Partida Rol por web

 Leticella observando a Don Severiano como mecia a la niña intentando calmarla. no pudo reprimir sus propios recuerdos que afloraban viendo a la joven e indefensa niña.... una vez hacía mucho tiempo ella se había sentido de igual modo al perder lo que mas amaba en el mundo, solo que por suerte aquella niña la tendría a ella, a Don Severiano y a todos los habitantes del pueblo...

 Ven aquí Stephanie- se dirigiño a la niña mientras se arodillaba y le estendía un brazo hacía ella..- El señor ha querido que tu madre se marchara esta noche, todos tarde o temprano debemos aparecer en su presencía en el momento en que él lo requiera.Ahora has de ser fuerte y aceptar lo que la vida te brinde.Si quieres puedes venir conmigo al castillo durante una temporada y luego podrás elegir si quieres quedarte allí o venir al pueblo.

 Ahora te importaría ir un momento a la cocina Step supongo que Don Severiano necesitara algo de tiempo, esperanos un momento allí.

Mientras la niña va hacía la cocina..Leticella mirando el cuerpo de la madre de Stephanie se dirige a Don Severiano.

Señor creo que debería proporcionarle a la niña algo para que descanse, mientras le ayudaré a preparar el cuerpo y a llamar al enterrador para poder darle sepultura lo antes posible.Aproposito ¿Que enfermedad padecía?

Me siento en la mesa, enfrente de Alfredo y converso con él mientras nos traen la cena -Pues, en realidad quiero dos: un vestido de gala, de color malva claro y uno de todos los días, para ir a clase, blanco con estampado de flores de la cintura para abajo. Tengo unos bocetos aquí:

No, no son para ninguna ocasión en especial. Aunque bueno, el primero megustaría llevarlo en una cena que tengo pensada...

Cuando Stephanie se marcha y Leticella pregunta por la causa de la enfermedad, Don Severiano tarda aún un instante en responderle:

- Al principio no fue más que un resfriado, uno de'sos que cuesta la propia vida sacarse de encima. Por más cataplasmas y preparados que la pobre mujer tomaba, no terminaba de mejorar ...hasta que hemos llegado a esto. Por lo que sé, el médico dijo que era algún tipo de infección respiratoria, no especialmente contagiosa pero se ve que la ha agarrado fuerte o que la ha cogido débil ...pobre criatura!

Don Severiano se enjuga unas lagrimas mientras busca entre los distintos frasquitos que se encuentran en la mesilla de noche. Coje uno de ellos y se lo tiende a la joven.

- Unas goticas en un vaso de leche caliente dejarán a la niña calmada. Son hierbas, principalmente, medicina natural, de toda la vida. No le hará mal, sólo la relajará y podrá dormir. Tenemos que esperar al médico antes de hacer nada, chiquilla, que él dirá qué hacer y cómo. Yo puedo quedarme aquí esperándolo y podeis ir a otro logar a que la pequeña descanse...

Tonel vio marchar muy bien acompañado al boticario y sonrio lascivamente un segundo antes de percatarse de la situacion y de que la bebida no habia sido cobrada, llevandose una mano a la frente resoplo y una nueva sonrisa esta vez de compasion, retiro el chato a la pila que tenia que lavar.

Hay Vitoria que cosas ma raras me pies, si no fuea por ver sonreir... toma su copa y pera a que mu eñora te sirva la carne, rica rica, ya vera recien cazada con el Kurt este.-Señalo al cazador con la mirada y un segundo despues estaba el sastre con ella.
-No se precupe Alfresco, que hay cena pa tos, toma su pinta que copa seuro no quie. ¡Mue! ¡Dos de Cirvo pa la segundo a la Iquerda!-Se giro sonriente.

Tan sorprendido como el resto de los que estaban en la barra, miro con atencion al desconocido, Jones no pudo evitar dar un codazo al paisano mas cercano.-¿Ya ve? Ettos de ciuda no saben con quien trata, pues no a ido con la mullera de berruga, jeje...

MArchando moza.-Contesta a la gitana antes de servile una jarra al desconocido.-Pero page uste mozo, que la muer es amable pero no tonta. jeje...-Su risa termina cuando un extruendo se oye a lo lejos.

Viaaya... paece que empieza a llover, los angeles tan llorando por algo.

Stephanie asentía a las palabras de la hija del Lord, aunque a penas la oía. Se retiró a la cocina, como le dijeron, acataba todo lo que le decían sin rechistar. Aunque estuviera triste y solo sintiera oscuridad en su corazón, nunca sería grosera ni desobediente con las personas mayores, a las que hay que respetar, como siempre le han educado. Además sabía que esas dos personas sentían compasión sincera por ella, y ella lo agradecía.

Esperó a que los mayores hicieran lo que tuvieran que hacer en el cuarto de su madre y aunque a ella no le apetecía comer, aceptó el vaso de leche, con una pequeña expresión de complacencia, pero las lágrimas aún demostraban que estaba estaba sumida en la amargura.

Gracias, son demasiado amables conmigo. A mi madre le gustará ver desde el cielo que personas como ustedes se preocupan por mí, no sé como pagarles tanta amabilidad.

- Veo que el dibujo es tu fuerte tanmbien querida victoria.- le digo sonriendo al contemplar los bocestos- Es posible que tarde mas de lo habitual esta vez, me queda muy poco de este tipo de tela y tendre que pedirla a alguien del pueblo de al lado-le comento señalando el vestido de gala.

Sin apenas distinguirle la palabra a nadie me termino mi pinta y me dirijo al servicio para hacer mis necesidades.

-Hic- hipa el borracho Hikkins en el suelo.

-Tonel, que me seco, dame otra pinta y al ruedo con todos... que no oigo música hic- dice levantando la mano y empezando a roncar nuevamente.

Aún escuchando alguna que otra conversación de paso, me siento en una mesa en la esquina de la taberna, desde la que se ve casi toda esta, para cenar tranquilamente. Al fin y al cabo, si a alguien de los que estan solos les apetece acercarse, saben que pueden hacerlo.

Nada mas salir del baño veo como Hikkins continua empinando el codo de lo lindo.

Veo también que la profesora de primera se dirige hacia una mesa para cenar, acto que imito sentándome a la misma mesa que ella.

-Sara, ¿que tal el día? ¿se han portado bien los niños?

Clara coge su jarra de vino y con una sonrisa se marcha del lugar, iba a contestarle a el Sr.Jones sobre su padre pero al verlo tan ocupado prefirió no molestar y volver a casa cuanto antes.

- Buenas noches a todos, qué pasen una buena velada...

Camina por la calle bastante acelerada ya que no soporta estar sola de noche.

Leticella se acerca a la cocina para ver si la niña ha terminado la leche.- Step, en cuanto acabes avisamé, pasaras la noche conmigo ¿de acuerdo?, si quieres ve a tu habitación y recoge lo que te haga falta.- Una vez Step acabá su leche, Leticella se dirige hacía la habitación donde se encuentra Don Severiano.

 Disculpe, Don Severiano pero creo que debería llevar a Step al castillo con Fred, para que pueda descansar tranquilamente. Avisemé si necesitan alguna cosa.

Gracias. Aunque aquí hay pocas cosas que merezcan la pena, éramos una familia bastante humilde. 

La niña apura su vaso de leche y va hacia su habitación para coger la poca ropa y pobres posesiones de las que disponía. Solo dos cosas eran vitales para ella. Wendy, una muñeca de trapo que su madre le había hecho, y un colgante de su madre, que heredó de su propia madre y que ahora Stephanie heredaría por causas bastante drásticas. Se abrazó a la muñeca y a la bolsa en la que guardaba todo lo demás y se plantó frente a la puerta.

- Ya estoy lista, señorita Vanghuten, cuando usted quiera - dijo con una voz apagada. Le estaba entrando sueño y los ojitos se le estaban cerrando.

Como imaginé, no soy la única que se siente algo sola y gusta de una buena conversación. Seguí cenando mientras hablaba con Gabriela...

- Hola Gabriela. Bastante tranquilito. Siempre se portan bastante bien, estoy con un grupo bastante bueno, y sino, algunas copias amansan a las fieras - contesta riéndose tranquilamente. - La única que falta es Stephanie, pero espero que su madre se mejore y pueda retomar las clases pronto. Aunque entiendo que la prioridad es la familia, claro. ¿Y tú qué tal estas? ¿Qué tal por la pescadería? ¿Mucho curro? Debería pasarme mañana, como casi siempre... vale, mejor dicho siempre, tengo la despensa vacía...

Aún consternado, Don Severiano fue sacado de sus pensamientos y cavilaciones por Leticella

- Ah... Por supuesto, joven, por supuesto... Una idea estupenda que os honra. Mandaré aviso en cuanto haya alguna cosa que avisar. Gracias por hacerse cargo de la pequeña. Lo haría yo mismo pero, ya soy viejo para esto...

Besa a la pequeña antes de que salga de la casa. Pobre, pobre criatura...

-La pobre Stephanie...

Comienzo ha impacientarme ya que aun no os han servido la cena y el tabernero no parece tener trabajo en demasía.

-¿El trabajo? Bastante bien...como todos los días, gracias ha dios en este pueblo no me falta el trabajo.

Ante su aviso de ir a comprar:

-Cuando tu quieras...aunque te aviso que tengo unos calamares que me los están quitando de las manos...