Sesión 26 (21/11/2020)
Por motivos de seguridad, la Red Negra prefiere no revelar la ruta más corta desde Gauntlgrym hacia Mantol Derith. Por eso los guías zhentarim os dirigen por la superficie hasta las Colinas Surbrin, a unas 180 millas al este del legendario reino enano. Allí, oculta en unas discretas cavernas custodiadas por centinelas, se encuentra una serie de abruptos túneles que os conducen de nuevo hacia la más absoluta oscuridad. Según vuestros guías, el largo viaje por el subsuelo hacia el puesto comercial debe durar unas treinta jornadas. Por fortuna, en esta ocasión, en lugar de ser harapientos prisioneros que huyen de los drow, vais a la vanguardia de una numerosa y experimentada expedición dispuesta a enfrentarse a cualquier desafío que pudiera presentarse.
Tras el primer descanso largo, Thora Nabal, una veterana de la Órden del Guantelete, le explica con preocupación a Dak que ha tenido un sueño muy vívido en el que una espantosa criatura de cieno y limo llena de ojos os atacaba por sorpresa. Al cuarto día tenéis el primer altercado entre facciones. Se trata de una ruidosa trifulca entre Nero Kalvane, guía zhentarim, y Griswalla, exploradora del Enclave Esmeralda. Al parecer el lagarto de monta de la enana se ha comido parte de las provisiones del humano, o eso dice él sin terminar de convenceros. Durante el octavo día, Zilna Sombrarroble, una espía de la Alianza de los Lores coquetea abiertamente con Thoth. Y en el décimo tercero ocurre el primer imprevisto serio. El suelo comienza a temblar y unos poderosos tentáculos como los que describió Thora atacan la parte delantera de la expedición. En un abrir y cerrar de ojos aquella cosa hiere a Murgo y se lleva consigo para siempre a dos exploradores del Enclave Esmeralda junto a sus preciadas monturas. A la décimo séptima noche Brim Vetacobriza, único superviviente de los enviados por Morista Malkin, ahoga sus penas con una fuerte cerveza enana, conocida como Tío Agallas, que comparte gustoso con el bárbaro. El vigésimo segundo día tiene lugar una escena... cuanto menos inesperada. Cuatro infelices goblins salen a vuestro encuentro soltando improperios y amenazas hasta que uno de ellos se percata de vuestra abrumadora multitud y todos salen huyendo como alma que lleva el diablo. Durante la vigésimo octava jornada, Saliyra Dalnor, guía zhentarim, comenta a Dak que Ghazrim DuLoc suele ir acompañado por un contemplador lisiado al que llama Lorthuun. Por último, un par de días antes de arribar a Mantol Derith sufrís una emboscada a manos de varios barlgura, demonios con forma de orangután gigante, que sofocáis sin grandes problemas pero con alguna baja en las filas.