Partida Rol por web

Mientras Farnad hablaba con sus dos acompañantes...por el camino llegó alguien más, venía procedente de la parte superior de la aldea, era una joven de pelo blanco y piel pálida. Portaba una mochila de viaje, un bastón típico de un hechicero o druida y una espada.

Astrid y Blair no pudieron evitar mirar en esa dirección, siendo Blair la que arrugaría la nariz y frunciría el ceño.

-Es una druida...-Gruñó. 

La joven de cabellos blancos se mueve con un cierto deje alegre, su mirada desviándose hacia cada decoración del pueblo y fijándose en las personas que lo habitan. Es difícil no llamar la atención con las pintas que lleva: Una elarobada túnica de cuero llena de detalles tribales y motivos plumiferos; un báculo y una espada rúnica; esa larga, larga y reluciente cabellera blanca, reluciente; un rostro de facciones suaves, y una sonrisa encantadora

En cuanto llega, su mirada inmediatamente se ve atraída al grupo de Farnad: La adorablemente enfurruñada maga, el alto y apuesto hombre... y la rubia princesa.

Antes que nada, responde al gruño de Blair. - ¿Una druida? ¡¿Dónde?! - actúa con fingida alarma, mirando alrededor. No hay intento de engaño alguno en su expresión, se nota que solo está jugando.

Tras eso, la joven les dedica una pequeña y jovial reverencia: - Atelie Iris, para servirles. -. Luego echa un ojo a la espada que lleva atada de forma cutre y rudimentaria a su mochila de viaje. - ... No es que planee pinchar a nadie con ella, es que perdí la funda. O más bien, nunca la tuve en primer lugar~ -

Farnad lo primero que hace es observar a la muchacha que parece recién llegada a la aldea, sobre todo al comentar Blair sobre su natura... - ¿Cómo lo sabes? - preguntó casi con ingenuidad, pero se imaginaba que podría sentir el tipo de magia que usaba la muchacha... aquello no tardó en llamar la atención de la muchacha, que rápidamente se centró en ellos... lo cual no era extraño dado lo inusual de la composición de su grupo...

La jovencita se presentó, haciendo mención a la pequeña espada que portaba... aunque Farnad nunca había sentido como un peligro dicha arma... - No pasa nada, es normal cuando se trata de un arma que te encuentras por el camino... Yo soy Farnad Kobla, caballero de Shanteen, y ellas... - el caballero recurrió a su habitual formalismo, permitiendo que fuesen Astrid y Blair quienes se presentasen...

Ignoraba que motivo había conducido a aquella muchacha a las Montañas de la Manzana, pero en cierto modo le aliviaba... si se daba la situación de que los demonios atacasen, habría una persona más con capacidad de defender el lugar... Por otro lado el caballero seguía esperando a saber como sería la elección de los porteadores...

-Soy una bruja, zoquete, si alguien tiene energía mágica lo noto.-Dijo frunciendo el ceño.-Algo me dice que estás deseando que te convierta en una ardilla, ¿no es así?.-Preguntó Blair cruzándose de brazos.

Aún así, le hizo gracia a la bruja que Farnad se presentara tan rápido, ni siquiera preguntó a la druida sus intenciones, de donde venía o que planeaba...o simplemente porque había ido a ese pueblo, le parecía demasiado confiado.

-Yo soy Blair, una bruja y ella es Astrid, ¿Qué te trae aquí, druida?, tiene que haber un motivo para que hayas abandonado tus bosques...y esos motivos pueden ser más bien oscuros.-Exclamó aferrando su bastón con fuerza.

- Tampoco es tan difícil de adivinar. - acota levantando el dedo indice, sonriente. Ciertamente va vestida con el tipo de ropajes apropiado para su profesión.

- Es un placer, joven Kobla, Blair, y lady Astrid. - dice aunque obviamente sea no solo mayor que él, sino mucho, mucho más alto. - El primer motivo por el cual he venido aquí es porque el destino me trajo aquí.

- Y el segundo es... - y señala a Astrid. - ¡No sabe usted lo preocupado que está sir Dastan! - se ríe. - Parece una mamá gallina buscando a sus polluelos.

- Pero no vengo a arrastrarla a casa, ni mucho menos.

Farnad se imaginaba que Blair respondería así, de modo que hizo oídos sordos mientras dejaba que la princesa y la bruja se presentasen... Aunque Blair fue de todo excepto sutil a la hora de acusar a la druida... - Creo que no te gustan los druidas... - dijo el caballero mientras miraba con algo de desaprobación la reacción de la bruja...

Luego escuchó la respuesta de Atelie, que si bien parecía ambigua, la segunda parte confirmaba al menos su origen... KharazKhar... aquella tierra que apenas visitó porque... bueno... se encontró a la princesa por el camino, literalmente... - Lady Astrid... pensaba que mandó en su momento mensajeros avisando de su marcha... - Farnad estaba algo confuso, aunque tampoco era de extrañar que estuviesen preocupados por ella...

- En cuanto a ese "destino" últimamente pienso que ese destino está relacionado con la aparición del Rey Demonio... - el caballero no gustaba de andarse con rodeos, y lo único que le interesaba saber era si Atelie sería una aliada en su misión o si solo sería una ayuda puntual...

- Ah, no le culpo. Los druidas son como los árboles: Viejos, y verdes. - ,  Atelie se ríe de su propio tonto juego de palabras. Carece de la usual seriedad presente en los de su tipo, y posiblemente eso sea síntoma de su joven edad. ¿Será una principiante o algo?

Deja a un lado el tono de bromas cuando Farnad menciona aquella palabra. Su gesto se torna serio y sombrío: Atelie acomoda su cabello, dejando que un mechón cubra uno de sus ojos, y entrecierra la mirada. - ¿Habéis escuchado de eso? Entonces me temo que no puedo dejaros vivir. -

Tras varios segundos de tensión, sin embargo, retoma su jovial y alegre expresión mientras agita las manos: - Es broma, es broma. -

Vuelve a desdibujar la sonrisa y tomar el asunto con algo más de seriedad, aunque esta vez sin gestos estereotipados de villano. - El destino es algo difícil de interpretar. Siempre se encuentra más allá del límite de la percepción, envuelto entre las nieblas del porvenir... Pero creo que el destino desea que me enfrente a la oscuridad, y no es mi lugar el discutirle sus decisiones. -. Atelie retoma poco a poco su amable sonrisa a medida que va hablando.

Astrid frunció el ceño y suspiró ante lo de Dastan.-D…Dastan tiene en mente casarse conmigo, por eso se preocupa tanto...-Dijo sin dar muchas más explicaciones.

Blair rodó los ojos y miró un tanto mosca a Farnad.-Pues claro que no me gustan, tienen la cabeza llena de ideas estúpidas y piensan que la naturaleza es inquebrantable, que hay que defenderla y no se puede ni siquiera pisar el césped sin pedir perdón.-Gruñó.-Igual que los humanoides de los bosques, si supieras la de guerras que ha habido por idioteces sobre “un campesino ha cotado un árbol, ahora hay que matar a toda su aldea”.

Los druidas no eran santo de su devoción, aunque a Astrid no parecía importarle, tampoco a Farnad.

Ante lo de avisar a los guardias, la rubia bajó la mirada-Lo avisé.-Repitió.-Pero trata de desplazarte con una tormenta de nieve, no…no es tan fácil Farnad.-Murmuró por lo bajo mientras se cruzaba de brazos. Aunque ante la broma de Atelie no pudo evitar tensarse, al menos hasta que dijo que era una broma.

Ante lo de la oscuridad y el destino, Blair soltó un gruñido de desesperación.-¿Y como sabemos que eres de fiar?, a lo mejor trabajas para el Rey Demonio.-Señaló .

- ¿Y en serio ese Dastan quería casarse con usted, Princesa? Que cosas. ¿No me diga que por eso huye? Bueno, no es asunto mío. Yo solo estoy aquí porque quiero asegurarme que las princesas estén a salvo~

Ante las acusaciones de Blair, Atelie se hace la ofendida. - Júm, júm, bueno, tampoco es que tenga nada con lo cual demostrar ser confiable ahora mismo... Pero soy una druida de pueblo pequeño, esas cosas de guerras y asuntos raros es cosa de gente de ciudad. - agita la mano, desestimando las preocupaciones de la adorable maga. En realidad no parece molestarle que Blair hable así de ella o su profesión, ¡parecería que le da igual! - Además, el ciclo de la vida es el ciclo de la vida. Los árboles se pueden derribar y los animales se pueden matar, pero todo con respeto y moderación. - alza el dedo al aire y cierra los ojos. Asiente, asiente.

El caballero arqueó una ceja cuando Atelie bromeó sobre saber demasiado... Farnad ya tenía la suficiente experiencia como para notar que aquella muchacha no suponía ningún peligro, ya que de haber sido así lo habría notado...

Al contestar Astrid sobre el tal Dastan tampoco se extrañó demasiado al descubrir que era uno de sus pretendientes... aquello era algo normal en la realeza, aunque también era cierto que recordó alguna de las palabras de Blair...

- Ya imagino... en cualquier caso ya deberían estar al tanto de ello... - contestó a Astrid cuando comentó la tardanza del mensajero...

Luego fue Atelie quien tomó la palabra y preguntó si aquella era la razón por la que huía lady Astrid... ante lo cual el caballero se vió obligado a poner al día a la druida... - No... no es el caso... las fuerzas del Rey Demonio buscan a las princesas para poder resucitar a su señor... mediante un ritual en el que deben dejar embarazada a la princesa elegida... - el caballero tomó algo de aire para continuar mientras le venían a la mente recuerdos amargos... - Un grupo de aventureros entre los que me encontraba yo fue elegido para buscar a todas las princesas y protegerlas... - el caballero mostró el signo del León que apareció en su mano... - ... pero durante el viaje nos separamos... el otro grupo custodiaba a las princesas gemelas de Shanteen... pero no hemos vuelto a saber de ellos... - en su voz se podía notar la frustración que aquello le provocaba... - ... y por si no fuese poco... el compañero que se me asigno también desapareció de forma misteriosa en las montañas de Kharaz-Khar... desde entonces he viajado solo... teniendo bajo mi custodia a lady Astrid y a Blair, que viene a ser la equivalente a la princesa de los Pantanos de la Pereza... - aquello daba fin a toda la explicación...

- Como puedes imaginar... ahora estamos aquí para descubrir quien es la princesa de las Montañas de la Manzana y ponerla a salvo también... - dijo ya para finalizar, aunque imaginaba que Atelie habría supuesto esa última parte...

La joven druida se cubre la boca y ríe suavemente. - Todo el mundo conoce la leyenda, sir Kobla. -

- Es el motivo por el cual estoy aquí, después de todo. - la joven cierra los ojos y asiente. - He tenido un sueño, uno lleno de oscuridad y sufrimiento. Mi destino es enfrentarme a esa oscuridad, aunque me temo que no tengo ningún emblema tan bonito como el vuestro.

Y luego de aquél pequeño momento serio, abre un ojo y vuelve a sonreír divertida. - Ya estaría buen que los sueños proféticos sean un poco más específicos, ¿no? Podrían darme los resultados de algún deporte, así podría apostar. O quizás, podrían decir dónde o cuando va a pasar algo malo, así podría ir a hacer algo al respecto.

Atelie niega con la cabeza tras una risueña risilla. - Será un honor acompañaros, si me lo permitís.

Blair no podía evitar gruñir y hablar por lo bajo con semejante conversación, no le hacia gracia la druida. Desconfiaba de ellos y con razón.

En cambio Astrid guardaba silencio, no sabía muy bien que hacer o que decir…por lo que os estaba dejando hablar sin meterse en ello. Pero cuando se habló de que Atelie se uniera al grupo, Blair no pudo evitar mirar con los ojos entrecerrados a Farnad, si fuera por ella ahora mismo sería un caballero rana.

Astrid carraspeó.-Bueno…supongo que cuantos más seamos mejor…¿pero no puede dificultarse la tarea si tenéis que proteger a tres princesas?-Preguntó.-Aquí en teoría hay otra princesa más escondida…bueno, escondida tampoco, pero se verá quien es durante el festival .

- Hm~ Bueno, mientras más personas, más fácil proteger a las Princesas, supongo. - responde con una sonrisa divertida. - Y mientras más princesas juntas, ¡más fácil mantener un ojo sobre todas ellas!

- A las fuerzas de la oscuridad les conviene que estén desperdigadas por el mundo. Según las leyendas, solo necesitan a una de ellas después de todo.

A Atelie no le parece molestar las miradas de desconfianza de Blair. Ella está contenta porque confiar en el Destino le guió al sitio adecuado~

Farnad asintió sencillamente al escuchar a Astrid y Atelie... - Así es... toda ayuda es bienvenida... - luego se giró hacia Blair... - Espero que no sea un problema... - dijo con cierta seriedad... ya que era bien cierto que él solo defendiendo a tres princesas era una tarea algo difícil, sobre todo si su suerte cambiaba y las fuerzas del Rey Demonio hacían acto de aparición... No siempre iban a gozar de la suerte que estaban disfrutando...

- Si ya está todo claro... - el caballero miró de nuevo a Astrid y Blair y asintió a modo de proseguir con lo planeado... - ...seguiremos con el mismo plan... - el caballero soltó la vaina de su espada de su cinturón y se la entregó a Blair - ...recordad que vosotras sois también objetivos... no hagáis nada que os ponga en peligro... - dijo mientras mirasba hacia donde estaban dando comienzo los preparativos para el festival...

- Iré a buscar al posadero, él sabrá a donde debo dirigirme... - dijo antes de ir a buscarlo...

- ¡Pues encantada de conoceros a todos! - dice tras que el caballero le admite al grupo.

- Así que aquí se revelará una tercera princesa... Si yo fuese un villano... - se frota el mentón, pensativa. - Estaría esperando por aquí. Será mejor estar atentas. - le sonríe a las dos. - Nunca antes he estado en este pueblo, por cierto. ¿Cómo se llama?

Blair se limitó a negar. No estaba muy de acuerdo con la decisión de Farnad, lo recordaría...¿Quién le había nombrado jefe del grupo?, fuera como fuera, la bruja cogió la vaina y se marchó para dejarla en un buen lugar donde Farnad pudiera acceder a la espada en caso de problemas, aunque conociendo a Blair...a lo mejor escondía un poco bien la espada a modo de castigo para el caballero.

Astrid por su parte no sabía muy bien donde meterse, es decir...Farnad tenía una opinión, Blair otra y la druida era de su tierra, ¿por que había que desconfiar en ella?

-Pues no se muy bien como se llama este lugar...pero estamos justo debajo del templo de las montañas, así que...tendrá algún nombre pintoresco.-Sonrió tratando de ser amable.

Aquello fue lo último que escuchó Farnad antes de entrar en la posada.

-¡Eh, chaval!.-Dijo el hombre sonriente mientras terminaba de apilar cajas de madera, posiblemente habían botellas con sake de manzana por el tintineo que escapó de su interior del apilar la caja.

-¿Ya estás listo o que?.-Preguntó mirándote de arriba a abajo-¿Aún no te has vestido para la ocasión?, tenemos un poco de prisa.-Sonrió mientras abría una de las cajas y te pasaba una botella.-Dale un buen trago, ponte la ropa que hay preparada para ti abajo y ayúdame a llevar las cajas afuera, luego subiremos arriba y...el festival dará comienzo.-Comentó alegremente. 

Farnad se encogió de hombros cuando Atelie preguntó por el nombre de la aldea... - No hay letreros ni nos dijeron nada... - el caballero ciertamente tampoco mostró mucho interés por ello, puesto que solo suele centrarse en sus objetivos...

El caballero luego sencillamente se despidió haciendo un gesto con la mano y marchó a buscar al posadero, al cual no tardó demasiado en encontrar... al parecer iban justitos para los preparativos... - Eso haré... - dijo contestando a su anfitrión y afirmando ante las instrucciones que había recibido...

Así que cogió otra de las botellitas del sake y bebió de ella, para luego vestirse con las ropas del ritual rápidamente y ayudar al posadero a llevar las cajas hacia arriba... entonces por fin daría comienzo el ritual y podrían buscar a la nueva candidata...

El trabajo de las cajas fue sencillo, gracias al entrenamiento y al sake, pero la verdadera prueba venía después...

- Podría ser~ - ríe Atelie, alegre.

- Hm... el templo, vale. - asiente y alza la mirada. - Estas montañas son más antiguas que la naturaleza que las rodea. Esconden muchos misterios e historias.

- En cualquier caso... Por cómo habláis todos, da la sensación de que lleváis un tiempo viajando juntos. - sonríe ella. - Seguro ustedes también tienen muchas historias divertidas que contar~

Ya estabas más que preparado para el ritual, ataviado, fuerte y listo para lo que pudiera acontecer. No estabas muy seguro de si habrían problemas, pero algo te decía que con una princesa de por medio…todo podía complicarse más de lo habitual.

Solo esperabas que Blair hubiera cumplido su parte de la misión y saliste afuera donde Atelie seguía con Astrid.