Partida Rol por web

-Tambien me quedo...

Necesitaba seguir trabajando con la piedra en la hoja de cuarzo, que cada vez tenía más forma a cuchilla, además cuándo estuviera lista, necesitaría un mango de hueso, o madera... ¿Pero dónde conseguiré madera o hueso?

-Llevense a Pardo, será más seguro mientras cuidamos el refugio.

Fuera no hay nada. Sólo el húmedo y frío aire de las Montañas. Sólo el manto de estrellas en el firmamento, como la piel del uro de antes. Sólo las escobas y las rocas, impertérritas. Pardo corre entre ellas, ¡y algo sale a la carrera! Un zorro, que escapa. El perro vuelve con la lengua fuera.

Y sin embargo, parece que todo el valle os observa. ¿Es la magia de Lo Salvaje y Lo Prohibido? En verdad, llama la atención la luz que sale del chozo por su puerta y por los agujeros del techo. Como una estrella en la tierra. Pero la lumbre no se puede apagar, os helaríais.

Dentro, Cañaveral se ha quedado dormida, agotada. Ya es hora para vosotros también.

La noche fue avanzando. Ojos y Cazadora se acostaron, mientras Masdedos hacia la primera guardia. Rayos estuvo tallando el cuarzo hasta que se dió por satisfecho.... o hasta que sus manos no pudieron más.

Os fuisteis sucediendo en las guardias. Tras Masdedos, Ojos. Después Voz de Verano. Luego Rayos. Y por último Cazadora.

Nada extraordinario pasó... más allá de un frío gélido que se colaba por el techo y os despertaba constantemente. Aunque en cada turno de guardias os esforzasteis por mantener un fuego fuerte. Ay, si hubieseis arreglado el tejado....

Tuviste un extraño sueño. Un lobo te perseguía. A ratos era Vaelico. A otros, Gran Loba. A otros, Alcaudón. Corrías y corrías, hasta que saltaste una montaña de bloques de piedra y caíste en un pozo... sin fin. Al vientre de la tierra. Gritaste. Cientos de aves alzaron el vuelo. El lobo aulló. Bramó una cabra. Justo antes de despertar, el pozo infinito se llenó de luz dorada. ¿Viste un pez o un toro?

Tuviste un extraño sueño. Un lobo te perseguía. A ratos era Vaelico. A otros, Gran Loba. A otros, Alcaudón. Corrías y corrías, hasta que saltaste una montaña de bloques de piedra y caíste en un pozo... sin fin. Al vientre de la tierra. Gritaste. Cientos de aves alzaron el vuelo. El lobo aulló. Bramó una cabra. Justo antes de despertar, el pozo infinito se llenó de luz dorada. ¿Viste un pez o un toro?

Tuviste un extraño sueño. Un lobo te perseguía. A ratos era Vaelico. A otros, Gran Loba. A otros, Alcaudón. Corrías y corrías, hasta que saltaste una montaña de bloques de piedra y caíste en un pozo... sin fin. Al vientre de la tierra. Gritaste. Cientos de aves alzaron el vuelo. El lobo aulló. Bramó una cabra. Justo antes de despertar, el pozo infinito se llenó de luz dorada. ¿Viste un pez o un toro?

Tuviste un extraño sueño. Un lobo te perseguía. A ratos era Vaelico. A otros, Gran Loba. A otros, Alcaudón. Corrías y corrías, hasta que saltaste una montaña de bloques de piedra y caíste en un pozo... sin fin. Al vientre de la tierra. Gritaste. Cientos de aves alzaron el vuelo. El lobo aulló. Bramó una cabra. Justo antes de despertar, el pozo infinito se llenó de luz dorada. ¿Viste un pez o un toro?

Tuviste un extraño sueño. Un lobo te perseguía. A ratos era Vaelico. A otros, Gran Loba. A otros, Alcaudón. Corrías y corrías, hasta que saltaste una montaña de bloques de piedra y caíste en un pozo... sin fin. Al vientre de la tierra. Gritaste. Cientos de aves alzaron el vuelo. El lobo aulló. Bramó una cabra. Justo antes de despertar, el pozo infinito se llenó de luz dorada. ¿Viste un pez o un toro?

Desperté entre fríos sudores, mirando a mi alrededor mientras me cubría con las mantas. Recordaba el sueño pero ahora era el momento de mi guardia... 

Mi camino había sido escogido desde el mismo instante que arrebaté la mano a Alcaudón... Aunque ahora las palabras de Cañaveral se antojaban mucho más cercanas... Quizás ese era mi lugar... 

Abrí los ojos, sobresaltado. Otro sueño. Otra visión. Perseguido por lobos, arrinconado, en una huida desesperada. Un gran salto, una gran caída. De nuevo, aves alzando el vuelo.

¿Qué significaba? Mientras trataba de estabilizar mi respiración, reflexioné. Aquel mensaje parecía el eco de lo que había vivido en los últimos días, solo que magnificado por las visiones del sueño de los dioses. Pero, ¿cómo saber qué sueños significaban algo y cuáles eran solo un reflejo de los miedos del alma?

Era demasiado tarde, o demasiado temprano, como para molestar a la mente con aquellas cuestiones. De modo que intenté seguir durmiendo, aunque me esforcé en grabar en el ojo de mi mente las imágenes que había visto en aquel sueño. Al día siguiente tendría que acordarme de hablar de ellas con Cañaveral.

Quiero ir a verano y posteriormente continuar camino a Atardecer

Oniromancia, la capacidad de discernir e interpretar los sueños, más no era algo en lo que el destacaba, si quiera, era algo en lo que estuviera familiarizado,todo le sabía a una pesadilla, una molesta pesadilla, Vaelico y sus esbirros no lo querían en Horcajo, las profundidades de la tierra, era cómo volver al túmulo, solo que con aves, escapando de ahí, Ataecina y Vaelico le dieron la espalda, tal vez es el sol el que lo guía, ¿O será otro ser? Al momento de brillar, vió un pez navegando por el río hasta más allá de este. Un pez, es lo que vió.

Ahora entendió que es lo que le ocurrió, no era otra cosa que una visión, trabajar la tierra cómo un toro no era su deber, y menos para él cuya fuerza se había perdido, más debía recurrir a la astucia y sagacidad del pez, debía ir a la costa, quedaba muy claro eso.