Partida Rol por web

El hombre, sorprendido por la rapidez de tu ataque, improvisa como puede una maniobra defensiva; sin embargo, su acero se rinde ante el ímpetu de tu ataque y tu espada logra hacerle un corte severo en el vientre.

Viendo que mi golpe anterior le produce una herida seria le intento propinar otro atque lateral por el otro lado, pero esta vez soy demasiado lento y no parece muy certero

El desconocido aprovecha su ventaja táctica para ser el primero en descargar su espada sobre ti; el golpe no parece muy bien encaminado, pero logra hacerte un corte superficial en el brazo (1 letal). Tu contraataque resulta algo más desafortunado: logras vencer con facilidad las defensas del vampiro, pero la estocada es fácilmente absorbida por la armadura y la constitución de tu enemigo. Nuevamente os separáis un par de pasos para comenzar con un nuevo ataque. Tras de ti, el sacristán hace esfuerzos por incorporarse, lo que te pone nervioso. Sabes que el desconocido no observa las leyes de la Mascarada, por lo que cualquier uso de sus poderes, cualquier mención a vuestra naturaleza vampírica... es algo que debes evitar que oiga el eclesiástico...

Viendo que falta poco para que el sacristan este recuperado y sin poder fiarme de lo que pueda decir mi rival decido intentar un ataque frontal para acabar rapido con el.

El hombre se concentró y detuvo un potente ataque con un gesto desesperado. Su propio contrataque resultó fallido. Estabais en tablas: su pericia y la tuya parecían iguales. Pero no podías permitirte que el sacristán presenciara el combate, por su propia seguridad y por el bien de la Mascarada. Si había una cosa -y realmente te había contado pocas- en la que Álvaro Manrique de Lara, tu mentor, había hecho hincapié, era en que respetar la Mascarada significaba más tiempo vivo.

-El tiempo se acaba. No creas que no he disfrutado degustando a buena parte del ganado de esta mísera aldea, pero sólo era una treta para llamar tu atención. Si hubiéramos querido matarte antes, lo habríamos hecho, créeme. Por ahora, parece que conviene más que estés vivo...

Decido no responder a sus palabras para no decir nada que pueda descubrir mi verdadera naturaleza.
Vuelvo a intentar un ataque frontal para acabar con esto lo mas rapido posible

El sacristán movió ligeramente los miembros, y su mano tanteó el suelo en busca de un apoyo para incorporarse, aunque el golpe en la cabeza le volvía débil y torpe. Quizá distraído por la inminente recuperación del mortal, lanzaste un golpe de gran potencia pero mal conducido, que tu enemigo, cada vez más defensivo, pudo parar con facilidad. Era evidente que aún no estaba acabado, aunque por el momento, sabedor de que el tiempo, con un mortal inocente a tus espaldas, corría en tu contra, prefería adoptar una estrategia puramente defensiva.

Viendo que mi contrincante no quiere atacarme y solo ganar tiempo vuelvo a intentar un ataque frontal descuidando mi defensa,a ver si esta vez tengo mas suerte y consigo acabar con el antes de que el sacristan se recupere totalmente

El golpe es demasiado fuerte para tu enemigo, que había defendido con menos energía con la esperanza de poder contratacar. Tu espada se clava en su pecho y oyes el crujir de sus costillas. El filo, que lo ha atravesado de parte a parte, ha quedado ligéramente clavado en una de las columnas de madera de la iglesia. El vampiro queda completamente indefenso, al borde del letargo, y clavado a la pared. Su espada cae con un estrépito al suelo, y termina por despertar al sacristán.

Éste, un hombre bajito y enclenque, te mira con sorpresa cuando se incorpora lentamente.

-¡Por el alma de Cristo! ¿Qué...? Ohhh, mi cabeza... ¿Qué está pasando aquí...?

-Tranquilo padre,cuando he llegado este hombre le estaba atacando, he intentado que se rindiese pero no ha querido seguir mi consejo-

Si el otro vampiro aun sigue vivo le clavo la espada en el corazon como intentando parar con su sufrimiento

Tu espada se clava en el cuerpo del vampiro con facilidad, y entra en un sueño muy parecido a la muerte. El sacristán te mira con ojos enloquecidos.

-No le veo bien... ¿Ha sido él el que me ha golpeado? ¡Sí! Es él. Llegó preguntando por el forastero. No sé quién es el forastero, le dije, y entonces se lanzó sobre mí... ¿Qué busca? ¿Quién es el forastero? Será mejor que avise al resto del pueblo...

El sacristán abandona la iglesia tambaleándose. Calculas que tienes apenas unos minutos antes de que dé la alarma y la iglesia se llene de gente...

-Mierda,a ver como salgo de esta-

Cojo mi espada y me echo al vampiro a la espalda para salir corriendo por la puerta de atras de la iglesia para internarme en el bosque

Segun parece no podre volver por aqui en mucho tiempo

Cargas al inmovilizado vampiro sobre tus hombros y tratas de aproximarte sigilosamente a la puerta de la parroquia. Por lo que parece, es la única salida del edificio -a menos que intentes salir rompiendo una de las vidrieras tras el altar, lo que armaría demasiado ruido y sería imposible de hacer con el vampiro a cuestas-.

Mientras te aproximas con cuidado, meditas acerca de tus siguientes movimientos. Puedes regresar a tu refugio en el monte y esperar noticias de Álvaro Manrique de Lara, pero en su carta decía que iba a ausentarse y por lo que el vampiro ha dicho, su vida -y la tuya- pueden estar en peligro. Deberías avisar a tu mentor inmediatamente, eso lo tienes claro, pero ir a Santander estando él ausente sería inútil. Y en su carta no dejó dicho dónde iría.

De las ciudades cercanas, tan sólo Valladolid es afín a La Camarilla, el grupo al que pertenece tu mentor. Quizá puedas ir allí a pedir ayuda, o quizás allí sepan su paradero. Pero el príncipe de Valladolid no tiene demasiada buena fama...

¿Qué hacer? La presión aumenta con el peso del vampiro sobre tu espalda. Hagas lo que hagas, además, no puedes permitirte cargar con él hasta lugares tan lejanos...

Me dirijo hacia el bosque lo mas rapido que puedo por ahora mi pensamiento esta en salir de aqui despues ya vere hacia donde voy.

Espero que no me moleste mucho,si tengo que darle la muerte definitiva se la doy y sigo mi camino

Abandonas con cierta seguridad el lugar y te internas en el bosquecillo justo en el momento en que la turba de campesinos asustados se dirigen hacia la puerta de la parroquia. Sin embargo, con las prisas, has dejado el arma del otro vampiro en el suelo de la iglesia. Dejas el bulto de su cuerpo en el suelo y reflexionas un momento.

¿Dónde ir? ¿Qué hacer con el vampiro mientras tanto?

Una vez consigo alejarme bastante del pueblo y viendo que el otro solo va a entorpecer mi avanze decido clavarle una estaca en el pecho (Realizo la estaca con una rama de un arbol y mi espada) para despues enterrarlo lo mas profundo que pueda.

Una vez consiga dar con el principe quizas este vampiro nos pueda dar información

Cuando ya estoy seguro de que mi prisionero no corre peligro de la luz del sol decido ir hacia Valladolid, sin saber muy bien lo que me podre encontrar alli

Marcas con una señal el lugar en el que has enterrado al vampiro, y encaminas tus pasos hacia Valladolid. Poco sabes del lugar, más que la dirección del príncipe, Lope de Salazar. Es preciso que le informes del intento de asesinarte, de los planes de esa misteriosa "señora" y de que tu mentor, Álvaro Manrique de Lara, príncipe de Santander, puede estar en peligro...