Partida Rol por web

Johann no tardó en empezar a tomar medidas, sentenciando que aquellos hombres debían morir. Pero no iba a ser tan fácil, los guardias de caravana estaban entrenados y sabían como hacer su trabajo, sobretodo con supuestos ladrones violentos como vosotros. Así que haciendo uso de su cimitarra, desvío el corte de Zehan, soltando un gruñido de diversión mientras lo miraba fijamente.

Por su parte, el otro guardia, se lanzó contra Johann, apartándole de un fuerte empujón, buscando que ninguna magia afectara al hombre que le pagaba  por protección.

Los hombres empujaron con fuerza a los agresores apartándolos y provocando que aquella magia se esfumara.

A lo lejos podíais escuchar el cuerno de la guardia, no pintaba bien. La genio os miraba con algo de confusión.-Esto...c...chicos, deberíamos irnos de aquí cuanto antes o nos meteremos en un lío.

Ciertamente las únicas opciones eran pelear o escapar.

Al escuchar el cuerno supuse que esto se llenaría de guardias pronto, pero no estaba dispuesto a escapar, no ahora que tenía algo de diversión.

Tras que aquel guarda espaldas frenara mi ataque sonreí y di un salto buscando ganar altura, para luego, contrario a lo que pensara fuese un ataque desde arriba, volver a lanzar un corte de costado buscando darle en los ojos a fin de cegarlo.

Aquellos hombres habian disipado mi magia, y eso por un segundo me hizo fruncir el ceño. — Veo que son mas resistentes de lo normal. Zehan, no te emociones, terminemos con esto lo mas rapido posible. — Comente de manera seria mientras daba un paso hacia atras, desenvainando mi Excalibur. Miro a ambos hombres con frialdad, esperando que comprendan que si siguen asi van a morir por su insulto hacia la realeza de Shanteen, y el hecho de intentar esclavizar unas princesas. — Midna, no te quedes alli parada, ayudame a terminar con esto rapido. Y no, no es un deseo. — Dije, para lanzarme encima de este en busca de desarmar al guardia y hacer que retroceda o huya, dandole tiempo aun de redimirse y no morir. 

Desde luego aquellos guardias iban a ser un autentico inconveniente y más cuando uno de ellos soltó un cimitarrazo en dirección a Johann, el cual estaba algo extrañado al ver que el poder de excalibur no había hecho gran cosa, solo un pequeño chispazo, ¿tal vez era por la zona o los nervios?

Por su parte, el otro guardia, no dudó en bloquear aquel ataque del demonio, como si estuviera acostumbrado a ello, hablándole en un idioma extraño que solo parecía contener palabras soeces.

-Y…yo no puedo atacar si no es un deseo…yo…esto…deberías pedir algo como…deseo que pelees a nuestro lado hasta que sea el momento de marcharte definitivamente, o algo parecido…-Murmuró Midna con nerviosismo, la cual estaba de lo más intranquilo…y con razón.

Por su parte, el esclavista se encontraba hecho un ovillo en el suelo mientras las esclavas o mejor dicho, su mercancía, temblaba de pies a cabeza, temerosas de perder la vida.

Al observar que el poder de mi Excalibur no funciono, abro los ojos sorprendido. ¿Que es lo que estaba sucediendo? Retrocedo durante un segundo para analizar mi cuerpo, pues tal parece de que no estoy haciendo algo bien. ¿Sera acaso la zona, o estoy desconcentrado? No, mejor no pienso de mas.  Midna no parece desear pelear, de hecho, parece temerosa por algun motivo, lo que me extraña de la genio. ― Tsk... No te preocupes entonces, quedate quieta. ― Dije canalizando energia magica en mi cuerpo, debo de acabar ya con este tipo, liberar a las esclavas, y buscar entre ellas a las princesas. ― Estos tipos son mas resistentes de lo que pense... Lastima que hayan elegido el bando equivocado. ― Y me lanzo nuevamente, liberando mi energia magica en mi espada, aumentando su filo con una luz blanca intensa, en busca de atravesar a mi enemigo. 

Al escuchar las palabras de Johann retrocedí un paso y envainé la espada, para inclinarme mientras no dejaba de ver a mi rival.

Sus palabras en aquel idioma no me llegaban, bien por no entenderlas o bien porque tampoco me importaba lo que sea que dijera, tan solo sabía que tenía que matarlo y eso era lo que iba a hacer.

Dando un solo paso hacía delante desenvainé con gran velocidad, lanzando una seguidilla de cortes contra su cuerpo para luego volver a guardar su espada.

Hacía tiempo que no tenía que usar maniobras así...

Johann logró esquivar con gran soltura el ataque del guardia, rápidamente regalándole un buen tajo en la espalda, el cual le hizo gruñir de dolor, pero eso no le detuvo, ya que se tiró contra el caballero como si no hubiera mañana. Por su parte el otro guardia volvió a cubrirse, resistiendo a los cortes de Zehan con una leve sonrisita.

-¿Eso es todo chico?, ¡ahora me toca a mi!.-Y sin previo aviso, lanzó su cimitarra contra el demonio. Estaban siendo oponentes terribles, pero era vuestra única solución, estabais hasta el cuello de problemas. 

A pesar de que le habia dado un buen tajo a aquel guardia, era mas resistente de lo que podia pensar. De hecho, me empezaba a molestar justo eso, pues, seguire teniendo que lidiar con la esclavizacion de las princesas y liberarlas a todas ellas, pues no me conformare con solo nuestro objetivo, es una oportunidad de ayudar a gente necesitada. Intento evadir nuevamente cualquier ataque enemigo que venga encima y colocarme en una posicion que me permita retroceder lo suficiente, y de un tajo, abrir la compuerta de los esclavos y lanzarme encima del guardia nuevamente, para aumentar mas sus problemas, que se desconcentre, y poder acabar con el rapidamente. ― Ustedes dos son una completa molestia... ― Comente frustrado al no terminar con esto. 

Aquel sujeto era realmente un dolor de pelotas, no solo era hábil con la cimitarra si no que también parecía ser un hueso duro de roer en cuanto al daño pues lejos de asustarse con mi habilidad pareció provocarme, aunque su acción fue bastante estúpida, me esperaba una especie de embestida tras ver que me arrojaba su espada, pero no pensaba darle el tiempo.

Esperé a que su espada estuviera a punto de llegar hacía para desenvainar hacía arriba desviándola y después dándole un golpe en el aire a fin de devolvérsela.

Esta vez los guardias no pudieron oponerse a vosotros, recibiendo un fuerte ataque por vuestra parte, el cual los derribó en un abrir y cerrar de ojos. Pero a pesar de que Johann abrió la puerta de los esclavos, los susodichos no se movieron de ahí, eran como animales asustados, sabían que eran en esa ciudad, su destino y futuro. No iban a oponerse a su amo, el que seguía temblando de pies a cabeza.

-Estáis locos…os colgarán por esto, la propia princesa blandirá la espada, os lo aseguro.-Exclamó con orgullo.

Me acerqué sin dudarlo al comerciante, era verdad que la esclavitud y prostitución eran legales en aquel país, no podíamos ir en contra de esas reglas, pero si había secuestrado a las princesas y a Ashura tampoco lo podíamos dejar así como así.

Lo tomé de los cabellos con fuerza y lo levanté, poniendo la katana en su cuello.

-Qué hiciste con las mujeres que estaban en ese carruaje?- pregunté con tono amenazante - responde!- dije sacudiéndolo y acercando su cara al cadáver de su guarda espaldas atravesado con su propia cimitarra- hazlo si no quieres terminar igual que ellos...-

Lo que me sorprendio del caso, fue de que los esclavos no hayan decidido salir por su cuenta, les estoy dando libertad, ellos no son productos, pero el miedo que les ha infundido este hombre es intolerable, y seguramente querra hacer lo mismo con ellas. Mire de forma despectiva al comerciante, mientras observaba como Zehan le amenazaba en decirnos donde estaban las princesas. ― Que bueno seria ver a la princesa, de hecho, nos haria un favor. ― Comente con un mal rostro, mientras me acercaba a los esclavos, emitiendo una rafaga de aura. ― ¡¡Yo, Johann Dorsthein, Caballero Errante y protector de las princesas de Shanteen, debido al acto criminal que ha hecho este hombre de raptar a las princesas del reino amigo, los libero a todos ustedes, donde puedan ser libres, donde no esten bajo el mando de ningun amo, donde USTEDES sean sus propios amos, vayanse, dispersense, huyan de aqui!! ― Grite, mientras intentaba darles coraje a los pobres esclavos, y intentar encontrar entre ellos a las princesas y a Ashura. 

Zehan no dudó en amenazar al vendedor de esclavos, tirándole al suelo y acercándole al cadáver del guardia, pero aun así, el viejo negaba.-Estáis locos…os matarán, cerdos extranjeros…viniendo a destrozar un negocio legal y rentable, no sois más que unos ladrones, asesinos y mentirosos.-Exclamó sin ningún pelo en la lengua.

Por su parte, los esclavos que fueron liberados por Johann…bueno, algunos se levantaron y echaron a correr por las soleadas calles de la ciudad, otros se mantuvieron sentados, hablando en idiomas extranjeros que no llegabais a comprender. En cambio, Midna os miraba con preocupación.-Esto…habéis…bueno, atacado a un comerciante de la ciudad, el esclavismo es legal por orden de la princesa de Schwindra…esto…creo que estáis metidos en un lio.

Y aquella sensación de crimen aumentó más aún cuando comenzasteis a escuchar las pisadas y el ruido de acero desenvainándose, la guardia se aproximaba.