El mediano y el pequeño de los hermanos salen de nuevo a la lluviosa noche. Ya estoy hasta los cojones de esta mierda de clima...
El hachís parece haber aliviado un poco el dolor en el pie de Diamante, que avanza apoyado en Jimmy sin quitar ojo del edificio principal del convento.
Solo serán unos minutos. Llegar, abrir la furgo, coger papeo y regresar a zampar al calor del fuego.
Algo en el ambiente parece haber cambiado. Greg se queda solo al lado del fuego, dándole vueltas a lo sucedido esta noche e intentando dominar el pánico que amenaza con hacerle perder la razón. Está débil, y poco podría hacer en caso de ser atacado.
De repente, algo cambia en el ambiente.
Es sutil. Pero evidente.
Ya no se escuchan los golpes rítmicos.
De manera súbita, un agudo grito agónico y de dolor se sobrepone al sonido del viento y de la lluvia. Se trata de un grito desesperado, distorsionado y prolongado.
Después, silencio.
Un segundo grito de dolor, a todas luces diferente al primero, se sucede a continuación. Ambos sonidos parecen proceder del mismo sitio.
El Edificio Principal del Convento.
Rubí! Rubí! Se escucha gritar.
- Estás cansino con la pistolita, ¿eh?- pregunta a su hermano, apoyándose en él, tomando precauciones para no apoyar mucho el pie y avivar el dolor que parecía haberse mitigado en parte- Que te la dé no va a hacer que te crezcan los cojones, lo sabes, ¿no? - Steve se permitió hasta una sonrisa con ese último comentario. El relax del que disfrutaban en ese momento, con su fuego, la futura comilona que se iban a meter, era algo más parecido a lo que Diamante había dibujado en su cabeza antes de montarse en la VW de Greg aquel día. Sin embargo, aquel lugar no estaba dispuesto a dar ni un minuto de tregua a aquellos desgraciados jóvenes y, de nuevo, los problemas volvían a surgir. Problemas hechos sonidos; tan lastimeros y claustrófobicos como todo lo que rodeaba aquel convento del demonio...
- Ostia, tu!- exclama Diamante a su hermano al escuchar el primer grito, mirándole con ojos sobresaltados, sin ser consciente de que la mano que se apoyaba en el hombro de Jimmy estaba haciendo una presión exagerada- Ahí ha pasado lo que sea y tiene pinta de ser algo gordo...- se había detenido, no movía un músculo, aunque su cabeza bullía intentando encontrar la respuesta a una pregunta...¿que hacemos?
Sin embargo, lo que ocurrió poco después trajó consigo la respuesta rápidamente, una respuesta clara, concisa, que no daba lugar a dudas...Rubí! Rubí!
Por eso echó a correr, por eso dejó a su hermano atras, cayendo de bruces contra el suelo embarrado por lo atropellado de su carrera, en la que apenas si podía apoyar el pie herido, no le dolía menos, simplemente no podía hacerle caso, debía aguantar, sufrir el dolor, por eso volvió a levantarse, de nuevo empapado, mucho había sido el tiempo que había tardado en entrar en calor en la biblioteca, poco había durado- RUBÍ!- grita mientras sigue corriendo, sin dejarse detener por la cojera- RUBIIIIIII!- otra vez se acerca hasta la puerta, como antes lo había hecho, y aunque no había olvidado lo que allí había ocurrido, pues lo recordaba a cada pisada que daba, volvió a subir los escalones que lo separaban del umbral, y volvió a aporrear la puerta intentando abrirla...-RUBÍ!¿DONDE ESTÁS?- volvió a gritar...
no he marcado a Greg aunque puede que escuche mis gritos.
PD: Recuerdame jefe que no vaya contigo de juerga al campo...¿melocotones en almibar?¿pan bizcochado? ¿coca-cola...¡LIGHT!?....uuuuuuhhhhhhhhhh!!!!
Unos gritos llegan del exterior. Esta vez se trata de Diamante:
RUBÍ! RUBIIIIIII! RUBÍ!¿DONDE ESTÁS?
A lo lejos, y como contestando al rubiales se escuchan nuevos aullidos de dolor y agonía. Parece que finalmente la locura se ha desatado.
No te mola mi dieta!?
Añadimos tortilla de papas y papitas arrugadas?
DI QUIEN ERES O TE CORTO LOS HUEVOS!!!!
Una voz femenina, desgarrada, desesperada. Es difícil decir si el timbre denota miedo, terror, rabia o furia.
Dos opciones son posibles: Rubí o Elizabeth. Parece tratarse de la primera.
Por la mente de Diamante pasa un pensamiento inevitable: Quien sea que esté al otro lado, es responsable de haberme lisiado...
Pero se trata de Rubí...
Jimmy no se lo puede creer, bajo la lluvia se queda pasmado, alucinando de que su hermano se haya ido corriendo, alza los brazos y grita.
¡Pero tu estas mal de la cabeza o qué!
Dios Santo, no puedo creer que sea tan idiota, debe ser que ahora busca que le jodan el otro pie... putos deportistas, tienen el cerebro en los biceps.
Una vez más y cagándose en todo lo que se menea sale corriendo detrás de su hermano, ya que esta cojo, no podrá llegar muy lejos.
- ¿¡Rubí!?- exclama entre una mezcla de sorpresa y alivio, haciendo oidos sordos de las voces que le da su hermano- ¡Soy yo Diamante! ¿qué te ha pasado? Te escuché gritar y...¡joder! - ha pegado la boca a la madera de la puerta, para que puedan escucharle con claridad tras ella- Solo quiero ayudarte, ¡abreme coño! Dime que al menos estás bien...
Ahora que te pegas a la puerta puedes distinguir algún sonido más. Ya nadie grita, aunque si hay alboroto de voces y sonidos. Y jurarías que alguien ahoga un grito de dolor entre dientes. Una especie de gruñido. Primitivo. Animal.
okis, espero respuesta de alguien tras la puerta
La voz es inconfundible.
Rubí...
Sí, estoy bien. Un momento.
Greg se había quedado solo, aprovechando para descansar sin la cháchara de sus hermanos taladrándole la cabeza. Aún así esperaba que sus hermanos no tardasen en volver. No le gustaba nada que saliesen de la seguridad de la biblioteca, sin saber muy bien que es lo que estaba ocurriendo en el convento, con todos esos golpes.
Cuando estaba a punto de quedarse dormido a pesar de los golpes, estos cesan, dando paso a gritos. Eso no le gustaba nada a Greg, y en lo primero que piensa es en sus hermanos, que estaban allí afuera. Pero ya cuando escucha directamente los gritos de su hermano Steve, Greg se levanta, olvidándose de su deplorable estado.
Mi idea es levantarme e ir hasta el cristal, para a ver si se ve algo. Pero como no se si puedo levantarme sin perder el conocimiento, no lo he roleado. Ya diras si tengo que hacer alguna tirada de resistencia o algo ;-)
Con mucho esfuerzo te levantas y llegas hasta el cristal.
¿Qué cojones me está pasando? Esta debilidad no es normal. Me duelen todos los músculos...
Te notas como si de repente estuvieras sufriendo un proceso gripal brutal. Escalofríos, dolor de cabeza y unos dolores musculares que te tienen bastante acongojado.
Putas arañas... puto frío y puta lluvia. Mierda de sitio...
Te acercas por fin al cristal. No has parado de escuchar ruidos y voces que deben proceder del edificio principal del convento. Los golpes rítmicos ya han cesado. Ahora lo que se escucha es a gente discutir.
Y Steve con mi pistola, joder!
El vaho te impide la visión, y tienes que estar continuamente frotando el cristal. Al final te decides por entreabrir un poco la puerta. A lo lejos ves que alguien se acerca.
No te cuesta distinguir, por su caminar característico, a Jimmy. Va hacia a ti.
Maldita lluvia de los cojones! ¿Quién cojones se habrá creído ese mocoso? Dandome órdenes como si tal cosa. Por que no va él a por Greg y se moja él?
Me cago en...
Avanzas bajo la lluvia en dirección a la biblioteca.
Solo añadir un detalle:
Avanzo bajo la lluvia en dirección a la biblioteca, corriendo XDXD
Greg se arrebuja como puede al entreabrir la puerta, frotándose enérgicamente los costados del cuerpo, intentando combatir al maldito frío que entra del exterior. Agudizando un poco la vista, puede ver a Jimmy acercándose hacia el. Hace unos momentos había escuchado a Steve llamando a gritos a Rubi, y Greg no se enteraba de lo que estaba ocurriendo.
¿Jimmy, que esta pasando? ¿Y tú hermano? ¿Dónde coño está?
Jimmy entra en la biblioteca, tremendamente agradecido de haber llegado vivo sin posesiones ni nada raro. El calor de la chimenea de la biblioteca genera una agradable sensación en el joven. Al ver a Greg sano y salvo, se alegra visiblemente. Con una sonrisa dice:
Pues vas a flipar... no se ni por donde empezar la verdad.
Con toda la confianza mete la mano en el bolsillod e su hermano y saca la marihuna.
No me mires así, esto tiene muy mala pinta asi que si voy a palmar o algo raro, mejor fumao que consciente...
Con bastante habilidad comienza se lia el porro mientras habla.
Steve tiene encañonados a Rubi, al empollón de spinner y a la gótica lesbiana, que a su vez tienen a Rick en el suelo inmovilizado, que por lo visto Rick a matado al pobre Marcos, según dice Rubí, por que estaba poseído o algo así.
El joven agita una mano y enciende el porro de maría.
Tela marinera, ya lo se. Por lo visto todo empezó con la puta ouija esta que encontramos, una monja les explicó que tenían que encontrar un diario y por lo visto.... bueno, ¿sabes lo que te digo? paso de explicar toda la movida que es muy larga. El caso es que tenemos que ir para allí, he venido a buscarte antes de que Steve me pegara un tiro. ¿Quieres?
Dice ofreciendo una calada del canuto.
Greg hace un gesto de negación con la mano cuando su hermano le ofrece el canuto, mientras intenta asimilar lo que le cuenta Jimmy.
¿Mierda, pero que le pasa a todo el mundo en esta jodida casa? Nunca he visto tanto mal karma junto, tío… ¿Porque está Steve encañonándoles si solo están reteniendo a Rick para que no cometa otra locura? Bueno, vamos para allí antes de que nuestro hermano cometa alguna tontería.
Greg, tembloroso, se apoya en el hombro de su hermano mientras caminan hacia la casa principal. La oscuridad disimula la palidez de su rostro, que sin duda habría preocupado a su hermano.