Partida Rol por web

¿Tiene nombre? Tobías alzó mucho una ceja. Eso quiere decir que hay más de una... Un escalofrío le recorrió la espina dorsal. La verdad es que ya lo habían matado cuando me desperté, y preferí no preguntar.

Los temores de Mayra eran naturales; sus propios padres habían desaparecido en la isla. La única posibilidad de supervivencia parecía pasar porque les hubieran capturado en primer lugar, y que hubieran permanecido útiles todo ese tiempo. Tobías quería pensar que estaban vivos, que todos estaban vivos y conseguirían sacarlos de las cavernas, pero para él, no estaban en juego las vidas de seres queridos.

No sé qué decía el gnoll que capturamos en la entrada de las ruinas a Dámasor, pero él le respondió que nosotros no hacíamos esclavos. Y no hablaron de sacrificios, solo de esclavos. Y los dragones, cuando traducías lo que te contaban, ¿no dijiste que llevaban toda la vida siendo esclavos?

Los soldados de Steinheil habían escapado una vez. Si los habían capturado de nuevo y los habían juzgado demasiado peligrosos, probablemente los habían matado. Pero "probablemente" no era lo mismo que "con seguridad", y había otros, como los padres de Mayra. No tenía sentido perder la esperanza hasta que no supiesen cuál había sido su destino.

La próxima vez no saldremos con las manos vacías.

—No puedo ver ese fuego en tus ojos y no creer en lo que dices —le dijo Mayra, acercándose a él, abrasándole los labios con su aliento—. Pero no estoy segura de si lo crees realmente, o solo dices que lo crees posible porque...

Mayra hinchó los pechos y los deshinchó en un suspiro, aguantándose las ganas de besarlo.

—Porque me amas y deseas —terminó la frase. Entrecerró los ojos en un gesto pensativo, y paseó el dedo índice por los labios de él—. Quizá sea más complejo, y lo crees posible porque me amas y deseas.

Cerró los ojos, abrió los labios y le ofreció la lengua a Tobías en un beso. Acarició sus cabellos, buscó provocarle en un abrazo demasiado prieto a sabiendas de que era demasiado pronto. Se separó de él y le dijo:

—No estoy segura de cuál de las respuestas me agrada más. ¿Qué tal si lo descubrimos, juntos? —dijo, y echó los brazos los hombros, regalándole una sonrisa, fundiéndose con él en un beso profundo y sentido.

Tobías sonrió. Mayra podía comportarse de forma diferente al resto de arcanos que había conocido, pero era una arcana, y no estaba libre de la soberbia que los caracterizaba. Solo se conocían desde hacía un par de días; ¿era suficiente para amarla? Estaba seguro de que la deseaba, lo bastante como para despreciar al tiempo que avanzaba y acabaría por separar sus cuerpos y los forzaría a regresar al mundo real. El amor, sin embargo, debía ser algo más. ¿Cómo se sentía? Si le ofrecieran la posibilidad de volver a su antigua vida, con sus amigos, o quedarse allí con ella, ¿qué elegiría? Como si eso fuera a pasar, se reprochó. No a corto plazo, en los próximos días. Tal vez en semanas, o meses. Y para entonces, si llegaba el momento, cómo se sentiría ella, qué querría.

Nos enfrentaremos juntos a lo que venga, concedió Tobías.

Le devolvió el beso y se concentró en ella, porque al día siguiente podían estar en brazos de Azrael, y lo único seguro era ese momento que compartían.