El día nace en Tábula. Y todos aterrados, esperan las noticias que traerá la mañana, como si supieran que no deben esperar nada bueno. Se reúnen todos, y hacen falta dos personas. Tragan saliva, porque una vez hace falta... la alguacil.
Y como esto ha sido cosa de los últimos días, el resultado evidente es correr a su residencia. Y la sorpresa que se llevan todos es mayor. En su casa improvisada, entre estampas y toda serie de collares, está tirado un cuerpo... el de la profesora Sara Sun, sobre su pecho un cuchillo de plata cuya empuñadura delata a Ileana como su dueña. Al revisar el rostro, veis colmillos y unos ojos amarillos sin vida que miran hacia el techo... y un grito de espanto se escapa. Si, la profesora era una Mujer-Lobo.
Pero No hay rastros de la alguacil, así que camináis, y no muy lejos de allí, confirmáis que ojos que no ven, corazón que no siente. A la pobre Ileana, la gitana le arrancaron los ojos a mordiscos, así como varios pedazos de su cuerpo, que yace desnudo y profanado en medio de la hierba.
Un minuto de silencio, y luego tendréis que hacer las labores de levantamiento de su cadáver. Alguien busca en sus cosas y encuentra una carta en letra pequeñita que designa al próximo alguacil. Mirko Von Wangel. La cosa, es que no parece ser una muy feliz noticia.
Pero algo cambia más, y hay una buena noticia que parece... aliviar los corazones. Se dan voces de recién llegados, y por el sendero que viene del bosque, aparecen dos figuras, caminan cansadas y están sucias, pero vivas. Si. Tonel Jones y Amador, el leñador regresan a Tábula!! sanos y salvos, tienen cosas que contaros!
Pero en el fondo, hay miedo, hay miedo porque... al parecer esta pesadilla no parece haber terminado, no aún.
Sara Sun era un lobo, e hizo kaput durante la noche. Un Lobo menos.
Ileana, está muerta, y aunque se quien es su sucesor (ella me lo dijo), puede escribir su testamento aquí.
Amador y Tonel Jones, regresan sanos y salvos.
Al Sr. Mirko Von Wangel
Lamento que tenga que leer estas lineas ya que significará que, como había predicho, para cuando amanezca el nuevo día ya no caminaré entre los vivos. Sin embargo, no lo haré sola. Al menos una de las bestias será arrastrada conmigo a las llamas del averno, de donde nunca debería de haber salido.
Los senderos del destino son misteriosos, y más misteriosos aun son sus designios. Mi regalo para Tábula es la esperanza y para usted el cargo de Alguacil, junto con mis cartas, mis benciones y algunos consejos que espero puedan serle de utilidad.
Las Bestias son temerosas, pretenden permanecer unidas por lo que procuran alejar de ellas las sospechas en las votaciones. Así pues, revíselas con cuidado y siga su instinto...
Espero verdaderamente que sepa guiarlos hasta el final del tunel en estos aciagos momentos.
Sinceramente.
Ileana.
Me acosté en la taberna, como el resto de días, de todas formas sabía que el cansancio debido al miedo iba a hacer que los aldeanos se durmieran a no mucho tardar.
Una vez fuera, los lobos que quedábamos, nos pusimos rápidamente de acuerdo en quién sería nuestra victima. Ileana. Con ello conseguiríamos que el terror de ser alguacil aumentara, y comer, ya que estábamos hambrientos. Por suerte o por desgracia, ahora con una victima a la noche ambos quedábamos bien saciados. Desde que Stephanie murió, eramos menos a repartir.
Llegamos a la casa de Ileana. Es extraño que hoy no se quedara en la taberna; pero al entrar lo entendemos. ¡Nos estaba esperando! Bueno, somos dos contra una...
- ¡NOOOOO! AUUUUUUUU
La culpa fue mia, lo vi tarde, y ahora el puñal atraviesa mi pecho. Pero estoy tranquila, sé que seré vengada. Y así es, mientras mi cuerpo sufre los últimos estertores de muerte, veo como Ileana es asesinada.
Me voy en paz.
Un placer comer aldeanitos... digo... haber participado :P
Una tarde mas apunto de caer la noche tras realizar el entierro de Ileana y aun sujetando la nota donde escribia sus ultimas voluntades y mi mandato como alguacil de Tabula reuni al pueblo de nuevo en la posada, en la que esperaba seria la ultima reunion con este malefico cometido...limpiar la aldea de esas criaturas impias.
Señoras y señores, como bien saben he sido nombrado sucesor de la reciente fallecida alguacil Ileana y como tal he estado estudiando las reacciones de cada vecino, desde el primer dia me he fijado en cada gesto cada palabra he sido mas bien certero en mis juicios y esta noche emitire mi sentencia a viva voz, señorita Swan, ¿nos podria contar a todos sus vecinos que hizo esta noche ya que ninguno de nosotros la vio entrar en la posada?.
Si, asi es todas mis sospechas se centran en usted y espero que el pueblo secunde mi idea que estoy convencido que sera la acertada.
Clara mira asombrada ante la acusación del nuevo alguacil.
- Mi señor, yo siempre he sido fiel a lo que el alguacil de la aldea ha deseado por lo tanto cuando dijo que nos quedáramos en la taberna fui la primera en querer estar aquí, sabía que tenía que cuidar de mis hermanitos y no dejarlos solos con mi padre pero no soporto la idea de volver a casa, ¿lo entiende no, mi señor?
Lo que dice el alguacil es cierto, los únicos sospechosos que quedan son Oscar y la señorita Swan. Digo esto sin haber visto los votos de la última votación, en la que todos saben, Jones y yo no pudimos participar. Temo que esta sea mi última noche, porque parece ser que los lobos me quieren fuera desde un principio
Comenta Amador mientras afila el hacha con una mirada muy seria.
Pues yo he estado aquí desde que se nos pidió quedarnos en la taberna; y eso que tengo trabajo y no he podido hacerlo por estos malditos lobos. Si no he participado es porque no he tenido la necesidad de hacerlo, si es por eso que se me acusa.
Levantó los hombros como quien ya no tiene más nada que decir, y miro al nuevo alguacil como diciéndole con mi mirada que preguntará lo que quisiera, pues no tenía ningún problema o inconveniente para contestar.
Y ustedes, amigos míos - digo mirando a Amador y a Tonel. - ¿No nos tienen que contar nada de su aventura por el bosque? Seguro que descubrieron cosas interesantes.
Asustada mira a un lado y a otro mientras contemplo como mis vecinos se acusan entre ellos sin nisiquiera pararse a pensar que nos conocemos desde siempre y que estamos estropeando toda una vida en la que llevamos juntos.
-Por favor...por favor si acusamos a alguien que al menos tengamos pruebas en lugar de apuntarnos con el dedo los unos a los otros.
Se para un momento y luego vuelve a hablar con mas decisión.
-Lo que esta claro es que los amigos que partieron hacia el bosque tienen parte de razón y es en lo siguiente podemos ser cualquiera...y sobre todo mujeres como se ha demostrado hasta ahora...
-Vaya...piaze que ha habido nuevo muerto's bue por lo meno paece que tambein acabaron con obeza, dio... loberna. ¿No e curioso que niña y pofesora fueran lobatos?-Comento mientras se echaba un trago a morro de su mejor cosecha de vino.
-Na que conta hamijo, no vimo rasto, no hubo na de na, eso si seguo que Amor no e lobezno, sino ya taria mueto, amos digo yo. Ma sopecho yo de lo que no habla desde hace mucho que otros, ser callao no es bueno en un pueblo pequeño ¿no?
Eso parece, Tonel - digo, rascándome la cabeza con cierto pesar.
El atardecer se acerca y los votos son contados.
La gente se prepara, el pueblo, a la expectativa, decide que debe colgar a alguien... pero... ¿A quien? Los nervios se apoderan durante el conteo, y tres son los nombres empatados. Clara Swan, la chica buena, Gabriela Sotomayor, la pescadera y Oscar, el marinero. Se miran consternados. Rocas y palos se preparan. Y esto concierne al alguacil, elegido por su antecesor, que ahora descansa en paz.
"Aldeanos de Tábula, mantendré mi voto inamovible ante las circunstancias. Clara Swan es quien creo es un Lobo, y ahora mismo nos encargaremos de ella"
El pueblo tiene poca piedad, incluso los que eran acusados, se vuelven acusadores, y la chica intenta escapar, para verse rodeada, acorralada contra una pared, todos murmuran y profieren maldiciones e insultos en contra de ella. La primera roca es lanzada, y golpea su brazo... acto seguido, una lluvia de pedruscos cae sobre la chica, golpeándola. Palos, escupitajos, cualquier cosa parece ser útil para que el condenado pueblo de Tábula descargue su feroz venganza, su ira siniestra sobre una culpable.
Pronto, el cuerpo de la chica cae al suelo. Inerte, varias heridas emanan sangre. Todos se acercan temerosos, y los rostros palidecen. Aquella chica había muerto... y era inocente. Era la chica buena que no rompió un plato en su vida. El pueblo guarda un silencio sepulcral, mientras el anochecer cae. Los miedos se ceban con todos, y uno a uno, la escena de la lapidación es abandonada... la cobardía y el terror se apodera de los... una vez más, indefensos Tabulenses.
Clara Swan, puedes decir tus últimas palabras, como todos los demás.
La chica, era inocente. Comienza el turno nocturno.
Clara ve su destino final más cerca del que le hubiera gustado y teme por sus hermanos dejándolos solos junto al borracho de su padre.
- Adiós pueblo de Tábula, cometéis un grave error pero espero que mi muerte os sirva de lección y encontréis al verdadero licántropo. Mucha suerte a todos y por favor cuidad de mi familia.
Son sus últimas palabras que fueron apagadas por los gritos de dolor ante los palos y piedras de los aldeanos.
- ¡¡¡Aaaahhh!!!
-Poe, Clara. Y poe de su hermano, que el Mauricio solo e majo cuado duerme...-Comento el tabernero con un nudo en la garganta, despues de todo el habia sido el primero en tirar la piedra.
Lamento el error vecinos de tabula, la muerte de clara recae sobre mis hombros, estaba convencido de que ella era la ultima criatura que nos acechaba...visiblemente hundido se sienta en una roca destrozado buscando alguna solucion a todo este embrollo que no habia sabido solucionar...