Partida Rol por web

La pasividad y el conformismo de Mark Spinner puede llegar a sacar de quicio al más paciente. Pero así es él. Tranquilo y pausado, y adaptándose en lo posible a las circunstancias del medio. Si hubiera respondido a cada colleja recibida por sacar la mejor nota de la clase, a buen seguro no habría llegado tan lejos. Así que Mark, casi como si fuera igualmente un experto maestro de yoga, prepara sus bártulos para emprender camino a pie.

No obstante, Gregory parece pretender acabar con la última gota de combustible que queda...

- Tío, te dijeron que pillaras en la gasolinera una de esas garrafas para tener gasolina de emergencia... Pero NO! Tu eres el más listo tío y ahora, ¿que? Los ánimos parecen encenderse...

- Chitón! Dejad ya de pelear. Así no solucionamos nada. Tiene que haber una solución. Alguien pasará y nos ayudará si nos quedamos tirados... Siempre hay alguien esperanzado en las situaciones más desesperadas...

- Si claro. Eso si no morimos de frío. La noche apenas está avanzada, genio!
Aunque hay otros que gustan de poner el toque más realista a las situaciones...

Al salir de una curva cerrada, el grupo puede ver a través de los cristales empañados de vaho, lo que parece un caserón un poco más arriba.

- Lo ves? Te dije que no hacía falta comprar gasolina extra! Seguro que ahí podrán ayudarnos... Gregory tiene claro que las cosas no suceden por nada. Los astros y el destino siempre nos están observando!

Por un momento una sensación de alivio invade los corazones del grupo de excursionistas.

Menudo caserón! Seguro que s epuede montar una buena fiesta ahi!

A mi esto no me gusta nada!

Menudo sitio más "extremo" para vivir... Estará habitado? Habrá teléfono?

Estos y otros pensamientos pasan por la mente de todos...

Sintiéndose perdido y confuso a Rick no se le ocurre nada que aportar a la conversación más que apoyar a su chica con malas caras no muy naturales por lo que mantiene el silencio.
¿de verdad es tan importante? como dice Diamante, seguro que tenemos que estar al lado... acostumbrado a los duros entrenamientos no ve problema en caminar un poco y está convencido de que esa será la peor de las posibilidades.

Lentamente entiende la situación, ciertamente su delicada novia y su extraña amiga no tienen ganas de caminar, el viejo bibliotecario, el del ordenador (para él como minimo afeminado ya que no participa en sus bromas y no le ha visto aún beber alcohol), el gandúl del hippie...
de acuerdo, tal vez no todos estén en la misma forma física que Steve y él, al fin y al cabo no todos pueden ser deportistas de élite, y tampoco sería cortés hacer andar a las mujeres. Sí, Rick al fin y al cabo entiende el problema, por lo que, no sin cierto esfuerzo, trata de compartir la frustración de los demás frunciendo el ceño y deseando que una solución repentina aparezca (dado que a él no se le ocurre ninguna) devolviendo a la furgoneta el ambiente ser distendido y despreocupado.

Por eso cuando el caserón oscuro aparece tras la niebla, el capitán del equipo de rugby no puede dejar de mostrar una sonrisa amplia y sincera.
Mirad... estamos salvados.

Gregory sonríe al dar la curva y toparse con aquel caserón. Sabía que no había de que preocuparse.

Claaaaro. Ya os dije que os preocupáis en exceso. Acaso creéis que es fruto de la casualidad que ese caserón este ahí justo cuando nos quedamos sin gasolina. ¡Pueeees no! Está claro que nuestro destino era acabar en esa casa. ¡Vamos!

Gregory continua conduciendo dirección a la extraña casa, mientras alegremente silva una cancioncilla.

Jimmy da unas patadas contra el suelo para hacer entrar en calor los pies al salir de la furgoneta, con la capucha de la sudadera echada sobre la cabeza contempla la mansión entre la bruma.

¿Mola verdad? es como en las pelis. Seguro que ese caserón fue una especie de institución metal para pirados o un orfanato donde desaparecían los niños. Joder, incluso puede que haya fantasmas con bola y todo.

De la furgoneta saca su mochila y se la echa al hombro. Luego coge las cervezas.

Yo llevo la birra, que alguien se ocupe del resto del alcohol.

Desde el lado caliente del cristal, observo el caserón al que nos acercamos. Por un momento se me olvida la situación en la que estamos y analizo la construcción con mirada crítica y profesional. Pero la distancia y la niebla no permite ver mucho más que el tamaño y la estructura.

- ¿Un antiguo hospital? No, lo dudo,, Si lo fuera aparecería en los mapas o habría alguna nota sobre él, y no hay ninguna. No. Pienso contestando mentalmente a algo que alguien ha dicho en el interior de la furgoneta y que, a todas luces, está equivocado.

La reacción inicial varía entre los distintos componentes del grupo. Pero en general todos sienten un cierto alivio al verse, al menos, cobijados; y no al suelo raso de una oscura y fría noche.

Quien sabe, igual lo pasamos hasta bien!