Jamás supiste de la suerte de Viet.

Y así no más, cerraste los ojos y partiste de este mundo, a los bandidos no les interesaba conservar y cuidar a un Enano moribundo, preferían asesinarlo y lucirlo como trofeo. Tu cabeza serviría como distracción para los orcos y Gnoll. Te fuiste luchando, te fuiste obrando bien, te intentando lo imposible...

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