Con la Naginata a su espalda y su equipaje cerca ahora Kyu se sentía plenamente segura. Camino hacia su montura con rápidez junto al resto de emisarios y subió dispuesta a seguir al resto al ritmo que fuera necesario. No podía fallarle al emperador en esta misión por lo que puso todos sus sentidos en tratar de seguir el rastro de aquel misterioso asaltante..
Cabalgáis fuera de la ciudad a buen ritmo; Genshu y Heiro van por delante; Kyu e In en el centro y Zaraki marcha junto a Toku vigilando la retaguardia.
Ahora puedes comentar con Toku Michi lo que prefieras, tan sólo marcale como destinatario del mensaje.
Mientras vamos cabalgando le susurro a Toku para que solo me oiga él he escuchado una conversación y hay que tener vigilado a Mutori Genshu, creo que lleva una misión oculta.
Toku retrasó su cabalgadura, para ponerse a la altura del Cangrejo. Procuró alejarse un poco del resto de la comitiva, de tal manera que sus palabras escaparan a la atención de los demás.
- Estoy seguro de que no es lo único oculto en todo esto. No se quien es ese chico, pero dudo mucho que la guardia del palacio imperial deje salir a alguien que arrastra tras de si a un crío, encima a los gritos. A menos que hayan salido en actitud más normal… lo que implicaría que ese joven tenía confianza con su secuestrador… o sea que le conocía.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, es mas, yo creo que el secuestrado se ha ido por su propia voluntad, lo que no sé, es si acompañado o solo.
- De cualquier forma, aún no veo como puede estar conectado con el asesinato del guardia. A menos que halla sido utilizado como distracción.
Tras cabalgar durante un buen rato en plena oscuridad, llegáis a una zona más boscosa, donde los senderos aparecen y desaparecen entre la espesura.
Genshu ordena parar y baja del caballo, en busca de algún rastro para continuar la búsqueda.
Desciende con suavidad y elegancia, casi levitando hasta que sus pies tocan el suelo. Luego echa un vistazo alrededor en completo silencio, en busca de huellas o sonidos lejanos.
Toku descendió del caballo de un salto y, acto seguido, puso su rodilla en tierra. Comenzó a estudiar el terreno, aunque no tenía mucha idea de lo que buscaba. Había crecido entre las comodidades de palacio y, a decir verdad, tan solo había asistido a una o dos partidas de caza. Todas como invitado y, por supuesto, siempre a plena luz del día. Observó las huellas que había dejado su propio caballo e intentó reconocer algo parecido en el terreno lindante.
Desmonto de mi caballo y espero para ver que deciden los expertos en este tipo de terrenos.
Ya llegara el lugar en el que podré enseñarles como me desenvuelvo.
Seguimos en la escena "El Viaje".