Partida Rol por web

TRAMA DEL TRASFONDO

La Gran Loba ve venir los años malos, como Tía Mora. Pero cree que la Gran Zajoril no hace lo suficiente para evitarlos, confía demasiado en Ataecina. La Gran Loba busca ganarse el favor de Vaelico, el Protector, de quien es la lider espiritual. Ella aspira a convertirse en la nueva guía espiritual de todas las familias, salvando así a las gentes de Verano e Invierno de un futuro oscuro.

Por eso, la Gran Loba cree que entregar las mejores reses y los mejores jóvenes a Vaelico, como hicieron los Terceros, es lo que necesita para terminar de ganarse el favor del dios. Todo lo hace a espaldas de la Tía Mora y del resto de zajoriles.

En realidad, la Tía Mora vive de espaldas a las familias, fuera de la realidad mundana. Pasa más tiempo en el mundo de los espíritus y es ajena al plan de la Gran Loba y del resto de zajoriles. Éstos buscan molestarla lo menos posible, porque de verdad creen que sus idas y venidas del mundo espiritual son para encontrar una solución a los años malos que van a llegar. Esta falta de liderazgo ha hecho que otros zajoriles, además de la Gran Loba, busquen sus propias soluciones.

El Tío XXX quiere dejar atrás las viejas tradiciones. Ve que los años malos son para el ganado, pero no para los que siembran. Los Otros cada vez avanzan más sobre Invierno y Verano, ocupando vegas y valles de la periferia. Su complot va más atrasado que el de la Gran Loba... pero pasa porque Los Otros del Norte os lideren un tiempo. Son capaces de vivir en Verano mientras es Invierno. Pero aquellos... tienen un jefe fuerte y autoritario,que dicen habita su propia montaña (Picón de la Mora)... y puede que os subyuguen.

El Tío XXX opina como Tío XXX, pero discrepa en los Otros que tienen la solución. Para él, son los del Oeste, los del Mar. Es de los pocos de vuestras gentes que sabe que han erigido sus propias montañas (castros), son capaces de viajar sobre las aguas (navegar) y, lo más importante, son a los que los dioses les han revelado el secreto de la cerámica de las piedras (metalurgia de cobre). Poseen artefactos mucho más poderosos que la arcilla, el hueso, la madera o la piedra. Van a cambiar el mundo. Quiere cambiar vuestro mundo junto a ellos.

Estos zajoriles díscolos (La Gran Loba, Tío XXX y Tío XXX) cuentan con el apoyo de miembros destacados de las familias.

OBJETIVO DE LA CAMPAÑA

Los personajes de los jugadores deben desentrañar esta trama, identificando a los tres zajoriles díscolos. Cuando lo hagan, deberán de tomar una decisión ¿avisar a Tía Mora para que interceda? ¿unirse a la Gran Loba en volver a las viejas tradiciones? ¿Apoyar a Tío XXX y romper con ellas, sembrando? ¿O ir en busca del metal que traerá un futuro próspero, según Tío XXX?

ESTRUCTURA DE LA PARTIDA

ESCENA 00 - Creación de PJs.

• Primer post: presentación de concepto, hazaña, pacto pasado, pacto futuro.
• Segundo post (y subsiguientes): lazos relacionales entre ellos. Diálogo.
• Siguientes post: introducción de Tía Mora, Gran Loba y Gran Cabra. Doble misión (ayudar en la preparación de los ritos para Ataecina. Y tras ello, en el sacrificio a Vaelico. Para bendecir los pactos y el paso a Verano).
• Último post: PJs pueden hacer una única pregunta a Tía Mora por personaje, como regalo.

ESCENA 01 - RITO A ATAECINA

• Primer post: En exterior, alameda. Tienen que escoger un mayo cada uno para que una cuadrilla los tale y transporte.
  • Opcion A: árboles rectos y fuertes, pero jóvenes y algo bajos. Chopos tradicionales. +1 Ataecina. Ofrenda tradicional a Ataecina.
    Opcion B: arboles de gran porte, pero viejos, anchos como el abrazo de dos adultos. Chopo inusual. -1 Vaelico. Es un arbol refugio para animales, lleno de nidos y vida.
    Opcion C: arboles rectos y secos, dañados por riada. +1 Vaelico. Evitará males mayores aguas abajo. Una rama estaba apunto de caerse y aplastar a varios muchachos.
    Opcion D: Un aliso recto y fuerte en vez de un chopo, aunque no sea tradicional. -1 Ataecina. El aliso aguanta al río y al suelo, haciendo que las inundaciones den prados fértiles y no sean desastrosas.
• Segundo post: Flores. Tienen que escoger con qué adornos engalan los mayos.
  • Opción A: Jaras. -1 Ataecina. Ofrenda demasiado tradicional, esperaba más de vosotros
    Opción B: madreselvas y otras lianas. +1 Vaelico. Seguras, más fáciles de preparar.
    Opción C: adelfas, las más vistosas del paraje. -1 Vaelico. Flores venenosas, poneis enriesgo a quien la recoge.
    Opción D: peonias, dificiles de encontrar.. podeis fracasar. +1 Ataecina. Ofrenda novedosa y sacrificada.
• Tercer post: estais en la pradera completando las guirnaldas con flores silvestres. Llega un grupo a acosar a una pareja, lo veis por el rabillo de los ojos mientras organizais los ritos ¿intervenís a riesgo de no supervisar la tarea?
  • Si protegeis sin mediar, +1 Vaelico.
    Si mediais antes de proteger, +1 Ataecina.
    Si no protegeis, -1 Vaelico y - 1Ataecina.
• Cuarto post (y subsiguientes). Llega la noche y las celebraciones. Dialogo. Rolean bailes y plegarias.

ESCENA 02 - RITOS A VAELICO. Suben a altar de la montaña con Lobos y reses. Sacrificio ritual. Les intentan sacrificar a ellos. Lucha. Escapan cuando llegan los lobos. ¿Heridos o no? ¿han matado o no? ¿han herido a un lobo o no? Ladera abajo, ven la cabra. ¿la siguen o no? ¿o vuelven a Horcajo?

ESCENA 3 - ENTRE DOS MUNDOS. La noche les envuelve. Encuentran túmulo. Se refugian. Descubren historia. Viaje totémico.

ESCENAS SIGUIENTES - según destino.

• Si vuelven a Horcajo, confrontan a Tía Mora y familias.
• Si siguen cabra, al W, hacia trama de Tío Metal.
• Si siguen al N, a Verano, hacia trama de Tío Sembrar.
• Si vuelven al E, hacia Montañas, hacia trama Gran Loba.

Como Pisavíboras había percibido, había más gente allí. Desde otro cuerpo de la gran tienda de Tía Mora, una discusión entre dos voces femeninas se coló entre las pieles que hacían de puerta y paredes.

- Tenemos los días justos, y Tía Mora y tú os lo tomáis a la ligera... habría que partir hoy mismo.

- No insistas más... no insistas más... por mucho que urja el sacrificio, primero hay que preparar los mayos para la Feria... es el rito de paso. 

- No es el único. Ni el más importante...

- Ni te atrevas a seguir por ahí. ¿Que no es el más importante? ¿Acaso las familias vienen aquí a sacrificar reses? ¿O a cerrar pactos y celebrar la vida? Por favor...

- Por favor, eso digo yo. ¿Acaso alguien no quiere protección para cruzar las Montañas? ¡De nada sirve celebrar hoy, para llorar mañana!

- ¡Shhhhh!

- No. Me. Mandes. Callar.

- Los jóvenes... nos van a oír...

Se hizo el silencio. Momento de desconcierto. ¿Quienes eran? ¿Qué pasaba? ¿Acaso dos ayudantes de Tía Mora?

Súbitamente, la cortina de piel se abrió, y dos mujeres imponentes entraron en el recibidor en el que estabais. Nada de ayudantes. Eran, nada más y nada menos, que Gran Cabra y Gran Loba.

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Gran Cabra entró la primera. La conocíais, imposible no hacerlo. Se os hizo un nudo en el estómago, era un honor. Gran Cabra era la zajoril de Ataecina. La voz de la deidad de la Fertilidad. La mejor sanadora. Una mujer de mediana edad, respetada y amada por todos, que a diferencia de otros zajoriles era cercana, afable y gustaba de mezclarse con todas las familias. Y, por supuesto, era la organizadora de todas las ferias y fiestas, y de los ritos de fecundidad y abundancia. 

Os sonrió cálidamente, con los labios y la mirada. Como una madre. Se le notaba contenta por teneros allí. Abrió las manos en señal de abrazo, desplegando sus hojas, flores, raíces, plumas, tallas y otros ornamentos. Destacaba en su pecho un ídolo de mármol de Lechuza, exquisito. En su cabeza, el cráneo de cabra montesa que le distinguía como Gran Cabra.

Bienvenidos y bienvenidas, gracias por acudir tan rápidamente a nuestra llamada. No os esperábamos tan pronto, pero descuidad, Tía Mora seguro que sí.

Quiero agradeceros personalmente las hazañas y sacrificios que habéis hecho por vuestras familias, por todos nosotros, este invierno. Ataecina os observa, y bendice.

Estáis aquí porque os merecéis tener un papel relevante en la Feria de Horcajo. Habéis sobresalido entre otros jóvenes. En unas noches, cuando Luna esté llena, se cerrarán los pactos... y vosotros seréis los Libres de este año para desear lo que queráis. El resto deberá de velar un año porque ello se cumpla. Intercambiasteis miradas de sorpresa. La mayoría de héroes y heroínas de los relatos habían sido Libres. Sin destino. Habían moldeado sus vidas a placer. 

Pero antes, parte del honor que recibís es colaborar en la organización de la Feria.

Los dioses han visto algo en vosotros. Estáis en comunión con ellos, compartís sensibilidades... La primera tarea, por ello, será escoger los mayos y sus guirnaldas de este año. La segunda tarea...

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La segunda tarea será acompañarme a mí y a los Lobos a sacrificar las reses a Vaelico. Salimos mañana al alba. La Gran Loba cortó secamente a Gran Cabra. Había estado todo el tiempo en el umbral, sin dirigiros palabra ni gesto. Salvo una penetrante e inquietante mirada, que parecía atravesaros el espíritu y adivinar vuestros más hondos secretos. Os atenazaba el pecho.

Vara Cimbreante, tú ayudarás a conducir las reses. Rayos de Sol, tú ayudarás a los Lobos. Tu hazaña es heroica, basta para convertirte en Lobo, si así lo deseas al final de la Feria. El resto, no molestaréis y haréis todo lo que os ordene. Sí, era tan dura y arisca como se rumoreaba. La voz de Vaelico, el dios lobo Protector. Una mujer joven e implacable. Protectora tanto de las familias como de las tradiciones.Y la líder de los Lobos, los guerreros y guerreras de Invierno y Verano. ¿De verdad acababa de ofrecerle aquel honor a Rayos de Sol? Es verdad que el rito iniciático era cazar un lobo, enfrentándose cara a cara contra él.

Esto es lo que dispone Tía Mora. Que os quede claro. Ella os lo va a repetir, pero con otras palabras. En ningún momento había dejado de miraros duramente. Su cabeza de lobo daba la sensación de querer morderos en cualquier momento, así como todos los colmillos y garras que colgaban de sus ropas. Hasta su ídolo de alabastro, un Cárabo muy detallado, parecía juzgaros.

Ya podéis pasar con ella. No la interrumpáis.

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Gran Loba salió de dos zancadas de la tienda de Tía Mora, sin mediar más palabra. 

Gran Cabra os hizo un ademán quitando severidad a la otra zajoril. Con una mirada dulce, se despidió también de vosotros.

Jóvenes, entrad juntos cuando estéis listos. Dejad que Tía Mora os explique. Descuidad. Disfrutad del momento.

Entrasteis a la sala anexa, de la que habían salido Gran Loba y Gran Cabra. Era algo más pequeña que el recibidor, y también estaba en penumbra. Pero tenía aún más artefactos extraños.

Un enorme colmillo, tan alto como vosotros, llamó especialmente la atención de Cazadora Lunar, Pisavíboras y Rayos de Sol. Era de gran calidad, de superficie lisa y pulida, sin vetas, agujeros o decoloraciones. Y tenía unos grabados que no habíais visto jamás. Era realmente hermoso.

En cambio, la mirada de Vara Cimbreante y Masdedos se perdió por una exquisita piel. Era amarillenta cuajada de grandes manchas. Muchas manchas marrones, irregulares, tan amplias como un plato.  El cuero recordaba al de un caballo... pero tenía tres veces su tamaño. 

Ojos de Ceniza, se fijó en todo pero no pudo centrarse en nada. Como aprendiz de zajoril, aquel lugar era para perderse. Para pasarse días enteros curioseando.

No os quedéis ahí... pasad... La voz dulce de una anciana os sobresaltó. Un destello de luz verdosa se escapó por detrás de otra piel corredera en la pared. Allí estaba Tía Mora. Atraídos como luciérnagas, entrasteis a la siguiente sala.

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¿Realmente era una mujer? ¿Realmente era una humana? Una extraña figura, sin forma definida, se encontraba en el centro de la salita, prácticamente en total oscuridad salvo por las débiles llamas verdes. Parecía un enorme montón de musgo. Una montaña muy pequeñita. Una pila de hojarasca barrida por el viento contra unas rocas, en mitad de un bosque. Además, su silueta y forma cambiaba y bailaba todo el rato, por influjo de la pequeña  lumbre. Os pareció ver escolopendras, escarabajos y tijeretas entrando y saliendo de los pliegues.

Un brazo, o una rama, salió del bulto para indicaros que tomarais asiento. Formasteis un corro alrededor del pequeño fuego verde. 

Sentados a su misma altura, visteis dos ojos brillar en el bulto. Tras ellos, surgió una cara de madera, o una máscara.

Bienvenidos... y bienvenidas... Era un voz humana. De anciana. Cansada. Contenta. Cálida. Tierna. De abuela. ... Las familias, las reses, los espíritus, el Viento y los dioses me han hablado de vosotros... jóvenes valientes que supisteis obrar en favor de todos nosotros... aún a riesgo de perecer por ello... porque no morir, no... no morimos... Cambiamos... Mutamos... Un ciclo que se renueva...

Tía Mora tomó aire y cambió ligeramente de postura. Pero pareció que un pequeño terremoto sacudió la sala. El fuego tembló. El aire se enfrió. Se escuchó crujir hojas, ramas, huesos y piedras.

Jóvenes valientes es lo que necesita nuestro pueblo... Los espíritus me avisan que tiempos malos llegan... No, malos no ... No hay Mal... Hay Hay Atardecer... Hay cambio... Habrá cambios... Mutamos... Un ciclo que se renueva... 

Tía Mora tomó un cuenco frente a ella. Sus manos o garras, parecían raíces o zarcillos en torno él. En lugar de beber, se regó. Pareció que volaban mariposas.

Jóvenes valientes que habéis llamado la atención de propios y extraños... Vuestros ojos no ven como los demás... Vuestras palabras no dicen lo que los demás... Vuestros actos no valen como los de los demás... Debéis reconoceros como lo que sois... Debéis ayudarnos como lo que sois... Habrá cambios... Mutamos... Un ciclo que se renueva...

Tía Mora tosió. El fuego casi se apagó. Sentisteis que la luz se iba y se os helaban manos y piernas. Que un agujero se abría y os tragaba.

Jóvenes valientes en comunión con espíritus y familias... Vuestros ojos nuevos serán nuestros nuevos ojos... Vuestra voz nueva podrá ser nuestra nueva voz ... Vuestros cambios podrán ser nuestros cambios...  Cambiar o no, es otra cuestión. Qué de cuestiones, !Ja!

La risa de Tía Mora hizo volver a las mariposas, irse al frío y templarse al fuego. El bulto pareció que florecía aquí y allá. Oísteis flautas a lo lejos. Visteis a vuestros padres sonreír.

Pero una sola hazaña no vale, debemos ver si los dioses y espíritus de verdad caminan con vosotros... Hay ritos de paso... Mutamos... Durante esta Feria, haced lo que Gran Cabra y Gran Loba os digan... Ellas son la voz de Ataecina y Vaelico, ¡Ja! 

Con un rápido movimiento, una parte del bulto, de Tía Mora, se lanzó sobre el fuego. El musgo y las olas crepitaron. Saltaron centellas. Una risa. Una mano, o garra, o rama volvió bajo la máscara de madera. De imprevisto, un denso humo empezó a salir de la fogata. Lo llenó todo, incluidos vuestros pulmones. Olía a muerte y nacimiento, a peligro y a abrazo. A comida.

No tosais. Dejad que entre. Respirad. Pensad. Incomprensiblemente, Tía Mora sonó jovial. Pícara. Un regalo os hago. Con sorpresa, notasteis un ídolo de pizarra colgado de vuestro cuello. Era un cárabo o una lechuza. Un amuleto, un medio para tratar con espíritus y dioses. Como en el relato de los Terceros. Y, además, cada uno podéis hacerme una pregunta, que contestaré. Unas tabas, salidas de la nada, rodaron frente a ella. Era de huesos incrustados con piedras preciosas. Brillaban. Después, salid.

Tres de vosotros mandasteis a vuestras cuadrillas a aprovechar árboles derribados. Los jóvenes se alegraron, eso era menos laborioso que talar el aliso que había pedido Vara Cimbreante. Pisavíboras pidió un álamo dañado, y se marchó pronto a por flores.

Pero... en cuanto comenzaron a arrastrar aquellos largos troncos caídos... se empezaron a romper. Tenían partes podridas. Carcomidas por multitud de bichos. Estaban llenos de vida, pese a estar muertos. Uno incluso tenía un panal de abejas, y los jóvenes más cercanos salieron huyendo hacia el río para no ser picados... aunque volverían luego a por ese manjar.

Ojos de Ceniza, Cazadora Lunar y Rayos de Sol recibieron algunas miradas enfadadas, aunque nadie se atrevió a decirles nada. Eso de que los dioses les hubiesen favorecido... imponía. Sin más, las cuadrillas se pusieron a talar tres álamos como los de todos los años. 

Al tiempo, comenzó la recolección de flores. Ojos de Ceniza y Cazadora Lunar se quedaron en la alameda, cogiendo rosas silvestres y madreselvas. Rayos de Sol y Vara Cimbreante empezaron junto a ellos, pero pronto dejaron a sus cuadrillas buscando, para ir el primero a por peonias aguas arriba del río, y el segundo a por retamas en el jaral aguas abajo. De haber, estarían allí. 

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Pero Vara Cimbreante no llegó muy lejos. Su primo Encina Sangrante le cortó el paso, seguido por otros jóvenes. Sudaban. Y su pose era amenazante. 

Desde donde estábais, veíais lo que ocurría. Varios de los que recogían flores con vosotros se alejaron. Sabían que podía haber problemas.

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Mirada dura. Gruñido. Seguido de un grupete de brutos. Sí, así era el primo siempre. ¿Qué querría? Te apuntó con el dedo.

¿Adonde vas? Pides que talemos el árbol más duro, mientras te vas de paseo a recoger flores. Como una niñita. Risas bobaliconas de los amigotes. Reconocisteis a los hermanos de Rayos de Sol entre ellos. Ponte a talar, Huesos de Hielo. ¿O este hacha es mucho para tí? Mierda, aquella forma de blandir el hacha de piedra... no era para entregársela. 

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Entraste en el encinar siguiendo el río. El bosque estaba en calma. Demasiada. No se oía ni trinar a los pájaros. Súbitamente, un grito rompió el silencio, seguido de... agua. Una gran salpicadura. El río quedaba a tu izquierda, detrás de unos sauces, pero te pareció que el grito vino de más adelante, más dentro de la espesura. 

Cuando las reses se calmaron y Gran Loba terminó su ritual, proseguísteis el viaje a través del bosque. Cada vez era más espeso y sombrío, pese a que Sol brillaba en una mañana despejada. Los Lobos hablaban entre ellos, sin haceros especial caso. Pero mejor, porque parecíais sin ganas de hablar... entre los eventos de ayer y hoy, parecíais sobrecogidos.

Lo Salvaje enmudece, ¿verdad jóvenes? Uno de los Lobos se refirió a vosotros directamente. Era Alcaudón, uno de los más veteranos ayudantes de Gran Loba. Tenía fama de gracioso. Y de fiero. Su aspecto asalvajado indicaba más lo segundo. Pero no hay que temer... la Naturaleza puede ser domada. Y los dioses aplacados. Si se sabe cómo, claro. Se rió de su propia ocurrencia.

No me miréis así. Esto ahora es un paseo, ya no es taaaaan especial. El peligro ya lo hemos pasado. Se nos ha permitido ascender la montaña. Unos ruidos de hojarasaca a ambos lados de la senda os llamaron la atención. Llevábais un rato oyéndolos. Era como de animales que escapaban a vuestro paso. ¿Lo oís? Hasta los duendes nos evitan. El sacrificio ha sido más que adecuado. Ha sido una gran muuuu-estra de res-peto. ¡Ja! Os guiño un ojo. Otros Lobos le miraron de reojo... a ellos tampoco les parecía hacer especial gracia sus "juegos de palabras". No hay nada que temer aquí dentro... mientras sea de día. Una sombra cruzó su rostro. Aquella preocupación sí fue real.

Pero distraigámonos un poco.... contadme más de vuestras hazañas. He oído los rumores.

¿Rayos, te crees capaz de ser un Lobo como yo? ¿Y tú Cazadora? ¿ O acaso tú Vara? Masdedos y Ojos, no es por menospreciaros pero... digamos que vuestras habilidades estarían mejor usadas para otras... tareas... De hecho, me sorprende que no hayáis traído un zurrón para recoger hierbas y esas otras cosas que os gustan a los que son como vosotros.

https://youtu.be/FF9mtpw365c

El macabro ritual era ahora una lucha por la supervivencia, tanto vuestra como de los Lobos. Aunque Gran Loba aguantase impasible y en silencio sobre la roca, observando todo y nada.

Ni siquiera pareció reaccionar cuando una flecha voló hacia ella y le rozó un hombro. Pero la osadía a Vara le costó cara... pues el Lobo le hundió su cuchillo en las tripas. Un dolor ardiente le inundó, y gritó.

Pero su grito quedó ahogado por los aullidos de los lobos, cada vez más cercanos, y por un terrible alarido de... Alcaudón. Cazadora le había reventado la mano. La pesada flecha de caza mayor, a esa distancia, le había atravesado el puño cerrado que sujetaba el cuchillo. Y había seguido hasta clavársele en una pierna. Alcaudón miraba con los ojos inyectados en sangre a la joven. Era rabia pura, no había rastro de misericordia ya. La daga de hueso estaba en el suelo.

Tantos gritos, unidos a un hacha arrojadiza que le cayó cerca al Lobo que sujetaba a Ojos, fueron distracción suficiente para que el joven se zafase y escapase. Rayos se alegró, había liberado a su amigo. Pero ahora era objetivo más fácil para el Lobo que le perseguía a él.

Mientras tanto, Masdedos seguía huyendo ladera abajo, escapando de todo. Le pareció que Alacrán ya no le seguía. Pero le pareció cruzar su mirada con un lobo que iba hacia el Altar... el escalofrío que sintió no fue como el del perro que se frotaba con sus piernas... iba a la sangre.

Lore religioso Ojos 01.

Relación cabra con vaca madre y uro padre. Pero el destino de los segundos... 

Vincular a historia Terceros. Dioses se cobran reses y personas. ¿Hacia bien Gran Loba entonces? Relacionar con tallas de lechuzas.

Otros dioses no adorados, temidos, pueden querer esa sangre. ¿Gran Loba no habla por Vaelico? ¿Y Vaelico intervino para salvaros? Acaso el Zamparrón o dioses de los primeros que no recibieron nombres de carabo y lechuza, y ahora vuelven.

¿Y Cañaveral? Ella no ha hablado por ningún dios en concreto nunca. ¿O sí y no te lo había dicho?

Tío XXX Metal es Cañaveral. Y Tío XXX Sembrar es hombre que habló con Vara en Horcajo.

ESCENA 3: UN DIA DE FIESTA

Se despiertan abruptamente en el túmulo. Ladridos y golpes. Se abre la lancha. Algo se abalanza sobre Ojos. Un perro. ¡Pardo!

Tras él, está Cañaveral. Agotada. Toda la noche buscandoos. Si los Lobos no habían dado con vosotros, tenía que ser un lugar especial.

Les disuade de volver. Describe cómo llegó Gran Loba, y reacciones. Que Vaelico os reclamó, pero prefirió una caza honorable a un sacrificio. Que ya sois de Las Montañas.

Ella no lo cree así. Hay alternativa, esperanza. Hay otras firmas de vivir. En Mar saben cómo, hacia Atardecer. Ni siembran, ni pastorean. Ella ha oído que los dioses les han bendecido con una arcilla nueva, hecha de las entrañas de la propia tierra. Más dura que la piedra. Más maleable que el hueso. Os pide que vayáis, ahora que nada os ata. Os entrega una figurilla de arcilla de un cormorán con una pepita de oro en su pecho.

Cañaveral se marchará de vuelta a Horcajo. Pardo se queda. 

Tío XXX Sembrar entrará en escena más tarde, cuando un encuentro sea propicio. Cansado, siguió a Cañaveral, pondrá a caer de un burro a Gran Cabra y Gran Loba. Dirá que Tia Mora chochea. Y que Cañaveral tiene pájaros en la cabeza. La otra forma de vivir, es sembrar. Los Otros viven siempre en Verano o Invierno. Y cada vez son más. Os insta a seguir hacia Verano, en busca de su líder, que ha levantado su propia montaña. Sin dioses. Se vuelve a Horcajo. Antes, os entrega una figurilla de una persona sosteniendo el disco solar. Tiene ojos se variscita.

Entre medias, a ver dónde les llevan sus devaneos. A ver qué me inspiran de situaciones adversas. Alcaudón les está buscando también. 

ESCENA 05 

Escarcha les lleva al N. En un despiste del grupo, intenta matar a Grau-Verde. Antes de que puedan ir tras ella, Banda de los Otros aparece, buscando a Banda del Viento. Presos, pero no muertos.

ESCENA 06A

Día siguiente. Presos. Llevados más al Norte, hacia alba. En transporte, Banda del Viento aparece ... con Lobos (Alcaudon no). Batalla. Campana de piedra. Escapan. Siguiente pueblo, les detendrán. Presos oblibres, según usen amuletos. Ruta segura hasta Montaña de Verano.

ESCENA 06B

Vara encuentra arriero/trajinero. Iba a Ubres a comerciar con su pueblo. Habla las dos lenguas. Le da ruta segura hasta Montaña de Verano. Primer campamento de Otros, si le ven, le detendrán. Preso o muerto, según haga. 

ESCENA 07

Montaña de Verano. Ciudad-granero amurallada. Rey poderoso, glotón, fuerte. Consejeros codiciosos. Trato inicial bueno (si amuletos), si no, esclavos en muralla. Amistades en ciudad. Secretos de Tarda, pasado común, sequía actual, ambiciones, presión demográfica... Enemigos en ciudad. Complot en las sombras. Tras muchos días, de repente, llega Banda del Viento con Lobos. Y Alcaudon. Exige entrega. Aparenta batalla... pero piden intercambio por reses y tierras. Moneda de cambio. Escapar.

ESCENA 08a. 

Huida por río Duru, hacia Mar. Arribes. Otros otros, variscita. Más secretos. Si por Norte Duru, pueblo de los bosques. Minas. Si por Sur Duru, extremos de vuestro Verano conocido. Mineros fugados. Estuario tajo. Protociudad. Buen recibimiento, tanto con amuleto como sin él.

ESCENA 08b

Huida al Norte, a confines de Verano. Nuevas montañas. Otros otros. Más secretos. Héroes antiguos, vivos. 

ESCENA 08c

Huida por río Duro, hacia Amanecer. Meseta y Moncayo. Miseria de los Otros que siembran. Otros otros, que pastan. Origen de vuestro pueblo, de las grullas. Tierra yerma. Lo que le va a pasar a vuestra tierra. Más secretos.