Te subes en la acera alejandote de la carretera mientras registras la mochila en busca de cualquier cosa extraña, pero no encuentras nada raro o que te llame la atención y no solo eso, sino que todas tus cosas están donde deberian. Sino fuese por tu cambio de ropa es como si hubieses llegado aqui hace nada, incluso empiezas a olvidar tu conacto de antes. Ves como sale un guardia de la casa para lanzar fumar unas caladas, te dedica unas miradas, pero son las usuales que te suelen echar todos los hombres, como siempre en este pueblo todo parece normal.
No se fía ni un pelo, pero tiene que continuar. Se cuelga la mochila a los hombros y se acerca a la casa colonial, haciendo como que no nota la mirada del guardia. Muchos hombres la miran de esa manera así que nunca le da demasiada importancia y más cuando su misión es otra en ese momento.
Se acerca a la entrada a ver si esta vez si que está abierta o no.
El hombre al ver que te diriges hacia alli tira el cigarro y con cierto nerviosismo (no pensaba que ibas a entrar en el museo al parecer) te dice:- Buenos dias señorita, la entrada hoy es gratuita, espere que le corte un ticket y le de un pequeño plano del museo con explicaciones... La verdad me ha extrañado que alguien se acerque tan de mañana.- Eso y que el que se acerque quite el hipo, te imaginas que diria si se atreviera, aunque sus pantalones lo dicen por él. Avanza al interior y puedes ver un pequeño hall con todos los tipicos articulos de merchadising que apenas se venden, docenas de folletos que se cogen a puñados para después tirarlos y la vitrina algo polvorienta donde el guardia rebusca por los tickets.
-Buenos días.
Que oportuno... la entrada gratuita... piensa mientras le muestra una sonrisa al guardia de seguridad.
-Bueno, es que hay muchas cosas que hacer y hace calor, así que es mejor salir temprano.
Espera a que el guardia vuelva con el ticket y eso y mira alrededor buscando posibles salidas de emergencia. Nunca se sabe cuando necesitará huir.
El hombre se afana por coger uno de los tickets y cortarlo para ti, en tanto que te fijas que hay una salida al fondo de la sala tras unas cuantas vitrinas con objetos depositados en la casa museo, tambien te fijas que hay escaleras para subir a la segunda planta. El hombre te indica mientras te cede el ticket:- El recorrido es sencillo, entras por esa puerta de ahi, recorres la planta baja, subes por la escalera, alli puedes ver las dos salas que hay y vuelves por aqui. Espero que le guste la visita señorita.- Y te sonrie amablemente, como te mirara el culo amablemente cuando vayas hacia la habitacion.
-Vale, gracias por la info...
Se despide del guardia y camina hacia la entrada. Quizá sea la última vez que ve el cielo ya que esas criaturas van a saco para matarlos. Entra en la casa y saca el libro que parece indicar todo lo que tienen que hacer. Tal vez en esa situación también haga lo mismo, si es que aquel monstruo no le ha dado el cambiazo.
El guardia se despide diciendo:- Espero que le guste.- Aunque piensas y crees con razón que lo ha dicho para poder seguir mirandote sin que parezca demasiado evidente. Cuando entras en el pasillo, te encuentres metida entre un montón de cachivaches de hace 200 años, llenos de cartelitos explicativos, que parecen bastante polvorientos, fuera de la vista del guardia te ladeas la mochila para sacar el libro de ella, cuando entonces notas un pinchazo al sacar el libro, al mirarte la mano te encuentras con una herida de la que sale un ligero hilo de sustancia negruzca, al fijarte bien, te das cuenta de que algo como si fuera un hilo se mueve dentro de la bolsa...
Abraza el libro y tira la mochila lejos de ella mirándose la herida con asco. Si es que ya sabía ella que no era posible que todo fuese bien. Busca el baño para lavarse la herida aunque conociendo las cosas de ese lugar quizá ya sea tarde y le hayan envenenado o estén buscando en convertirla en algo como ellos. Si es así, lo que tiene que hacer es encontrar lo que se esconde en ese lugar rápidamente y llevarlo con los demás.
Se aprieta la base del dedo y se la ata con una goma de pelo, apretando fuertemente. Abre el libro para ver que dicen sus hojas.
La mochila golpea contra uno de los estantes con un pofff, poco después te fijas como se mueve como si fuera un insecto, sus correas actuan como patas y la alejan fuera de tu vista, intentas avanzar hacia el servicio que esta a un lado de la habitación tras un pequeño pasillo, pero tus pasos son vacilantes, como si estuvieses mareada. Al llegar al pequeño y aseptico baño, intentas detener la infección o lo que sea, pero por la forma en la que estás ya debe haber entrado en tu cuerpo, pero al menos la oscura mancha donde te ha picado parece hacerse más grande cada vez que das un paso.
Intentas buscar información en el libro pero todo se ve borroso, incluso las imagenes se mueven danzando ante tus ojos. Al mirar al espejo te das cuenta de que se ve una mencolanza entre tu propio cuerpo y el del viejo... él todavia sigue dentro de tí, puede que sea cosa de él lo del envenenamiento.
-Hijo de puta...
Cierra los ojos con fuerza para evitar marearse. Tiene que intentar reponerse el tiempo necesario para poder conseguir su objetivo. No le ganará, tiene que ser fuerte para ayudar a los otros a salir de ese lugar y para eso necesita un objeto. Vuelve a abrir los ojos e intenta enfocar la vista en los dibujos del libro.
-Vamos, tu puedes... - murmura.
Cierras y abres los ojos, incluso te mojas el rostro para despejarte, pero la mirada no se te centra y ya te cuesta mantener la estabilidad en si. A base de esfuerzo consigues ver una vitrina en una sala solitaria con un objeto iluminado por una haz de luz... Eso debe ser lo que buscas, cuando vas a volverte hacia la puerta para buscarlo, escuchas como los cristales se rompen uno detrás de otro, las luces que hay en el servicio estallan dejandote en penumbra.
Cierra los ojos al notar que los cristales van rompiéndose, al igual que las luces, eso debe ser cosa de que ya está en el mundo de los monstruos y quieren evitar que alcance ese objeto. Reúne fuerzas y comienza a caminar, aunque sea tambaleándose para llegar a la vitrina. Parece que le ha tocado la peor parte de todas y que ese va a ser su final, pero antes de morir conseguirá el objeto. No dejará que ganen esos monstruos.
La sala esta completamente a oscuras, aqui dentro no llega la luz del sol y las luces por supuesto están repartidas por todos lados como punzantes cristales, puedes escuchar como algo esta respirando alrededor tuyo, por lo menos tres seres que respiran con fuerza anhelantes de que dejes tu posición al descubierto, encuentras la manija, pero sabes que si abres esos seres te escucharan...
Sólo hay una forma de conseguir ese objeto y es sacar fuerzas de donde se puede para correr y llegar a él antes de que esas criaturas, que tienen pinta de ser enormes, la atrapen. Respira profundamente varias veces y con el libro en mano, echa a correr hacia la cristalera en la que esta la salvación. Pero sólo con poner un pie fuera del baño se da cuenta que el suelo lleno de cristales es un problema porque lo que le está esperando o ve en la oscuridad o puede oírla perfectamente.
Así que tras los primeros pasos algo precipitados, se detiene y comienza a camina sigilosamente, evitando hacer el menor ruido posible e intentando buscar un lugar en el que esconderse.
Motivo: A por el objeto (voy a tener suerte >.<)
Tirada: 1d20
Resultado: 19(+4)=23
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 6(+4)=10 (Fracaso)
Intentas impulsarte con tus piernas en una carrera desesperada por el objeto que brilla en la vitrina, pero no puedes dar más que unos pasos antes de tropezar con los cristales y caer rodando saliendo del baño, la criatura parece haberse percatado de tí y se dirige a toda velocidad, puedes escuchar sus jadeos, pero en un último momento te levantas y avanzas poco a poco silenciosamente, casi puedes oler el olor acre de la bestia que se ha quedado solo a un metro escaso de ti, donde has estado hace tan solo unas decimas de segundo, avanzas unos metros, pero sabes que cualquier ruido puede hacer que esta termine con tu existencia y puede que antes te lo haga pasar verdaderamente mal, al parecer todas las criaturas quieren tener sexo contigo...
Sigue caminando lentamente intentando no hacer ruido y apoyándose en sitios sólidos para no caer y hacerse más daño del que ya tiene... no sabe cuanto más aguantará, pero tiene que llegar hasta ese objeto para que todo acabe... la cuestión sería como salir luego de ese sitio pareciendo estar bien en lugar de drogada.
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Dificultad: 13-
Resultado: 1(+4)=5 (Exito)
A pesar del veneno puedes moverte en completo silencio lo que hace que te alejes cada vez más de la criatura que te estaba cazando, y acercarte al pedestal, alli se encuentra un bisturi que obviamente no tiene que ver nada con la guerra de secesión. Al cogerlo las luces vuelven a encenderse y al darte la vuelta no ves a nada detrás tuyo para tu alivio, en tu mente escuchas un tschh, el viejo parece que le fastidia que lo hayas conseguido tan fácil. Ahora te falta volver a casa, pero con este mareo, no sabes si podras llegar en coche.
Respira aliviada al ver que las luces vuelven y todo parece normal... guarda el bisturí con cuidado de no hacerse daño y saca el móvil de bolsillo... tendría que llamar al hostal para que Tiffany vaya a buscarla porque no se cree capaz de conducir con ese mareo. Intenta marchar el número y cuando lo hace espera a que le cojan la llamada.
-Rosa, puedes decirle a alguien de mis compañeros que me recoja? Es que me encuentro un poco mareada... Si, estoy en la casa colonial.
La voz de Rosa suena desde el otro lado de la linea, confirmando que va a decirselo a Tiffany que acaba de llegar, al parecer todas habeis sobrevivido, pero sientes como los ojos cada vez te pesan más y te desmayas en el piso del museo, la oscuridad se abate sobre tu cabeza y solo puedes escuchar antes de perder totalmente la noción de la realidad, la voz del guardia:- Ey, señorita ¿Se encuentra bien?...-
Fin del capítulo.