Un día como otro cualquiera, en una fecha no escrita todavía, el sol hace pocas horas que ha salido, el sonido de las olas chocando con el astillero, y el de los marineros saliendo en sus barcos al mar, es como cada mañana, estimulante.
La ciudad?, que importa, el lugar?, aún no está claro, sea como sea, el destino para el que cada persona a sido preparado, comienza a tomar forma, ahora lo que aquí se relata son sus comienzos, como nuestros héroes forjarán su primera amistad, una amistad que los llevará al mas grande de los tesoros o a la mas terrible de las muertes.
Aquí comienza la historia del Domingo Sangriento, la historia de su capitan Bernardo Scals y Moncada, y lo que a ella y sus camaradas les tiene reservado el futuro ...
Bueno, aquí comienza, os pediría por favor, que si necesitáis acordar el lugar, la situación o el tiempo que hacía cuando os encontréis empleéis el off topic, me gustaría pasar esta aventura a pdf, y creo que será lo mejor. Gracias y buena suerte.
La brisa fresca de la mañana me acaricia el rostro, leve alivio que preludia el bochornoso calor del caribe, nunca me acostumbraré a él…mi memoria vuela hacia atrás en el tiempo, otro puerto, tan distinto y tan parecido al de Santo Domingo, aquel principio del trágico viaje que partiría del antiguo puerto de Valencia, más de doce años, y sé que nunca podré regresar…
Grito unas ordenes, las primeras del día, más por hacer sentir mi presencia que realmente por necesidad…Rafael se encargaba de la maniobra, desde luego había aprendido mucho desde el día en que se embarcó…un chico impetuoso, con formación militar y complejo carácter, pero pondría mi vida en sus manos sin dudarlo, cuando lo encontré en aquella pelea callejera vi potencial, es cierto, pero sobre todo vi lealtad y amistad. Era el único que permanecía conmigo desde aquel día, cuando todo cambió y nos convertimos en lo que somos, traidores para algunos y héroes para otros, curiosa la percepción humana, ojos diferentes, sentimientos diferentes, todos los demás murieron, y es que doce años en la mar, son demasiados…
Los tiempos cambian y los marineros también, es ley de vida, es la ley del mar, todo cambia menos él, son sus reglas, él permanece inmutable…el que no para de moverse es Luffy, escalando el mástil, con su inseparable arco, extraño chico, realmente parece disfrutar con cada viaje, aún recuerdo como se unió a la tripulación, maldita sea aquella vez que le prometí un puesto si acertaba con aquel disparo imposible, desde entonces siempre he preferido que su arco este de mi lado y para ser vigía solo son necesarios un buen par de ojos, y diantre, el chico los tiene, doy fe…
León me pregunta algo, contesto a su pregunta, siempre lo hace a pesar de saber por antemano que la respuesta será afirmativa, poco dudo de este pequeño gran hombre cuando los cañones empiezan a sonar, inteligente, culto, astuto, de grandes ideas, comulgamos enseguida cuando oyó mi historia, cuando supo que deje de ser lo que nunca quise, un pirata sin bandera, para servir a una causa más noble, hombre influyente en Santo Domingo denostado por muchos debido a su aspecto, a todo ellos les doy las gracias cuando sus barcos caigan bajo sus artimañas…
Con un gesto indico a James que comprueba el arsenal, en silencio asiente, callado, eficiente, sus ojos desprenden peligro, eran tiempos duros para un indio en Santo Domingo, y eran tiempos duros para un capitán español con un barco a medio tripular, empezó como marinero, pero pronto confié en él, casi cuatro años en el mar te hacen conocer a un hombre, pero aún había muchas cosas que mi maestro de armas guardaba, sólo él decidiría cuando contarlas…
“El largo”, su presencia imponente era difícil de camuflarse entre los mástiles y aparejos de la cubierta, cargaba un barril de pólvora siguiendo las instrucciones de León, parecía que cargaba con una jarra de cerveza, atormentado por las tragedia, no sé bien lo que alimenta su espíritu, pero creo que todo hombre tiene derecho a una segunda oportunidad para buscar la venganza, si vas a joder a alguien, aseguraté de matarlo bien muerto, solía decir de vez en cuando, gran compañero, diferente en el exterior al hombre que encontramos en aquella isla, pero mucho me temo que apenas ha cambiado su interior…
La última adquisición de la tripulación, delincuente, bribón, pinta de medio loco, pero recomendado por alguien de confianza, Rafael juzgará si merece quedarse o no en el Domingo Sangriento, triste nombre para no olvidar el día que más quisiera arrinconar el lo más oscuro de mi memoria…
La niña del barco, desde el día en que “El Largo” apareció con ella sabía que traería problemas, pero por mi honor no podía permitir que aquella chiquilla, porque para mi lo era, aunque desde luego para demasiados hombre era toda una mujer, quedara abandonada a su suerte, sus conocimientos médicos nos han sido de gran utilidad durante el último año, y de momento, no ha dado ningún motivo de queja, pero su único ojo esconde mucho más de lo que dice, a veces la sorprendo mirando al mar durante demasiado tiempo, buscando en él respuestas que nunca desvelará, pero yo sigo vivo porque confió en mi intuición…
Otro viaje más, otro día más, quizás fuera la última oportunidad de ver tierra firme…me santigüé con mi mano derecha
LEVAD ANCLAS!!!
Corro por todo el barco, actitud sonriente, pero a la firme y serena, observo la mar como todas las mañanas, fria pero bonita, como todo buen amanecer, con las primeras luces del alba reflejandose en el cristalino mar, buen comienzo para otra aventura, con nuestro marineros, y mi capitan, hombre sabio y justo, mi mentor, pero a la vez mi mejor amigo, consejero y confesor, todo se lo podia confesar, mi secreto esta a salvo con el, yo daria la vida por el capitan si es preciso, me encargo de que todos los chicos del barco hagan sus funciones, vigilo que sus comportamientos son correctos, respeto a las leyes de los piratas, y sobretodo, acatar ordenes del capitan, y mi prioridad la seguridad de mi capitan y nuestro barco, ya le acompañado en varias reuniones de negocios importantes, se de diplomacia, pero siempre dejo que el hable, pero si tengo que dar mi opinion me adelanto a ello, y por supuesto asegurarme de su proteccion...
Vigilo todo que todos los chicos se han levantado y se han puesto en sus posiciones como ordeno el apitan, cuando pasa la chiquilla, le hago una reverencia y una sonrisa como todas las mañana desde que subio a nuestro barco con "el largo", luffy arriba, Leon en sus cañones, y todos los demas en sus puestos grito a todos...
Vamos chicos ya habeis escuchado al capitan, levad anclas, hoy comienza otro nuevo dia, con otra nueva aventura!!!!
Aun recuerdo el día que me uní a la tripulación. Ha sido una de las cosas que más me he pensado, estuve alrededor de una mañana dandole vueltas. Decidí muy bien, jamás hubiese pensado que ser un corsario sería tan emocionante.
Aproveche un momento de descuido y me colé en aquel barco llamado Domingo Sangriento, y me dedique a hacer un poco lo que los demás, llevar cosas pa aquí y para alla, pero al poco alguien me dijo:
- ¿Pero quién coño eres?
- Jajaja, Monkey D. Luffy, y queria tripular este barco
Por supuesto casi me tiran al agua, tuve suerte de caer bien (mi sombrero, mi sonrisa o yo que sé), cuando dije que era el mejor arquero del mundo, se rieron, y les desafie, me propusieron un tiro muy dificil, un verdadero reto. Eso me animó más, a los 10 minutos ya estaba arriba en el puesto de vivgia vacante por que la gente no me aguantaba, pero tenia el mejor sitio, pordia verlo todo y disparar.
Asi fui como me enrole
De pie en la popa observo el horizonte, recuerdo mi vida y maldigo mi suerte, tan solo es casualidad todo lo que sucede pero aqui me tiene, un cazador de ballenas en un barco pirata.
¿Acaso terminaria aqui mi vida?
Los gritos de mis compañeros y el sonido de los amarres me despiertan de mi pensamiento
Espero regresar con vida