Partida Rol por web

INVIERNO. FINALES DE DICIEMBRE DE 104 PA.

POR LA MAÑANA: 08:03.

PUESTO PRIMERA POTERNA, KALININGRADO.

CLIMA INVERNAL. TEMPERATURA: -3º C. ENTORNO NEVADO.

Dado la necesidad de colaboración que se había establecido entre las fuerzas Sovietsky y el Campamento Romanov, Marek sopesó hacerles partícipes de una vieja táctica que tenían los Ángeles Vengadores. Era algo que no era del dominio público, si bien podía ser de utilidad el que se tuviera constancia de poder usar la táctica que el Soldado de Choque sopesaba revelar. Por último la lógica se impuso, así que habló a todos los presentes sobre el asunto.

- Dado que patrullamos en territorio Romanov, y que este es muy extenso, todos seréis conscientes de que las largas distancias evitan que podamos tener una comunicación con nuestras bases. La 886ª Krasnoye Koleso patrullará por el tiempo asignado y luego seguiríamos las instrucciones pertinentes para volver a informar.

No obstante, si fuera necesario llamar la atención sobre nosotros, los Ángeles Vengadores podemos hacerlo. Existe un medio de llamar la atención de otros Ángeles Vengadores, pero es arriesgado, consiste en volar a mil metros de altura y desplazarse a máxima velocidad, formando un patrón determinado. Eso indica en los radares de largo alcance que alguien quiere contactar con el Campamento Romanov, pero es visible para cualquiera que tenga radares, y los enemigos podrían conocer ya este "código", o incluso aunque no lo conocieran, esto podría llamarles llamaría la atención para investigar.

Sólo quiero que sepáis que tenemos esa posibilidad si la situación lo requiriera. -

No era un método sofisticado más allá de lanzar un "estoy aquí, venid, es urgente" pero tener esa posibilidad era algo que los miembros de la 886ª Krasnoye Koleso merecían conocer.

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Magatov había encontrado fascinante aquella propuesta de su Efreitor. No solo por las aplicaciones prácticas que suponía, sino también, y muy especialmente, por el sentido profundamente identitario que tenía el poder contar con un código propio, exclusivo de la Krasnoye Koleso.

Por supuesto, el rudimentario soldat constructor jamás lo habría puesto en esos términos. Solo sentía una especie de orgullo inexplicable ante la oportunidad de compartir un secreto que solo sus camaradas sabían. Incluso los mandos.

Además, pronto descubrió que tenía cierta facilidad para reproducir los extraños gruñidos que Volkov se esforzaba en enseñarles. Quizás tenía que ver con algún detalle de su propia anatomía. Alguna arista de su sistema fonador que lo hacía especialmente apto para generar aquellos sonidos guturales, más parecidos a los de animales salvajes que a las palabras de hombres civilizados.

Aquello no era descabellado. Pues si bien los Gridgitz eran prácticamente indistinguibles de los humanos, no dejaban de ser D-Bees, que provenían de algún lugar más allá del tiempo y el espacio. Quizás tuvieran algún remoto ancestro común, o tal vez solo era una extraordiaria coincidencia cósmica. Pero aunque nadie se animaba a profundizar demasiado en aquellas teorías, todos asimilaban a su gente con los extintos Neanderthals, una raza homínida menos evolucionada, que había quedado en el camino de la selección natural.

Tal vez había más similitudes de las que parecía. Tal vez los Gridgitz realmente era una especie humanoide menos evolucionada. Más salvaje. Y eso les permitía estar más familiarizados con formas tan primitivas de comunicación.

En cualquier caso, al soldat conductor Magatov aquello lo tenía sin cuidado. No podía sentirse más feliz graznando y berreando como una bestia junto al resto de sus camaradas de la 886° de la Krasnoye Koleso.

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- Si, camarada comandante- Leon Ivanovich Grossman asintió marcialmente a la orden de su superior. Además , la orden era también fiel a su propia idea. De hecho, ahora que tenía grabadas la efreitor medio loba era una forma especialmente útil de comunicarse siempre que pudieran cercionarse de que no había unidades enemigas que pudieran conocer el sentido de los aullidos. Como toda forma de comunicación, tenía sus debilidades, pero era esencialmente útil. Además, también les permitía hipotéticamente conocer esos sonidos si eran adversarios los que los usaban. 

Sí, estaba satisfecho. El Shturmovik Vorona había aprovechando para comunicarles una forma de aviso de emergencia de su unidad, lo que era aumentar el conocimiento del entorno y de unidades que, ahora, eran aliadas. Y ojalá pudieran serlo siempre. Pero en todo caso... Sí, en todo caso era mucho mejor saber que desconocer. Incluso el pequeño ejercicio parecía ser bueno para la moral. Especialmente el soldat Magatov parecía encantado. 

A pesar de todo, la efreitor parecía haberse distraído. No era conveniente amonestarle severamente, dado que el ejercicio había sido una buena iniciativa. Pero para la moral y el orden tampoco era posible dejarlo pasar. Elevo algo el tono de su voz, aunque manteniendo cierto tono amable (o, al menos, lo que para el vedmak era un tono amable) 

- Interesante y aceptable, efreitor Calina Volkov. Y ahora, conteste a la cuestión de sus superiores, el camarada Shturmovik Vorona, y sobre todo, el camarada comandante. ¿Esos tonos son compartidos por todo tu pueblo?  

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—Sí, hasta donde yo sé. Su utilidad se reduce al resto de criaturas, pero si pensamos en las probabilidades, es un porcentaje muy alto de comunicación privada.

Hacía gestos de aprobación hacia las imitaciones de Magatov y a la idea de Grossman de grabar y reproducir. Dudaba de que cualquiera de ellos fuese capaz de emitir los sonidos de forma que pudieran escucharse a tanta distancia como era capaz yo o cualquiera de mi pueblo, pero menos daba una piedra.

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El mladshiy leytenant asintió a las explicaciones de la efreitor semianimal, bastante satisfecho. No era lo más óptimo, por supuesto, pero esperar que la evolución de esos mediolobos hubiera llegado al punto de desarrollar idiomas de aullidos distintos en las distintas tribus era esperar demasiado. Y, además, hubiera sido una carambola estadísticamente muy poco probable que precisamente estos aullidos fueran propios, todos, de una tribu convenientemente leal a la madre Rusia. 

En todo caso, era satisfactorio. La efreitor Calina Volkov había mostrado iniciativa y, si no inteligencia, sí desde luego astucia y predisposición. E incluso había tenido la suficiente capacidad para comprender que en su última pregunta había la exigencia de contestar al camarada comandante. 

Por primera vez desde que la asignaron a la 886ª Krasnoye Koleso el cyborg sovietski pensó de forma claramente positiva de la D-Bee. Se había ganado su puesto y, hasta cierto punto, su rango.

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- Incluso si la comunicación no fuese privada en algunos casos, puede servir para prevenir emboscadas o ataques sorpresa. No está mal, nada mal - asintió complacido.

Si hubiera sabido que la Efreitor iba a explicar algo así habría obligado a todo el mundo a asistir.

- Para los compañeros que no han podido asistir, estaría bien hacerles un resumen luego - comentó sin indicar si era una orden o labor de alguien en concreto.

- Buena iniciativa Efreitor Volkov. Esto me da bastante en lo que pensar. Quizá debamos idear algún otro sistema de señales específico para ciertas situaciones en las que los aullidos no nos sirvan. Un sistema que solo conozcamos los miembros de la 886ª - comentó llevándose una mano a la barba. Tenía que pensar en ello.

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POR LA MAÑANA: 08:04.

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Marek había terminado de compilar los diferentes aullidos y significados de los mismos en su sistema, cuando Korsakoff planteó otro reto, algo que pudieran usar para comunicarse entre ellos de manera segura y no reconocible por cualquier otro elemento.

Luego se preguntó si los D-Bees presentes en la 886ª Krasnoye Koleso serían capaces de entender un sistema complejo. Se auto contestó con la creencia de que lo mejor es que fuera simple, algo ideado para usar por radio, algún tipo de emisión de chasquido estático al que pudiera asignarse un significado. Para un oído no aleccionado podría tratarse sólo de simple estática, quizás generada por alguna interferencia electromagnética.

Los conceptos debían ser sencillos, eso sí, nada que complicara a los sencillos cosacos, ni a algunos de los D-Bees de menores luces que componían la tropa base de la 886ª Krasnoye Koleso. Debía darle una vuelta, pero sí que creyó conveniente comentar la idea base.

- Komandyr, podríamos para empezar asignar a chasquidos de cambio de frecuencia cierto significado simple: Corto, largo, corto, "peligro"; Largo, corto, "atentos". No daría a ese código más de nueve o diez significados, ya que se trataría de algo para transmitir ideas claras con discreción. Todo el mundo podría entenderlo y sería bastante sencillo. Pero sí puede ser algo que nos de ventaja en un momento dado. - Podía ser el inicio de algo mayor, pero mejor avanzar despacio en estos asuntos.