El pasado parece que me persigue.
Hoy he recibido una caja lacada, como las que mandé fabricar para mi hermana pequeña hace años. Sin embargo no es una de ellas: las que yo hice tenían una Esfinge y un Escorpión, pero esta tiene la figura de una Serpiente. Cuando la abrí, ví que estaba llena de objetos de todo tipo: desde flores secas hasta trozos de armadura.
No había ningún mensaje en el interior y durante un rato no sabía qué eran esas cosas. Luego recordé nuestro juego, los objetos que le daba a Aornis de cada uno de mis amantes, que ella guardaba en la caja de Esfinge.
Haciendo memoria, creo reconocer muchas de las cosas que he recibido: un pañuelo de seda de la periodista pelirroja, un emblema de piloto del drell bocazas... ¡Diosa! Siempre quise que Aornis se sintiera libre de hacer lo que quisiera, que no tuviese miedo de su posible enfermedad ni permitiese que la limitase. Pero, en vez de vivir su vida se ha dedicado a seguir mis pasos... Me da pena, pues creo que probablemente se haya vuelto loca.
Prefiero no pensar de qué ha rellenado la caja del Escorpión.
He recibido un nuevo paquete... Lo cierto es que Aornis parece que está poniendo mucho esfuerzo en rastrear a mis víctimas y localizarme para enviarme sus "premios". Me pregunto qué le habrá ocurrido desde que me fui, qué le habrá hecho transformarse de la dulce niña que siempre me acompañaba a una psicópata peligrosa.
¡Jaja! Nunca pensé que fuera a hablar en esos términos de nadie, mucho menos de mi hermana. La mayoría de la gente piensa que las Ardat-Yakshi somos psicópatas, así que es raro que me refiera a alguien de ese modo. Claro que la mayoría de la gente desconoce el ansia que podemos sentir por la unión. Cada muerte que causamos nos hace más fuertes y se necesita una gran fuerza de voluntad para no caer en una espiral de asesinatos.
Tal vez Aornis se ha vuelto loca por mi culpa... Cuando yo era más joven aún no sabía controlar este ansia y le mostraba mis encuentros para que no tuviera miedo si llegado el momento ella resultaba ser como yo. Sin embargo, ahora está fuera de control...
Pobre niña. Pese a todo no puedo evitar recordarla con dulzura.
Hoy me he encontrado un hombre que me ha turbado... O mejor dicho, él me ha encontrado a mi.
Su mirada está llena de tristeza y desesperación. Noté que me observaba mucho antes incluso de que se acercase ha hablarme, pues destacaba dentro del local como una baliza en la noche. Desde luego, me resultaba mucho más interesante que la turiana con la que estaba flirteando, así que no tardé en acercarme a él y dejar que me invitase a una copa. Su rostro se ensombreció aún más cuando pedí un gin tonic, lo que me hizo preguntarme a quién ha dejado atrás y por qué trataba de acercarse a mi.
Ha sido una noche agradable. Es un hombre divertido, aunque algo hace que se comporte de forma melancólica. Desde luego, es educado... De cualquier forma, me ha resultado suficientemente interesante como para no acostarme con él. Todavía.
Su nombre es Mark Kane.
¡Tengo que acabar con él! Una lástima, pues disfrutaba de su compañía, pero no puedo dejar que siga con vida...
Hoy me ha confesado que se acercó a mi porque sabe quien soy, qué soy... Huí como una niña asustada, pero tenía que haberle arrancado el corazón ahí mismo. ¡Cómo demonios ha descubierto que soy una Ardat-Yakshi! ¡Por qué ese humano sabe siquiera qué significa eso!
[...]
Ahora he conseguido calmarme un poco. Al fin y al cabo, sigo aquí y nadie ha venido a buscarme para llevarme al monasterio o acabar conmigo. Eso sólo me plantea más preguntas. ¿Por qué Mark Kane se ha acercado a mi si sabe lo que eso puede implicar? ¿Por qué me estaba buscando? ¿Por qué no ha revelado mi secreto a nadie?
Tengo que volver a hablar con él...
¡Maldita sea! Por lo que me ha contado Mark, consiguió mi nombre en una base de datos de los Soles Azules en Illium. La verdad es que me preocupa que esa banda pueda tener datos míos, pero Mark dice que volaron por los aires el servidor, así que puedo estar algo más tranquila.
Me ha contado su historia: abandonó la Ciudadela para ir a buscar a su hermano. No habla mucho de eso, así que creo que dejó a alguien que le importaba atrás. Por lo que sé, descubrió que su hermano Josh estaba metido en problemas. Trabaja para un espectro turiano, Saren, a pesar de que todo el mundo sabe que ese tipo odia a los humanos, aunque Mark desconoce si esa es la razón por la que le contrató.
Por lo que me ha dicho, Josh no es del todo trigo limpio. Siempre le ha gustado trapichear con cosas pequeñas para sacarse unos créditos de más, así que aceptó el encargo de Saren. Sin embargo, Mark dice que se ha vuelto cada vez más raro, obsesionándose más y más con sus encargos. Está convencido de que le han lavado el cerebro.
Ahí es donde entro yo. Mark escuchó hablar de las Ardat casi por casualidad durante su entrenamiento biótico y averiguó que podemos dominar mentalmente a nuestras víctimas. Mark quiere que controle a su hermano para sacarle del problema en el que está metido. Cree que sólo necesitará un pequeño empujón y hablar con él para recuperar su personalidad... Me he pedido que le ayude.
Es increíble las cosas que hacemos por nuestros hermanos... He accedido a ayudar a Mark, a buscar a su hermano, controlarle y llevarle ante él. Con suerte eso podrá hacer que vuelva a ser quien era o, en el peor de los casos, hará que Mark Kane encuentre la paz consigo mismo por haber ayudado a Josh.
Me pregunto si yo haría lo mismo por Aornis. Hace un año lo habría hecho sin dudarlo, pero ahora... Sabiendo que se ha vuelto loca, lo más probable es que si la viese tratase de acabar con ella. Ha destruído a todas las familias de aquellos que yo había matado antes. ¡Por si yo misma les había causado ya poco dolor!
He quedado esta noche con Mark. Dice que no quiere que domine a su hermano sin saber qué efectos puede acarrear. La verdad es que sólo he utilizado ese poder antes de fusionarme con alguien, así que desconozco sus efectos a medio plazo. Quiere que lo pruebe con él para asegurarse de que Josh no sufrirá ningún daño. Tendré que controlarme para no fusionarme a él una vez esté bajo mi influencia, porque por primera vez en mi vida me gustaría no acabar con las vidas de todos aquellos con los que comparto el lecho.