Partida Rol por web

El brujo sonrió complacido ante la astucia de la anciana y con su tono más pomposo y mientras miraba a cada uno de los integrantes del grupo recito - La fuerza y el liderazgo de uno, la inteligencia y habilidad de otra, la puntería de un tercero, mi habilidad con la energía y los insectos y... bueno... - repentinamente se detuvo al observar a Baddum - ... la presencia de otro más. Si, dominaremos el valle. Somos el mejor exponente del destino de nuestra raza - completó seguro de si mismo.

- Las mismas guardias que ayer? - preguntó al ver que varios de los presentes, incluido el mismo, se planteaban descansar para recuperar fuerzas.

Con un asentimiento de cabeza, mis labios se mueven para decir, alabado sea!, pero no llego a emitir sonido, sobre todo, porque entre la carrera, ayudar a transportar la carne, y mis heridas, esstoy bastante cansado. Miro con expectación como matriorca cierra el mecanismo de la puerta, nadie a quedado fuera para vigilar, pero seria muy raro que alguien mas nos molestara hoy y encima tuvieran la la herramienta para habrir la misma puerta.

Asi que cansado, me tiendo en un rincon a descansar, no tengo especialmente hambre ahora y entre mis devaneos me voy quedando dormido, pero el dolor de las heridas producidas por el lobo, me molestan bastantes, asi que cansado, me dirijo a matriorca:

-Pozo de sabiduria, espiritu de la tribu, me gustaria preguntale -señalando las heridas -si tiene algun unguento para que esto desaparezca antes, no me duele nada, pero no permite que mis movimientos sean igual de fluidos. Y me quedo expectante con los ojos habiertos, en espera de una respuesta.

 Trash asiente ante la pregunta de Briskas.

 - Seguiremos montando guardias, pero sin salir al exterior durante el día. Con la puerta cerrada no tendría que levantar sospechas. Si que ha habido movimienos, y fuera de la choza está ensangrentada, pero la puerta cerrada. Pero durante la noche se montarán gardias en el exterior.- Mirando a Baddum.- De momento dejaras de hacer guardias junto a la anciana.

Tras aquella especie de ceremonia de de coronación, Matriorca sonríe a Baddum. Si aquel orco de las arenas quería huir, debía conseguir una llave del mismísimo cuello de Trash. Y ni siquiera diez leones y quince leopardos osarían acercarse al gran Jefe después de haberle visto partir un ser humano en dos.

Snikrot, mi sabiduría está en la paciencia, no en la medicina. No puedo cerrar tus heridas antes de tiempo.  Pero creo que tendrás tiempo suficiente para descansar en los próximos días. El mejor consejo que te puede dar mi experiencia es que con un escupitajo sobre la zona afectada puedes hacer que tus heridas coagulen irregularmente y dejar una bonita cicatriz. Después de todo, las cicatrices son medallas de la batalla.

Matriorca se dispuso a realizar su turno de vigilancia. Se sentó junto a la chimenea y dejó que el aire que entraba por allí le trajera la información del exterior en forma de sonidos de Bejayla.

La tarde pasa tranquila y durante la noche salís a estirar las piernas, sentir el aire fresco, la chimenea os da calor y teneis comida de sobras, las horas pasan ensalzando el ego de Trash y preparando planes de futuro para vuestra tribu, con la que, aspirais a dominar de nuevo los valles de Bejayla. Tres poblados humanos y tres tribus gnolls, ¿Será demasiado para vosotros? 

Si jamás pudisteis hacer algo semejante ¿Qué os hace pensar que ahora sí? ¿Que ha cambiado? Un encontronazo con los gnolls os ha dejado invalidados para el combate durante días, sin mencionar la pérdida de Ruzgal, quien abandonado a la voracidad de los buitres, fué un leve golpe para vuestro grupo.

Tras la primera noche en la que necesitais bajar al lago en busca de agua, todos sois testigos del milagro de Gruumsh, quien en su infinita sabiduría os manda cuanta agua necesiteis a través de las manos de Baddum. La piel del jabalí es debidamente curtida y secada al sol de la tarde, y los huesos de vuestros enemigos son hervidos durante dos dias hasta conseguir el blanco más puro para deleite de Trash

Baddum se encarga de cocinar la comida, y por alguna razón que al más avispado no le pasará por alto, la carne al tercer día sigue tan fresca como el primero, disponiendo de una despensa en perfectas condiciones a la que no parece afectar el tiempo conservando la carne todas sus propiedades y sabor.

Son así tres noches de luna creciente las que pasan sobre vosotros, ahora, os encontrais recién levantados, todo el grupo os encontrais fuera de la cabaña, en esta noche de penumbra en la que el brillo de la luna apenas os deja ver, un cielo estrellado parece chocar en algún lugar lejano con la frontera de la tierra, y los comunes aullidos de las hienas y lobos son una nana que es hasta agradable de oir.

Poco a poco se fue organizando una rutina, tenían comida, tenían calma, tenían un jefe capaz y tenían ganas de sobrevivir. Estaba todo dado para formar un nuevo clan, una nueva tribu. Briskas no era el más habilidoso en las curaciones. Lo suyo eran los bichos, pero al ver que, a diferencia suya, algunos de sus compañeros estaban malheridos intentó ayudar a que se recuperasen.

Al ver que Baddum, para sus sorpresa, era capaz de ayudar al campamento manteniendo la carne fresca y obteniendo agua de la nada, el brujo intentó, a su manera, ayudar - Crees que puedes ayudar a que se mejoren? Yo te ayudaré - le pidió, buscando ponerlo a prueba

Baddum no ha tenido siquiera oportunidad de demostrar si sirve o no en batalla, pero sin duda posee esa cultura que siempre en una tribu es requerida, y para vuestra sorpresa, y ante las palabras de ánimo de Briskas, realiza un excelente trabajo, junto al siniestro brujo y Matriorca pasea por los alrededores recogiendo hierbas que os embriagan y ayudan a apaciguar vuestro dolor y cicatrizar rapidamente vuestras heridas.

Bastante más satisfecho ante la "aparente" aceptación de Briskas, pone todo su esfuerzo y empeño en su nueva tarea, y los resultados son mucho mejores de los esperados, resultando que vuestras heridas no gotean ni una pizca de sangre.

 Pasados los tres días Trash se recuperó asombrosamente de la multitud de heridas que había recibido en el combate contra los gnolls. Y en gran medida gracias a Baddum fnalmente el jefe comentó:

 - Me alegra comprobar que no me eqivoqué al permitirte estar con nosotros. Has mostrado tu valía, orco.- Hace una pausa, parece relativamente calmado, esa ira siempre a flor de piel parece que está más bajo su control.- En una tribu no todos tienen que ser feroces combatientes. Los consejos y las habilidades manuales son bien recibidas.

 Era lo más parecido a un cumplido que había dirigido a Baddum des de que lo conoció. Luego mirando a su tribu comentó.

 - Bien orcos, ha llegado el momento de proseguir con nuestros objetivos, con nuestra venganza. Estamos más fuertes y más ien equipados que hace cinco lunas. Tenemos un refugio donde descansar durante el día. Ahora tendríamos que dar un vistazo a las cercanías de lo poblados humanos.

- Por fin! - está claro que el brujo se ha aburrido durante la convalescencia de sus compañeros y que la oportunidad de salir de la cabaña le agrada sobremanera

- Quizás deberíamos buscar ese camino. Es cierto que ya pasó el tiempo, pero quizás encontremos una nueva caravana... o por lo menos nos servirá para saber donde queda ese pueblo - comenta Briskas tratando de aportar ideas al grupo.

Matriorca pasó los días siguientes atareada con sus artilugios.

Desproveyó de la punta metálica a una de las lanzas cortas, y trabajó para hacer una muesca en el palo.

A otra lanza le menguó el extremo del mango a base de tallarlo con la daga, de manera que encajase en la muesca del palo.

Tomó un trozo de cuero, que antaño había sido usado como taparrabos por uno de los humanos, y que aún tenía un olor especial... Lo enrolló a la altura de las muescas, en varias vueltas alrededor hasta hacer un mástil más largo. Ya tenía una lanza larga, que se desmontaba sóla en cuanto no la blandías por la zona con cuero.

Ató varios collares en torno al cuero, fijando toda la estructura. Ahora no se movía. Ya tenía su lanza larga.

Más tarde empezó con las trampas. Hizo una trampa de lazo con una liana, que instaló en las cercanías de la cabaña, junto a uno de los pocos árboles que había en los alrededores, y que podría usarse como escondrijo para alguien que intentase acercarse furtivamente a la casa. Por la parte de atrás del edificio se puso a cavar un foso y a taparlo con un entramado de cañas, vegetación arrancada de los matorrales y una buena capa de tierra. No quería que el foso estuviera en un lugar transitado habitualmente por sus compañeros, por eso la colocación de las trampas las hacía en lugares "ciegos" dónde un enemigo humanoide aprovechase para ocultarse, o un depredador animal lo usara para acecharles.

La sensación de paz era del todo extraña, tanta tranquilidad no era bueno para la cabezota, pero era de agradecer para curar las heridas, ademas me iba ha quedar una horrenda cicatriz, y eso es signo de buen ahugurio. En 3 dias comer y dar pequeños paseos, sin demasiadas prisas, intentaba reconocer el terreno y buscar algun punto de referencia alto o grande, para poder volver a la casa en caso de que nos perdieramos, en mi tribu uno de los mejores cazadores sabia guiarse por las estrellas, era como si nuestro dios se las pusiera delante y el las entendiera, yo lo habia intentado algunas noches, pero como nunca volvia al mismo punto, no tenia opción de entenderlo. Y mi cabeza no aceptaba tanta información.

Lo que si me entretuvo sobre manera era ver a la anciana trabajando, esa dedicación esa, paciencia creo que nunca llegaria ha parecerme siquiera a ella, en toda su sabiduria. Pero mientras, intentaba aprender.

En uno de mis paseos busque ramas para hacer un nuevo prollectil, y empece trabajar en una perfecta flecha, para llenar el carcaj.

Comprobe todo mi equipo y armas,  y mire que estuviera todo colocado como siempre, asi cuendo hacia falta no tenia que pensar como hacerlo, solo tenia que hacerlo, era una costumbre adquirida por algo parecido a mi hermano mayor, ahora muerto por esos perros humanos.

Las palabras de Trash me llenan de jubilo, aun nos queda un largo camino, y cada uno trabajara como 10 orcos, para hacer pagar a esos humanos.

HAHAHAHAHAHHAA

Warff Warrrf HAHAHA Warrrf Warff Warff Grrrrrrarffff*

Ladridos y risas endiabladas, algo que se acerca a la carrera, dificiles de ver en la penumbra que la odiada luna y el cielo estrellado lanzan sobre vosotros perturbando la agradable oscuridad con su pura luz, sin duda son gnolls, bastantes, tal vez una partida semejante a la que conseguisteis matar la vez anterior, los miembros del grupo que mejor han conservado la calma y serenado la cabeza ante la algarabía que rapidamente se ha levantado muy cerca, señalan sin duda a la derecha de la salida de vuestra pequeña choza (izq. del mapa), podeis refugiaros a toda prisa en vuestra pequeña fortaleza, pero... ¿qué conseguireis con ello?

Baddum encaja una flecha en su arco y observa en un aterrado silencio a Trash, quien seguramente, será quien decida qué hareis

Estabamos fuera orgullosos de la noche, ibamos a recorrer la zona, para ver posibles movimientos, cuando Baddum saca una flecha, y se prepara por puro instinto lo imigo;

-¿Que pasa? - lo miro con una mirada de cierto nerviosismo, miro pero no veo nada, pero si se hacerca lo suficiente, se tragara una flecha, aun le debo una al maldito perro grande, y tengo la cicatriz que me lo recuerda cada dia.

Miro a Trash en busca de una orden, el sabra que hacer, ¿o no?

 Trash estaba estirando las piernas tras tanto reposo, se sentía fuerte y pletórico de energía. Y al parecer los dioses la querían poner a prueba. Fue de los primeros en escuchar los ladridos y ruidos de los gnolls.

 - Putos chuchos! Esta vez tenemos que dejar algúno vivo para que pueda contar a los demás chuchos lo que hacen los orcos con ellos!- Dando un vistazo a la situación decide ponerse en marcha. Mediante largos pasos se dirige a la choza de piedra, sacándose el escudo y una hacha.

 - Nos meteremos en la choza, allí dentro su superioridad no les servirá de nada, Briskas des de dentro ve llamando oleadas de bichos, Matriorca usa tu nuevo juguete. Snikrot tendrás que ponerte junto a mí para mantenerlos a ralla en el umbral para que no entren y así dar tiempo a Briskas... Baddum haz lo que puedas, intenta atrancar la puerta para que no se pueda abrir más de la mitad. Así el frente será más reducido.- Mientras está junto a la choza ladra- Venga, no tenemos toda la noche!

- Encerrarnos? Bueno, tu mandas - concede el brujo que por un momento se plantea desobedecer y ubicarse sobre el techo. Sin ambargo, permanecer lejos de sus compañeros, y solo, no le parece la mejor alternativa por lo que ingresa a la choza y busca su lugar favorito, en la pared, sobre la puerta, boca abajo y asomandose apenas lo suficiente como para ver al exterior y así mandar a sus insectos sobre quienes vinieran

Hoy por fin vengaremos la muerte de Ruzgal con la sangre de los perros de Greejal.

Matriorca apretó con fuerza su lanza.

HAHAHHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA

Un par de hienas se acercan al trote deteniendose a olisquear a unos metros de la choza, pronto dirigen la mirada hacia vosotros y comienzan a ladrar y a reír mientras continúan corriendo hacia vosotros, ladridos gnolls se escuchan desde detrás mientras las dos bestias se abalanzan a por vosotros

Baddum se mantiene sujetando la puerta con ambas manos, tal como Trash le ha pedido para evitar que puedan golpear desde algun otro lado, y observando a las hienas inquiere de manera prudente

Jefe ¿Salimos a pelear? ¿O debemos contenerlos desde aquí dentro?