Partida Rol por web

Los primeros agresores caen inmediatamente , pero enseguida son sustituidos . Sus golpes impactan en mi armadura heredada de mi abuelo , la cual es tan buena como mi katana que tan rápidamente acabó con los primeros agresores y ahora iban directo a por el siguiente oponente , no había tiempo que perder con estos inútiles , había que llegar al almacen y coger a los caballos . Ya más tarde iríamos por ese traicionero escorpión . 

La herida del brazo prácticamente ha sido un rasguño, pero todavía tienen que enfrentarse a dos más, si va todo como antes con suerte los despachan pronto, esperando a que no aparezca otra tanta de indeseables, que no sería nada raro. Está claro que el Magistrado esconde a sus caballos. 

Todavía puede sujetar la naginata para asestar más golpes a cualquiera que se interponga en el camino. La agarra con fuerza para atacar de nuevo.

El hombre que había atacado a la Doncella de batalle ve como su cabeza se separa de su cuerpo.  Y el otro asesino procura hacer morder el polvo a la misma.

Mientras, a su espalda la situación se vuelve rápidamente a favor del Shinjo, pues con un par de movimientos rápidos, consigue sesgar las vidas de sus dos atacantes.

Estaba claro que aquellos hombres no sabían luchar como un samurái, y quizás si su número hubiera sido mayor, podían haber supuesto un reto.

O aun lo podían ser, porque aquella emboscada no tenía mucho sentido, si lo único que procuraban era hacerlos ir más lentos.  

Mientras el último asaltante intentaba con futilidad pasar la defensa de la mujer, la duda era que pasaría si llegabais más tarde al almacén. 

Ariasu san , corre hasta el almacén , yo me encargaré de estos rufianes , no debemos fallar en nuestra misión . 

Le dijo a su compañera Otaku mientras él se centraba en eliminar toda oposición en el lugar . 

Shinjo le había mandado irse pero Ariasu prefirió esperar a deshacerse del tipo que quedaba, tal vez se podía encontrar por el camino a otros indeseables y, aunque podría quitárselos del medio por su cuenta, era mejor contar con dos brazos de más. 

De todas maneras por un instante más no va a impedir que el sirviente se deshaga de las pruebas del delito, han podido despistarles unos minutos pero lograrán alcanzar los caballos, no pueden desaparecen de nuevo delante de sus narices.

Tal como habían llegando los asaltantes, se fueron, aunque en este caso a mejor vida. Shinjo haciendo una finta había conseguido meterse entre la guardia de su asaltante, y le había segado el vientre desnudo.

Quizás con una armadura aquel golpe no hubiera sido mortal, pero sin duda sin ella, era una herida irreparable.

El hombre cae al suelo al tiempo que ambos samuráis se miran.

La carrera hasta el almacén supone otra prueba de su determinación. Sin embargo no andaban muy lejos, y no les cuesta llegar hasta allí.

Lo que vieron nada más llegar hasta el almacén no era exactamente lo que se esperaban.

Los cangrejos de Gotan que se habían quedado en la zona vigilando el almacén estaban delante de puerta, mientras que el sirviente les pedía que se alejaran porque tenía cosas que hacer.

Así, mientras estaba atento a lo que tenía delante, no se dio cuenta de que los investigadores Unicornio se ponían en su espalda.

Cuando estuvisteis allí, los cangrejos se apartaron de la puerta lentamente. 

Por supuesto que tienes cosas que hacer obito chan , tienes que mostrarnos el almacén y explicar a las autoridades sobre el ataque de esos maleantes que al parecer ya conocías de antemano . 

Le Dijo en tono serio el joven shinjo al sirviente sin quitarle la mirada de encima . 

Muchas gracias por vigilar el almacén en nuestra ausencia . 

Dijo a los cangrejos mientras vigilaba al escurridizo sirviente vigilando cualquiera de sus movimientos . 

Ahora , abre la puerta . 

Le ordenó al sirviente con tono autoritario mientras una de sus manos se encontraba cerca de su katana envainada para así decirle con sus gestos que lo cortaría en cuanto hiciera cualquier movimiento sospechoso , aunque prefería mantenerlo vivo como testigo . 

Finalmente Obito no había podido escapar, pero ¿abrirá la puerta? Puede que no le quede otro remedio.

Otaku observa ansiosa la reacción del sirviente, y desesperada por ver lo que realmente esconde el almacén. Por supuesto espaba pendiente de que no se les volviera a escabullir.

Obito se removió incomodo. Pero tras un tiempo para plantearse qué hacer, hizo una pequeña inclinación de cabeza y contesto.

Como gustéis.

Abrió la puerta del almacén, y efectivamente, los sonidos de los animales se hicieron patentes.

Con un vistazo superficial confirmasteis que estaban todos los que habíais calculado que se habían llevado.

Mientras el sirviente, se mantuvo en silencio y firme como un mástil de barco. Dejando que pasara el tiempo. Era como si esperara algo. Aunque no podíais adivinar el que. 

Ahí estaba lo que buscabamos , sin duda tanto este sirviente como el escorpión tendrían cosas que aclarar y sin duda el peso de la justicia del emperador caería sobre ellos , o al menos eso esperaba el joven shinjo , había escuchado anteriormente rumores sobre lo traicioneros que son los escorpiones y puede que hiciera lo imposible por librarse pero estado él presente se aseguraría de que no fuera así . 

Otaku san , contad los caballos y aseguraos de que estén en buen estado . 

Luego miró a los cangrejos y les hizo una educada reverencia a la par que volvía a agradecer su ayuda . 

Muchísimas gracias hijos de Hida , sin vuestra ayuda no podríamos haber logrado encontrar los caballos . Ahora me gustaría contad con vuestra palabra para que el culpable del robo pague por su delito . 

La mirada del joven shinjo pasó con severidad a observar al sirviente , sabía que él pagaría , pero tambien su amo . Se dirigió hacia el sirviente y con voz seria y algo más profunda de lo normal le habló . 

Ahora revelad todo lo que sepáis antes de que avise a un eta y se encargue de vos . 

Para asegurarse de la cooperación , su mano se posaba en su katana dejando claro que no iba a dejarlo escapar . 

Todo lo que se sobre que, mi señor.

Este es un almacén. Lo que hay dentro no me concierne.

Si bien respondía, o medio respondía a las preguntas, lo cierto es que se encontraba excesivamente tranquilo, como si la presunción de culpabilidad que tildaba el comentario del samurái no fuera con él.

O era den verdad un descerebrado, o es que no le importaba mucho lo que pudieran pensar sobre él.

Lo cual no dejaba de ser desconcertante.  

Otaku contaba los caballos para ver si estaban todos los que faltaban, por fin los habían encontrado pero, ¿quién estaba realmente detrás de todo esto?

Quizás Obito tenga razón y no sepa nada, quizás es un sirviente cualquiera. Debemos devolver los caballos y dar cuenta de donde ols encontramos, el dueño de este almacén sí que sabrá del robo.- Otaku se queda pensando en el Magistrado y su afan de no enseñarles el almacén. 

Puede que el magistrado esté planeando su inocencia o su huida o lo que es peor, ya no se encuentre allí.

En cualquier caso es complice de atentar contra la vida de dos samurais , y su señor responderán ante sus actos y otros tantos ; seguro que se muestra más cooperativo cuando tenga en frente a los torturadores eta . 

Sentencia El joven shinjo dejando claro que iba a dejar escapar a nadie por las buenas , las leyes del hijo de los cielos eran claras e iba a hacer que se cumplieran y los culpables sufriera todo el peso de la ley . 

Tras una búsqueda no demasiado exhaustiva, encontráis no solo todos los caballos robados, sino también las joyas, y regalos que habían sido sustraídos también de la embajada a falta de una tiara.

Sin duda, un gran hallazgo. Con eso conseguiríais devolver el honor a vuestra embajada. Vuestros superiores estarían orgullosos.

Pero aun quedaba la parte más peliaguda. Realizar las pertinentes acusaciones y encausar al culpable de todo aquello.

Vuestros compañeros cangrejos hacia unas horas que habían marchado, y no tenias constancia de su suerte.