- Estoy de acuerdo. Vosotros podéis acusar a alguna de las tres señoritas que más proximidad tenían con la víctima, por mi parte, estaré un poco más al margen, no deben de sospechar nunca. Respecto a la próxima víctima... Me quedo pensando ... - Es una decisión delicada que creo que tendremos que meditar un poco más adelante. Un movimiento en falso y podríamos fallar en esta gran oportunidad de venganza, caballeros.
Acusaciones aparte.. ¿a quién nos conviene votar? De momento no hay mucho riesgo, que somos muchos todavía en la sala, pero creo que las sospechas también están muy repartidas. ¿A quién votásteis o votaréis vosotros?
- Creo que la gran mayoría de votos irán a Marquesa E. Auditore y a Margarita Sacromonte, amigos míos. Por lo tanto, ya que estas dos invitadas fueron las dos más cercanas a nuestra víctima. Por lo tanto, y corregirme si me equivoco, podríamos votar a una de ellas como culpable e infectar a la otra. Ya que la teoría del contacto o de estar cerca de un infectado y contagiarse cogería fuerza, señores. Mientras que a la otra individua se le votaría y se pondría en cuarentena por el mismo motivo, estar cerca o tener contacto con las víctimas, y así, intentar hacer una cadena de víctimas. Por lo tanto, señores, creo que votar a una de estas dos opciones sería lo correcto, al igual que infectar a una de ellas. Por mi parte, votaré a la Marquesa E. Auditore y propongo contagiar a Margarita Sacromonte. Por favor, quiero oír sus comentarías al respecto. Hago una breve reverencia para dar paso amablemente a nuestras sugerencias.
La fisura que le veo a esa teoría es que si se dan cuenta de que los contagios se producen por contacto, van a tener mucho cuidado de con quién hablan o con quién se juntan.
Quizás debiéramos confundirlos más, atacar a quien nos convenga sin pensar en proximidades, y que así no sepan de dónde les viene el golpe.
De momento no estamos amenazados por nada ni nadie, pero tenemos que pensar que quizás nuesstros victimizables puedan descubrirnos de algún modo, y tenemos que evitarlo.
Atentos a las acusaciones y a las sospechas que se lancen. Si la marquesa Auditore será de las más votadas, quizás yo también la vote, por no desmarcarme de la mayoría y destacar.
Cuanto más inadvertidos pasemos, mejor será.
—Yo no me preocuparía tanto por eso, querido Niccola, hermano. Nos conviene que los invitados hagan sus teorías. Una vez se sepan seguros de que han comprendido el modus operandi de la enfermedad, romperemos su esquema y los obligaremos a pensar de nuevo. Nos conviene que estén distraídos para que el juego continúe y podamos cobrarnos nuestra merecida venganza. Alimentemos el caos. Alimentemos su desesperación.
»Cambiando de tema: sí, también votaré a la Marquesa Auditore. Contagiar a la señorita Sacromonte me parece una excelente idea, o quizá a alguien cercano. Nuestro siguiente paso ha de ser sutil. Debemos escoger a la siguiente presa con sumo cuidado.
Votaré también a la marqquesa Auditore, que casi se me pasa
No me habéis dicho a quién infectar.
Entiendo por parte mía y de Alessandro que era a Margarita, ya que lo propuse y él estaba de acuerdo. Siendo mayoría.
Margarita entonces.
Inesperadamente, un nuevo asistente a la fiesta se une a vosotros. Parece que os busca para ayudaros en vuestra labor.
No es como vosotros. No está enfermo sin síntomas. Él simplemente no puede enfermar. Pero ansía la misma venganza que vosotros contra el Príncipe.
- El Duque de Bastión Carmesí se une a los Portadores. Debe tenerse en cuenta su voto a la hora de contagiar al igual que el de los demás.
Bienvenido entonces, hermano de vendetta.
Aquí conspiramos para infectar al resto y que sufra el príncipe. Si tenéis alguna preferencia, sed libre de decirla.
-Nuestra venganza será dulce. Gracias por aceptarme. El príncipe me ordenó marchar a la guerra mientras mis familiares morían me dio un titulo si pero eso es irreparable. Con vuestra ayuda le devolveremos el daño por mil.
El Duque se dirigió así a sus nuevos compañeros conspiradores.
—Bienvenido a esta conjura, pues. Nuestro plan para sembrar la confusión y el caos ya han empezado a dar sus frutos. No debemos preocuparnos por aquellos que han sido curados, pues ya intuíamos que algo así pasaría. Hay que verlo como otra oportunidad.
»Ahora bien, ¿quién debería ser la próxima ficha en abandonar el tablero? Ya no hay motivo para seguir apuntando a los allegados a la señorita Sacromonte. ¿Qué hay del bueno de Reulen? Me consta que todos los asistentes han hablado con el ayudante de cámara…
—¿Alguien desea añadir algo o proponer algún candidato para el gran festín de cuervos?
-Creo que Reulen sería un gran candidato como siguiente víctima. Crecerá la discordia sin él en la fiesta.
Me sumo a la opción de Reulen. Cierto es que será una baja importante, parece tomar mucho protagonismo.
—Solo falta Petro por pronunciarse, pero creo que ya tenemos a un elegido: Reulen, el ayudante de cámara. ¡Qué sobre él caiga la sombra carmesí!
Por cierto, dado que el Barón no está infectado, en el caso de que la gente lo vote como sospechoso, no pasaría nada, ¿verdad? Lo digo porque el Dottore parece haber sembrado una tormenta con su último comentario. Menos mal que decidimos atacar a Reulen.
—Señores, un último consejo. Propongo votar todos al Dottore Ventura, quién intenta inculpar a nuestro nuevo hermano, cuando hablemos con la guardia. Infectaremos a Reulen y culparemos al Dottore. ¿Estáis conmigo?
Buen plan. Por mi adelante.