"- ¡No!- contesto a Clara de manera enérgica-. Pero ez lo único que noz queda zeñorita- agrego con cara de resignación".
Empiezo a dar unos pasos hacia la taberna y me giro hacia los demás un momento.
"- Ezcuché que a la zeñorita Muriel le pazó lo mismo que a Don Zeveriano. Ezo también ez algo que tendremoz que hablar y rezolver... a ezte pazo, loz loboz no zon nueztra única amenaza- aclaro".
Me rasco un poco la barbilla y exprimo mi cabeza lo más que puedo. Pensar no es algo que se me dé bien, aunque el trabajo encomendado amerita que haga mi mayor esfuerzo.
"- Dizen que intentó reziztir frente a quien la azezinó. Vamoz todoz a la taberna... quien tenga marcaz de una pelea zimilar a la que debería tener ziendo quien la mató, zerá con probablemente culpable- esputo en una suerte de epifanía un tanto imperfecta que me sorprende a mí mismo".
Lo de que escuché y que dicen no es cierto... en realidad lo leí. Pero si me pongo a preguntar alargamos más las cosas XD. Con respecto a la idea, marcas podría tener cualquier por cualquier motivo, pero a Leonard es lo mejor que se le puede ocurrir (y ya es mucho) XD.
Sara no sabía realmente si era buena idea, pero de mandar a alguien, no deberían hacerlo con alguien que no supiera defenderse, o no tuviera la fuerza para ello.
- Pero si lo que queremos es que después regresen y nos cuenten lo que han visto, ¿no necesitariamos que fueran las personas más fuertes? Sino no sabremos cuantos de esos monstruos quedan. Tal vez si fuera Amador con su hacha, o incluso el señor Mirko, que seguro que sabe empuñar algún arma, lograríamos averiguar algo. Mandar a alguien no tan fuerte es... es mandarlo a la muerte. Y creo que ya hemos provocado demasiada. - Sara recordaba la muerte de Steve como algo aún más terrorífico que la de Stephanie, ya que él era inocente.
Completamente desolado miraba los rostros del resto, no podia soportar este golpe, jamas se habia imaginado perderla tan pronto...y menos con esa ultima conversacion.
- Acatare la decision que tomeis vecinos, pero necesito que entendais que en este dia, no estoy en mi mejor momento...comento derrumbado mirando al suelo ayudando al enterrador en todo lo posible.
"- Perdone zeñora Profezora Zara, pero Don Kurt no tuvo zuerte y él era un cazador. Ezo haze que realmente no importe quien vaza al bozque... mientraz ze haga. Aunque alguien con fuerza ziempre puede azudar- le contesto".
Me dirijo hacia el lugar donde se efectúan las votaciones, pues éstas han empezado ya. Es necesario establecer con rapidez quien ha de ir. Dios guarde a aquellos que sean elegidos, pues necesitarán de toda la suerte necesaria.
"Ezperemoz acabar con alguno de ezzos ezta vez", pienso mientras decido un momento.
Las votaciones se cierran con los últimos rayos del sol, y el conteo se hace lentamente. Finalmente hay dos elegidos. El primero, es Amador el leñador, como se veía venir. El segundo, es... Tonel Jones, el tabernero, quien hasta ahora ha estado ayudando al pueblo con sus bedidas. Pero la voz del pueblo y de su alguacil es inescrutable.
Ambos deberán ir de expedición al bosque, en busca de los feroces lobos. Pero todos se miran con tristeza, porque nadie sabe si los volverán a ver. Toman algunas armas de la caza de Kurt, ahora enterrado, y se disponen a partir con las últimas luces del día, linterna en mano, suspiran, mientras dicen lo que podrían ser sus últimas palabras, antes de tener que partir y exponerse a los demonios que habitan en aquel sitio.
¿Porqué partir de noche?, no hay mucha explicación, pero si hay alguna bestia feroz, la encontrarán de noche, y esperarán (ilusamente) asesinarla. Finalmente, los dos parten, internándose en el sendero que serpentea, mientras sus sombras y sus pasos son devorados por la bruma y las tinieblas, mueren los sonidos, y los malos augurios se ciernen, como una maldición demoníaca, similar a la que azota Tábula. Y así como ellos se desvanecen, nadie espera volver a verlos... nunca más.
La noche es oscura y tenebrosa, el pueblo piensa en buscar refugio y recitar todas las oraciones para protegerse del mal que pulula, y esperar a que la oscuridad se cobre lo suyo.
A lo lejos, un aterrador aullido rasga el silencio tétrico del pueblo.
Amador y Tonel Jones salen de paseo, pueden decir sus últimas palabras antes de irse a lo que parece ser, una muerte segura. Los demás también pueden intervenir para sentirse mal y eso...
Comienza el turno nocturno!
Tal parece que el pueblo ha hablado, ¿verdad Jones?. Ganamos por aclamación popular femenina, al menos yo. No te preocupes, si morimos no creo que me veas sufrir, pero muere rápido así no lo tengo que hacer yo
Luego lanza una amarga risotada y con un arma (que no sabe manejar muy bien) al hombro, inicia la marcha hacia el oscuro bosque.
El pueblo ha hablado, aún así Sara se siente culpable. ¿Será la muerte lo que les espera en el bosque? ¿O podrán traernos la información que de seguro necesitamos para sobrevivir?
Sara sólo puede decir bajito, casi susurrando, lo que probablemente todos quieren:
- Cuidaros... y suerte.