Partida Rol por web

Pocos quedan en el pueblo ya. La nueva mañana no anuncia nada agradable, todos lo sienten en sus corazones. Se reúnen rápidamente en la plaza... ésta vez el alguacil hace acto de presencia, y empiezan a mirarse los rostros. Falta alguien, falta una persona. Es probable que todos conozcan como sigue la historia. La pequeña turba se dirige a la Herrería, y el espectáculo que encuentran, parece alguna especie de venganza.

Allí, todos pueden suponer, está lo que queda del cuerpo de Pedro, el herrero. Sus herramientas están manchadas de sangre, seguramente usadas para destrozarle, y el horno de la herrería está encendido, pedazos de carne chamuscada hay en el suelo, y ese olor férreo desagradable. Hubo un festín, prácticamente.

Del cuerpo del joven trabajador, solo rastrojos, ni para enterrar algo, solo su sucio overol. La historia se repite, cada vez son más pocos, y como durante los últimos días, los tabulenses votarán por el culpable de este siniestro.

Al ver lo que quedó de Pedro después de su encuentro con los lobos, me quitó mi sombrerito de marinero de la cabeza y veo todo con profunda tristeza y agonía. ¡Pobre Pedro! Los lobos se habían querido vengar con él, ahora que eramos pocos se querían hacer sentir más. Palpó mi cuello, pensando si mi cabeza seguirá sobre él para el día siguiente.

Señor alguacil - digo, mirando a Mirko -, quisiera ofrecerme para ayudarle. Pedro necesita un lugar donde descansar en paz, o al menos... bueno... lo que queda de él...

Abri los ojos sobresaltado, soprendido sin duda de seguir vivo aunque convencido de no merecer esa suerte...pero seguiria vivo una noche mas para encontrar al culpable, al asesino de mi pueblo nuestro pueblo que se recuperara de esta maldicion.

Rapido tras vestirme sali al pueblo, quien seria la victima al no haber sido yo, todos se congregaban en la herreria y no quedaba nada que reconocer de mi amigo...una nueva oleada de ira y desesperacion cruzo mi cuerpo pero no podia desfallecer no ahora, mire a todos los vecinos uno por uno, alguno seguia engañandome, engañandonos a todos...

Claro toda la ayuda es bienvenida, esta tarde me encerrare en el castillo, revisare de nuevo las votaciones y comunicare mi decision publicamente de nuevo.

-Que dios nos perdone, volvimos a asesinar a otra persona inocente...

casi comienza a sollozar pero mantiene la compostura.

-¿cuando acabara esto por fin?

Sacó de uno de mis bolsillos un pañuelo algo raído y se lo doy a la pescadera.

Tome, señora - le digo, con la mano extendida. - Ojalá que sea pronto cuando acabemos con la amenaza que se cierne sobre nuestras cabezas, así Dios lo quiera.

Ante la sugerencia del alguacil de encerrarse en su castillo a estudiar los votos y así dar con el culpable, me rascó la cabeza sin entenderle muy bien; pero no digo nada, y simplemente alzó los hombros, diciéndome a mí mismo que él era el alguacil y sabía lo que hacía.

¿Entonces le damos cristiana sepultura a Pedro... - tragó saliva -... a lo que queda de él? Podría empezar, por mi parte, a cavar la tumba.

Me cruzó de brazos, esperando instrucciones del alguacil.

Si, le daremos sepultura a los restos como hemos hecho con cada uno de nuestros vecinos, me gustaria que todos expusieran los motivos de sus ultimas votaciones antes de irnos a dormir.

Comento el alguacil en tono serio mirando a cada vecino a los ojos

Asientó con la cabeza ante lo que dice el alguacil.

El tercer día de esta tragedia la mayoría de nosotros permanecimos en la taberna de Tonel, donde la alguacila Leticella sugirió pasar la noche. Esa mañana la vi a usted entrar en la taberna, lo que me sugirió que había pasado la noche fuera. Eso me hizo sospechar de usted, pues creo que era la única que no había pasado la noche allí. - Miró a la pescadera. - Perdóneme, señora.

La pobre Gabriela da un repullo cuando oye que la nombran.

-Es cierto que no estube todo el tiempo en la taberna pero siendo mujer, ¿que hubieses pensado de mi? una mujer hasta altas horas de la noche en un lugar rodeada de hombres sudoros y borrachos! por dios! Gabriela se santigua varias veces si quereis desconfiar de mi adelante y que dios os perdone por vuestro error...

Tras convocar de nuevo al pueblo en su castillo coloca unos papiros en la mesa junto al mensaje de la difunta ileana.

- Bien como saben he estado analizando las votaciones desde que ascendi a este cargo, he llegado a una conclusion que argumentare ahora mismo que estan todos presentes.

Ileana me dijo que los lobos se protegian en las votaciones y yo creo que votarse entre ellos no seria una buena forma de protegerse, con lo cual descarto la opcion de Gabriela...

Sabiendo que Amador y Tonel pasaron noches fuera y continuaban existiendo asesinatos, la opcion que queda y la cual obtiene todas mis sospechas es Oscar el marinero.

Para usted sera mi voto, y solicito a Tonel y Amador que confirmen el voto de la sesion anterior votando de nuevo por el.

Me alzó de hombros, y le digo al alguacil.

Sospeche si usted quiere de mí, pero acuérdese de Clara, no vaya a ser que mate usted de nuevo a un inocente. Como parece que mi cabeza está ya en la base de la guillotina, entonces me prepararé para la muerte...

Tonel nego con la cabeza, tanta muerte no podia ir bien para sunegocio y enciam su mujer se estaba retrasando 6 dias y aun no habia vuelto del pueblo vecino, ¿Alli tambein tendrian lobos y tal vez ya era viudo? Agito la cabeza para quitar ese horrible pensamiento y se dispuso a contestar al nuevo alcalde.

-Pue vera seño Miko, que pensamo que lo meno ativo seria lobuno, que etto e un peblo y se sae todo, asi que quien caa otorga, queo que se hice asin. Y po ezo pensabamo en el Herero y Oka el Cacharero. Perdon Marineo. Peo Ta noxe que a mueto el pobe Peo y uste ta ma vivo que mueto, Asin que creo yo que ute tendra mas papeleta pa ser el lobuno que Oka. Que a ve ¿Poque sie vivo, seño Miko?

-Amor, ¿que piensa tu? ¿No e mu sopechoso ve al aguacil vio?.-Pregunto a Amador, el Leñero

Pues en mi defensa indicare que si revisan mis votaciones veran que vote a 2 de 3 lobos, no he muerto por que eso es justo lo que quiere el lobo, que sospechen de que sigo vivo por que soy el lobo y en una sola noche limpiar al alguacil y a otra victima, si es cierto me equivoque con la señorita Swan, pero las votaciones la ponian en entredicho, y eliminando sospechas llege hasta Oscar.

-Ya cao, ¿Pero no pue se que sea la etategia segi? Votarse pa que no se sopeche de ello y entonces ¡ZAS! El utimo lobele no da caza a toos, poque cao... como voto a lo zuyo... no seño raro, ¿que piensa uste'es pueblo?-Pregunto a los que aun quedaban vivos.

Pero entonces continuo trabajando su alegato.
-Pasa que la pimea noxe salio mal, pero como son retorcijos y asexinos siguiero con el pan de votase pa no levantar sopechas.

-¡MECA! ¡Amor no a condenao! Aho'a se libara el lobezno y todo a la chochinchanada. Mae mia... Pueblo peparar las hocez, ta noche no debemo dormir o al Miko con peinara con saliba.

Mas serio que de costumbre si cabe volvi a reunir al pueblo.

- firmemente creeis que soy una de esas criaturas, pero solo hablais vos Tonel, ¿de verdad pensais que le habria arrebatada la vida a mi amada? y ¿que seria capaz despues de dirigiros como alguacil?.

Bien a la vista esta que dudais por completo de mi palabra que en estos momentos es lo unico valido, por supuesto mantendre mi decision de voto al marinero, si no fuera el la ultima criatura aqui, muestro una carta lacrada.

Tengo escrita mi dimision y mi sucesor. No tiene sentido seguir dirigiendo a un pueblo que no confia en mi...Visiblemente apesadumbrado espera las respuestas del pueblo y el resultado del linchamiento.

Apenas acaba sus palabras, y el pueblo expectante observa al elegido, éste no escatima en esfuerzos y con asesinas intenciones se lanza sobre el alguacil Mirko, con un rugido de furia.

Pero Mirko estaba preparado, su espada se desenvaina con rapidez y en un movimiento la hunde en el abdomen del joven Marinero. Este emite un gruñido de rabia, de dolor, babaza y espuma caen por su boca, mientras se agita violentamente, y para horror de los presentes se va transformando en un enorme Lobo!!! Los gritos de terror se oyen de los pocos sobrevivientes, la sangre roja mancha la hoja de la espada, mientras el lobo trata de dar zarpazos.

Así que es el momento de la estocada final, Mirko retira su espada, mientras el licántropo cae de rodillas, entre agonizando y furioso, para ver como el Alguacil de Tábula le pasa la espada por el cuello y le decapita, librando al mundo (y a aquel caserío) de la maldición de aquella hereje criatura.

El enorme cuerpo inerte del demonio cae sin vida al suelo, aún agitándose, la sangre mancha la tierra... y el sol se oculta tras el horizonte. Labor cumplida... esta vez no había sido un error.

No obstante la noche se acercaba, y nadie quería estar demasiado tiempo afuera... nadie estaba seguro de si la pesadilla había terminado.