Partida Rol por web

Tres días os ha llevado investigar quien fue el ladrón de vuestros objetos más preciados. 

Hace tres días alguien se coló en vuestra academia y tras causar graves daños en el edificio se llevó vuestros objetos más preciados.

A Aire le arrebataron su anillo con forma de dragón, a Illvander el cetro de la garra, a Nenfirien su gargantilla y por último a Valduane le robaron su túnica.

No entendíais quien os odiaba allí, no habíais tenido nunca problemas con los habitantes del Valle de la Daga, el poblado más cercano a vuestra academia y tampoco era normal que los drow atacaran la academia, pues llevaban varios siglos sin hacer incursiones al exterior.

Pero cuando empezasteis a investigar el robo os enterasteis que hacía más o menos una semana, una banda de drows atacó unas viviendas a unas pocas millas de allí. 

Todo era muy extraño, muy raro, pero vuestras pistas terminaban en un antiguo conjunto de criptas en el borde occidental de las colinas de la Daga. Se dice que esas criptas permiten la entrada a la Antípoda oscura.

Ahora estabais organizandoos para por fin ir en busca de los objetos que aquellos malditos elfos oscuros os habían robado.

Yo sigo sin entender por qué pensáis que son esos drows los ladrones. Al fin y al cabo, que no se hayan lavado en años y por eso sean tan oscuros no significa que hayan cogido lo que no es suyo razonaba Aire con toda seriedad.

Además, creo que aquí dentro tenemos enemigos susurró a sus otros tres compañeros

Agarró a Valduane del brazo y tiró de él hasta estar ante un espejo y verse reflejada

Fíjate en esa mujer de allí, Valduane, esa que nos mira y nos señala. No deja de perseguirme, creo que quiere suplantar mi identidad.

Valduane se dejó llevar por Aire, si no fuera porque se conocían hubiera pensado que estaba loca, y puede que así fuera en cierta medida. Él siempre tan recto, tan firme, lo único que le ablandaba un poco su pétreo corazón era su compañera y sus excentridades.

Aire, las pruebas son claras.- dijo más con un tono de padre que de compañero. Es un espejo.

Se giró mirando a los demás algo cohibido porque no le gustaba que vieran esa parte de él que sólo afloraba cuando estaba con Aire....... sabemos quienes son y donde están, vayamos a por ellos. No ya por nuestras cosas, sino por el ultraje de dejar que entren en nuestra casa y roben nuestras pertenencias. Hay que escarmentarles para que no crean que eso lo pueden hacer siempre que quieran

Entiendo tu preocupación Aire y comparto tus deseos Valduane, hay algo que se escapa de nuestro entendimiento en todo este asunto. Nenfirien pareció meditar por un instante hacia donde decantaría sus opciones.

Debemos de dar caza a los presumibles ladrones, sea como esa eso debería arrojar algo más de luz sobre este desconcertante incidente. Me aventuro a augurar que puede ser que solo intenten atraer nuestra atención por algún oscuro motivo.

El mago de pelo blanco se giró hacia el cuarto en discordia... ¿y tu que opinas Illvander sobre todo este asunto?

Illvander dió un respingo al escuchar su nombre. Abrió los ojos y se los frotó a la vez que bostezaba. Llevaban allí discutiendo más de veinte minutos y su cuerpo, guiado por un aburrimiento asombroso, se había dejado caer en su sillón preferido de su sala favorita.
-Yo qué sé Nefirien- dijo encogiéndose de hombros-. Aquí me aburro. Llevamos días enteros sopesando las posibilidades- volvió encogerse de hombros y a bostezar con un gesto felino. Arqueó la espalda y miró su colega-. ¿Qué tenemos que perder? Hace meses que no aprendo nada aquí. Y tú menos todavía. Un poco de trabajo de campo no nos vendrá mal.
Se levantó estiró las piernas y volvió a arquear la espalda. Se crujió las manos y el cuello y miró a sus compañeros. Ya no estaba tan espeso y la rabia y la vergüenza de aquel robo (amortiguada por los días de investigación) empezaban a emerger de nuevo en forma de impaciencia.
-Ambos tenéis razón, y llevamos diciéndolo días: quieren llamar nuestra atención y lo han hecho poniéndonos en ridículo. Porque nos han puesto en ridículo- dejó un segundo de silencio para que calase la frase. Aprovechó para deleitarse con las curvas de Aire-. No sé si nos quieren a nosotros... pero nos tendrán. El que juega con fuego... se quema.
En sus ojos brilló una sombra de fuego y una sonrisa retorcida se dibujó en su rostro. Cruzó los brazos y se irguió cuan largo era. Asintió sin más.
-Por mí partimos ya a joder a esos drows del infierno.

¿Espejo? murmuró Aire Estás loco

Mientras los demás hablaban, Aire seguía observando cómo la otra mujer imitaba cada uno de sus movimientos. 

Salió corriendo a esconderse, llevándose una mesa por delante. Por suerte, no había nada de valor allí.

Se atusó el pelo desde su posición en el suelo y, viendo como el resto de sus compañeros la miraba, asintió energéticamente.

Sí, sí, eh... quememos viva a esa golfa que me observa constantemente, ¡Ahahahahaha! empezó a reirse a carcajadas.

Cuando se serenó, añadió.

Y estoy de acuerdo, si esa loca ha enviado a los drows a robarnos las cosas, tenemos que ir a buscarlas. ¡No podemos dejar que eso ocurra! ¡Sois unos lentos, no se a qué estamos esperando! 

Las criptas de Dordrien se encuentran a poco más de 10 millas al sur de las Cataratas de la Daga, en el desolado borde occidental de las colinas de la Daga. Hay una senda para carros que lleva desde la villa hasta las tierras de cultivo y los páramos del sur del valle de la Dagam pasando a apenas 2 millas del lado oeste de las criptas. Desde el camino, un sendero conduce más allá de varias viviendas cercanas (la mayoría de ellas incendiadas o abandonadas hace poco, aunque algunas han estado vacías durante muchos años) hasta la entrada.

Cuando pasáis cerca de las casas que han sido incendiadas podéis ver a dos jóvenes armados con unas palas enterrando lo que parecen ser dos cadáveres. Sus rostros reflejan la pena de quien ha perdido a unos seres queridos recientemente.

Illvander se fijó en los jóvenes. Curiosa escena. Algo había pasado allí y aquellos dos hombrecillos enterrando a alguien con sendos semblantes fúnebres eran una pista inequívoca de que íbamos en el buen camino para alcanzar a esos drows de mierda.
Me acerco a Nenfirien y le digo al oído.
-Quizás deberías hablar con ellos a ver qué ha ocurrido aquí- le digo-, eres el más sabio de los cuatro y seguro que te escucharán. Valduane y yo sólo los intimidaríamos. Y no creo que reaccionen bien ante la intimidación si han perdido a alguien cercano. Mejor pensado...
Entonces cojo a Aire de la cintura y con voz seductora le susurro al oído.
-¿No crees, dulce y bella Aire, que esos muchachos han sufrido bastante?- le digo- ¿No crees, indómita y sensual Aire, que podrías hablar con ellos y reducir su sufrimiento un poco? ¿No crees tú, maravillosa mujer y mágica efigie, que si te cuentan lo que les ha ocurrido se sentirán mejor? Si tan sólo te vieran sonreírles...
Luego me acerco a Nenfirien de nuevo:
-Cuida que no haga alguna de sus cosas...

Nenfirien sonríe ante la ocurrencia de Illvander, estas últimas semanas había entablado más relación con él que tras años en la academia y sus ideas iban y venían como las llamas de una hoguera mecida arbitrariamente por el viento, aunque irónicamente de Aire se podría decir lo mismo. Todo esto contrastaba con el semblante más calmado de Valduane que poseía un vínculo natural con su elemento tierra tan estable e inamovible que a veces durante sus meditaciones parecía convertirse en una estatua.

Tienes razón, deberíamos asegurarnos de quien ha sido la mano que ha acabado con las vidas de esta gente.

Me acerco a los dos jóvenes permaneciendo de pie a una distancia en la que no se sientan amenazados.

Saludos en este aciago día, veo por vuestro semblante que estas personas eran importantes para vosotros, permitidme acompañaros en el sentimiento. Perdonadme que me inmiscuya en vuestro dolor, pero andamos detrás de un grupo de asaltantes y nos preguntabamos..., señalando a mi grupo y a mi, ...si han tenido que ver en estas muertes.

Aire se hallaba inmersa en lo que había sucedido antes de irse, en la que había acabado con su rival. Ella pensaba que la devolverían su objeto preciado, pero lo descartó cuando dijo que sólo había lanzado una silla contra un espejo.

Cuando Illvander la cogió de la cintura, volvió a la realidad mientras escuchaba sus palabras.

Estaba convencida de que Illvander estaba enamorado de ella, y le pedía eso para ver cómo seducía, que eso le excitaba.

Muy bien, Illvander, les enseñaré las armas de la diosa Aire.

Se desabrochó un botón de su escoté y apretó las manos contra sus pechos mientras se los subía un poco. Acto seguido, se soltó el pelo. Puso una mano tras su cabeza, y otra en su cadera, y fue andando sensualmente, al lado de Nenfirien.

Mientras este hablaba, Aire no dejaba de hacer posturitas sexis, como apretarse los pechos para crear una sensación de un mayor canalillo.

A las palabras de su compañero, añadió.

Contadnos lo que os ha pasado, os ayudaremos

Al terminar, se chupó la yema de un dedo y se lo llevó a la cadera. Al hacer contacto, soltó Chssst como si estuviera ardiendo

Valduane se mantuvo a cierta distancia de los extraños. Su naturaleza excéntrica y reservada hacía que desconfiara de todo y de todos que no estuviera en su círculo.

No le gustó la forma de manipular a Aire, pero ya estaba acostumbrado, pero era someterla a un peligro innecesario. No conocían a los extraños, y aunque estaba seguro que llegado el momento era capaz de defenderse ella solita, era someterla a un riesgo que no procedía.

Nunca se sabía de donde podía provenir el peligro y esos drows eran muy buenos mintiendo, engañando y disfrazándose