Partida Rol por web

Greg observa la lluvia caer. Lo que me faltaba, que ahora me cale. Eso me va a venir muy bien...- piensa el enfermo yogui, resignado. Toma aire, y cubriéndose todo lo que puede, sale corriendo hacia la biblioteca.

Al llegar, y sin esperar demasiado a los rezagados, entra en la biblioteca, ya que la puerta está abierta, chocando contra el dintel. Greg no recuerda si dejaron la puerta abierta, pero no parece darle mucha importancia, pues enseguida entra a refugiarse de la lluvia.

Rick permanece en silencio mientras a su alrededor se planifica y se decide. El jugador de rugby se mantiene en silencio, con muchas cosas que decir, en particular a Rubí pero sin poder pronunciarlas.

Cuando llega frente a la puerta es el último en pasar sobre la inquietante muñeca, pero cuando la atraviesa y se encuentra con el horrible tiempo exterior, el viento que le golpea en la cara y la lluvia que le moja, echa una mirada a Diamante y emprende la carrera hacia la biblioteca, dejando atras a sus compañeros. Con una expresión enloquecida en su rostro, si alguno de los otros pudiera verlo.

- Menuda noche hemos elegido.. Debería haber comprado más gasolina por mi cuenta me recrimino mentalmente mientras abandono la "seguridad" de la casa para sumergirme en la inmensidad de la noche.

Avanzo por el camino de gravilla cubriéndome la cabeza como puedo con la chaqueta. Marcos, pegado a mí, recorre el mismo camino con mi ayuda, sin quejarse en ningún momento. La excitación inicial se le ha pasado, y no se encuentra bien como para emocionarse por la inminente visita a la antigua biblioteca

- Pobre amigo.. aguanta un poco más.

Al llegar al dintel de la puerta entramos tras Greg, que pese a estar enfermo por la picadura del insecto que dice, ha sido el que más rápido ha recorrido el camino entre los dos edificios. La puerta deja de dar golpes a medida que vamos entrando y la vamos sujetando. - Ya estamos aquí, Marcos le digo a mi compañero mientras enciendo de nuevo el farol y observo el interior del edificio y la espalda de Greg, que está delante de nosotros.

Sin orden ni concierto los integrantes del grupo salen corriendo hacia la biblioteca. El viento y la lluvia, junto con lo irregular y mojado del suelo, hacen de la carrera en la oscuridad un acto arriesgado. La juventud en estos casos es un seguro, incluso en una hipotética caída; amortiguada por la flexibilidad de unos huesos jóvenes. Pero en un octogenario de corazón débil, la carrera de apenas treinta metros le puede. A pesar de moverse pegado a Mark, el viejo resbala casi llegando a destino y da con sus huesos en el suelo. La caída ha sido dura. Al golpe hay que unirle el hecho de que Marcos, en el suelo, está absolutamente mojado. Greg y Rick ya están a salvo en la biblioteca y no ven la caída. Spinner no puede hacer nada para evitar el accidente. El resto aún estais a medio camino y veis la caída de Marcos.

A nadie se le pasa por alto que el capitán del equipo de rugby se ha puesto a salvo sin acercarse siquiera a su novia Rubí...

Sin darte cuenta y en una décima de segundo te ves en el suelo bajo la lluvia. Un calor tremendo recorre tu espalda desde la cintura al cuello. El golpe ha sido duro contra el suelo y te ha dolido bastante. Solo no podrás levantarte. El agua del suelo cala tus pantalones, y la lluvia del cielo te moja sin piedad. Esto es lo último que necesitabas ahora.

- Joder abuelo! Menudo porrazo!- le dice el joven rubiales con los mechones de pelo pegados a su rostro empapados por la lluvia que azota el lugar, agachandose un poco junto a él y ofreciéndole su mano para que se levante, moviendo un poco los dedos para que se dé prisa en cogerla. El suelo estaba bastante embarrado y,aunque la distancia que los separaba de la biblioteca no era mucha, se le había hecho dificil hasta a él, uno de los más rápidos de su equipo, correr por ese terreno- Como no tengas más cuidado no vas a salir vivo de ésta...

Sin perder tiempo, y junto con la ayuda de Diamante, levanto a Marcos del suelo. Con gran esfuerzo por la debilidad de mi amigo y su sobrepeso más que evidente.

Poco a poco, y calándonos hasta los huesos, llegamos a la biblioteca, que nos ofrece una salvaguarda de la lluvia.

El grupo llega por fin a la biblioteca. El viejo Marcos apenas puede caminar, y el trecho que dista desde el lugar de la caída hasta la biblioteca lo ha de hacer andando, nada de correr. Mark y Diamante le llevan lo más rápido que pueden. La lluvia cala la indumentario de todos en mayor o menor medida, pero es evidente que Marcos, Mark y Diamante son los más mojados ya que son lo que más tiempo han estado bajo la lluvia.

Las linternas alumbran la nueva estancia y Spinner enciende su farol. La biblioteca queda parcialmente iluminada. El edificio es una construcción baja, de una sola planta y de techo recto; no de tejado. En longitud es más pequeño que el edificio principal, unos treinta metros de largo. La espalda de este edificio conforma el muro exterior que limita la finca. Frente al edificio se extiende parte del descuidado jardín, y algo más alejado da comienzo la linde del pequeño bosque que se encuentra dentro de estos tenebrosos dominios.

El edificio no tiene demasiadas ventanas. La puerta parece estar situada de manera central, y no es de madera sino de cristal.