Ante las palabras de aquella indígena, mi expresión cambió totalmente. Esa mujer, parecía la clave, el guía, el camino que necesitábamos seguir para saber qué había pasado con los compañeros que nos precedieron. Guiado por las ganas de volver a ver a mi amigo, camarada, y a todos aquellos brillantes genios que lo acompañaban - excepto los que yacían muertos ya - no pude sino adelantarme a todos los demás y asentir, con todas mis fuerzas, con una devoción prácticamente suicida a sus palabras. - Sí, nosotros mataremos al humo negro - La rotundidad de mis palabras era tal, la seguridad y gravedad de mi declaración eran también tan certeras, que incluso alguien que comprendiera el origen de aquel fenómeno científico, a sabiendas de que no seríamos capaces de hacerlo, me habría creído.
- El humo negro ha atrapado a nuestros amigos. Antes de nosotros. Ellos venir aquí. Tyrone - Digo en última instancia, esperando que aquel último sonido, le sonara de algo. Tal vez ellos también se encontraron con la tribu y decidieron ayudarles en vano.
Bendal Dolum era nuestro destino, y estas gentes, nos lo estaban poniendo en bandeja.
No podíamos perder más tiempo.
Aunque tal vez sí, nuestras vidas.
-Sí, Dooolum. Tú mata humo, nosotros lleva Dolummm- el indígena no dejaba de repetir esta frase una y otra vez, una y otra vez. "Si vais a matar al humo negro, nosotros os llevaremos hasta Bendal Dolum para que lo hagáis". Eso parecían trascender sus palabras.
Una oferta irresistible, sin duda, teniendo en cuenta que hacia allí era hacia donde se dirigían vuestros pasos.
Morgan se acercó con cautela al grupo y lo instó a reunirse en círculo en torno a él, indicándole al indígena que aguardara un segundo mediante gestos de sus manos.
-Un momento... No es por ser aguafiestas, pero admito que esto me parece... Sospechoso. De pronto, surgidos de la nada, unos indígenas se aparecen ante nosotros ofreciéndonos lo que deseamos. Parece... Demasiado perfecto.
-Sinceramente, me parecen bastante más de fiar que este energúmeno de habéis contratado para "protegernos"- Devlin se encogió de hombros, indiferente- Prefiero fiarme de su palabra que de la de él.
Con toda mi excitación, no puedo evitar mirar al Doctor Morgan, no podría decir, realmente molesto... Aunque sí ligeramente.
- Doctor Morgan, ¿se da cuenta de lo que está diciendo? ¿Es usted consciente? - Entonces, las palabras de aquel hombre que había visto morir a su... "protegido", esgrimió unas palabras, que desde mi sentir, eran bien acertadas. Lanzo una fugaz mirada al muchacho, tras lo cual, me vuelvo hacia Morgan. - Lo que le debe haber pasado a nuestros compañeros, es lo mismo que nos está pasando... Y podré sonar a loco, aunque lo creo con todo mi corazón. Estas gentes, se aparecieron a ellos, justo después de que perdieran a alguno de los suyos a causa del humo negro. Tal y como nos acaba de suceder. Conocéis a Tyrone, y jamás se habría negado a continuar investigando, incluso más allá de lo que él pudiera conocer, y aun costándole su vida, aunque no la de sus alumnos - Miro hacia el lugar de donde proveníamos, ese pozo de oscuridad - Ahí, perdió a uno, o dos de los suyos. Suficiente para entregarse a tan suicida misión - Miro a los demás, solemne. Por instantes, la seguridad en mí mismo, crecía. - Si lo que le ha sucedido a la otra expedición es obra del humo negro, sólo podremos saberlo si seguimos el sendero que estas gentes, que nos acaban de perdonar la vida, nos quieren mostrar - Otro instante de silencio. Me ajusto el chaleco de pana que llevo, una mano pasa por mi frente, retirando el sudor que comenzaba a empaparla. - No sé ustedes, pero yo me voy con ellos. No podría dejar pasar esta oportunidad. La única que tenemos, de saber qué pasó realmente, y de conocer el tal Bendal Dolum - Me sitúo del lado de los indígenas - El que quiera volverse a su aburrido cuarto de Universidad, a la monótona vida de la ciudad, adelante... Creo que no habrá marcha atrás. Nos adentramos en un pozo sin salida - Las palabras fluían de mi boca como si un poeta o un líder de armadas, me hubiese poseído. Aunque tal vez, fuera aquello que mi madre me decía, hace ya muchos años : Me crecía en los momentos decisivos". "Me hacía más fuerte". "Arriesgaba para ganar".
- Señores, señoritas - Miro a cada uno de los miembros de la expedición - No hay más tiempo que perder - Concluyo, con una amplia sonrisa en el rostro. Como si hubiese descubierto El Dorado.
Alan no dijo nada, estaba claro lo que estaba pasando, y el doctor Jones estaba hablando de ello no solo con convicción, sino con pasión.
Pero él había venido para no ver perderse una vida, la de la hija del desaparecido. Y no iba a decidir por ella.
Aunque estaba seguro de que muchas de las personas que había en aquella expedición era mejor que se quedaran en ese punto, o volvieran a la civilización, no encontraba forma de hacer eso posible. No con la alimaña de Gordon allí rondando como un gato a un ratón.
Aun así, espero a ver lo que decía la patrona. Antes o después ella tendría que enfrentarse a la realidad, se había metido en una aventura que le quedaba extraordinariamente grande.
Denise se quedó callada durante un buen rato, pensando. A fin de cuentas, aquella era su expedición y de ella dependían todas aquellas personas. Una decisión como la que se le planteaba no podía tomarse a la ligera ni mucho menos. Por fin, cuando se hubo aclarado las ideas, comenzó a hablar.
-Muy bien, lo he estado pensando y creo haber tomado una decisión. Si mi padre se ha metido de cabeza en Bendal Dolum, yo iré tras él, guiada por estos indígenas. No obstante, me siento en la obligación de liberarles de sus cargas, pues me parece que vamos directos a la boca del lobo. Todo aquel que desee acompañarme, será generosamente recompensado... si es que vive para contarlo. Si alguien considera que es demasiado peligroso, tiene mi permiso para regresar a la civilización. La única condición sería que nadie revelase por el momento la existencia de esa construcción, Bendal Dolum. Con el humo rondando por aquí no quiero expediciones por todas partes. Sería demasiado peligroso. Tomad vuestras decisiones, pero hacedlo ya. Pretendo partir al alba.
Sep, es una opción para los jugadores que se han visto pillados y que prefieren parar aquí la parti, así como para los que quieren seguir adelante en la siguiente escena con el meollo del asunto.
Pues entonces yo voy con usted señorita. Le prometí que la llevaría hasta donde fuera, y no voy a retractarme ahora.
Y lo cierto es que había venido porque se prometió a si mismo evitar que esta terca mujer muriera en balde. Y por el momento estaba convencido de que había hecho bien.
No solo había estado ahí en el momento más mortal de la expedición, sino que había sido el único que había leído entre líneas las jugadas de Gordon.
Civilizados o no, necesitarían a alguien que no tuviera miedo de matar o morir por lo que estaban haciendo.
Doy un par de pasos, situándome junto a la hija de mi compañero de aventuras, a mi amigo.
- Contad conmigo también. Presiento que estamos muy cerca de saber qué ha pasado con Tyrone. Y de dónde proviene ese Humo negro. Integrarnos con ellos, nos podría mostrar mucho sobre tan desconocido fenómeno. ¿Es algo que ha surgido últimamente o lleva siglos aquí? ¿Por eso nunca nadie ha llegado a conocer Bendal Dolum? - Hice preguntas en voz alta, incitando la curiosidad de quienes nos acompañaban. Mi aspecto era distinto, parecía más convecdo de mí mismo que durante todo el viaje, más dispuesto, jovial, resuelto y enérgico.
Cruzándome de brazos, junto a Denise y Alan, espero que los demás se manifiesten. Aunque bien podría marcharme únicamente con los indígenas.
Era una decisión difícil, Gianna no estaba hecha para una expedición por la selva, con indígenas, humos asesinos y a saber qué más cosas pero,Deise era su amiga, le había pedido que le acompañara en esto, no puede dejarla ahora.
Denise, si estás decidida a seguir con ellos yo también iré contigo, te prometí que te acompañaría y si hemos llegado hasta aquí podremos seguir y encontras a tu padre, a la expedición perdida.
Continuar el viaje con aquellos indígenas o volver atrás para regresar a la civilización... "Que mierda de elección es esta?" pensó enfadada Gloria. Si se valoraba la situación coherentemente, no era difícil saber que "regresar" quería decir , en un tanto por ciento muy elevado, volver a toparse con el maldito humo. Y eso solo tenía un significado: una muerte horrenda.
-Qué demonios!... Hemos llegado hasta aquí por alguna cosa, y volver es un suicidio en toda regla. Vayamos a esa jodida Bena Dolum, Bela golum...o como diablos se llame, e intentemos salir con vida de esa selva.
Avanzó unos metros hacia el grupo, con rostro ciertamente enfadado. Al pasar al lado de Jones, la periodista le comentó con cierto aire sarcástico:
-Y muy bonito el discurso sobre "nosotros mataremos al humo negro"... Espero que tenga alguna idea de como hacerlo, si no, yo misma ayudaré a estos salvajes a despellejarlo y meterlo en la cazuela para que se lo coman con papatas!
Buenas gente,
Pido disculpas por no postear más a menudo. Mi mujer lleva una temporada que viaja mucho por motivos de trabajo, por lo que me quedo de "rodriguez con pakete". Tengo que conseguir que la casa no se desmorone y evitar la etiqueta de "padre irresponsable".
Intentaré seguir el ritmo de posteo. Disculpas de nuevo.
Saludos
nanuk
Uno a uno todos los presentes fueron aceptando el proseguir con el final de aquella rocambolesca aventura. Así se lo hizo saber Denise al indígena como buenamente pudo entre gestos, balbuceos en lengua castellana que no sabía muy bien si habían entendido y aspavientos exageradísimos con los brazos.
Sin embargo, el indígena pareció comprenderla medianamente bien, pues asintió con la cabeza varias veces y acabó concluyendo con unas amistosas palabras pronunciadas de forma cordial.
-...Buscar al alba... Nos llevar vos Bendalo Doluuuum... Al alba regresar a vos...
Y dichas estas palabras, todos los indígenas bajaron sus armas y siguieron a su jefe de regreso a su tribu, a donde desde luego no os invitaron a ir. Puede que confiasen en vuestra palabra de enfrentaros a lo que fuera que hubiese en Bendal Dolum, pero no eran tan estúpidos como confiarle la ubicación de la morada de sus familias a personas capaces de manejas humo negro, es decir, aquellas ruidosas escopetas que habían sido la causa de que os rodeasen con tanto miedo, dispuestos a matar a los "seguidores del humo".
Tranquilo Nanuk, que nadie te va a apuntar con una escopeta para que postees. Bueno, quizás Quarter, Devlin y Lockly como la cosa se les vaya de nuevo de las manos, pero eso puede suceder aunque posteaseis todos a diario XD
Postea cuando buenamente puedas :)
Devlin arrancó una ramita de una planta y comenzó a mordisquearla distraídamente. Acto seguido se sentó con su escopeta a su lado, espalda apoyada en un tronco y la mirada fija en el grupo.
-Bueno, si mañana vamos a partir al alba, sugiero que descansemos de una vez. Ésta ha sido una noche extraordinariamente larga, así que supongo que sería conveniente descansar. Me propongo hacer la primera guardia. Quarter, como no me fio de este miserable, ¿te importa si haces tú la segunda para que yo duerma tres o cuatro horas?- dijo, señalando a Lockly- Los demás sugiero que extiendan sus sacos, cenen y se acuesten. Mañana será una larga jornada.
Salvo que tengáis algo que hacer en mente, mi idea es ir dando esta escena por concluida, así que si teníais pensado algo más, comentadlo ahora. En unos días si no tengo respuesta paso a la escena 9 :)
Con una amplia sonrisa, sin hacerle el más mínimo caso a la periodista, observo cómo nuestros nuevos compañeros de viaje se desvanecen entre la maleza. Inspiro, feliz.
- Yo puedo hacer la segunda guardia si quieres, Devlin, creo que vosotros también deberíais descansar. Y un viejo como yo, ya no necesita tantas horas de sueño, como aquí las joviales señoritas - Río un poco, a modo de broma, aunque ninguno la entendiera, ni la entendería. Tal vez si Tyrone estuviese con nosotros, habría sonreído. Lo cual me devolvió cierta esperanza, sólo por pensar en él.
Asiento repetidas veces al joven, asegurándole que será un gusto hacer ese turno de guardia.
Gloria extendió su manta y se dispuso a intentar dormir unas horas.
Por su cabeza pasaban los últimos sucesos y el resultado de ellos. Aquello era un suicidio y estaba convencida que, muy posiblemente, no todos salieran con vida de aquel lugar. Pero quién sobreviviría a los peligros de aquella misteriosa selva? No lo sabía...solo esperaba que ella fuera una de ellas. Aunque fuera la única...
Poco a poco, el cansancio se fue apoderando de la mujer, dando paso a una noche de intranquilidad y pesadillas.
Si no hay novedad, el Lunes abro la escena nueva (por si alguien tenía algo que añadir).
No espero más para que no se quede parada. Por cierto que voy a darle otro toque a Remy, que anda desaparecido :(