Cuando gustéis, podemos ponernos en marcha.
Allan había estado revisando el claro. Pero no había encontrado nada de su interés. Así que estaba listo para partir.
Luego pediría echar un vistazo al dibujo del “mapa”, porque si se tenían que orientar por la selva siguiendo una serie de puntos naturales no estaría de más echarle un ojo.
Además, si de verdad la otra expedición había seguido una serie de indicaciones, seria genial, porque facilitaría mucho la marcha, a la hora de seguir las pistas.
El tenia claro que no hacía falta ser un explorador de renombre para seguir el rastro que dejaban atrás aquellos investigadores de salón. Pero igualmente había que encontrarlos. Y la selva era un lugar peligroso, hasta en los mejores días del año.
Por mi podemos continuar.
A Gianna no le apetecía nada tener que estar parada otro rato más allí mientras se miraban las caras unos a otros. Era consciente de que lo que habían descubierto, o lo que les habían dejado descubrir no traería nada bueno.
Por peligrosa que sea la jungla, seguro que no puede compararse con un gánster borracho...
Cuando la idea cruzó su mente, o pudo evitar acariciar su cicatriz. No, no podía pasarle nada peor...
Lo siento, a parte del viaje he estado malita, pero ya no soy contagiosa! :p