Partida Rol por web

Escena para Cole Dish donde se hara la parte de historia de la ficha.

El fuego del campamento titila por una brisa que poco a poco se va moviendo cada vez más, mientrás que tú estas sentado con las piernas cruzadas mirandolo como se agita y se mueve, a tu alrededor todo es oscuridad excepto el fuego que crepita de vez en cuando. Figuras se mueven justo a fuera de la visión que te da el fuego, puedes escucharlas, como se mueven y como hablan, pero no escuchas lo que dicen. Y aqui estás en la soledad, mirando como el fuego sigue cambiando sin parecer detenerse  por el viento que azota el campamento.

Entonces una figura se adelanta, un hombre hispano de agradable sonrisa con una bata de medico se acerca desde las sombras y se sienta enfrente tuya, con el fuego entreambos y aprieta uno de los leños de arbol seco al interior de la hoguera y te sonrie:- Las noches en las afueras siempre son así, con un deje de que pertenecemos a un mundo y que no importa lo que hagas todas las cosas siguen sin nosotros. ¿No crees Cole? Pero yo puedo darle un sentido a tu vida y ayudarte.-Su mirada no tiene picardia ni maldad a pesar del comentario, no parece burlarse, es un hombre con el que tienes la sensación de calma, algo que no has tenido desde hace mucho tiempo.

Odio las acampadas nunca he podido encontrarle el gusto a renunciar a las comodidades de la vida civilizada. Aprecio las oportunidades que ofrecen, el alejamiento de normas y convenciones, abandonar la malsana influencia de la multitud. Pero para mi la ciudad es como un útero cálido y confortable que me facilita la respuesta a mis necesidades. El mundo salvaje me resulta hostil y desagradable como si una antigua memoria racial me advirtiera que este ya no es mi territorio y me obligase a permanecer alerta.

Sin entender muy bien por que contesto al desconocido:
- Ya tengo un sentido para mi vida. Despertarme para seguir con la rutina de mi supervivencia. Contesto con mi habitual medio sonrisa últimamente teñida de un cierto fatalismo resignado. - En realidad comienzo a responder -No creo que las afueras sean realmente el lugar al que pertenecemos...
Cambiamos nuestro entorno y lo adaptamos a nuestras necesidades prosigo mientras hago un gesto elocuente hacia la hoguera - Lo mas lógico seria pensar que pertenecemos al lugar mas adaptado a nosotros... A nuestra ciudad, o incluso puede que solo a nuestro hogar.

El hombre suspira y dice:- Es posible, pero aqui estas como cada noche en el mismo lugar alrededor del fuego, mientrás que fuera de él la gente vive y muere, la vida del mercenario, olvidar que lo haces para ganar dinero, y por... supervivencia. Es peligroso estás ideas, pues terminaras marcando a gente como buena y mala, y dejaras de ser un hombre para ser un arma empuñada por alguien- El hombre sentado a tí te habla seriamente:- Somos hombres, no santos, y que la historia del hombre ha sido cimentada en la sangre del resto es un hecho, pero no estamos aqui para hablar de eso, sino ... de aquel niño y de la guerra, y de porque te refugias en tu rutina...- Con un ademán señala al exterior donde las sombras se mueven en una extraña danza y los sonidos son bruscos y cortantes.- Yo no soy tu enemigo, como ya te dije estoy para ayudarte, pero solo si me dejas-

-No creo que vaya a convertirme en el arma de nadie por que simplemente ahora mismo no me imagino como podría alguien convencerme para volver a apuntar a otra persona.
L.A. es grande y en el puerto hay muchos almacenes. Simplemente volveré a la rutina de donde nunca debí salir. Café, largos turnos solitarios y el móvil como única arma. Aunque suenan huecas, y algo en mi interior se revuelve ante la perspectiva de resignarme a volver a mi antigua e inútil rutina de vigilante, mis palabras tienen el efecto sedante que supongo poseen los opiáceos se siempre me he resistido a probar.

Cuidadosamente evito las imágenes del joven pirata. Me refugio en el fuego pero su crepitar me recuerda los agudos chillidos que el mortal fragmento metálico incrustado en el abdomen le arrancaba. Y por fin, como en tantas otras ocasiones, me refugio en la imagen del folio en blanco donde convertir en texto los recuerdos supone en cierta forma un alivio. Las ultimas palabras de mi acompañante se pierden tras mi literaria creación, ahogadas por el esfuerzo de reducir los recuerdos a marcas negras sobre un folio blanco.

El hombre te mira fijamente, como sondeandote, pensar en los autoengaños es más complicado alrededor de esta hoguera, y tus propias palabras te han sonado huecas. El viento sigue con fuerza, sonidos de disparo llegan al interior de la hoguera, pero pronto vuelve a hacerse el vacio y los sonidos vuelven a sonar lejanos. El hombre tiene una pequeña pletina de sudor, lo extraño es que el calor que produce la hoguera, no es suficiente para hacer que un hombre, pero sigue mirandote:- No es algo que sea natural alejarte de la verdad, como habras comprendido donde estás es una metafora un lugar creado por tí en tus sueños, y está pequeña hoguera, y esta falsa tranquilidad oculta entre sombras es lo poco que te queda para terminar en un espiral de locura que terminara contigo. Dime ¿Que te hizó coger ese trabajo en vez de otro?-

-La Hipoteca. Respondo instintivamente en mi cabeza. Pero agito mi cabeza rechazando esa facil respuesta.

-Era un trabajo seguro, comodo, temporal y bien pagado.
No era como vigilar convoys en la ruta de Nayaf. Las armadas mas importantes del mundo nos apoyaban y con todo el trafico que pasa por la zona...

...No, en realidad tampoco creo que ese sea el motivo. Quería hacer algo útil, tener un recuerdo del que sentirme orgulloso. Seguir haciendo mi trabajo sin cambiar mas que el puesto, pero volver al cabo de cuatro meses con la sensación de haber ayudado a alguien en lugar de haber estado perdiendo el tiempo durante otra noche...

...Si las cosas hubiesen salido normalmente supongo que ahora me sentiría como un héroe. Disparando contra siluetas en el horizonte para proteger a unos indefensos marineros de los terribles piratas somalies. Mi voz se va tiñendo de sarcasmo. No esperaba descubrir que esos piratas eran también seres humanos. Niños capaces de sangrar... y chillar concluyo con mi voz perdiéndose entre el lamento del viento, rememorando el olor metálico de la sangre.

-Esta bien que te desahogues, internarse en la oscuridad que ocupa tu interior es complicado, y más sin salir marcado...- El médico parece no tener la misma sonrisa amable, y se encuentra meditabundo, pero se recupera rapidamente, en tanto que el circulo iluminado por la hoguera se hace cada vez más estrecho acercandose el cerco donde las sombras y los ruidos de lucha campan a sus anchas. Finalmente te pregunta:- Dime una cosa ¿Que tal fue tu infancia, cual fue tu mejor recuerdo y el peor...? Y puede ser que te rias, pero me gustaria saber a algo que estuvieras muy apegado en tu infancia, un muñeco, un objeto, un recuerdo...-

-Fui un niño enfermizo criado por una madre divorciada que había renunciado a sus estudios cuando me tuvo a mi. Aunque en realidad pase casi toda mi infancia con mis abuelos.
Casi todo mi bagaje escolar fui victima de mi incompetencia social. Y, analizado en perspectiva, quizás ese sea el motivo por el que a duras penas acabe la secundaria. No recuerdo nada especialmente bueno mas halla de las fugaces -O no tan fugaces acuérdate de Laso -"amistades". En general mi "habilidad" para hacer amigos me encerró en un circulo vicioso donde mi desconfianza alimentaba los problemas y me alejaba del "rebaño".

Tampoco tuve nunca ninguna posesión con la que sentirme especialmente vinculado. Los idealeales de mi madre siempre me alejaron de los "juguetes bélicos" Sonrio con cierta nostalgia mientras mis ojos descubren cerca de mi un precioso Ruger del .223 apoyado a mi lado. Creo que los libros eran mi ventana y mi refugio. No recuerdo todos los títulos pero todavía conservo mi colección de Isaac Asimov, y recuerdo el impacto que supuso leer El Lobo Estepario. Leía todo lo que llegaba a mis manos me gustara o no. De hecho embarque con una copia de El corazón de las tinieblas que conservaba desde antes de los 16.

El hombre vestido con la bata de medico escucha atendiendo a cada palabra que dices y sigue con su pequeño interrogatorio:- Podrías comentarme algún suceso del que tengas un mal recuerdo de tu infancia, tambien comentame como fue tu relación familiar con tu madre... por que supongo que no tuvistes relación con tu padre por lo que me comentas.-

-Cuando tenia dieciséis años mi madre se volvió a a casar con Robert. Aunque siempre me trato bien supongo que era mas el marido de mi madre que mi padre.

La mayoría de mis malos recuerdos están vinculados a mi vida escolar. Siempre tuve problemas, no hacia amigos o atraía las indeseadas atenciones de los mas agresivos. En cierta ocasión recuerdo vagamente que tuve que huir de un intento de linchamiento. Pero soy incapaz de comprender a que fue debido.

En otra ocasión tuve un problema con una chica del grupo de tecnología discutimos por la propiedad del proyecto y accidentalmente me cai encima. Me castigaron en clase e, hirviendo de rencor, la espere en el camino a casa y le di unos golpes. Nadie se entero y no fue nada grave pero todavía me remuerde la conciencia que alguien relativamente inocente pagara la tensión a la que me veía sometido. Unos años después me la encontré trabajando en una discoteca del valle, estuvo encantadora y no parecía recordar el incidente.
...Quizás debiera haberle pedido disculpas en ese momento.

El extraño hombre se queda examinandote y el fuego se empieza a apagar, alargando las sombras que están a tu alrededor. Cuando terminas de hablar el hombre se levanta sacudiendo el polvo de sus pantalones y saca algo de su bolsilla, lanzandotelo a tús pies, al recogerlo te das cuenta de que es una tarjeta:- Tus problemas puedo solucionarlos, pero no es en sueños donde encontraras las respuestas, ves a la dirección indicada y a allí te atendere en persona- En la tarjeta pone la dirección de C/Cypress nº7 de Pleasentville y en el otro lado la dirección de una posada llamada "la sirena"- Primero esperame en la posada desde allí te dare indicaciones para poder encontrarme-. El sueño empieza a desvanecerse en la bruma y los ruidos de los disparos y los gritos de agonia te despiertan sudoroso...