Hola Jugadores, creo conveniente ir desvelando parte del misterio de la partida, para ayudaros a moveros mejor por el mundo de Invierno y Verano.
Si no queréis saber nada de la realidad detrás de la ficción, no leáis más posts de esta escena ;)
¿Qué es "Invierno y Verano"?
Una ambientación ficticia, creada por mí, para comenzar a dar forma a un relato sobre la prehistoria de una región del occidente de Iberia que me apasiona. Este relato me ha servido para articular toda la información que he ido recopilando durante años, pues no soy historiador ni arqueológo ni científico. Sólo un aficionado al que el rol el ha venido a ayudar.
¿Por qué hacer esta ambientación?
En la mitad occidental de la península ibérica hay un sustrato cultural común muy poco conocido y estudiado, a lo largo de milenios. Las diferentes gentes que se han asentado en esta tierra de granito y encinas han acabado, bien por necesidad o bien por transmisión cultural, viviendo de la ganadería trashumante y teniendo una relación especial con esta piedra.
Las manifestaciones más antiguas de ésto, para mí, son los primeros ganaderos neolíticos, que en esta zona tuvieron una mayor predilección por el ganado vacuno que por el caprino o el ovino y de los que sólo perdura una cultura megalítica de túmulos, altares y abrigos de piedra. El suelo ácido no ha dejado, literamente, ni los huesos de estas gentes.
Partiendo de esta idea, estudié sus restos arqueológicos (ídolos, adornos, etc) y opté por atribuirles los mitos y tradiciones precristianos, tanto folclóricos como prerromanos, para crear una "raíz", un "algo común" que, lejos de ser real, fuese una ficción lo más historicista posible.
Vale, una ambientación, ¿dónde?
El territorio de "Verano" está comprendido entre el río Duero ("Duru" en la partida) y la cordillera del Sistema Central ("Las Montañas"). "Verano" son las actuales provincias de Zamora, Salamanca y Ávila de España, así como parte de Portugal.
El territorio de "Invierno" abarca desde dicha cordillera hasta más allá del valle del río Tajo ("Tagu"). Son las actuales provincias de Cáceres y Toledo, así como su contraparte en Portugal.
El territorio de "Atarceder" es la actual costa portuguesa entre las desembocaduras de ambos ríos. Por tanto, el "Mar" es el océano Atlántico.
"Horcajo" está en la comarca actual de las Tierras de Granadilla (Norte de Cáceres). Es un lugar ficticio (no hay un yacimiento arqueológico) cercano a la confluencia de los ríos Alagón y Ambroz, sobre la actual Vía de la Plata. Cerca de las ruinas romanas de la ciudad de Cáparra. La sierra del "Altar de Sangre" es la "Sierra de Traslasierra", aunque si bien ni el túmulo no el altar existen en ella como tales, en toda esta región geográfica existen innumerables tumbas megalíticas y altares rupestres con cazoletas y piletas, de origen y usos inciertos, en los que me he inspirado. Pero, en cambio, sí existe la primera catarata (La Chorrera de Hervás), el collado para cruzar (Puerto de Honduras) y esos magníficos bosques de robles y castaños. También existe el "Valle de la Niebla" (actual Valle del Jerte) con su "Poza Negra" ("Garganta de las Nogaledas") y su chozo (chozo de pastores típico de la sierra de Gredos). El paso cómodo de Invierno a Verano desde Horcajo es el "puerto de Béjar", el mejor paso natural entre ambos lados de la cordillera.
Y, ¿cuándo?
Redondeando, el año 3.000 antes de Cristo. Es decir, hace 5.000 años. Esta época supuso en la península Ibérica la transformación de sociedades neolíticas (agricultoras y ganaderas) muy complejas y consolidadas en otras organizaciones sociales, más jerarquizadas, que pudo tener como detonante el descubrimiento y uso del cobre. Por tanto, la partida se sitúa en el final del Neolítico y el comienzo del Calcolítico en la región.
Pero, ¿las gentes de Verano e Invierno existieron?
Respuesta corta, no. Pero los "Otros" sí. El pueblo ganadero de los protagonistas es ficticio, aunque en todas las épocas y en todas las regiones han existido pueblos ganaderos o pastoriles que "no siembran" que han coexistido con otros pueblos que "sí siembran" (como actualmente los famosos masais de Kenia y Tanzania). Dado que muchas veces la reconstrucción histórica de periodos tan antiguos tiende a homogeneizar en exceso, he querido rescatar esta dualidad, porque la feo factible en esta región para esta época. Y, como he dicho, la tradición ganadera es más fuerta que la agrícola en esta tierra.
Y tantos dioses y otros mitos, ¿de dónde salen?
Vaelico: Dios prerromano.
No es del Neolítico, no. Pero es una deidad prerromana, atestiguada por inscripciones en latín, cuya tradición es exclusiva de esta región. He mantenido sus atributos. Esto hace pensar que su culto tenga un fuerte sustrato local, y por tanto sea nativa de la región. ¿Cuánto? Bueno, no creo que tanto con en la partida... me la he llevado dos mil años más atrás de su época.
Ataecina: Diosa prerromana.
Tampoco es del Neolítico. Pero su caso es análogo al de Vaelico, es oriunda de la región. He mantenido sus atributos.
Tarda: Inventada.
Necesitaba una "verbalización" de una deidad agrícola (que seguro existían) y que tuviese el mismo carácter animista que las dos anteriores, para que hubiese coherencia interna en la partida. Recurrir a una animalización de la "madre tierra" de finales del Neolítico no era lógico, porque ésta se adoraba en forma de mujer, pero sí he mantenido sus atributos.
Uro Padre: Inventado.
La flora y la fauna es toda la propia de la zona, incluidos los uros, aunque ya estén extintos. No obstante, sí había rebaños de uros salvajes (y otros herbívoros) que se movían y migraban por la península. Es fácil imaginarlos como esos rebaños de la sabana africana, movidos por la disponibilidad de pastos y agua entre regiones. De hecho, una hipótesis del origen de la trashumancia en Iberia fue el observar a dichas manadas por parte de las primeras sociedades ganaderas. Esta hipótesis es la que he "mitificado" para crear a Uro Padre y el relato de los Segundos.
Cuentacuentos: Mitología hurdana.
La región de Las Hurdes, al Norte de Cáceres (el valle situado al Oeste de "Horcajo") ha preservado durante siglos y hasta nuestros días un floclore y tradición oral únicos. Que, de nuevo, hunden sus raíces en esta tierra hasta tiempos inmemoriales, y son un buen sustrato para la partida. El Cuentacuentos es un guiño constante a esta tradición oral: es el Jarramplas, el personaje icónico de esta cultura ancestral.
Zajoril: Mitología hurdana.
Los zajoriles, que no zahoríes, eran los transmisores de esta cultura hurdana, y han tenido, hasta su desaparación en el siglo XX, la función de druidas o chamanes de su comunidad. El último zajoril fue "Tío Eusebio", fallecido en 1987. Sí, el trato de "tío" o "tía" a los ancianos o personas respetables es propio de la zona actualmente.
Zamparrón, Moras, Nuberos, Duendes,...: Mitología hurdana y vasca.
Otros personajes que han sido adoptados de la mitología hurdana, para darle este carácter local a la partida.
Ídolos oculados y otros amuletos: arqueología.
Los ídolos oculados en pizarra que portan los personajes son verídicos de la época y la zona, así como otros amuletos, como el cuchillo de cuarzo de Rayos. Para las descripciones de estos elementos me he basado en las colecciones de museos arqueológicos de la región y de otras zonas colindantes. Los usos, rituales y mitos relacionados con ellos, derivan de las intepretaciones de los científicos sobre ellos.