Partida Rol por web

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:30.

EXPLANADA AL NORTE DEL PUEBLO DE CIGARRILLOS Y BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

- "En realidad, los acuerdos entre los lesnyye dukhi y los lyudi son antiguos e imperecederos, pues se rigen por las Leyes Ancestrales.

La madre de Sveta hizo un Pacto: su hija, a cambio de los Arcos que protegen el pueblo de las peores inclemencias del tiempo, lo que se traduce en prosperidad para todos sus habitantes.

Así que, hombre de hierro, mejor vete tú con tu mujer-loba, tu mujer-del-frío, y tu semi-ogro, y dejadnos en paz." -

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:30.

EXPLANADA AL NORTE DEL PUEBLO DE CIGARRILLOS Y BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

- "¡Eso! ¡Largo de aquí, tuercebotas, que feres un tuercebotas! No si te ha perdío a ti ná de ná, en este bosque." - Dice un primer Gnomo.

- "¡Tuercebotas!" - Añade un segundo Gnomo.

- "¡Carapalo!" - Apostilla un tercer Gnomo.

- "¡Chupacables!" - Exclama un cuarto Gnomo.

- "¡Tuercebotas!" - Asiente un quinto Gnomo mientras el resto muestra vigorosamente su conformidad con el apelativo.

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:30.

EXPLANADA AL NORTE DEL PUEBLO DE CIGARRILLOS Y BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

- "Dejadme... ¡No os peleéis! Es mejor que me quede con ellos... Quieren que tenga hijos con todos ellos, pero al menos no tendré que trabajar..." -

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:30.

BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

Gortol no sabía nada de aquellas criaturas  ni de lo que estaban contando, claro que también había creído que el niño estaba loco al escucharlo y ahora estaba allí con su fusil preparado y el dedo acariciando el gatillo, a la mínima orden de cualquiera de sus superiores lo apretaría.

Cuando se lo cuente a los chicos no me van a creer.

Él tampoco lo habría hecho para ser justos. En cualquier caso si no estaban alucinando todos se encontraban en un problema pues sus superiores querían de vuelta a Sveta que según la historia de las criaturas había sido sacrificada como concubina a cambio de las extrañas estructuras que protegían el pueblo.

No parecían naturales.

Y por supuesto las criaturas no querían perder a la que acababa de convertirse en la futura madre de sus hijos así que si ninguna parte cedía aquello acabaría fatal. Por fortuna su Efreitor estaba allí y podría ponerlos en su sitio con sus poderes llegado el caso. Bueno era mejor estar con Levin, Volkov y Grossman que con sus compañeros de escuadra sin puntería.

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:30.

BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

El sonido de la radio empezó nuevamente a sonar en ese preciso instante. Lo cierto es que las interferencias eran horribles pero, afortunadamente, había limpiado bastante las mismas. No era, ni mucho menos, una comunicación perfecta pero... Sí bastante como para saber que la orden no era combatir. El vedmak miró a los gnomos y a sus hombres, y a Sveta. Murmuró un juramento entre dientes. Si lo que contaban los gnomos era cierto, eran más beneficiosos que perniciosos. Y un combate podía perjudicar al pueblo y no servir de nada bueno. 

Malditos monstruos y maldita magia.

- Deja aquí a Sveta, soldat Gortol. Nos retiramos por ahora. Todos juntos, saliendo del bosque. Si cualquiera de esos monstruos ataca, disparad. 

Miró a los gnomos. 

- Hablaré con las autoridades sobre vuestra presencia y sobre lo que decís haber hecho. Y veremos. Volveremos a vernos.

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:30.

BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

Al escuchar la radio el soldado miró de reojo a sus mandos para ver qué hacían. Finalmente la decisión estaba tomada así que retiró el dedo del gatillo aunque mantuvo el arma en posición de disparo.

-¡Sí, Señor! -Dijo con cierto entusiasmo aunque sin gritar demasiado. Después se dirigió a Sveta.- Puedes quedarte. Gracias por tus indicaciones. ¿Quieres que le digamos algo a tu hermano? -No estaba seguro si lo recordaba siquiera, ahora comprendía que pareciera un loco. Tampoco sabía si al niño le haría bien confirmar sus teorías o que alguien lo convenciera de que no era así.- Nos vamos entonces...

Dicho aquello se quedó en el lugar mientras Grossman hablaba con los gnomos. Quizás aquello era la mejor decisión a pesar de que aquellas criaturas no le gustaban mucho y sentía pena por lo que le había pasado a la muchacha.

-Abra la marcha si lo desea Señor, yo vigilaré la retaguardia.

Le parecía mejor ofrecerse para ser el escudo del grupo ya que todos eran mandos menos él, sabía que era sacrificable.

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:31.

BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

- "Se me están olvidando muchas cosas, qué pena. Decidle a mi hermano que viva su vida y que no me busque más." -

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:31.

BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

No terminaba de entender muy bien la conformidad de la niña con el hecho de ser una simple reproductora. También, me llamaba la atención el hecho de que estos seres necesitaran individuos de otras razas para ello. ¿Acaso les afectaba tanto la endogamia?

Bueno, no era asunto mío. Al final, quien decía que la chica se había marchado por voluntad propia tenía razón.

Relajé los brazos, pues me había preparado para un ataque, pero no guardé las dagas. No terminaba de fiarme de que todo fuese a ser tan pacífico. Y me preocupaba el hecho de encontrar el camino de vuelta, aunque tenía la sensación de que las veces anteriores ese maldito bosque nos había echado, y salir no iba a ser ningún problema.

INVIERNO. MIÉRCOLES, DÍA 2 DE ENERO DE 105 PA.

POR LA NOCHE: 21:35.

BOSQUE DEL MUSGO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: 2º C. ENTORNO NEVADO. CALMA.

La situación resultaba muy tensa, tanto que la mayoría se sentían muy próximos a tener la cara perlada de gotas de sudor. Pareciera que de un momento a otro se fueran a liar a tiros. Los Gnomos no parecían, en su mayoría, demasiado fuertes, siendo seres más bien enclenques y canijos. La gran mayoría tampoco portaba armas visibles, ni tampoco usaban armaduras. Claro está que la apariencia externa de los seres sobrenaturales podía ser cruelmente engañosa. Seres como esos podían ser resistentes a las armas de energía avanzadas, inmunes a las armas convencionales antiguas, y ser poseedores de una fuerza sobrehumana. Era difícil saber si serían capaces de rasgar y retorcer con sus manos desnudas las rojas armaduras de la Krasnoye Armiya Sovietski.

Finalmente, llegó la orden por radio del Komandir. Abandonar el bosque, dejando atrás a Sveta. No entrar en contacto físico con ningún Gnomo, y regresar al campamento de la 886ª, en la explanada al norte de Cigarrillos.

Grossman se sintió un tanto frustrado. Pareciera ser que seguía siendo bastante humano, al fin y a la postre, pues las chanzas e insultos voceados por los Gnomos le habían irritado y casi habían hecho mella en su habitual flemática compostura. Casi había roto la disciplina, pero finalmente se contuvo y asumió las órdenes del Comandante de la Patrulla, ordenado a los demás dejar atrás a Sveta, que se despidió de ellos con tristeza, y regresar.

Volkov sentía extrañeza ante la actitud sumisa de Sveta, sin ser consciente de que su transformación podía no ser sólo física, sino también espiritual, y que muy probablemente la niña había asumido su sino y prefería evitar la matanza, tanto de humanos como de inhumanos, con el mismo valor para ella en esos momentos.

Levin se sentía casi exultante, había helado una superficie bastante amplia del suelo, quizás más de lo que era capaz normalmente, puede que beneficiándose de las propiedades extraordinarias de aquel bosque, que quizá fuese algo parecido a un espacio interdimensional peculiar. Tras eso, notó que podía hacer retroceder con su helo ramas y matorrales, si bien era probable que el bosque simplemente les estuviera invitando a marcharse, y les facilitara así la retirada.

Gortol se sentía suspicaz, y tenía sentimientos encontrados. Siempre había aborrecido la magia y lo sobrenatural, incluso los poderes de la mente le parecían antinaturales, por mucho que sus usuarios afirmaran todo lo contrario. Sin embargo, la niña transformada había despertado sus simpatías y en parte se sentía culpable por no llevarla, sana y salva, de vuelta con su hermano Piter, "el del Lobo".