Partida Rol por web

El salariano asiente y unos segundos después aparece una Kodiak junto a la ventana.

- ¡Justo a tiempo! - dice dirigiéndose a ella. La compuerta se abre y Jaëto salta desde una de las ventanas destrozadas por la explosión del YMIR. - ¡Vamos! Esto no va a tardar en explotar.

Como si le hubieran escuchado, las puertas de la sala del ascensor ceden finalmente ante el empuje de los Soles Azules. Varios disparos lanzados al azar resuenan por el corredor mientras los mercenarios abren fuego tratando de alcanzaros. Mark activa nuevamente su armadura tecnológica mientras corre hacia la lanzadera, disparando su pistola hacia atrás sin mirar.

Saltáis a la Kodiak mientras Jaëto ocupa el puesto del piloto. Al parecer tenía el vuelo programado para subir hasta aquí.

- ¡Sujétense! - dice el salariano mientras maniobra bruscamente para alejarse del edificio.

Miráis hacia un lateral y veis a tres aerocoches que se acercan a la lanzadera rápidamente, con el emblema de los Soles Azules pintado en la carrocería.

- Tres... Dos... Uno...

Alguno de los mercenarios se acerca a la ventana, llevándose el fusil al hombro para disparar a vuestra Kodiak. Nunca llegan a apretar el gatillo. La planta superior de la base de los Soles Azules explota llenando el espacio de cristales, fuego y desechos de todo tipo. Jaëto mantiene el control de la Kodiak mientras se aleja de la explosión, al igual que dos de los vehículos de los mercenarios. El tercero no tiene tanta suerte y se precipita al vacío, seriamente dañado por los restos de edificio.

- Esos vehículos están girando para perseguirnos - informa el salariano. - Trataré de despistarles...

- Tú trata de despistarles, rana. - dice mientras carga el Avenger - Yo soy más de acciónes contundentes. Zane se da la vuelta y apoya los codos con seguridad sobre el respaldo, apuntando hacia atrás con el arma. Ahora solo hace falta que estén a tiro...

Disparas a tus perseguidores, impactando varias veces en los vehículos de los soles azules, aunque sin llegar a causarles grandes daños. Jaëto acelera vertiginosamente ignorando tu insulto, pero los perseguidores consiguen mantenerse a la zaga a pesar de la mayor velocidad de la lanzadera.

Prestas atención y ves cómo un aerotaxi se esfuerza en la lejanía para mantenerse a vuestra altura. Escuchas sirenas por todos lados y ves cómo varios vehículos de la policía de Nos Astra se dirigen hacia el edificio en el que se ha producido la explosión.

De repente el salariano hace un giro brusco y desciende con la Kodiak hacia un solar industrial suficientemente amplio como para aterrizar allí.

- ¡Sujetaos! - dice antes de lanzarse en picado.

Uno de los vehículos de los Soles Azules os sigue manteniendo con pericia la misma trayectoria del salariano, pero el otro no consigue reaccionar a tiempo y se ve forzado a alargar el viraje un centenar de metros, descendiendo mucho más lentamente que los otros dos vehículos.

Rápidamente Jaëto desciende casi al nivel del suelo y maniobra entre varios contenedores del solar. El hábil conductor de los Soles Azules consigue seguirle con pericia, mientras que el segundo parece esperar en lo alto para asegurarse de que la Zodiak no remonta.

Mark y tú disparáis varias veces a los vehículos perseguidores, tú con mucha más precisión que el centinela, pero el blindaje ligero de los aerocoches consigue que a penas logréis ralentizarles.

- ¡Ya era hora! - exclama de repente el salariano. - Se acerca la caballería...

El sonido de una sirena a lo lejos anuncia la proximidad de la policía local de Nos Astra.

Continuamos en el Capítulo 1:
Reunión