Partida Rol por web

 ¡Soy yo Diamante! ¿qué te ha pasado? Te escuché gritar y...¡joder! Las voces de alguien más se escuchan un poco más lejos pero no podeis distinguir el origen. Tal vez sea Greg, o en su defecto Jimmy. 

Tras una breve pausa, la voz se escucha más alta y clara. Si es Diamante el que está al otro lado, debe haberse pegado contra la puerta para hablar.

Solo quiero ayudarte, ¡abreme coño! Dime que al menos estás bien...

En el suelo la sangre de Marcos sigue tiñiendo el pavimiento, mientras Rick muerde sus mandíbulas ahogando un grito de dolor, agarrado a su brazo y a su pierna.

Eliz le mira con desprecio y regocijo.

Diamante!!! y el resto deben ser los Skilton!!

Algo más tranquila bajo el hacha y miro a mis compañeros, a Mark que está intentado que Rick o lo que queda de él no haga nada, al pobre Marcos tendido en el suelo en un charco de sangre y a Eli que, ¿que está haciendo?

Lás lágrimas asoman al pensar en el pobre bibliotecario, que nos ayudó a todos.  Tragando saliva y enjuagándome las lágrimas con el reverso de la chaqueta le respondo a Diamante con voz entrecortada:

Sí, estoy bien. Un momento.

Dirigiéndome a Mark y Eli les susurro:

Chicos, es Diamante! Y creo que también están los dos hermanos! Les voy a abrir. Estáos atentos, por si acaso...

Y me dirigo a la puerta, mirando a través de los agujeros que han dejado los hachazos de Rick para comprobar que es realmente Diamante y no una broma de esta maldita casa....

Y si es él usaré el hacha para hacer palanca en la puerta y abrirla del todo.

Entre la madera astillada de la puerta se ha abierto algún pequeño agujero. Pegas los ojos con precaución y oteas el exterior. Al otro lado de la puerta está Steve. Cansado, con la cara demacrada. Mojado hasta la médula y respirando agitadamente. Un poco más atrás ves a Jimmy. De Greg no hay signos...